Espacio desierto

Dos nuevas soledades. 

Tantas cosas - Ismael Serrano



Sobretodo voy a echar de menos el millón de besos posible, cada despertar.

Mejor la casa

Voy a contarte hasta díez. 

Morena mía - Miguel Bosé y Julieta Venegas



Como siempre con un titular me basta. Que no leo que los jóvenes españoles prefieren abrumadoramente comprar a alquilar. Nos ha jodido. Y ser ricos a ser pobres.

Esto es España, ¿dónde creías que estabas?

Yo, tras comprobar los desatinos que ilustraban en Comando Actualidad tengo menos fe en este país que en sus políticos, que ya es decir poco. Lo cierto es que cómo no entenderlo, para qué pagar un alquiler si puedes dedicar el dinero a algo tuyo (que lo será en 30 años desde la firma, si los cumples). Lo de alquilar visto así es casi como tirar el dinero por el desagüe, pagas nada más por el hoy y no para el mañana, en un carpe diem irresponsable, no suma, es agua que no mueve molino. Dinero gastado, dinero tirado. Puede que sea verdad que no tienes cadenas, que nada te ata al sitio exacto donde estás, que podrás cambiar de vida, radicalmente, mañana. Eres pájaro libre, con tu destino en tus propias manos. Pero te perderías el placer de una junta de vecinos en la que te toca presidencia, lo que no es un problema sino una bendición, pues todos ellos son majísimos, los mejores amigos que podrías soñar, y tan cerquita...

Hace algún tiempo estuvimos mirando un piso, séptima altura sobre la piscina comunitaria en una zona de playa de Valencia. Abajo ladraban enloquecidos dos perros pequeños, encerrados en la amplia terraza del bajo que hace esquina. Durante todo el tiempo que estuvimos allí. A turnos y al unísono, sin descansar en silencio 10 segundos seguidos. Entonces supe que si aquello salía tendría que acabar con esos perros, lanzándoles quizá un trozo de carne espolvoreado de cianuro. No podría dejar que aquellos bichos, a todas luces inocentes de su naturaleza desquiciante, arruinaran nuestras vidas. Por suerte para ellos y para mí el tipo del bloque de enfrente, que deja abajo y en el el centro la zona de baño común, se asomó con todas sus carnes a la terraza. Y sola idea de envejecer comprobando el blando envejecer de aquel fulano descamisado, por los años de los años, fue lo bastante como para que a mí se me quitaran las ganas y por ende a Sestea que iba a ser en puridad, la propietaria del piso.

Hoy agradece no ser dueña más que de este tiempo, para vivirlo conmigo.


Por no hablar del placer infinito que dan las sorpresas que conlleva el gasto y desgaste de tu hogar. Pues si hay que reparar una cañería, vaya gozo sentir que la reparación es de algo que te pertenece. ¿Para qué tener el dinero sino para estas obras y mejoras? Nadie vive del todo sino repara una gotera que es suya y de nadie más.


Sin embargo yo soy tan tonto que casi prefiero seguir de alquiler, salvo chollo en forma de casa que apareciera inopinadamente, y cuando digo chollo digo chollo, y no las rebajillas de precios con los que quieren marear a nuevos compradores.


PON LOS PISOS DE 250.000 A 80.000 Y VERÁS QUE DIVINAMENTE SE SALE DE LA CRISIS. Por la puerta grande como los toreros. NO DES AYUDAS (U.E, F.M.I y la madre del cordero) A LAS ENTIDADES QUE TENGAN UN SÓLO INMUEBLE  SIN VENDER A ESE PRECIO Y VERÁS COMO LA SOLUCIÓN LLEGA COMO POR ENSALMO.

De todos modos no será sólo por el precio de los pisos, que sí algo ha bajado, será también porque me revienta pagar el IVA en la compra de una vivienda, demasiado dinero junto para mantener este estado del bienestar,

estar bien es importante,

hoy alguien me decía al ver los 2,000 euros de IVA de este trimestre: "Trabajamos para estos cabrones". Y creo que hacía tiempo que no oía una verdad tan certera y oportuna.

