miércoles, 27 de febrero de 2008

No llueve a gusto de todos

Ropa de abrigo, ven,
vente conmigo.

Rosa de Lima - Joaquín Sabina




Vengo de la piscina. Estoy intentando agotar el bono de diez baños pero se me está haciendo más largo que la campaña electoral. Conste que lo saqué hace tres meses, pero es que estos músculos míos, estén donde estén preferían la horizontal del sillón antes que la inmersión en agua y contracorriente, que nunca se vio una cosa más tonta, ir de un extremo al otro para regresar al instante sin haber hecho nada allí. Como decía el socorrista aquel, si hay que ir se va, pero ir para ná...

Y la cosa tiene delito, porque para agotar el bono he tenido 3 meses completitos, pero es que los años no pasan en balde, y yo ya no soy una pizca de lo que era. Antes me movía como un delfín con aspiración de tiburón y ahora me muevo como un atún, o a lo más, aunque me cueste reconocerlo, como un besugo.

Aunque tengo que reconocer que nunca es tarde para sorprenderse. Sobretodo si como hoy coincido con alguien haciendo largos en la calle de al lado que lleva puestas unas aletas de bucear para nadar. Digo yo que así presumirá de llegar pronto al otro lado, igual le dice a los colegas que si por él fuera seguiría nadando, pero que no puede, no por culpa suya obviamente, sino porque la piscina se le acaba. Las tienen que hacer más grandes para que comprar aletas mayores, o quien sabe, el traje completo de buzo. Yo ya estaba hecho a esa otra gente que lleva unas manoplas para que las manos aparten el agua con mayor eficacia, pero lo de las aletas ha sido rizar el rizo, ir un poco más allá para volver.

Andamos de resaca con el debate. El choque de trenes no dejó un vencedor claro, depende de a quien preguntes obtendrás una respuesta. Así que para que la próxima vez los contendientes den más brillo a la campaña ya se han puesto a prepararse los papeles, los gráficos y las cifras. Uno, que está dispuesto a creerse cualquier cosa si se la resaltan con colores vivos solamente tiene una petición, que viene al caso por los antecedentes, háganme el favor de no trampear con los datos, que yo procuro aprender cada una de las cifras y cada uno de los porcentajes para poner de ejemplo la gestión de nuestro gobierno y de nuestra oposición y si me las dan, como decían los antiguos, faltando a la verdad, me crean una de confusiones de las que no podría salir solo. Ahora ya no dicen lo de faltar a la verdad, que sonaba tan distinguido que casi era mejor faltar, para que te lo dijeran, antes que atenerse a ella, ahora te dicen mentiroso o que lo que cuentas es falso. Pero es que estos dos muchachos, con lo mayores que son tienen el talante perdido en una maraña de crispación y dramatismo.

Yo la verdad es que estaría encantado si al menos esas interrupciones que denotan tan poca educación hubieran estado salpicadas de comentarios graciosos o triviales que disminuyeran en algo la tensión de los dos contendientes y su robótico moderador, que el bueno de Campo Vidal era como Robocop, hasta la chaqueta del traje le hacía la misma caja torácica que al hombre de hojalata de los anuncios de las gafas.

Un, por poner un ejemplo:

-¡Eso es más falso que un billete de 25!

Eso se puede decir con toda la cólera del mundo y el potencial votante no podrá menos que sonreírse porque sabrá que el candidato sabe que esos billetes no existen, y que su supuesta enajenación temporal no es más que una pose para llenar los periódicos y para que los acólitos propios sepan donde están respecto a los de enfrente. De hecho después de exclamar malhumorado tal cosa, encendido en rojo, podrá suavizar la mirada y extender una sonrisa de oreja a oreja, entonces los votantes quedaremos rendidos a su elocuencia. Y nos daremos cuenta de que estas cosas de la política no son para tomárselas en serio. Que son solamente un trago que hay que pasar, como ir al dentista.

Ahí tenemos al bueno de Sarkozy, que es un latin-lover seduciendo modelos como un presidente play-boy. Y que va por los caminos llamando a los votantes gilipollas como si tal cosa. Vamos que no se le cambia el gesto ni para insultar. Estas cosas ocurren porque se siente seguro en su palacio inabordable. Lo va a estar durante 4 años, su seguridad no reside más que en el plazo de tiempo hasta volver a pedir el voto como una limosna, una eternidad. Después de todo no tenemos apenas memoria y es mejor así. Durante ese lapso se puede acordar de las madres de cada ciudadano de la gran Francia. Claro que la popularidad le irá cayendo en picado, pero de eso no se murió nadie. Que ahí está el gran W. Bush, viajando de país en país para bailar los ritmos autóctonos como primer paso antes de pedir asilo, supongo.


En cualquier caso, algo es obvio. El día del debate yo mismo estaba bastante más despierto que Zapatero, pues observé la gran oportunidad que perdió cuando interrumpido constantemente por Rajoy, en un momento puntual del debate, no hizo sino el movimiento aquel con la mano que sirve para hacer descender un helicóptero igual que para amansar a las fieras que entiendan el lenguaje de los signos. Pues que duda cabe, si en aquel instante preciso un Zapatero inspirado hubiera exclamado un sonoro:

-¿Por qué no te callas?

Entonces ambos candidatos se habrían echado a reír de buena gana, y habrían decidido quizá gobernar juntos, tras destituir de cualquier puesto, jubilosos, a Zaplana y a Acebes, que serían obligados a firmar un contrato de permanencia en el país, a condición de manipular información solo del uno para el otro y viceversa.

Es verdad que tal ocurrencia habría sido celebrada con alborozo por todos. Y el estudios habría sido una risa, con todos los operadores cayendo por los suelos, apoyados de cualquier modo en las cámaras, y con el Robocop del centro rompiéndose la caja y el bigote descolocado. Habríamos vivido una nueva era plena de abrazos y buenas palabras.

Pero a Zapatero no se le ocurrió tal cosa. Hasta Chávez habría reído de buena gana, y nos habría escogido al son de la canción como amigos para siempre. Sin privatizar nada nuestro y bien dispuesto a compartir con nosotros su petróleo y sus ansías de ser eterno presidente de Venezuela.


En fin, llegaron las lluvias. Pero estas lluvias no nos valen. La gente por estos lares tiene gana de una lluvia tremenda. Torrencial. Hasta yo mismo tengo ganas de salir a la calle bajo la lluvia para bañar la cara bajo las nubes. Quiero ser una estatua de marfil en medio de la tormenta. Pero apenas caen dos gotas y hace una temperatura primaveral.

Me lo estoy temiendo. El verano vendrá gris. Y yo no tendré los días de playa que quiero. Empiezan en las tardes de mayo, y se extienden en la toalla hasta septiembre. Entonces anochece y hay que volver a casa.

martes, 26 de febrero de 2008

Líderes

Tras las máscaras del miedo.

Casandra - Ismael Serrano




Me cuento entre los 13 millones de habitantes de este país, a punto de quiebra, que vio, aunque yo entre los asombrados, que lo mejor de lo bueno, lo escogido, que tendría que ser el faro que alumbre el sendero, sea este presidente que repite lo dicho como quien intenta ser visto desde el cielo en medio de una isla desierta, corriendo con un palo de un lado a otro, y ese otro que es, como el hombre de Cromañon con una peculiaridad, viste corbata y a mí me aterra.

He de reconocer que de Rajoy apenas tenía conocida esa fina ironía que era como una cortina de humo para distraernos de su mala dicción, pero tengo que admitir, no soy ningún valiente, que ayer llegó, hablando en plata, a acojonarme con esa forma de entender España, nuestras fronteras, a los que vienen de fuera, la crispación, la democracia y el entendimiento.

Hace unos días lo vi en la entrevista con Iñaki Gabilondo donde se puso de manifiesto más ostensiblemente ese parpadeo involuntario tan poco atractivo fruto supongo de la tensión de responder a las preguntas cuando vienen torcidas. Y llegó a enternecerme un poco porque yo soy un humanista ante todo, y ante la intención de hacerlo mejor doy siempre la oportunidad. Lo veía con su barba mal recortada y su mirada corta afirmar convencido que era capaz de hacerlo mejor. Era Rompetechos sin cariño. Y yo quiero creer, quiero creer por encima de cualquier otra cosa. Necesito creer en las personas. Porque las buenas intenciones son el mejor futuro que podemos soñar. Que ya se encargará la vida en su transcurso de atemperar los éxitos y los fracasos. Además lo miraba y me entristecía que aquel hombre, casi llevado sin querer al sitio justo donde está, casi sin disfrutar de las vistas siquiera, con las trazas de un mártir que pudiera estar viviendo sus últimos días de político o de líder. Por qué si fracasamos esta vez...

¿habrá más veces?


Sin embargo ayer volví a encontrarlo en el debate con Zapatero, y me produjo un miedo real, físico, que pudiera llegar a gobernar. Quizá porque entonces no aparecía con uno de sus dobles sentidos, ni con su gracejo para la ironía, la vida es pura ironía, cómo no apreciarla. Ayer acudió al debate a cara de perro, a remover los muertos y como adalid de la verdad. Dispuesto a obligar a los inmigrantes a que firmen un invento nuevo exportado de Francia para que sepan que aquí no deben casarse con varias mujeres ni practicar la ablación a ninguna de sus hijas. Como si las leyes no bastaran. Pretende algo así como un canon digital para todos los inmigrantes, que se comprometan por escrito a respetar algunas costumbres españolas, nadie sabe cuales, por anticipado y para curarnos en salud por si no las cumplieran. Expulsarlos no es suficiente atendiendo a las leyes deben firmar aquel documento para que lo podamos enarbolar ante sus ojos ¿recuerdas que firmaste que te irías? Una medida por arbitraria contraria a la Constitución aunque nadie se lo supiera hacer ver, por ser de raíz contraria a la presunción de inocencia.

Sin embargo Rajoy quería hablar de eso porque quiere ordenar las entradas y sobre todo las salidas. Incapaz de reconocer un mérito en la gestión del gobierno saliente, tanto como es incapaz el propio gobierno de reconocer equivocaciones que las ha habido y graves.

Ambos son el sordo y el mudo braceando al tiempo.


