lunes, 31 de marzo de 2008

El bebé y la plancha

Y los duelos no se atreven a dolernos demasiado.

Ahora - Joaquín Sabina



Estoy pensando en recurrir al juez Tirado, para que me informe acerca del modo en que puedo poner una demanda a la televisión española. Razones no me faltan, que este es un caso muy motivado. Y aunque el daño está ya hecho, quizá puedan lograr que lo olvide en parte, con una indemnización millonaria.

Viene del comienzo de la tarde. Tras comer me dispuse a ver el documental de la dos, que es lo más rescatable de una sobremesa de pena. En él se hablaba de leopardos, lo que es una buena noticia para mis intereses pues los de felinos son mis favoritos, aunque tampoco le hago ascos a los bichos de dentro y fuera del fondo marino. Y hasta las plantas tienen su aquel, con sus estrategias para la polinización, haciendo uso de los pobres insectos. Aunque bien mirado, todos ganan.

Lo malo es que cuando me fui a lavar los dientes no podía imaginar lo que me iba a encontrar a mi regreso. Nada más vuelvo veo al leopardo subido a un árbol con un monito recién nacido entre las patas, con la cara despejada, como recién lavado, y ¡maldita sea con las pestañas de Penélope Cruz!

¡Joder, que he visto nenes más feos! ¡Y el leopardo moviéndole la cabecita al bebé con los caninos afiladísimos!

¡Me "cagoen" la puta que yo no estoy preparado para eso! Y allí estaba yo, mordiéndome los nudillos jodídisimo viendo gatear al muñeco ¡que era como un niño joder! mientras el leopardo lo rondaba indeciso entre comérselo y jugar con él. El bebé tiraba para un lado y el leopardo se ponía enfrente, el bebé para el otro y el leopardo lo golpeaba con la pata en la cabecita pasando hacia ese otro lado.

Pues menos mal que no era yo el reportero del documental, porque ya podía ser ese leopardo, el última de su especie que según lo veo le meto un tiro entre ceja y ceja. Y adopto al pobre niñito. ¡Qué lindo era! Yendo pasito a pasito a gatas por el árbol torpemente y agarradito mientras el cabrón lo intentaba despegar de la corteza con las garras. ¡Pero si el pobre niño miraba con más inteligencia de la que gastan muchos humanos en toda su vida! ¡Y como pestañeaba con los ojitos entrecerrados! Iba p´allí y hacía un ruidito con la boquita, iba p´al otro abriendo y cerrando los ojitos.

De verdad que lo he pasado fatal. Yo me repetía, no serán capaces de mostrar esto si el bicho va a terminar atacándole. ¡No serán capaces! Era como estar en el zoo viendo a tu propio hijo atrapado en la jaula de los leones.

El caso es que tras hacerle unas cuántas perrerías, pues nunca un felino de estos puede ser dulce con ninguno de otra especie, terminaron quedándose dormidos ambos. El pobre bebé porque no tenía escapatoria. Cogidito a los surcos de la corteza, apenas levantaba nada de la superficie del árbol, era peludito aunque estaba lleno de calvas o quizá es que estaba muy mal peinado, los bracitos y las piernas eran puro pellejo, que los músculos estaban aún por hacer, y porque tenía un rabo largo y liso, sino hubiera pasado por un bebé de los guapos. Y de repente se hace de noche y dice "la voz en off" del documental que el bebé terminó muriendo de frío, y que el leopardo en vez de comérselo se fue a comer a la madre, que debía estar tirada y bastante muerta por los alrededores.

Yo por supuesto lo he creído a pies puntillas. Pero en cualquier caso el daño ya estaba hecho. He sido incapaz después de pegar ojo.

Me han arruinado la siesta. Que era cerrar los ojos y veía el pestañeo mágico del bebito intentando huir del depredador. Contaba el fulano en un momento dado que ambos se estaban oliendo como si el leopardo fuera a hacer las funciones de la madre muerta. ¿Eso sí que no me lo creo? ¡Que el pobre bebito intentaba huir todo lo rápido que le permitía el cuerpecillo!

Así que digo yo que alguien tendrá que pagar por haberme enfrentado a unas imágenes tan duras y que han dejado tan honda huella. ¡Digo yo que a alguien podré denunciar por daños y perjuicios morales!


