martes, 25 de septiembre de 2012

25/09/2012

Hoy le cambio la cabecera a la web. Para intentar seguir contando...

Vallas

Truena un silencio feroz.

No me compares - Alejandro Sanz



Gallardón cree que el pueblo se manifieste frente al Congreso es un ataque a la soberanía nacional. La soberanía ya no reside en el pueblo, reside en la flor del trasero gordo de esta gente en sus poltronas. Un Congreso blindado de anti-disturbios por temor al pueblo. Sin embargo esto es algo que ya se ha convertido en normal. Viven en otro mundo que nada tiene que ver con el nuestro. Son los que con 5000 cochinos euros no llegan a fin de mes. Los que afirman que la manifestación frente al Congreso es otro 23F. De verdad, de verdad, a ratos querría ser Cataluña y secesionarme...

martes, 18 de septiembre de 2012

Amigo

Dejabas pepitas de oro en todos los rincones.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Siempre Bosco

Ser sublime ya no merece la pena. Que vacío queda con tu partida Bosquete, yo no lo sabía
aunque quizá si lo intuyera, eras el alma de Annlea y ahora tu legado allí me duele. En tu ausencia cabe el futuro entero, aunque a los que te conocimos nos va a costar superar el desánimo de saber que para esta pérdida no hay consuelo ni solución. Nos hemos quedado solos, nos has dejado solos llevándote todo lo que eras capaz de escribir, con todo lo que has llegado a significar. Yo tengo un padre y hoy siento como si hubiera perdido otro. Para esto no hay más solución que dejar pasar el tiempo, pero es tan difícil q hoy merezca la pena... Q grande y humilde eras amigo,

compañero de cordada, amigo del alma para siempre.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Fugacidad

 No me parezco a él.

No me compares - Alejandro Sanz



Desde la web de El Mundo se puede llegar la foto de perfil  que tiene  el gobierno de Estados Unidos del embajador muerto en Bengasi. Aparece muy elegante y sonriente.

Hoy he conocido también que ha muerto una señora que conocía. Por otro lado leo que Urdangarín quiere meter un gol a la justicia y pide que sus delitos fiscales se den por prescritos, supongo que bajo el paraguas del "era muy joven", "no sabía lo que hacía", "me dieron demasiados balonazos en el tarro", "pon un traje a un jugador de balonmano y verás lo que te sale". O de otro modo: "Yo creí que era bueno y noble, y que mis actos iban a ser una gota en el océano...", "Tengo un honor grande como portería de balonmano".

¿Tú sabes con quién estoy casado?


Así que con este par de noticias y todas las demás que flotan en alguna parte de mi subconsciente me he dicho: ¿Por qué coño tolerar toda esta corrupción y a todos estos chupasangre de la monarquía?

De verdad, ¿qué nos dan?

¿Cuándo nos empezarán a tratar como mayores de edad y nos dejarán elegir?

martes, 11 de septiembre de 2012

Open USA

Vengo del aire. 

No me compares - Alejandro Sanz




Ahora que era casi como Michael Phelps resulta que me va más ser Andy Murray. Por ganar el Open USA nada más, en Nueva York, nada menos. Creo que estoy enamorado de esa ciudad. Me gustaría tener otras vidas para pasar una entera allí.

Recuerdo pasearla con Sestea, salir del metro, emerger a la luz solar para verlo todo como si saliera a una película. Con aquel taxi amarillo allí mismo, parado en un semáforo. Me acuerdo de la parada que hicimos en una pizzería para coger pizzas americanas, de esas gruesas y bizcocheras. Después, con los pedazos humeando en su cartón corrimos hacia el Madison Square Garden, al jardín, no al pabellón de los Knicks. Iban a echar el partido de Nadal por la pantalla gigante. Había un par de puestos que daban gratis cojines para apoyarse y la gente se echaba tumbada allí mismo, de cualquier modo, como una gran bacanal frente a la pantalla. No fue la final precisamente, aquel día hizo un día de perros y no pudimos ir, fueron solamente los cruces previos, los que habrían de llevar a Nadal a ganar el Open en 2010.

Tengo que reconocer que aquellos, junto a los de los éxitos de la Roja al son de Shakira, han supuesto probablemente los únicos momentos en que me he sentido orgulloso de mi origen, estupidez mayúscula sin duda, pues uno ha de congratularse por las cosas que conlleven algún mérito, no por aquellas que son fruto de azar nada más, sin embargo que placer íntimo me daba poder animar a Rafa en perfecto castellano. Que aquellos extraños pudieran llegar a sospechar que él y yo teníamos un nexo en común, que acaso llegábamos desde el mismo sitio. Podía sentir que aquella gente tenía algo que yo quería, la ciudad de Nueva York todos los días, pero de algún modo Rafa Nadal era de los míos, y ellos lo admiraban sin reservas. Su éxito, que fue notabílisimo, parecía alcanzarme. Como si la vida fuera algo sencillo y respondiera a simples premisas. Si éste es tan bueno viniendo de allí, éste otro ha de ser bueno también.

Por suerte no me dieron una raqueta para demostrarlo. Y quedó en el aire mi bondad sin necesidad de pasar examen. Su espontánea alegría de neoyorkinos, afortunados por serlo, que premiaban con su júbilo el carácter de Rafa era sin embargo menos legítima que mi alegría de forastero que llega para supervisar la conquista del cetro. La toma de la ciudad.

Lástima que cuando Rafa lo fue a celebrar a Times Square andábamos tan ensimismados que no nos enteramos. Yo le habría saludado.

Él estaba en Times Square posando para las fotos y nosotros comíamos perritos en Nathan´s.