En la política las personas no necesitan dos oídos, les sobra con uno para escuchar sólo aquello para lo que llevan preparado respuesta. Por eso estos debates son tan poco espontáneos, con todas las medidas pactadas, el tiempo que enfocará la cámara al candidato durante la intervención del otro, medida eso sí, por árbitros de baloncesto. Y un batallón de asesores que se han preparado como para un sprint, convencidos con razón de que toca esforzarse pues luego tendrán cuatro años para reponerse de espaldas al público.

Y esto es lo más llamativo. Si tan prepararse arroja estos resultados es simplemente porque estamos comandados por una banda de necios. Supongo que simplemente no se puede pedir más.

Llama la atención también que Rajoy pareciera tan ofendido por las negociaciones de Zapatero con ETA que lleva más de 30 años matando, cuando el propio gobierno de Aznar las llevó a cabo en su momento. Pero nadie se lo recordó, nadie se lo supo hacer ver.

Vivimos bajo el gobierno de la mentira y de la media mentira, bajo el gobierno de la verdad a medias, de las victorias relativas en que no hay espacio para el fracaso.

La honestidad aunque sea para reconocer cualidades en el otro ha desaparecido.


Vivimos una realidad no tan confusa. Rajoy apela a la España de los Reyes Católicos y cree que van a venir a romperla, y a mi me recuerda a esos matrimonios rotos en que es todo tristeza, y él es un marido gris que en la agonía de la tarde de la ruptura dice que quiere aún y que hay una oportunidad para ese amor. Y ella lo observa con infinita pena por los dos. Porque cuando lo mira ve pasado tan solo.

Rajoy quiere mantener España tal como era, el cierra España, una y libre con la libertad bien administrada. De algún modo ha quedado estancado en el siglo pasado, o quizá más lejos. Porque esa idea de España ya no es real. La España actual es una España plural, formada ahora quizá más que nunca por autonomías.

Y uno puede sentir nostalgia de épocas pasadas de esplendor. O puede desear fervorosamente que la gente se aglutine de la mano bajo una bandera o un himno con una letra que a todos satisfaga.

Pero no es real. Eso es tan solo una ilusión. Los políticos como en el amor deben madurar, y si no pedirías al amor que sea inalterable como no pedirías que un cuerpo no envejezca, tampoco debes exigir que todo permanezca inalterable. Porque el tiempo lo cambia todo.

España ha cambiado. No se trata de demonizar a unos contra otros, ni se trata de sembrar el miedo al futuro. Después de todo las cosas que nos unen que no tiene que ver, desde luego, con ejércitos ni banderas, son más importantes que las que nos separan.

Se trata de querer a España tal cual es. En su diversidad reside su magia.


Yo ayer mediado el debate tuve miedo. Quizá porque Rajoy no planteó nada que no fuera en mi humilde opinión una barbaridad o un retroceso. Decía José María García, abraza farolas sin igual, que lo bueno de Rajoy era que iba por la vida sin manchar, y lo malo, que pasaba sin limpiar tampoco. Ayer Rajoy dejó atrás los "hilillos de plastilina" para jugar todas las cartas. Con resultados inesperados, me temo. Al menos respecto a mí. Miedo a que vuelva Rajoy no como alguien nuevo a ocupar plaza lleno de ilusión para nuevas aspiraciones, sino en la sintonía de ayer, como un agorero del desastre. O peor aún, parecido a la muerte, con la cara de calavera encapuchada, y en las manos una hoz con vida propia dictando las decisiones.

Dicen en los carteles electorales del Partido Popular "Con corazón y cabeza". A mí el corazón me dice que salga corriendo. Y la cabeza que no pare.

sábado, 23 de febrero de 2008

La película

Retornarán los libros.

Yo pisaré las calles nuevamente - Silvio Rodríguez y Pablo Milanés



Ayer fui a la piscina y al salir escuché balar a unas cuantas ovejas en la lejanía. Entonces pensé tontamente que mi vida se parecía un poco a la de Amelie, quizá porque las dos tienen un poco de cuento y tienden a mejorar cada día.

He estado navegando por Internet, visitando weblogs al azar y no lo suelo hacer. Hay que ver la gran cantidad de personas con necesidad de contar. Hemos inaugurado una era nueva. Internet llegó para cambiarlo todo.


Hoy ponen un peliculón en la tele: "Cadena perpetua", empeñarse en vivir o empeñarse en morir. Yo la he visto media docena de veces pero repetiré otra vez.

Lo malo es que alguien ha debido tropezar con la antena y la Cuatro se coge en gris y con interferencias, confío en que la vuelva a orientar hacia la Meca. Nunca logré sintonizar la Sexta, así que puede ser que lo mío sea ir perdiendo los canales uno a uno.

Mejor los canales que los papeles.

El debate (a ver si hoy)

Quizá las cosas no nos cambien tanto.

Tantas cosas - Ismael Serrano



He estado a punto de ir a Oviedo para comprar una maleta rígida. Tengo una grande y verde, Roncatto creo que se llama. Pero como no es rígida solamente gana cuerpo cuando le meto la ropa dentro, y como yo soy de llenarla mucho para ir luciendo fondo de armario por ahí, ha terminado por coger el vicio de descoserse cerquita de la cremallera. De forma que deja al aire mis pertenencias, menos el día que discurriendo la cabeza se me ocurrió meter una bolsa del Springfield por dentro de manera que sirviera de parapeto, como ventanuca de sacerdote en confesión, aunque la cosa quedara la mar de "cantosa" sirvió para poder divisar desde lejos la maleta en la cinta transportadora de los equipajes. Aunque no quisiera que nadie sacara conclusiones excesivamente precipitadas, por eso contaré que cada vez que rompió por donde rompe, acudí al zapatero para que me la remendara. Y aclararé al tiempo que si bien el color rojizo de la bolsa de plástico daba el cante, la raja, sonando así de mal, no era tan grande como para que se saliera ninguna de mis chaquetas.

Puede ser que a falta de comprar una rígida que tenga ya la forma hinchada me decida por no llenar tanto la que tengo para mi próximo viaje.

Pero hoy yo quería volver sobre el debate, así que puede que este comienzo mío no haya sido un buen comienzo. Sospecho que hablar del debate de Solbes y Pizarro va a convertirse en una misión imposible para mí. Porque ya empieza a sonar a antiguo y porque yo tengo cada vez menos interés en mencionar nada al respecto.

Si diré que como recoge mayoritariamente la prensa, a excepción del gabinete del PP, yo soy de los que piensa que ganó Solbes. Aunque creo que fue en parte por demérito de Pizarro que salió al ruedo algo acomplejado y con la sensación de ser un cenizo al que hubiera mirado un tuerto.

Algo es evidente, Pizarro no disfrutó lo más mínimo con el circo televisivo, que era además su puesta de largo como político. Lo que viene a demostrar que los días son muy largos, y que aunque pueden empezar muy bien siempre existe el riesgo de que se tuerzan y termine quedando un sabor amargo.

A Pizarro el día le empezó de forma cojonuda, y creo que no me quedo corto si es cierto que el mismo día se enteró de que Endesa, empresa eléctrica que presidió, le iba a abonar en concepto de rescisión la friolera de 12 millones de euros, que son 2000 millones de pesetas de las de antes. Yo la verdad es que sin tener queja alguna, no tengo días tan fructíferos en lo económico ni probablemente en nada. Esa es mucha tela para tan poco hombre, me parece.

Cualquiera diría que no tenia sueldo mientras fue presidente de la compañía y que le pagaron todo de golpe para acabar. O tal vez conozca algunos secretos que no deben ser mencionados ni en confesión, y le compran el silencio con el mismo dinero con el que a mí me comprarían no decir ni una palabra más en el resto de mis días, así fuera un mudito entrañable con la melena al viento en un descapotable hacia la playa.

Sin embargo puede darse el caso de que por la mañana uno sepa que es más multimillonario de lo que ya era, y al tiempo el ciudadano medio se pregunte que hace este hombre en política y qué diablos está buscando exactamente. ¿O es que ahora quiere poner su sapiencia al servicio de la patria porque no hacerlo sería sentirse jubilado prematuramente?

Pero Pizarro se las prometía muy felices porque han subido los parados y la gente llega a rastras a fin de mes. Pero no lo supo explicar. Por eso mostraba dos caras distintas según le tocaba hablar o escuchar, y ninguna buena.

Cuando escuchaba ponía la cara de un ternero torturado en un cajón, al que le pusieran banderillas cada minuto. Era un rostro agriado, de esperar el daño que llega, como después de haber tomado ricino. Con un punto de careta carnavelesca para meter miedo. Tenía la mirada triste y las mejillas descolgadas como resbalando del cráneo. Lo que oía no le gustaba y le sabía mal oírlo a solas, delante de tanta gente.

Cuando escuchaba lanzaba los ojos hacia todos lados, como un iluminado buscando un foco. Y las hojas y gráficos para convencer y determinar no eran suficiente. Por eso a veces daba la impresión de estar jugando a las cucañas lanzando el palo hacia todas partes, por dar de suerte.

Así que el fichaje estrella de Rajoy, rebotado del mundo privadísimo se dio contra un ministro de Economía que llevaba el aire de genio distraído tan capaz de vencerlo con un solo ojo. Con esa pinta de equivocar el baño de hombres por el de mujeres sin malicia alguna.

Solbes al contrario que muchos otros políticos, a decir verdad, todos; tiene un punto entrañable, al menos yo se lo encuentro. Porque parece un gran oso que dice "privado" cuando quiere decir "público" porque nunca está del todo en lo que está, quizá porque está siempre calculando números cuando los demás nos dedicamos a esparcimientos menos contables.

En mi opinón resulta mucho más interesante que el propio Zapatero y por tanto mucha presidenciable. Pero ya está perdido para la causa del país, como lo está Rodrigo Rato, que se apuntaba todos los logros por su gran fotogenia. Que era amigo de Aznar tanto como aquel otro que fuera portavoz del gobierno y que ahora ejerce de contertulio en programas de televisión para trasladar el mismo mensaje vacío y hueco que reverbera en su cabeza.

Tan capaz de llegar a presidente me pareció que he concluido en lo bueno que sería que los partidos políticos fueran más honestos. Tanto como para decir.

- Yo quiero ganar, pero si gano quiero que me prestes a Solbes que parece un padre oso bastante seguro de las cosas económicas. Para mitigar estas turbulencias que tenemos en nuestro confortable viaje al futuro.

O haber reconocido abiertamente en el debate ese perdedor de todos los debates que no tiene nada que hacer contra él, así que prefiere reconocer la derrota sin excusas y ofrecerse a echar una mano en cualquier otra cosa que se pueda necesitar.