Y para más inri, esta mañana he descubierto que se me ha estropeado la plancha. No sé que le ha pasado. La enchufo y no enciende el piloto que debía advertir que no alcanzó aún la temperatura deseada, pero tampoco la alcanzó. Se queda tal cuál, sin hacer nada. He probado en dos enchufes, la he mirado arriba y abajo por si toqué sin querer algún botón de seguridad contra bebés o algo. Pero nada. Aquello no coge temperatura ni reacciona a la corriente eléctrica.

Yo sospecho que el problema viene de haber encerado ayer el parqué de la casa. Alguien dirá que muchas molestias me tomo pa vivir alquilado, pues sí. De algún modo tengo que compensar que se me cayera hace unos meses gran parte de la vajilla al suelo por obra y gracia de la lavadora, que no es capaz de lavar nada sin levantarme los muebles del sitio. Así que ayer cogí una fregona de hebras blancas y la manché de un líquido especial para parqué. Y me di a repasar el suelo para que brillara.

Después dejó de funcionar la plancha. Alguien dirá ¿tendrá que ver?

Nunca antes enceré el suelo y nunca antes se me estropeó. ¿Más claro?

Creo que está en garantía, es fijo que tiene menos de dos años. He de buscar en la caja. Confío en que junto a las instrucciones tenga algún resguardo debidamente sellado.

Aunque con mi suerte... igual me compro la vaporetto.

domingo, 30 de marzo de 2008

Secuestradores

C'est Okay.

Les Visiteurs - Christian Clavier / Jean-Marie Poiré - P. Simon / Éric Levi



Uribe da carta blanca a los secuestradores de Ingrid Betancourt para que la liberen. Ofrece dinero, ofrece exilio, ofrece presos, aquellos incluso que tienen las manos manchadas de sangre. El presidente no quiere que muera en poder de la guerrilla. Como seguro que éstos no quieren que se les muera. La quieren casi muerta, pero no del todo.

Cuentan que está muy enferma. Ella misma se decía una muerta en vida. En la foto más reciente es el rostro del cansancio y la tristeza.

La cuestión de mayor importancia es dónde están los 6 años que le han arrebatado para recluirla en la selva.

Visto desde este prisma la vida se convierte en algo miserable. La pesadilla de tan cotidiana se vuelve costumbre.

Pero si muere se habrá perdido toda esperanza. Nada será igual.

No habrá razones para no arrasar con ellos a fuego. Se escondan donde se escondan.

Tendrán que salir. Tendrán que pagar.

sábado, 29 de marzo de 2008

En la barrera

Y total ¿para qué?

Dieguitos y Mafaldas - Joaquín Sabina



Llevo una tarde de subirme, casi literalmente, por las paredes. ¡Qué sol en la calle! ¡Qué lujo de sábado!

¡Qué tiempo más perdido!

viernes, 28 de marzo de 2008

El presunto

En sus ojos apagados,
hay un eterno castigo.

El héroe de leyenda - Héroes del Silencio



Las eminencias del Consejo General del Poder Judicial tienen una sospecha, digo yo que parece bastante fundada. Algo no les huele bien en el caso del fulano que se hace llamar Santiago del Valle. Dicen que no les parece muy normal que este individuo estuviera en paradero desconocido, que es un sitio como con niebla, para notificarle que debía ingresar en prisión tras sentencia firme, pese a que se presentaba cada 15 días en un juzgado.

Era un desaparecido aparecido.


Yo creo que los funcionarios que lo recibían no eran muy conscientes de que fuera una persona. Debían pensar que era un holograma, una visión con poder de firma. Y claro, nadie en su sano juicio le diría a una imagen virtual que debe pasar a vivir a alguna de las celdas de nuestras cárceles. A no ser que se trate de un juego de PlayStation, y estos funcionarios si algo tenían claro, era que aquel juzgado, con sus ratoneras en los rincones, no era decorado de ningún juego.
Así que le dejaban entrar y salir dándole los buenos días y el hasta pronto.

El muchacho cumplía con sus citas judiciales puntualmente entretanto acosaba a las niñas. Nadie le daba el alto, nadie le recordaba que había abusado de su propia hija, ni le decía nada acerca de las otras niñas a las que espío, persiguió, amenazó hasta lograr abusar de ellas, de algún modo.