Lo cierto es que el IVA indisoluble a la compra me horroriza. Y también pagar una hipoteca, devolver tantísimo dinero al banco tantos años. ¿Pero tú tendrás unas condiciones especiales? Pues sí. ¿Y qué?

¿O es que acaso voy a vivir 100 años? ¿De verdad los quiero pasar pagando cuotas?



Y encima soy tan egoísta que me da que pensar:

A ver si voy a estar yo pagando puteao toda la vida para que luego me nazca un vago, gandúl de no dar un palo al agua.

Total, le vende el piso al viejo y se pule los beneficios dándose la buena vida

(mientras dure).

Seguro que él va y prefiere alquilar...

El Wassap

Como quien no quiere la cosa. 

Sin ti, sin mí - Ricardo Arjona

Sestea se ha puesto el Wassap hace poco. Ha aprovechado para ponerlo en un Nokia táctil bastante bueno que abandonó hace tiempo porque lo colgaba con la orejilla. Sin embargo el anterior terminó enfermo del famoso efecto memoria que hacía que sin cable durara menos que una cartera tirada en mitad de la acera. Defecto del litio o qué se yo que ya no debe tener ninguno de los nuevos, según cuentan al alimón comerciales

 y manuales de instrucciones. La cosa es que este asunto de los mensajes gratis lo acogió con obvio entusiasmo, si bien tras un efervescente comienzo fue usándolo cada vez menos. Yo, que soy zorro al acecho de razones, y sino me las invento, había venido detectando un alarmante falta de precisión en las palabrejas. Solamente mis habilidades para la resolución de jeroglíficos me permitía entender el sentido de sus mensajes. De hecho se lo dije textualmente. - Hija, escribes cada vez peor. Yo creo que el primer día se te entendía más- afirmé ufanamente, al verme al fin dueño de una verdad incontestable. Ella lo achacó sin asomo de duda al hecho de que las teclas en un chisme de estos táctiles están juntas y apretujadas, en lo que no podría estar más de acuerdo, por eso yo gasto una blackberry que tiene cada tecla donde tiene que estar y para siempre. Sin embargo al final la razón fue más prosaica. Y la culpa la tuvo el texto predictivo.

Ella quería hablarme en castellano, que es lo único que yo entiendo, y el aparato se empeñaba en buscarle sucedáneos del francés...

En conclusión vigila el idioma de tu smartphone inteligente u obligarás a que los demás aprendamos idiomas nuevos. Como yo, que obligadamente ya casi chapurreo unas gotas de francés. Con la manía que nos tienen gracias a Nadal.

Y yo que no me olvido de cómo nos volcaban la fruta...

Presente

Amagat sempre el teu so.

Laura - Lluis Llach



La música siempre fue una motivación para escribir. Para contar cualquier cosa, la que fuera, en el fondo esto es algo sin importancia. Se trataba de escribir, las razones vienen después. Bastaba una canción y pasar los ojos por unos cuántos titulares de prensa, eso tenía que bastar.

Hoy tengo la música, está sonando en este momento en el Ipod, y tengo la prensa, repleta de calamidades nuevas, en una pestaña al lado de ésta. Sin embargo no se me ocurre qué escribir y pienso que quizá ya nunca se me ocurra. Todo lo que tenía que escribir está escrito, qué pena que sea tan poco, y tan malo.

Me acuerdo de Bosco, la precisión de su prosa. Su ingenio, la idea clara, la palabra justa. El relato que sólo dan los mejores escritores, en el que no hay nada que cambiar. Nada que lo pueda hacer mejor. Creo que es una lástima que alguna gente desaparezca, sobretodo la de talento.

Los demás debíamos ofrecernos en su lugar, ir donde sea por ellos. A veces pienso que bueno sería que nos pudiéramos pasar los recuerdos y el conocimiento de unos a otros antes de morir. Como una herencia intelectual, para que los pensamientos futuros de los mejores no se pierdan. Yo me hubiera puesto el primero para guardar el talento de Bosco, su inteligencia que debió ser bastante para cantidad de cosas, pero sobretodo para escribir.

Y habría sido justo. Quizá porque en mi día más gris habría ido en su nombre, nada más por preservarlo.

Lo bueno tendría que ser para siempre.

Sin ojos

Para qué escribir.