- Yo seré capitán si tu general.


Pero hablamos de poder, y hablamos de dinero. Y cuando estas cosas mundanas entran en liza, y más aún si lo hacen juntas, la verdad o la honestidad es siempre relativa.

Por eso existe la manipulación que existe. Y por eso el debate del otro día será lo más cerca que estemos de un debate, porque en lo sucesivo sospecho que ambos contendientes se dedicarán a la lectura de sus panfletos tal como los trajeron de casa. De manera que las preguntas quedarán sin respuesta.

Pero habrá reproches a montones. Y en la ausencia de respuestas habrán ganado todos.

viernes, 22 de febrero de 2008

El debate

Sangro, lucho, pervivo.

Para la libertad - Sabina y Serrat



Yo fui uno de tantos españolitos que vio el debate de los ases de la economía de los dos partidos principales. O al menos los dos únicos que tienen opción real de gobernar.

En verdad pienso que una democracia en que se da este bipartidismo tan cerrado es una democracia bajo tono, un democracia solamente regular. ¡Qué bueno sería que hubiese seis partidos con opciones reales! Nos pasaríamos los 4 años entre elecciones poniendo cruces a los partidos en cada uno de sus traspiés, nos juramentaríamos de no olvidar sus desmanes y sus corruptelas, de manera que solamente al final de los cuatro años podríamos saber quién es el menos crucificado, en cierto modo, es decir, el mejor o menos malo, el menos censurable.

Sin embargo teniendo dos únicamente nos ocurre lo que nos ocurre. Que determinados elementos de partido no nos entran por los ojos ni por ningún lado y como no queremos sufrir ninguna reacción alérgica tras votar, o aún peor, remordimientos, acudimos a los del otro bando, que son también una banda, pero quizá más soportables solamente porque no cuentan entre sus filas a los protagonistas de nuestras fobias, aquellos que por su forma de ser se nos vuelven enemigos irreconciliables, agravados además por políticos.

Sobre todo porque uno quiere sentir que su voto es útil, sirve para algo. Y si no se vota a uno de estos grandes dinosaurios será lo mismo que arrojar el voto a la basura, o poco más o menos. Así que aunque uno piense que en realidad está haciendo un trato con el diablo, que no hay manera de acertar o salir ganando, que ninguno es bueno, uno vota por inercia y solamente para prevenir. Será mejor que nos gobierne el menos malo.

Y llegado el caso se vota como reacción, para contrarrestar al menos un voto de los del otro lado. Porque si mi vecino vota, yo lo dejo en tablas.


Respecto al debate fue interesante ver como eran capaces de marearnos con las cifras. Con lo aburridas que son. Claro que, para no entrar en demasiada cifra, Pizarro decidió que él podía hablar de cualquier cosa, por ejemplo de terroristas y demás cosas del programa electoral del Partido Popular. Supongo que es una forma de aclarar que no solamente es una cabeza apta para los números, sino también para los conceptos más o menos abstractos y las certidumbres de lo que debe y no debe ser ilegalizado. Una forma, quién sabe, de posicionarse como algo más que "calculín" de partido sino como potencial candidato a presidente cuando todo esto pase.

Yo, y aunque esta opinión mía sea muy poco popular, estoy en contra por principio de la ilegalización de partidos políticos. Pienso de hecho que teníamos un Código Penal muy completo y muy bien redactado para encontrar los delitos que cometieran las personas, y conforme a él podremos procesarlas, una a una, a todas las infractoras, haciendo uso de los instrumentos que tiene el Estado, es decir, los tribunales que en la teoría debían ser absolutamente independientes del resto de poderes públicos. Por eso, observar esta necesidad que se acentúa con los vientos de ilegalizar partidos políticos me parece propia de una democracia bajo sospecha. Más propia de otros tiempos en que para no oír al que nos disgusta le tapaban la boca.

Lo cierto es que yo soy un ignorante sin parangón. A buen seguro se me podrían objetar mil razones como que esa gente no condena los atentados terroristas, o prometen la constitución por imperativo legal, que es una forma de acatarla muy poco sincera. Pero me seguirá pareciendo en el fondo que algo no funciona como debería. Tal vez porque no me sé otros países del llamado primer mundo donde se ilegalicen partidos políticos o se cierren periódicos en pleno siglo XXI.

Supongo que de algún modo se ha perdido la esperanza de que sea la propia gente afín la que deserte de ese barco hacia ningún sitio. A la vista de que obtendrán respaldo siempre, porque aunque son pocos estos sí se movilizan, se decidió que aplicar la ley que teníamos tal cuál no era suficiente. Que había que legislar para empezar a considerar delito lo que no lo era pero debía serlo. No basta procesar los elementos particulares con nombre y apellidos que hubieran cometido un delito, enaltecimiento del terrorismo por ejemplo, hay que poner a un partido político al otro lado de la ley por un valor que tiene mucho más que ver con los bueno y los malos de las películas, como dos de aquellos grandes globos que dibujábamos de niños sobre el papel, formando dos conjuntos que interseccionaban en un nuevo conjunto que es incompatible con nuestra democracia.

Ya dije alguna vez que todos esos nacionalismos del yo frente a todos se curan viajando, aunque sea la propia vida la que se encarga de demostrar las cosas que son importantes de veras. Cuando por fin ocurre uno se puede dar cuenta de cuánto del tiempo se perdió en batallas sin valor. Quizá porque en verdad si hubo o no victorias han perdido toda importancia. La vida es solamente un regusto del pasado.

Yo quería hablar de Pizarro y de Solbes. Vi el debate enterito y desde cerquita como un torero valiente para que mis ojos miraran y mis oídos oyeran. Pero se me está haciendo tarde y me he metido sin querer en harina de otros costales.

Creo que ya no podría llegar donde quiero.

A ver mañana.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Personas

La luz dentro del laberinto.

Cien días - Ismael Serrano



Se pueden hacer infinitas clasificaciones, pero a todas las personas del mundo las podríamos clasificar entre tres, a saber:

-Las que viven la vida como si fueran a morir mañana. No ahorran porque no saben dónde terminarán parando, podría ser pronto. Su vida se sustenta en el "carpe diem", disfruta el momento presente. Son dados al arrepentimiento posterior, sobre todo en la comparación con los otros, más o menos como cuenta la fábula de la cigarra y la hormiga.

-Las que lo ahorran todo y encuentran algún gozo en la observancia del crecimiento de la cuenta corriente. Entretienen el otro tiempo contando el efectivo que tienen en casa y miden la vida por tanto como se están ahorrando. Cada día un poco más. Muy capaces de preguntar por los intereses de un plazo una semana antes de morir. Cuando la muerte se asoma a sus ojos como las sombras a las ventanas del Windsor la noche que se incendia. Visten como pobre y llevan la vida de un pobre, aunque su dinero viva en la cárcel de oro por ser el dinero mejor invertido. El que reditúa más. Aunque es un dinero fantasma, que existe solamente entre los números que lo acreditan. Lo sienten prisionero porque desde la calculadora son meros carceleros.

-Y por fin, aquellos que estamos entre uno y otro extremo.



Ronaldo parece del primer caso. Por eso se fue abandonando en la esperanza de que sus cualidades extraordinarias para el fútbol lo mantuvieran a flote. Pero cuando a Ronaldo le hablaban de dietas y ejercicio intensivo durante los entrenos debía poner la misma cara que pongo yo cuando pienso en abrirme un plan de pensiones. A saber qué será de mí dentro de treinta y tantos, deja, deja. Que lo que va delante, va delante.

Sólo que yo puedo desconfiar del estado de mi cuerpo dentro de tantos años, después de todo debe sobrevivir a la dieta que le administro, puedo desconfiar incluso al estado de mi mente, si a estas horas, prácticamente en plenitud, olvida cosas que podrían parecer importantes. Si fueran tan solo 30 seguirían pareciendo demasiado que esperar. Asumido que no voy a ser eterno soy incapaz de verme cumplidos los setenta.

Pero la diferencia con Ronaldo, que me sitúa a mí en ese tercer grupo sin excesos, es que Ronaldo dice que no va a dejar de comer tartas y croissants rellenos, o repetir del segundo pensando en que quizá le lleve por delante un coche kamikaze por la autopista, o quizá le secuestren para que recuerde como son las favelas en su próximo viaje de Carnaval a Brasil. Después de todo tiene el éxito y el dinero para darse todos esos caprichos, como si no los pudiera disfrutar más tarde. Su presente es todo lo que hay.

Así que si no entrena como debiera es porque no quiere. Y si engorda porque come de todo lo que le gusta, tanto como quiere, es porque está en el ejercicio de esa libertad de escoger como va a ser su vida mientras dure. Así que no deben intentar convencerlo de que ha de cambiar. Él no lo haría con quien piensa distinto. Claro que ese otro no cobra mil millones limpios de polvo y paja. Y puede ser que su forma de pensar no se ajuste a lo esperado en un deportista de élite, pero que le busquen en el contrato que no pueda pedirse un tazón de leche condensada y una gota de café.

No debiera sorprender, por tanto que al ir a desplazarse sobre los tacos en medio del mullido verde vaya a romper algún tendón. Están soportando más peso del idóneo. No es una cuestión de no haber calentado con suficiente intensidad, que es seguro, se trata de que sus tendones dijeron basta, hartos del esfuerzo titánico de estirar sin romperse. Es sencillo, está fuera de forma desde hace años.

Ronaldo no se acabó el otro día, cayendo hacia atrás con la cara prieta de oír un "crack" conocido. Se acabó, ya en Madrid cuando decidió que la batalla contra el tiempo está perdida y que no debía obstinarse en contra. El día en que empezó a dejarse ir. El día que decidió que el presente, hoy, es lo más importante. Porque lo que ves es lo que hay.


Yo soy nada más un observador. Tengo una pizca de unos y otros. No confío a ciegas en el futuro por lo que decidí que de poder viajar lo haría. Y si algo me entra por los ojos y está a mi alcance, haré por conseguirlo con todo mi empeño. Me ocurre como cuando alguien pregunta acerca de la existencia de la creencia más universal. ¿Hay dios?

Yo, que llevo vivida la vida algo ya, respondo lo que contaba Jack Nicholson a Tom Cruise en el estrado del juicio de la fabulosa película "Algunos hombres buenos" a vueltas con taquillas y números de teléfono.