El hombre se movía a sus anchas. Estaba hecho un auténtico viajante. Su pasado era un folio en blanco. Con el cerebro de un cacahuete y sin ningún bagaje.


Visitó Asturias donde estuvo acosando a una niña de 13 años tras cartearse con ella haciéndose pasar por una adolescente que se llamaba Cristina. Luego, cuando se sintió profundamente enamorado se presentó en casa de la abuela de la niña para jurar su amor eterno además de proponer relaciones sexuales por si cuela. Dijo que era el hermano de Cristina, que tenía 21 años, y le adelantó una foto de sus 40 años porque el día de "fotomatón" se encontró jovialmente favorecido.

A esta cría la estuvo dando la paliza durante dos meses, hasta que el centro de estudios y la madre de la chica, pusieron unas denuncias en el juzgado. Que es algo así como guardar el papel del turno de la carnicería como recuerdo. Si ya entonces era un desastre, imagina ahora con todos aquellos papelajos parados encima de las mesas...


El caso es que el hombre, que se había desplazado con su señora a vivir a Avilés se vio con la necesidad de abandonar la casa que tenía en alquiler. Pero como no quería salir perdiendo con la operación decidió que no había nada mejor para recuperar que intentar venderla

El hijoputa es un fenómeno. Primero desconcierta a los jueces, que no lo pueden encerrar porque resulta que no hay forma humana de notificarle que tiene que presentarse en la cárcel. Luego no lo encuentran por ningún lado aunque cobre la pensión puntualmente en el banco. Los cuerpos y fuerzas del seguridad del Estado no creen que haya que ir buscándolo con la foto en el parabrisas. Probablemente opinan que en algún momento se presentará en el centro penitenciario por saber si su recurso prosperó o si tiene que hacer esa noche y las siguientes a la sombra.

Santiago del Valle es para nuestra justicia lo mismo que el niño que acude al peluquero y no para de moverse en el asiento, así, no se le puede cortar el pelo. Anda majo, vuelve otro día.

Espero que no todos los delincuentes sean tan incómodos. Que nos les guste desplazarse de un sitio a otro. A los que delinquen hay que convencerlos de esperar la llegada de las citaciones judiciales o de la policía. De un pueblo a otro haciendo fechorías provoca que los que lo buscan, si lo buscan, lleguen tarde.

Ahora el CGPJ se pregunta si no habrá que investigar el asunto. Les parece que hay algo que no cuadra. Su reo de cárcel ha matado a una niña de 5 años en un pueblo donde era de sobra conocido por pederasta. ¿Cómo podremos explicarlo? ¿Cómo contar que esa niña seguiría viva si Santiago hubiera sido detenido por sus múltiples delitos?

Lo sabían todos menos los del juzgado y la policía.

Yo creo que si hay algo raro. Las cosas no funcionan tan bien como parece. O quizá es que ni siquiera lo parece. Funcionan peor.

Y el piso de alquiler a la venta por 80.000 euros, una ganga. Con ese propósito ninguna renta es exagerada.

Yo tomo nota.

La próxima vez que hable con mi casera le digo que si no me cambia la nevera le vendo el piso.

Uno se dice que no puede ser. Pero puede.

Está pasando.

jueves, 27 de marzo de 2008

La neurona

Se ha perdido mi forma de amar.

Óleo de una mujer con sombrero - Silvio Rodríguez



Hoy he perdido una neurona. Simplemente se ha desactivado. Es como una pequeña bombilla que ha parpadeado hasta fundirse. ¿Qué cómo lo sé?

Se me ha olvidado el PIN del teléfono móvil. Ahí está, apagado sin remedio.


Alguien dirá que como pudo darse tal cosa. Que si tengo la cabeza solamente para peinar el pelo. Pues no, casi nunca cojo el peine. Para eso corté los cabellos recientemente. Para no tener que peinarme y porque los pelacos me hacían más mayor, y yo soy, a ojos vista, aún un juvenil. Lástima que las neuronas estén ya tan gastadas como para que una se funda con su información y ninguna de las adyacentes sepa dar paradero de lo que contenía. Suponiendo que hubieran algunas alrededor, que es muchos suponer. Debían estar mirándose el ombligo preocupadas por no olvidar la información propia como una flor con los estambres. Miraban para dentro aisladas de todo lo de fuera. Se murió una pequeña y sola, y nadie fue al entierro.

Se ha apagado la que no daba para más que contener mi pin del teléfono. Que uno dirá que es poca información, solamente una cifra de cuatro dígitos, pero ¡de cuánta importancia! Toy agarrado al fijo como un naufrago perdiendo peso. Porque aunque la baja no sea grave, que para retener 4 números no íbamos a poner a la guardia real, bastaba una neurona de las sencillas, de las que brillan para reclamar que llegó la hora de comer, la pérdida me ha dejado atónito. Pero empiezo a intuir una explicación, debía ser la finada una de las afectadas por el bebercio de hace unas semanas. Y debió desenchufarse en el día de hoy como de un respirador. Descanse en paz la muy mala. Verás cuando se enteren los de Orange.

Pero no quisiera pasar por ser más tonto de lo que soy, ni por más olvidadizo de lo que fui siempre. Y en mi descargo daré algunos datos que atenúan algo el defecto de haber olvidado lo que debía ser tan sabido. Obviamente los más sagaces habrán adivinado que yo nunca apago el móvil, o casi nunca. De forma que el acto de introducir el númerito se daba ya muy rara vez. ¿Y por qué tal cosa? Porque yo no tengo más alarmas que la del móvil, y una vez apagado al acostarme ocurrió alguna vez que a la mañana se quedaba plácidamente dormido, y yo con el móvil. Y ahora que dependo de él para madrugar todos los días no podía dejar que me pasara. Habría sido muy poco profesional. Esto es algo manifiesto y diría que indiscutible.

¿Y cómo es que esta vez tuviste que meterlo? ¿No dices que no lo apagabas?

Esa respuesta es fácil también. Se me quedó en jaque mate por no tener el cable de enchufar a la corriente a media tarde. Así que harto de esperar la corriente en balde decidió echar el cierre.

La sorpresa se dio en casa. Cuando lo conecté al enchufe y metí un número sobradamente confiado. De repente "Error", que ese número no vale, se nos ha puesto caprichoso el terminal y solamente tendré dos oportunidades más. Si me equivoco esas dos ya no habrá más solución que hacerme con un número imposible que se llama PUK o tirar el teléfono a la basura.

Así que me ha entrado miedo a volverme a equivocar. ¡Con lo fácil que yo me equivoco!

¿Qué será lo siguiente? ¿Olvidar el PIN del cajero?


Ahora lo tengo cargando como un ser inerte. Yo deseo que para que tenga un nuevo despertar yo también lo tenga. Confío en la luz del alba para recordar el número nada más abrir los ojos. Que sepa meterlo sin que me tiemble el pulso. Sin él no soy nadie.

-Houston tenemos un problema.

Pero Houston no responde.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Ironman

I can only imagine.

MercyMe



Quiero poner un vídeo que conozco desde hace algún tiempo. No soy de reproducir vídeos en esta web pero este debe estar para que no olvidemos las cosas importantes.

Cuenta una historia realmente emocionante. Un padre y un hijo llevando a cabo las pruebas físicas que componen la triathlon. Las pruebas del Ironman. Lo particular del caso es que el padre tiene cumplidos los 60 años y el hijo padece una parálisis cerebral desde su nacimiento.

Era la ilusión del padre competir en esas pruebas durísimas junto con su hijo, porque nunca entendió esas limitaciones como un obstáculo. Entrenó durante varios años para sentirse preparado. Después se inscribieron.

Son tres pruebas consecutivas, una tras otra:

La primera comprende nadar en el mar o un lago un tramo de 4 kms.
Después al salir del agua se recorre en bicicleta de ruta un trayecto de 180 kms, con ascensos y descensos por carretera.
Y al acabar, se deja la bici y se corre una maratón (42,5 km).

Cuentan que los campeones del mundo hacen estas tres pruebas en 8 horas y 15 minutos aproximadamente.

Al protagonista de nuestra historia le llevó casi 17.

Durante el transcurso de la carrera se mantienen cerradas las carreteras y autopistas que conforman el circuito. En este caso se mantuvieron así hasta que nuestros dos protagonistas hubieron acabado.