-Dime que hay algo más.

Tiene que haberlo.

martes, 19 de febrero de 2008

La tormenta

Escogiste a la más guapa y a la menos buena.

Soldadito marinero - Fito y los fitipaldis



Vengo pero es como si no viniese. Porque tengo muy pocas ganas de contar nada. Y la culpa hay que buscarla en la piscina. Para que digan que hacer deporte es bueno, yo digo que hacer deporte nos quita de hacer otras cosas. Escribir insulsamente, por ejemplo.

¡Ah no, soy capaz de escribir insulsamente hasta cansado!


A ver si mañana tengo más ganas y hablo de la rodilla de Ronaldo, que seguro que a estar horas está consolando las penas comiendo un venado entero. Habrá quien diga que el muchacho se lesionó porque no había hecho suficiente calentamiento, ¡el que necesitaba tenía que ver con un nutricionista y le habría llevado varios meses! No diez minutos en la banda simulando que se ejercita. Porque a Ronaldo el ejercicio físico no le termina de convencer. Es por ello que estaba tan fondón en el Madrid. Que la camiseta se le pegaba a la tripa mostrando un perfil redondeado. Era el jugador más parecido a aquellas muñecas rusas que contienen en su interior otra muñeca igual pero más pequeña. Parecía el más jugón de un partido de solteros contra casados, jugando obviamente para el lado de los casados, que se dejan llevar por la felicidad conyugal de no tener que seducir a la mujer en cada cita, aunque ya no haya citas sino coincidencias para la cena con un solo mando de televisión. En Milán, Ronaldo no era distinto, él estaba más o menos igual porque llevaba más o menos la misma vida que en Madrid, aunque quizá con más lluvia. Aquellos que decían que estaba en forma se dejaban llevar por el artificio de su nuevo peinado ensortijado, que le hacía el efecto de una peineta de forma que parecía más alto y al alargarle la rechoncha cabeza, también más delgado.

Aunque ya nos sé si hay más lluvias en Milán o en el levante del país. Lo que es seguro es que no las hay donde tendría que haberlas, en Asturias por ejemplo. Está el paisaje pajizo y el césped empieza a ralear en algunos lugares. Dice la pantalla del ordenador que tenemos 15º por los 12 de Valencia. Y que allí está cayendo una tormenta de inundar las calles.

Claro, no pusieron alcantarillas suficientes. Simplemente no estaban preparados para los efectos del cambio climático. Tanto usar los aerosoles...

Lo ha vuelto todo del revés.

domingo, 17 de febrero de 2008

7 minutos

Y las horas matan.

Juicio final - Chayanne



Contaba ayer que Zapatero es un hombre sabio. Aunque no recuerdo si di razones para afirmar tal cosa. Alguno pensaría que le doy jabón por ser el presidente actual, para no tener grandes problemas con él, otros dirían que porque es la alegría despreocupada, pero por eso mismo tiene esa pinta imprudente, como el crío que van en moto sin casco y no se le ocurre más que reír tontamente cuando le da el alto la autoridad.

En realidad es sabio, o está bien asesorado porque sabe que lo principal es dramatizar. Nada es tan esencial en la vida, que es llevar las cosas al extremo, sacarlas de quicio, llorarlas un tiempo, lo justo para que el foco que alumbra nuestro entorno se fije sobre nosotros.

Porque si lo que nos ocurre le ocurre a todo el mundo y dramatizamos, entonces resaltamos sobre el común de las personas. Somos nosotros con el problema de tantos. Pero nosotros al fin. Nuestro YO en crisis frente a los otros. Supongo que es una forma de darse importancia.

Y si lo que ocurre es verdaderamente una mala suerte. Si nos sentimos marcados por el estigma de la desgracia, entonces convendrá correr la calle entera entre sollozos para que la gente comience con su trato amabilísimo a curar nuestra desgracia.

Hay un dicho popular que dice textualmente: "Quien no llora no mama". Es decir hay un camino de progreso en la queja y la protesta constante. Hay quien lo usa y no obtiene más que ventajas.

Es por eso que Zapatero parece sabio. Porque sabe en su fuero interno que hay que dramatizar la situación, ponerle un poco de teatro para que la gente se movilice. No se trata de hacer más aspavientos de los acostumbrados, se trata de propagar el temor a que vuelva la derecha, que está cada vez más cerca si tú nos das la espalda.

Lo malo de Zapatero, es que no sabe cuando callar y cuando no. Es como un niño de 10 años contándole al colega que los sondeos bien, pero ahora conviene dramatizar. Le ocurre igual que a Juan Carlos I, que lo pierden las ganas de hablar. Que cree que una asamblea de dirigentes mundiales es una cantina donde podamos empezar por mandar callar al prójimo y terminar rompiendo una botella en la cabeza del que tengamos más cerca.

Es curioso sin embargo observar que respaldo tuvo tal acto por la mayoría de los partidos políticos. Nadie se levantó para decir que si tal persona no sabe comportarse va a ser mejor que no acuda más. Puesto que si uno no puede hablar en su turno de palabra porque se lo impiden deberá esperar la actuación de la presidenta de la cámara, aunque sea para defender un discurso tan insustancial. Que ir de rey del mundo a estas alturas nos dirán que es intolerable. Sobre todo porque todos nos hacemos a la idea de que sabía a quién mandaba callar, aunque no habría estado tan desatado para intervenir en el discurso, igualmente insustancial, de George Bush.

Bush es lo que podríamos llamar un tonto del culo. Pero tiene el atractivo de los cow-boys que derribaban vacas a lazo desde los caballos. Y probablemente tal cosa se le de bien, así como seducir con ordinarieces o simplezas a cualquiera seducible fácilmente. Al pueblo americano por ejemplo, o al menos a su a mayoría. Es obvio que en Estados Unidos hay muchas cosas que no funcionan. Pero como mínimo debiéramos encontrar un presidente que supiera atarse los cordones de los zapatos.

Porque George W. Bush, ni siquiera supo dramatizar. Le dijeron que un segundo avión se había estrellado contra la otra torre y se quedó 7 largos minutos sin saber qué hacer, mirando a los niños de párvulos quizá esperando que alguno le soplara la respuesta. Se quedó mirando el tebeo de primaria esperando que el cuento del conejo o la tortuga le inspiraran qué hacer en ese momento.

Ayer estuve viendo un par de documentales sobre el 11S y además de entenderse que las torres fueron derribadas con explosivos desde dentro, tras el impacto de los aviones, también se entiende que el servicio de inteligencia de Estados Unidos funcionaba acompasado a los latidos cerebrales de su presidente Bush.

¿Qué importaba que los servicios de inteligencia de otros países te hubieran advertido de que se pretendía atacar Estados Unidos con aviones comerciales? ¿Qué importaba que te dijeran que el Pentágono o el WTC estuvieran entre sus objetivos?

Entonces los servicios de inteligencia, el FBI o la CIA estaban viviendo esos 7 minutos cuando cada minuto es una semana o un mes, en que uno no sabe qué hacer.

Porque si a uno le cuentan que dos aviones cargados de pasajeros chocan contra los dos edificios más altos del país debe levantarse de inmediato para ponerse en acción. Y cuando todo pase buscar las cabezas pensantes que lo tenían que haber prevenido para hacerlas rodar, y esto no es freírlos en la silla eléctrica, sino dedicarlas a otra cosa de la que no dependa la seguridad nacional.

Por supuesto esta acción debía haber provocado la dimisión casi inmediata de Bush. Y sino la acción en si misma, una masacre de miles de personas, que se hubiera dado, sí al menos los 7 minutos de desconcierto por no asustar a los niños. Esos 7 minutos por si solos le tenían que haber costado el puesto.

¿O nos tendremos que conformar con esa forma de ser y de actuar?



Si ninguno es bueno ¿qué esperanza nos queda?

Nombremos presidente a alguien que sea admirable por algo. Por pintar bien, por cantar bien, por ser el mejor al ajedrez, o por escribir como Vargas Llosa.

Podrá ser una calamidad, como los otros, pero nos quedará el consuelo de su obra o arte. Olvidaremos sus meteduras de pata escuchando su música, mirando sus trazos o leyendo sus libros.

Y que no lo acompañe nadie, que sea un hombre honesto y solo. Su tarea de contentarnos a todos es imposible. Pero todos y cada uno podremos reparar en su talento cuando todo se derrumbe.

La belleza de su obra no salvará pero entretendrá la caída.

sábado, 16 de febrero de 2008

Dramatizando

Loco por vos,
si vos me queréis.

Loco por vos - Chayanne



Zapatero es un hombre sabio, o eso o está muy bien asesorado por sesudos asesores. Aunque es un poco imprudente, claro que habrá que personárselo, después de todo es la alegría de la política, resultando tan iluso a veces que uno lo mira como a un niño, majadero y entrañable.

No sabía el presidente que los micrófonos siguen abiertos y se sigue grabando hasta cuando salen los títulos de crédito y parece que la cosa no da para más.

Poco jugosa la entrevista a Iñaki Gabilondo, que lo único que me ha llegado ha sido lo mencionado cuando la luz se atenúa y el hombre se levanta para marchar rumbo a la Moncloa. De la hora anterior no me ha llegado una palabra, ni ganas, la verdad. Ahora bien, ya sé que Zapatero admitía ante Iñaki Gabilondo que conviene dramatizar desde ya. Es decir conviene remover a los que piensan que todo el trabajo está hecho, para que acudan en masa a votar. En la guerra de los buenos contra los malos están necesitados de un zafarrancho en que el temor a perder nos convierta en útiles ciudadanos que consigan mayorías. Luego se olvidarán de nosotros. Tú me quieres para lo que me quieres. Después de todo este es un país predominantemente socialista aunque perezoso y desencantado. Algo es seguro, a más participación mejor para el PSOE. Esto es algo contrastado. Conviene levantar del sillón a los votantes socialistas, que se dejarían llevar por un domingo de siesta a no ser que sea Aznar quien apareciera en nuestro horizonte electoral, que de ser así se convertirían una fuerza incontrolada, un tornado contra los sueños de nuestro pequeño gran hombre.

Hoy leo que el CIS y el resto de encuestas telefónicas dan un empate técnico entre PP y PSOE. Pero ya no sé si estos resultados son verdaderos o se trata de seguir en esa guerra silenciosa. No sé si son resultados veraces o son tan solo el artificio con el que Zapatero quiere dramatizar las cosas hasta el 9 de Marzo.