Yo reconoceré que la primera vez que lo vi pensé, "ten cuidado con sus piernas, no ves que terminarán tropezando con algo". Me quedaba en lo superficial. No iba más allá.

Luego me di cuenta de cuán mezquino puedo llegar a ser.

No sé reconocer la belleza delante de mis ojos.



lunes, 24 de marzo de 2008

La asesora

Si no creyera en lo que creo.

Si no creyera - Silvio Rodríguez



Hoy Noe nos ha invitado a comer. Ella es una chiquita menuda que vive siempre a punto del colapso. Con taquicardias por tener solamente dos manos y tan poco tiempo en el reloj de las prisas.
Hoy ha cumplido años y nos ha invitado para celebrarlo. ¡Feliz cumpleaños Noelia!

Nosotros somos apenas un puñado de personas que están siempre por alrededor. Somos entre tres y séis depende del momento y del día. No me olvido por supuesto de César, que con dos cubalibres parece Antonio Molina y se desgañita cantando contra los altavoces del pub de turno, como si pudiera silenciarlos a capella. Nosotros hacemos lo que podemos, y procuramos encontrar su voz entre el ruido. Después de todo prácticamente se levantó de la cama por acompañarnos. ¿O fue por acompañarla?

Somos un grupito sin aspiraciones, ¡si ni siquiera queremos ser más! Siempre listos para secundarla apenas se intuya que nos convoca.

Noelia empezó una asesoría junto con Ana, que marchó ya a Oviedo para probar de otra manera. La vida es el gráfico de las constantes vitales. Mientras hay vida se mueve. Aunque el movimiento sea, invariablemente de altos y bajos. Luego amagó con quedarse en Cangas y por fin, con la fortuna de cara, abrió en el centro de empresas de aquí mismo.

Claro que ha sabido acompañarse bien. Ahí tiene a Nalda, tan lejos de casa. Es como yo, tiene a la familia a distancias siderales. Aunque ella más, en la República Dominicana. A una llamada diaria ¡pero tan difíciles de ver!

Si yo pudiera recomendar una asesoría, encaminaría a todos hacia la de Noe y Nalda. Pero no puedo. Mi voz alcanza dos palmos a lo sumo.


Hoy Noelia ha cometido la indiscreción perdonable de publicitar este sitio entre los miembros del grupo. ¡Con lo que costó cultivar la buena impresión que he llegado a causar!

¡En cuanto pongo la corbata mi cociente intelectual pareciera de 180!

Ahora verán que no soy tan serio como quiere pintarme el traje. Más aún, que soy un caso perdido. Espero al menos que no se corra la voz. Que en los pueblos luego todo se sabe.

Pero hablaba de Noelia. Ejemplar único.

Yo empecé a sospechar que estaba enfrentada al mundo el día en que ayudando a la mudanza la vi escurrirse bajo la mesa para desconectar los cables del ordenador de sobremesa. Iba de aquí para allá deshaciendo el despacho sin una sombra de melancolía. ¡Empujaba la mesa enorme y era como si la rama quisiera mover el árbol!

Dice que el 2008 no puede ser tan malo. Que ya lo fue bastante el recién acabado. Difícilmente saldrá peor, cuenta de cara. Creo que tiene toda la razón.

En la contienda es ella contra el mundo.

Abre los ojos. Está ganando.

domingo, 23 de marzo de 2008

¿Sabes a que me refiero?

Si tu eres el final.

Desde que despierto - Juanes



Vamos a ver, ¿para qué queremos un interrogante al principio? ¿Por qué escribimos las preguntas poniendo ese símbolo al empezar?

Que no digo que tengamos que comer todos los días hamburguesa y perritos calientes, que no soy yo partidario de traernos costumbres anglosajonas más que para probar rara vez. Tamos bien con lo puesto.

Pero abramos los ojos. Que no secundemos la política exterior de Bush o de los británicos no ha de significar que nos cerremos en banda a cualquier cosa que provenga de esas latitudes. Por ejemplo, la manera de hacer las preguntas. Allí las hacen sin poner un interrogante delantero y se entienden divinamente. Y en inglés que tiene más mérito. Nadie suele responder con otra pregunta por no haber entendido que se le preguntaba algo. Eso lo hacemos aquí pa escurrir el bulto aunque sepamos perfectamente que no es la forma de contestar idónea. Alguien dirá que se entienden por la entonación y no por el interrogante delantero que no tienen, más a mi favor. Nosotros teníamos que hacer igual.