Las cosas van bien pero no conviene fiarse, dice. Por eso mejor no admitir que las cosas van bien. Estamos en riesgo. Peroo él lo admite cuando cree que no lo escucha nadie, o casi nadie. Iñaki Gabilondo que era un periodista de radio como la copa de un pino y que ahora aparece encorsetado sin encontrar la postura correcta frente a la cámara de la televisión. Aunque es evidente que esas confidencias se las hace nuestro presidente en la intimidad de la luz baja y en la fraternidad de estar hablando con alguien del partido. Un militante más.

Lo que no se imagina es que tras ver a Rajoy junto a Gabilondo, y tras imaginarlo con Zapatero a uno se le antoja que es el más presidencial de los tres. Yo quiero una España gobernada por Gabilondo que parece sensato.

Quizá resulta más fiable o su palabra tiene más prestigio. Son muchos años escuchando el transistor.

Yo votaría a Gabilondo siempre y cuando no concurriera también Carlos Llamas.

Pero Carlos es ya pasado nada más.

viernes, 15 de febrero de 2008

Thor

Moriría por vos.

Amaral



Yo me quiero comprar un perrete de esos pequeños. Uno de raza Yorky. Tienen la cabecita pequeña llena de pelo y el cuerpecete muy pequeño tambien. Caben en una mano y creo que son muy buenos. ¿Cómo van a ser malos siendo tan pequeños?

Vi un par de ellos el otro día en una tienda de mascotas. Los tenían en un escaparate y los perros se dedicaban a jugar mordiéndose la cola el uno al otro. Eran dos cachorros y se les nota, cuando crecen se olisquean el culo y esas cochinerías, pero ya no juegan. Y el más listo de ambos mordía la clavija que servía para abrir la ventanuca por dentro, imitando a los humanos cuando los sacan de aquel zulo transparente. Eso sí debían tener espejo por el lado de fuera, por donde me encontraba yo, porque a mí no me hicieron ningún caso, como si no existiera.

Claro que hubiera podido desconcertarles tamborileando con las manos en el cristal, que los perros tienen el oído finísimo, hasta los pequeños. Pero leí lo que ponía con meridiana claridad: NO TOCAR EL CRISTAL - Dejen tranquilos a los perros. O algo de este tenor, suficiente como para acobardarme. Si alguien era capaz de encerrar allí a aquellas criaturillas no quiero pensar lo que sería capaz de hacer conmigo.

El perrito costaba 990 euros y estaba de oferta. Que digo yo que es poco dinero para un ser vivo tan entrañable. Daban ganas de abrazarlo y no separarse de él nunca. Convertirlo en tu propio hijo-perro o tu perro-hijo que tanto monta, monta tanto. Y llevarlo por la casa, jugando con un cordel.

Le pondría de nombre Thor, que es el nombre del dios del trueno y de un super-héroe de esos que al contrario de Spiderman ganaba la mayor parte de las veces. Lanzaba un martillo que se comportaba como un bumerán, volvía a la mano, eso sí, tras acertar al blanco.

Lo malo es que yo desconfío de ser capaz de enseñarle algo a alguien. Aunque sea un perro pequeño con ganas de aprender. Y estoy seguro de que terminaría haciendo sus necesidades por cualquier rincón de la casa, y como quiera que hay rincones que visito de mucho en mucho, y no porque mi casa sea un palacio precisamente, intuyo que será mejor no adquirirlo o no quitarle nunca el ojo de encima.

Y esta opción me gusta aún menos. Que uno empieza de ese modo y termina obsesionándose. Con lo malas que son las obsesiones, no dejan razonar con claridad. Terminaría siendo el dueño de todo seguro, con lo minúsculo que es, y lo poco que iba a crecer además. Porque estos perros son de quedarse diminutos siempre, aunque dejen de mirar como un cachorro y empiecen a mirar con el hartazgo de encontrarte tan a menudo.

Y por lo que se ve algunos perros no libran ni siquiera con la muerte. Que quizá ya no es un paso sin retorno. Leo que una señora de grandes ahorros y como no, americana, va a gastar 100.000 euros en clonar a su pit bull. Parece ser que este perro poco menos que le salvó la vida cuando fue atacada por otro can.

Así que cuando el perro murió hizo lo que haríamos cualquiera de nosotros en sus circunstancias, arrancarle un trozo de la oreja y enviarlo a una empresa de biotecnología que debe ser una de aquellas que congelan los restos para guardarlos en la urna contigua al cuerpo de Walt Disney.

Aunque puede ser que le arrancara parte de la oreja aún en vida, eso se colige del texto. Que digo yo que luego el perro es mejor que venga con al memoria amnésica, no vaya a acordarse de esa perrería de arrancarle la oreja como a un toro y haya que esperar la aparición de otro perro para salvarnos del ataque del nuestro. Que gastarse esa fortuna para que el perro nos coja tirria es prácticamente tirar el dinero.

Aunque como lo que ocurre es que el perro es nuevo, puede ser que no se acuerde de nada volvamos a los tiempos de vino y rosas como cuando nuestro perro era pequeño.

Lo único es que la señora seguro que tiene ya un buen puñado de años a las espaldas y probablemente unos cuantos kilos de más. Con lo que malditas las ganas que tendrá de bajar a la calle a correr con el perro para que crezca sano y saludable.

En mi opinón debía dejar la cosa como está. Con el perro incinerado en su urna del salón o reposando en un cementerio de animales donde no faltan flores frescas. Porque puestos a clonarlo para repetir de nuevo desde el principio valdría más que se clonara a si misma. Ama y perro juntos de nuevo sin temor al tiempo. Porque siempre podremos volver a lo que fuimos aún avanzando los años.

O eso o volver a las fotos y a la viejas grabaciones de vídeo.

El perro aparece con tanta vida que pareciera invencible. Yo creo que no va a morir nunca.

martes, 12 de febrero de 2008

¿Acaso fue?

No está perdido aquello que no fue.

Canción para un viejo amigo - Ismael Serrano



El pasado está tan borroso que ya no sé si fue o no.

Creo que no hay más que hoy. Solamente existe este presente. Todo lo demás aparece difuminado. El ayer se ha perdido. Tiene la importancia que le quiera dar este mago con amnesia.

No hay nada por delante, un segundo preciso en el tiempo;

nada por detrás.

lunes, 11 de febrero de 2008

Políticas

Para casi todo es tarde.

Canción para un viejo amigo - Ismael Serrano



Ya he dicho alguna vez que estos políticos nuestros son de contar y no creer. Si alguien te para por la calle y te dice que el presidente del gobierno hace campaña detrás de una "Z" roja y gigante, a modo de atril porque se apellida Zapatero, dirás que no puede ser. Que eso es más propio de los teleñecos en estos tiempos mezquinos en que los guionistas de Hollywood andan peleando ingresos y porcentajes. De forma que le piden ideas a cualquiera sin atender a que tenga o no talento creativo. A los mismos que hacen los anuncios de Telefónica o los que encarna Rizo para vender seguros. Después de todo, las horas de televisión no merman ni mermarán nunca. ¡Qué difícil será dar alguna vez con aquella horrorosa carta de ajuste! Parecía diseñada por Agatha Ruiz de la Prada con aquella mezcla estridente de colores. Pero lo salvaba aquella música de fondo. Ahora es inconcebible ese tiempo de televisión que no pretenda vendernos algo o comprarnos algo. Un pedacito de nuestra alma, que es la dueña del querer determinadas cosas o a determinadas personas.

Si uno repara en que la campaña intelectual de los artistas en su fundación PAZ (Plataforma de apoyo a Zapatero) podría tener que ver, como dice sagazmente Rajoy con el interés en que salga elegido por la supervivencia del injusto canon digital que pagamos todos los españoles, entonces es inevitable sentir un escalofrío en la médula dorsal cuando se les ve haciendo con la mano aquella ceja puntiaguda de Zapatero sobre el ojo, aunque no sea una ceja, sino una "C" disfrazada en mitad de la cara para que sigamos todos pagando una porción de nuestro dinero a los artistas como medida preventiva y para que sus arcas no sufran tanto estos tiempos actuales, de barra libre en Internet. Pero el escalofrío duele cuando ves esa "C" de Canon en la mismísima cara de Zapatero que ha adoptado la cortés campaña en su favor con despreocupación, al canto de la alegría de los artistas que se miran entre ellos sin saber quien de todos ellos gana más, o lo que es lo mismo, quién de los dos bandos, él frente a ellos, resulta más primo.

Y es que Zapatero aparenta esa despreocupación pueril de un chiquillo demasiado exhorto en cavilaciones interiores. Y claro, esas cosas se traslucen en ideas tan novedosas y utópicas como la alianza de civilizaciones que debe ser una idea genial. Mucho mejor si nos damos todos la mano para recorrer el camino en vez de emboscarnos unos a otros como en la actualidad.

Pero ocurre que Zapatero no ha logrado convencer al mundo de sus ideas. Los líderes mundiales son muy mirados para aceptar el consejo del que es ajeno a su gabinete. Aunque sea para salvar al país de la hecatombre. Creo además que piensan de él que tiene un poco de teleñeco, detrás de su "Z" mayúscula. Con aquellos gestos de la mano que resultan grotescos pues rara vez acompañan cabalmente su discurso

Dice Javier Marías en un artículo que decir "libertaz", "unidaz" y "ciudaz" no es tener acento regional, sino hablar como un patán. Está en lo cierto. Pero en este país en que sacar una oposición de tipo "A" supone recitar más de 150 temas con los artículos de los códigos correspondientes pone de presidente de gobierno a alguien que se divierte diciendo esas patochadas. Porque al fin a un presidente de gobierno no se le pide que sea perfecto, ni mucho menos. Se le pide que sea honrado, y con eso vamos más que servidos. No seré yo el que me queje, que tengo el palpito de que alguno de los que soportamos en el pasado lo era solamente a medias, quizá porque sabía cuando no mirar, entretenido con los bonsais los ratos en que no seducía al país entero con su verbo y ademanes de señorito de cortijo para lograr que se le perdonara hasta lo que ignorábamos.

Nos basta con que sean honrados. Y yo me contentaría tan solo con saber cierto que no nos mentirán. Tiene la mentira tan corto recorrido...

Contra Rajoy tengo a que es amigo de Aznar, al que no veo desde que melena al viento pululaba por los campos de golf españoles con los calcetines subidos como las medias de Cañizares. Y es que este líder mundial venido a menos, ex líder ya, siempre supo que hacer al alba y con viento de levante. Qué tiempos aquellos en que Aznar le ponía la pierna encima a Bush para desarrollarse, al contrario que el concursante simplón del Gran Hermano, y que luego terminó tan malamente con aquella otra concursante de rostro de belleza serena y cuerpo rotundo. Claro que a este que le quiten lo bailao con ella en los tiempos mejores, que los hubo. Aunque no fuera bailao precisamente...

Aunque Aznar no le puso la pierna encima a Bush nunca. Fue tan sólo un bigote lo suficientemente cerca. Pero puso los zapatos de líder iluminado en la buena mesa de caoba que Bush tenía en el rancho donde guarda los sombreros de cow-boy. En verdad Aznar nunca quiso sacar a España del rincón donde la creía olvidada por todos. Cumplió nada más una ambición personal que nada tenía que ver con este país. Se trataba de salir en la foto o aún más, poder hablar ante los micrófonos del medio mundo civilizado, aunque fuera como un eco del propio Bush.

A Rajoy le tengo en contra la existencia en el organigrama extenso del Partido Popular de Zaplana y Acebes. Que son como dos hermanos algo tarados y bastante repugnantes. Cada uno por sus cosas, que le son propias e inherentes. La cruz de la familia.

De Zaplana cuentan por Valencia, allí lo conocen bien, que es de acompañarse mediante pago con frecuencia y un jeta tremendo. Presidente de la Generalitat hasta que creyó medrar y se ha quedado por el camino. Si casi ya no tiene micrófonos a los que agarrarse. Vete a saber si no le está enseñando el camino a Gallardón y Esperanza Aguirre, que es como Angela Channing pero bizca.

Acebes es otro gallo. Y quizá mi talón de Aquiles, la debilidad de mi ira cuando se sincera. Quizá porque este hombre de tantas mentiras como cuenta ha perdido la habilidad de hablar normalmente, por eso se le ha quedado ese soniquete acompasado, como si la corbata le estuviera apretando el cerebro. Es el sector más duro de el Partido Popular, el que le dijo a Piqué por donde podía irse, ante la pusilánime mirada de Rajoy, que es un cachondo con sus dobles y triples sentidos pero incapaz de poner orden en un gallinero en que no se siente con autoridad ninguna.

Quizá porque no lo eligieron, lo eligió Aznar el día que decidió que el que viniera detrás no podría ser tan grande. Que la plebe pediría su regreso pues había cumplido con la palabra dada, se iba porque así lo había manifestado, pero no estaba acabado ni mucho menos. Su caducidad como político distaba mucho, en desiertos remotos o en montañas lejanas.

Y eso, la mentira es lo que yo he llevado siempre peor.

Cuanto habría ganado Rajoy a mis ojos si se hubiera sincerado así:

- El Gallardón ve que no voy cara al aire y quiere ser diputado por postularse para presidente. Y quizá sea lo mejor, no lo voy a negar. Después de todo yo tengo el perfil de Almunia, que no se comía un "torrao" como candidato a presidente porque le faltaba carisma, presencia o ve tú a saber qué. Gallardón sin embargo tiene otro perfil más "centrao", como que lo ven con más simpatía los "sociatas" y oiga, hasta los de Esquerra Republicana, que odian todo lo que yo amo.-

Pero ocurre que aún siendo así no deja de ser un trepa que quiere subírseme a la "chepa", y es evidente que Acebes y Zaplana no ven con buenos ojos tanta ambición, aunque sea cierto que este país es muy capaz de escribir en la papeleta Sarkozy antes de permitir que ninguno de ellos llegue a presidente de gobierno. Así que no me he andado por las ramas y le he dicho que no, que prefiero que se quede donde está, llevándose a matar con Esperanza Aguirre, que es una perra de campeonato.

Que no me dice que si me llevo al "tipet" en las listas ella se apunta al mismo viaje. Vamos que me dimite de presidenta de la comunidad de Madrid de un día para otro. Será que ella quiere ser presidenta también. Que ingenua, esta Esperanza vive en las nubes. Es más fácil que salga yo elegido, o que salga Almunia si vuelve.

Parece mentira, de tanto vivir en su palacio de cristal no se ha dado cuenta de que en el resto del país, allí donde acaba Madrid no la traga nadie. Y casi en Madrid tampoco.

En resumidas cuentas. Que ganas de perderlos de vista. Si se diera bien y de mí dependiera en un arrebato, jocoso e inspirado les mandaba a tomar por culo.

Bien lejos, al partido de Rosa Díez, que no sabe retirarse la mujer. Como vicia el poder, maldita sea. Si es que nos pagan demasiao..."



Si esto se hubiera dado, ya estaría yo haciendo cola fuera del instituto donde voto. Que pasaba las noches al raso, y por las mañanas de trabajo dejaba un monigote que se llamara Anado metido en un saco de dormir.

Yo premio la sinceridad siempre, en este caso, e incluso cuando la verdad no me gusta.

domingo, 10 de febrero de 2008

9 de Julio 2005

Los días sin ti.

Moscas en la casa - Shakira



Coincido esta mañana con Su. Ella me añadió a sus contactos de Messenger porque buscaba a Properio, y yo ya no me llamo así. Pero conservo el nombre desde hace muchos años, tantos que según me dice Microsoft estoy entre los miembros valiosos de hotmail.

Ya me he encontrado alguna vez que alguien desconocido me añade a sus contactos. Y lo habitual ha sido siempre enviarlos directamente a los contactos indeseables. Creo que es rutina para algunos que supongo que así hacen amigos más fácilmente. Después de todo, ahora pese a las nuevas tecnologías no resulta tan fácil.

Pero Su no, ella iba buscando a otra persona. Alguien que quería tener mi dirección de correo y se ha quedado con las ganas. Y yo querría tener Anado en Hotmail y no pudo ser. No puede ser todo.

La gente apenas habla. Conocer gente es cada vez más difícil. Aún recuerdo a un chaval con el que coincidí en un curso de informática, hace muchos años que utilizaba el ordenador para desembarcar en un chat frecuentado por gays, allí abría la boca nada más que para decir su edad. Iba con sus 22 años como pasaporte que abriera la frontera. De par en par todas las puertas, aquello era la palabra mágica de Alí Baba. Y por lo que intuí debía tener cierto éxito. Que los trámites apenas le llevaban unos minutos. Claro que me dio la impresión, desde la lejanía de mi asiento que aquellos iban a lo que iban. Y aquel chat era poco menos que una casa de citas urgentes. En la que casi cualquiera valía para lo que fuera si se ponían de acuerdo.

Charlo un minuto con Su y reparo en que llevo mucho escrito aquí. Desde más atrás de este fenómeno de los weblogs. Entonces yo cogía una hoja en blanco y la llenaba de "anclas" para bajar al día determinado. Era un web confeccionada con el Frontpage o quien sabe si por aquel entonces editando código "html". Era como diría un ex profesor mío, muy académico él, una web hecha a pedales. Era el mismo que ante un problema informático zanjaba firmemente,

-Eso es que el ordenador se ha vuelto loco.

Más o menos como algunas personas. Como no, si lo hemos inventado alguno de nosotros.



Escribiendo este horizonte desde los albores del 2000. Tantos días que ya no me acuerdo de un pasado sin escribir nada. Porque antes hubo un buen número de libretas escondidas a modo de diario. Unas libretas de tapa buena y gruesa. Porque aquello, como esto otro, soy yo.

Salvo, claro está, lo que me callo.

Texto, texto, texto y alguna foto.



Esta está tomada en mi habitación de casa de mis padres, el 9 de Julio del 2005. Tengo al lado el ordenador de sobremesa abierto. En aquellos días y hasta que se estropeó del todo me saludaba con algunos pitidos en vez de encender el monitor. Y yo removía la tarjeta RAM y la marabunta de cables. Apretando para ver si había suerte.

Alguna habría, aquello volvía a funcionar.


Coincido en el Messenger con Jose Vicente y me dice que sigue sin encontrar tema nuevo en Annlea. Y yo le digo que ya no se me ocurre qué hacer. Que no obtuve respuesta por parte de los que me alquilan la base de datos. Base de datos que no da una respuesta satisfactoria. Y me conjuro para volver a escribir, o para encontrar un teléfono válido.

Y ya no porque piense que podamos volver a proponer un tema creativo. Sino solamente por poder regresar a leer lo escrito. Alrededor de 400 relatos. Algunos imprescindibles aunque no entre los míos. Aquellos eran siempre más o menos lo mismo. Como este blog, cientos de entradas sobre las mismas cosas. Cada vez más expuesto.

Y quiero volver a leer el camino de Aspacio, o como llevaban a enterrar aquel ataúd que parecía albergar vida. ¿Pero cómo admitirlo corriendo el riesgo de estar equivocado?

En verdad no estamos de reformas. Estamos curando una enfermedad. Como duelen los días sin ti.

viernes, 8 de febrero de 2008

De primavera

Ahora estoy aquí.

Estoy aquí - Shakira



Resulta que Al Gore debe tener razón. O eso o hemos hecho un boquete en la capa de ozono y el sol nos llega sin parabrisas. Como entender sino este invierno soleado. Estos días de manga corta en Febrero.

Luego vendrá el verano y en Asturias regresaremos a las nubes, que son una visera para tapar el cielo. Lloverá lo mismo que llueve ahora, apenas nunca, pero tendremos el cielo de Los Simpson día tras día.

Y a mí así no me salen las cuentas. Porque yo quiero un verano de playa todas las tardes. Como fue el penúltimo. Salía del trabajo y tras comer frugalmente salía hacia la playa armado con un libro. Allí me tumbaba en la arena y leía a veces, otras escuchaba música en el MP3. Aquellos meses de mayo y junio tenía la playa para mí solo. Era uno en mitad del verano.

Sin embargo este buen tiempo actual resulta desconcertante. Y yo no soy como el ratón que se lleva descargas cada vez que se arrima al queso en la jaula del laboratorio. Al menos no en cuestiones meteorológicas. Porque yo lo tengo casi aprendido. Invierno suave y cálido nos llevará a verano un verano gris, de querer llover sin lluvia.