Claro que los políticos son aún más audaces. No se entienden entre ellos más que para subirse el sueldo. En eso suelen estar de acuerdo. Y en la discrepancia y en la refriega no exenta de reproches gruesos achacan al otro lo mismo de que se les acusa. Es como un partido de tenis entre dos frontones. Y las preguntas se suelen quedar reverberando en el aire como eco.

Sin embargo digo, los americanos se aclaran perfectamente Sin poner nada al principio, presentan la pregunta directamente. ¿Y cómo sabemos que es una pregunta?

Bien sencillo, porque tiene el símbolo de interrogante detrás. Con eso basta.

¿Se imaginan la cantidad de papel que ahorraríamos si dejáramos de escribir ese símbolo antes de cada pregunta? Así en un fragmento no es nada. ¿Pero y en una novela gorda de esas de 800 páginas? Igual nos vuela una página quitando de aquí y allá el signo delantero de interrogación. Y página a página más árboles en el Amazonas y menos efecto climático.

Por no hablar de que ganaríamos espacio en los teclados de los ordenadores, porque claro, el interrogante delantero comparte tecla con el signo de admiración delantero, ¿para qué los queremos?

Ese también nos sobra. No es necesario. Y así de fácilmente habríamos ganado el espacio de una tecla. Podemos poner ahí cualquier otra cosa. O dejar el hueco, no tengo porque decidirlo yo. Podemos poner el símbolo del EURO para poder acceder más fácil que en la actualidad. Un invento tan bueno como el EURO merece una tecla para él solo.

Además, ¿cuántos en realidad llegan a escribir el signo de interrogación delantero al tacto? Sin tenerlo que buscar en el teclado. Pues yo contestaré, muy pocos. Porque es una tecla muy mal puesta, y muy puñetera.

Habrá quién diga ¿y cómo sabremos entonces cuando empezó la pregunta?

Hombre, esto es de cajón. Basta con escribir la primera letra de la pregunta en mayúscula. Así sabríamos el momento justo en que se empezó a preguntar lo que sea. Yo empleo este método desde hace mucho para escribir mis SMS de móvil. Un ejemplo:

Dónde me dejé el teléfono móvil?


Y luego al final les pongo el símbolo de interrogante. Cristalino. O bien:

Vendrás al cine?


Pa que se vea bien que no doy nada por descontado.

Me pillaría los dedos.

Desde la estación

Quedan mis planes hundidos tras tu ida,
como en mi pecho este humo.


Plaza Garibaldi - Ismael Serrano



Ahora la estación de autobuses de Santander tiene barra libre de WIFI así que me he pedido un café con un cruasán, croissant o como se llame y tras acabarlo me pongo con el ordenador para ocupar la hora que falta hasta que salga el autobús que me deje en casa. La batería de este portátil debe estar entre las menos usadas, ésta y las de la mayoría de los portátiles que no se vendieron aún. Claro que no las de todos.

Yo soy de los que acude a comprar cualquier cosa y me creo que lo mío no lo sacan del expositor que toca todo el mundo aunque esté viendo con éstos, mis propios ojos, como le pasan un pañete para quitarle las huellas digitales. Es que soy mu confiau. Me lo creo todo de todo el mundo.


El vuelo bien. Con el vaivén de atravesar nubes cargadas de tormenta, pero al bajar hasta la pista ¡sorpresa! charcos y sol. Sospecho que en los últimos tiempos ejerzo alguna influencia positiva sobre los fenómenos metereológicos. Soy una especie de mago en el norte.

La verdad es que no tengo mucho que contar. O tal vez tengo, pero no quiero. La cuestión es que me vengo a escribir tan insulsamente aquí por no poder visitar los distintos periódicos digitales de mi carpeta de favoritos. No quiero saber como acabó la carrera de fórmula 1 porque si el autocar no se estrella contra nada, es factible que llegue para ver la repetición de las 14 horas.