Prefiero que ahora llueva lo que haga falta. Tengo un solo paraguas pero basta de sobra para cualquier temporal.

Marcho en marzo a Valencia de nuevo. Este año tenía casi determinado no acudir por Fallas, quiero que los viajes de este año me lleven más lejos, es sencillo ahora puedo, pero ha dado la feliz coincidencia de que Fallas y Pascua se dan la mano. Así que me voy de nuevo. Lo tengo casi ultimado.

Voy a llegar con la Plantá y me quedaré la semana siguiente entera. Llevo calzado para patear la ciudad entera. Saldré alguna noche de verbena y quizá vaya al Pere por Jueves Santo o para el fin de semana.

Era lo que hacía de chaval.

jueves, 7 de febrero de 2008

El contrato

Hay quien dice que fui yo el primero en olvidar.

Peces de ciudad - Joaquín Sabina



Los jueves suelen ser largos. Por eso no me muero de ganas de venir a contar nada. Pero no puedo evitar tener que comentar el nuevo hallazgo de Rajoy para ganar la carrera electoral.

Inventarse un contrato para los inmigrantes que recoja el compromiso de respetar las leyes y observar lo que podríamos llamar unas buenas costumbres. Que son más o menos las que observa Rajoy y sobretodo Esperanza Aguirre.

Por supuesto un desatino tan grande no es cosa solamente de Rajoy, seguro que detrás se ha movido el creativo aparato del Partido Popular con Acebes y Zaplana a la cabeza. Ambos son como los puños de Mazinger Z, separados del cuerpo avanzan sin criterio alguno. Y siempre terminan chocando contra algo, que por norma general es el enemigo.

Pero esta vez el desaguisado parece total. Con el tal Arias Cañete confundiendo la rueda de prensa con un aperitivo de aceitunas al sol. Dice que ya no hay camareros inmigrantes que te traen eficazmente los pinchos en un minuto, por mucho que tú los líes con peticiones dispares. Es mano de obra poco cualificada dice, y ni siquiera logra ya la eficiencia de antaño. Al hombre se le ve a la legua que es de buen comer, y que ha debido pedir de todo aquello aunque fuera para comerlo él solo. No debe ir sobrado de amigos, al menos fuera del partido. Claro que habla de que aquello supuso un crecimiento económico de baja calidad, pero crecimiento al fin y al cabo.

La idea de que esa gente que trae ahora la tostada y la trae fría, que se equivoca cuando uno la pide con manteca colorada y se la traen de otra manera pueda necesitar de la grandeza de nuestro sistema sanitario español ya le va gustando menos.

El quiere que le traigan las viandas inmigrantes que no se pongan enfermos, y si se van a ponen los podemos enviar a su país, o mejor aún, podemos añadir como condición del contrato de Rajoy que se comprometan a no enfermar. En España no.

Y si alguien se fía que vaya a ver los recreos de los chavales a las afueras de Madrid. Por lo que cuenta se le helará la sangre.

¿De qué cueva han sacado a este tipo? De verdad ¿de dónde sale?

¿Pero quién es?

Se retrata Rajoy que ha hecho de sus costumbres la vara de medir a las personas. Se retrata este elemento decorativo de partido, que por no querer agua le da al vino antes de presentarse ante la prensa. Vino Rioja español, gran crianza a juego con el sueldo. Y quizá por esa razón de más rabia que un tipo así se esté embolsando una fortuna mensual a costa de los ciudadanos, y de algunos que son almas de cántaro que donan parte de sus ingresos, aunque menores para sufragar los recibos de cualquier partido político.

Hay días en que uno preferiría no haber salido de la cama. Probablemente Arias Cañete los acumula a cientos, pero lo peor no es que se arrepienta él, lo peor es que nos arrepintamos nosotros de habérnoslo cruzado.

Yo he tirado muchos días, lo mismo que si uno los echara por el desagüe. Eran días sin historia, días no vividos.

El día 7 de febrero de Arias Cañete ha sido una calamidad. A juego con el de Rajoy. Nos quieren devolver a la senda de la que venimos. Quieren dar un paso atrás. Institucionalizar los ciudadanos de tercera clase. Los que tienen un tratamiento especial por su condición. La presunción de inocencia sería vulnerada por un novedoso contrato preventivo. Pongamos la tirita antes de la herida pues las leyes, tal cual no les bastan. Y si no cumplen y según contrato deben marcharse voluntariamente. Es todo lo que hay.

Aunque puede ser que la medida no sea tan novedosa. Leo que algo similar gasta Sarkozy que ya ha dado muestras de ser un político de alto "standing". De los de altos vuelos porque la vida se le está quedando pequeña. Los críos franceses ya no quieren ser como Henry o Zidane, quieren ser como Sarkozy. Y yo casi también.


No basta con que esta medida fuera arruinada aquí en España por inconstitucional cuando ya la propuso el Rajoy ministro, hace unos años. Él no aprende. Después de todo esos tribunales pueden ser cambiados según los tiempos. Nada más se necesita la voluntad política, y esa la dan los votos.

Terror debemos tener hoy a que de un día a otro hayan cambiado tanto las cosas. Terror a que Arias Cañete le meta mano a nuestra economía o a cualquier otra cosa que no sea una tosta con manteca colorá.

Al menos nos queda el consuelo de que Rajoy quiera plantar árboles. En Asturias los tenemos por miles y son de un verde esplendoroso. Lo que no sabemos es qué tal serán sirviendo el café.

Igual luego tampoco nos valen.

martes, 5 de febrero de 2008

Los curas

Mi sueño de ayer.

Poema de amor - Serrat y Sabina



Anticipo que no me cuento entre los fans de Benedicto XVI. Será porque creo que al convertirse en Benedicto Ratzinger aprendió a sonreír. Debía ser alguien muy conservador, muy inteligente y muy serio. Carismático entre los obispos. Tanto como para concederse licencias como enmendar la plana al mundo, a este planeta en su conjunto que se está cayendo a trozos, pocas horas antes de que le nombraran, fumata blanca de por medio, el Papa de todos los católicos. Después de todo, él parecía tener claro qué era lo que iba mal y el como remediarlo.

Sin embargo pasó el tiempo y aquel hombre que de repente descubre lo cerca que sitúa una sonrisa demostró acto tras acto, ora ofendiendo a los infieles que lo son desde el punto de vista partidista que tiene todo aquel que es juez y parte, ora volviendo a las misas en latín y de espaldas a los feligreses, que es tan humano como nosotros, y que si está escrito en algún sitio que como descendiente de San Pedro es infalible, entonces es que la infalibilidad es una quimera que no existe.

Pero quizá ocurre que Ratzinger es nada más el espejo de estos tiempos en la Iglesia. Quizá es la reacción a este abandono y desapego que sienten los jóvenes y los que vamos dejando la juventud atrás. Los años son una medida del mismo rigor que tuvo Ratzinger siempre. En verdad es así sólo como justificación a esta deserción masiva. Él es el espejo que refleja a los que no terminamos de estar convencidos de que aquellos hábitos blancos de diseño italiano, aquel ornamento y aquellos baños en oro, aquella ostentación en definitiva cuadre con la vida de dedicación al prójimo y Dios por encima de cualquier otra consideración.

En realidad uno no tiene la impresión de que eso se de. Los ves vestidos de paño bueno en sus reuniones púrpuras y nos parecen extraterrestres. Se han ido alejando de lo que uno esperaba como un amigo que se pierde en la lejanía.

Ni ellos ni él volverán.


Ahora les amenazan con recortes en las subvenciones estatales, y uno termina pensando que estamos viviendo inmersos en el gigantesco mercado en el que todo se compra o se vende, en aquel en que encontraran a Jesús cuando pareció perdido, solo que ellos no habitan la iglesia sino un puesto más. Si no gusta "Educación para la ciudadanía" no es por los valores intrínsecos que transmite, sino por la competencia que supone. Después de todo creer en la Iglesia o no creer no es un acto de fe sino de mera educación. Estamos construyendo a los que vienen detrás.

Supongo que en ese fondo reside el problema de la falta de vocaciones. No porque el ciudadano corriente no crea que hay algo superior, un Dios universal que nos puso donde estamos. Sino la falta interés por embarcarse en un negocio que de lejos parece turbio y que genera desconfianza. Yo mismo me imagino a mi hermanita Ana y la veo lúcida a la vera de mi abuelo, y el entorno se parece mucho a eso que llaman cielo porque tiene nubes.


Probablemente el mal sea pretender tener una Iglesia a la altura de Dios. Es obvio que la Iglesia es cosa de hombres. Y como tal tiene una historia plagada de aciertos pero también de errores.

Ahora la Conferencia episcopal hace campaña. Pero no enarbola nacionalismos terrenales que importan mientras el cuerpo aguante. Va más allá, es la autoridad moral dispuesta a llenarse la boca de Dios. Es quien habla el último porque no admite replica.

Aún recuerdo el orgullo ahogado en el pecho al leer que Juan Pablo II había dicho que las atrocidades de la guerra clamaban venganza ante Dios. Entonces uno sabía bien qué era lo malo y lo bueno. Las cosas quedaban claras. Las verdades resultaban coherentes.

En la inhóspita oscuridad pretenden ser luz para los creyentes. No quedan batallas por luchar, solamente pequeñas escaramuzas. Y resultan partidistas persiguiendo un interés determinado. Se comportan más o menos como las instituciones de justicia. Aparece todo contaminado.

Sin embargo puede ser que hayan jugado al número perdedor. Y es que hay una tiranía de la que ya no pueden escapar, me temo. La de las monedas del César.

domingo, 3 de febrero de 2008

El perfume

En un pliegue de tu talle.

Tu nombre me sabe a yerba - Serrat y Sabina



Me alegra ver que el Xuac ha vuelto por aquí. Y no es una cuestión menor, pues yo sé bien lo muy ajetreado de su agenda, que es todo lo contrario que la mía.

Siempre tiene alguna tarea pendiente. A veces un torneo de golf en el que demostrar que no hace falta estar bizco para no acertar un hoyo, a veces una fiesta picante en la que no permiten entrar a nadie que no luzca un cocodrilo en la pechera. Otras veces dedicando el tiempo en guerra con la novia que le vino a curar un amor perdido que ya no quiere para nada.