Y en la actualidad soy de jugar poco con el ordenador. Y menos solo, que yo necesito que haya alguien al otro lado para que diga que sí. Que no lo soñé. Y las pelis que tengo, bajo riguroso pago de los copyright y demás derechos de propiedad intelectual a los grandes estudios, las tengo más vistas que el tebeo.


Ahora que pienso, no sé si acceder desde esta red inalámbrica no estaré revelando mis claves de acceso al Blogger y a Gmail donde tengo mi correo principal, aunque no el único. lYo he sido de tener muchos correos distintos para hacerme un lío con las contraseñas y terminar mezclándolas. Así me ocurría que me plantaba con los dos pies delante de la puerta de entrada intentando estirar la memoria por ver si aparece algo. Con todas esas letras, con todos esos números. Es tarea imposible.


Supongo que uno de esos que se oculta en la garita de las pantallas de televisor está a estas horas cotilleándome el correo y partiéndose la caja con las cosas que yo planteo seriamente. Y bosteza ojeando las entradas de este sitio, y parece a punto de cambiar la contraseña de acceso. No le culparía, él también vive y dice en el siglo XXI.


Hasta puede ser que esto no vea nunca la luz, sea interceptado y desechado antes. Que haya un novedoso y exigente sistema de admisión.

Ya lo advierte el sistema nada más te conectas. "La información enviada puede ser vista por otras personas".

Voy p´allá.

Exhibicionista que es uno.

Regreso

Como una persona a medias,
¿sabes a qué me refiero?

Completo incompleto - Jarabe de Palo

sábado, 22 de marzo de 2008

La enferma

Soy un completo incompleto.

Completo incompleto - Jarabe de Palo



Apareció muerta ayer Chantal, aquella mujer con aquel raro cáncer que la deformó el rostro además de provocarle dolores inhumanos. Ella había pedido que la ayudarán a morir por lo legal, y ha muerto sola, probablemente envenenada, sin que le dieran la razón, aunque al final que se la dieran o no le importara un bledo. Pues quien está pidiendo morir rara vez atiende a razones que no sean las de su desesperanza. La petición en si misma no es sino un formalismo, un medio quizá para abrir los ojos al resto, pero cualquiera que no esté del todo impedido logrará su objetivo aunque la manera no sea la idónea, la muerte tal y como se ansía.

Chantal fue encontrada muerta ayer en su casa. Ni siquiera tuvo que hacer las maletas para ir a morir a otro país como había anunciado. Y yo tengo que reconocer que su caso así como todos aquellos en los que prima la enfermedad sobre la vida me producen un terror irracional.

A mi me sirven para darme cuenta de lo frágil que es la vida. Reparo entonces en este enemigo íntimo que es el tiempo. Que nos empuja hacia un futuro incierto. Yo pido para mí que todo el daño que tenga que recibir sea el ya recibido.

Porque a menudo me siento desamparado y tengo la convicción triste de que para algunos males no habrá consuelo. Se llega a la vida solo,


se muere en la soledad más absoluta.

viernes, 21 de marzo de 2008

Propósito de enmienda

De esta guerra yo he sido el perdedor.

Silencio - David Bisbal



Ya sé que soy el primero en quejarme por hablar tanto de política. Quizá tendría que contar más sobre mí. Que estos días de vacaciones no están siendo tan buenos como yo hubiera querido. Pero es que los planes solamente le salían bien por entero a Hannibal y a su Equipo A. A los que morimos si nuestro coche da varias vueltas de campana las cosas nos salen solamente bien a medias. A la postre, los planes nos quedan solo regular.

Yo soy más bien reservado y cuento aquí bastante poco del "vivo" que me roza, igual termino abriendo otro blog perdido en Internet para contar todo aquello que me callo. De manera que me termine mostrando entero como ante un espejo, y no solamente un perfil, que suele ser el mejor aunque también sea el más discutible.

Si regreso esta mañana, antes de salir a comer a una Fondue, es para comentar la noticia leída hace unos dias, y que ayer quedó olvidada por obra y gracia de Aznar, que cuando llega lo ocupa todo. Los votantes del PP consideran que estos 4 años de oposición forzosa deben ser guiados con más mano dura que los anteriores. Una oposición de roca. Debe ser que no quieren gobernar nunca.