Por eso tiene mérito que se haya vuelto a pasar por aquí. Y como yo soy de los que cuando están agradecidos se les nota, ahí va una recomendación secreta precisamente para él que está dilapidando la fortuna familiar en la bolsa. Apostando por acciones de Jazztel, que es una compañía de no levantar cabeza por algo tan sencillo como que es la peor de todas ofreciendo Internet a cualquiera. Lo último que sé es que las acciones andaban más o menos como las de Colonial, aunque estas otras vayan a subir fijo, o a quebrarse del todo. ¿Quién sabe?

Jazztel está de oferta, nada menos casi que a dos por uno. Por eso cómo no voy a recomendar la compra de acciones de alguna empresa que haga perfumes. Porque el futuro está en la esencia del perfume.

No sé si será Chanel o Cacharel. Pero yo apostaría por ellas sin ningún género de duda. Ayer mismo entré en un "If" para comprar una colonia. Y quedé patidifuso de tantas como hay, alucinado, a decir verdad, de sus precios. Pero es que huelen todas tan bien, y utilizan modelos tan bien proporcionados y tan caros de convencer que es normal que luego el frasco se pague como oro. Después de todo el olor, tan capaz de seducir incluso, es algo intangible y difícil de calcular. ¿Cuánto puede valer?

Yo probé media docena de fragancias, primero sobre mi propio cuerpo, luego cuando ya no debía quedar centímetro sin salpicadura sobre unos palitos de cartón dispuestos para ser mojados. Eso sí, con la precaución de darles unos segundos que es lo que tarda en secar el alcohol, dejando desnuda la fragancia en si misma. Y ese olor nuevo no es baladí. Viene a completar a la persona, perfecciona lo que puedo llegar a parecer.

Descubrí en la tarea que no tengo el olfato del aprendiz de "El perfume". A mí los aromas se me confundían, y me parecían todos buenos. Y harto por fin me decidí por "Man" de Calvin Klein. 67 euros de pura inspiración. Un poco porque el olor me había gustado, y otro poco por quitarme la espinita que me quedara cuando me probé aquel traje Calvin Klein hará dos años en una tienda de Valencia.

Nunca me quedó una chaqueta mejor ni un pantalón peor. Si hubiera tenido que ir a recoger un Oscar habría escogido aquella chaqueta. ¿Dónde estará a estas alturas?

Cubriendo a alguien de cintura métrica y piernas como zancos, afortunado él.

No me faltes nunca

Sabes que a donde vayas, voy.

La pared - Shakira

Las trazas

Érase que se era,
una vez.

Érase que se era - Silvio Rodríguez



Para que no se diga que ya solamente como verduras y cosas sanas, ayer me comí de un tirón una chocolatina M-Joy de chocolate con leche, y luego una bolsa de colas de gominola.

Compré ambas cosas en Santander, donde estuve pasando el día. Yo solamente quería las colas, pero en la máquina se intuía que había que pulsar A o B seguido del número de la elección, en este caso, las gominolas. ¿Por qué sino estarían en el teclado los dos caracteres alfabéticos? Sin embargo junto al número de la máquina, el 65 no había ninguna A ni B. Así que me empecé a hacer un lío. Yo, con poco.

Veía en el teclado la A y la B pero preferí pasar de ellas. Pulsé 65 y aquello hizo un pitido como si hubiera dado una secuencia incorrecta. Entonces pulsé A65 y aquello no reaccionó. Entonces volví a teclear 65 con más ímpetu, acrecentado por la necesidad, ahora innegociable de conseguir las colas. Ví que no reaccionaba y volví a pulsar, con tan mala suerte de que al pulsar de nuevo el 6, para fijarlo de una vez por todas en pantalla ya la había quedado un 6 en memoria, de forma que de repente me cayó el producto marcado con el 66. Esto es una chocolatina M-Joy. Las vueltas me las envío al cajetín, pero no tuve suerte ni por esas.

La moneda más gorda de las que devolvía, una de 50 céntimos la envío con tanta fuerza que saltó del cajetín a la papelera que estaba justo debajo. Yo creo que premeditadamente. Esas papeleras las colocan en posiciones nada azarosas. Justo debajo de la obertura que da las vueltas. Por si ocurre lo que ocurrió o uno es tan manazas de dejarlas caer al recogerlas. Así que en el cajetín de cambio quedó tan solo una moneda de 20 y otra de 10. Miré dentro de la papelera por si su color dorado revelaba su ubicación, pero no la vi y me negué a meter las mangas de la camisa entre todos aquellos papelajos. Tengo la teoría de que muchos ciudadanos utilizan esas papeleras como canasta para acertar escupiendo, con más mérito desde más lejos.

Por supuesto no me di por vencido. Ya me había hecho a la idea de que las letras A y B estaban allí nada mas para confundir. Empezaba a entender el complejo funcionamiento del artilugio. Así que pulsé firmemente 65 y me cayó la bolsa de gominolas al fin.

Las comí llegado a la casa. Que la mayor parte del viaje la pasé dormido como un ceporro.

Y las estaba degustando mientras leía sus ingredientes. Intentando quizá llegar a distinguir la dextrosa del resto de dulces ingredientes. Que no se diga que uno no está informado de los productos químicos que consume. La verdad es que a mí me sabía todo a lo mismo. No tengo entrenado el paladar hasta ese extremo. Pero sí me llamó la atención la última de las líneas del producto.

En la bolsa de gominolas tras detallar los ingredientes gelatinosos advierten:

"Producido en una fábrica que también maneja productos lácteos".

Ve tú a saber eso que significa. Supongo que se curan en salud por si alguno lleva una las gominolas al laboratorio de casa y encuentra con el microscopio que hay algo de cuajo, o una pizca de manchego en ellas. O simplemente leche. O a lo mejor se trata nada más de presumir. Que nadie piense que se dedican a hacer gominolas en exclusiva. Hay mucho más, también hacen flanes y otros postres. Conviene que se sepa.

Pero eso no es todo, en la chocolatina tras detallar los ingredientes advierten una frase resaltada en negrita, para mí genial:

"Puede contener trazas de otros productos secos, cacahuetes y de trigo".

Es decir, el M-Joy es de chocolate con leche nada más, pero puede ser que tenga algo de trigo, o algunos frutos secos. No porque se necesiten ni se quieran poner, sino porque quizá estaban allí en la máquina cuando pasó el chocolate derretido. O tal vez manejan bandejas de cacahuetes por encima de la mezcla y pudiera darse el caso de que alguno cayera en el preparado. Para qué quitarlo, si probablemente pasa inadvertido, los operarios bastante tienen con pulsar en los botones aspirando aquellos dulces vapores sin lanzarse a mojar madalenas. Lo avisan en el envoltorio y problema resuelto.


En definitiva, hemos dado con la palabra perfecta. Yo estoy entusiasmado, las trazas.

Vivimos un mundo en el que no existen más que trazas, apenas hay verdades fuera de toda duda. Solamente impresiones, solamente intuiciones en alguna dirección.

Vivimos sustentados en lo que parece. En lo que ha sido hasta hoy que no tiene que ser lo mismo en el futuro. Ayer leí en la prensa que una estudiosa hablaba del origen del flechazo. El amor a primera vista. De los ojos al corazón. El relámpago que relampaguea. Los sentimientos llevan la traza de ser amor. Si lo es o no lo es no importa.

Lo importante son las trazas.

viernes, 1 de febrero de 2008

Sin demandas

Hay un eterno castigo.

Héroe de leyenda - Héroes del silencio



En estos días el dueño del Audi A8 ha retirado la demanda contra los padres del adolescente al que atropelló y mató. Quería 20.000 euros para reponer en la libreta de ahorro lo que le costó devolver al metal su forma de diseño de túnel de viento, lo que le costó un par de faros nuevos que no tuvieran adheridos restos humanos. Y como no sabía a quién pedirlos se fue directamente contra los padres de la criatura por si habían empezado a olvidar.

Hoy leo de otros casos parecidos. Y uno se pregunta si no tienen razón, si van conduciendo tan tranquilos y de repente alguien se les echa encima. Entonces alguien se quiebra una pierna o alguien muere, pero ellos no tenían culpa alguna. Merecen indemnización. Iban más o menos quebrantando las mismas normas de tráfico que todos los demás, solamente que ellos tienen maldita la suerte. Peor aún que sus atropellados, después de todo para aquellos muchas veces significa el fin de la función, pero ellos siguen aquí y tienen que pagar facturas.


Leo hoy que una mujer murió electrocutada en el fragor del amor, su marido le arrimaba rítmicamente y a voluntad un cable "repelao" para que la corriente subiera el voltaje del placer. Lo hacían con asiduidad, esperando supongo que si se dan malas saltaran los plomos que es una forma de terminar muy espectacular, con los jadeos de la casa completamente a oscuras, mientras se filtra apenas la luz difusa y anaranjada de alguna farola por la ventana. A sus 29 años seguro que pensaba que su marido de 37 no era demasiado bueno en el asunto propiamente dicho, pero un artista en acertar con la frecuencia de las descargas en los puntos más electrizantes. Seguro que pensaba que tenía un tesoro, lo mejor de lo mejor, un tipo incapaz de montar en el trastero siquiera una estantería y tan talentoso para encontrarle el cobre al cable que logra erizar la espina dorsal de punta a punta.


Leo que Alonso está a 6 décimas de Louis Hamilton con el ING Renault. Parece demasiado tiempo, pero Alonso es experto en hacer ganar algunas décimas a sus coches.

ING que es un banco que hace FRESHBanking está dando unos intereses muy importantes para sus cuentas naranjas y de vivienda. Yo mismo me he sentido tentado. Pero imagina que este Internet se colapsa y todo se pierde. Que nunca más lograr entrar en la web y aquel dinero se esfuma. Lo mismo que el dinero que reclamaba el tipo del Audi A8. Ya no lo recibirá y por el contrario, tanto remover lo terminará llevando a la cárcel, por inmoral. Con la diferencia de que el país entero terminó pensando de él que era un pedazo cabrón y el perder el dinero porque el navegador no avanza será razón suficiente para romperse el pecho a sollozos. Como hicieron sin duda los participantes del Fórum Filatélico y Afinsa. Tanto ganar para perder tanto.

Imagínate que Internet se colapsara. Que las búsquedas arrojaran desoladores resultados. Solamente algunas webs sobrevivirían a la debacle. Los internautas irían de una a otra sin parar de repetir. Diciéndose que el mundo anterior ha sido destruido. Que solamente quedan raras excepciones.

Y para más inri, una,

ésta.