Para empezar Rajoy ha hecho caso. A Zaplana lo retiran como portavoz del grupo parlamentario, con lo que las discusiones serán más amables y casi literalmente menos a cara de perro. Cae uno de los jacobinos y la silla se nos vuelve taburete.

Como al PP le ha ido tan bien que había quien el día de las elecciones pedía la dimisión de Zapatero dando saltos de alegría, los votantes más conservadores piden que el PP endurezca sus posiciones durante la legislatura. Yo creo que esta gente se merece un país para ellos solos. Todos los demás les estamos sobrando, aunque esa porción sea más de la mitad del país. Eso, enrocarse aislados y solos seguro que les acerca al gobierno tanto como regresar de la mano de la niña dichosa en nuestra próxima campaña electoral.

Ocurre que Rajoy es un poeta, o está asesorado por poetas que creen que la niña es una imagen linda porque de la mano de Rajoy se hace nieta, y Rajoy se hace de almíbar con su defecto de dicción en busca de un parque en el que pasear.

Leí sobre la rubia Cayetana Alvarez de Toledo en una de las cartas de Anson. Parece que la chica tiene muy buena pluma, aunque eso lo dice Anson por lo que habrá que cogerlo con alfileres. Y parece que la chica era muy brillante como periodista. Un cerebro privilegiado. Lo ignoro absolutamente. Lo que parece claro es que como vidente no vale, y que su intuición política ha empezado dándose un traspié del que tendría que alzarse convencida de nunca más dar nada por supuesto.

Decía que Zapatero se había ahogado en su proceso y que era un hombre acabado. La verdad es que no se puede llegar con más ruido para acertar menos. Y no seré yo quien defienda a Zapatero, pero su bautismo político quizá le abra los ojos ante una realidad que no es siempre tal como pensamos. Que a veces antes de hablar habría que cuestionarse si no será que no tenemos "ni puta idea". Nuestro querer no basta para todo.

Somos un punto en un cuadro de Seurat. Parte infinitesimal de un todo.

jueves, 20 de marzo de 2008

La situación idílica

Gotas de agua dulce, rayo de sol.

Gotas de agua dulce - Juanes



Parece que casi todos los presidentes de gobierno acaban molestando. Son como una mesilla mal colocada, en mitad de una puerta, para llegar a cualquier lado hay que saltarlos o tropezar con ellos.

Y es que nuestro muy derechón Aznar se ha descolgado con unas declaraciones sobre Irak tan jugosas como las que propina apenas ve un micrófono enfrente de su bigote. A juego con las que hizo durante la campaña electoral, cuando aseguró que Zapatero y el PSOE estaban a esas horas negociando con ETA, porque lo había hecho ya, lo hará en el futuro y lo está haciendo ahora mismo.

Claro que casi al tiempo ETA mató a un ex-concejal del PSOE y a Aznar se le debió quedar la bufanda de barón dandi mal anudada. Menos mal que este país a Aznar le cree lo justo, aunque alguno piense que las armas de destrucción masiva que justificaron la guerra existieron por supuesto como algo físico que se podía tocar y disparar, pero que fueron los propios iraquíes los que las destruyeron para dejar mal a los liberadores cuando llegaran. De hecho eso explicaría que hubiera tantas bajas, como ha habido, 5 años después. Se suicidaron con sus propias armas para dejarlas inutilizadas y que nadie las encontrara. Así fueran a usar en su búsqueda la última tecnología en visores nocturnos y bombas de racimo, que lo dejan todo patas arriba, capaces de desenterrar huesos quince metros bajo tierra. Las armas estaban, pueden creerle. Se trata nada mas de que nuestra convicción sea indestructible.

Yo de Aznar no suelo leer más que los titulares que saltan inopinadamente desde la primera plana contra los ojos para cortocircuitar el cerebro. Ni siquiera me puede la curiosidad de encontrar matices o algún tipo de desarrollo. Es un jarrón chino que de tan visto perdió el dibujo.

Ahora dice que la situación de Irak no es idílica y yo soy capaz de sorprenderme aún porque en mi ingenuidad creí que en Irak ahora mismo estaban "escojonaus" de la risa y viviendo en jauja. Con todas aquellas tropas y sin Sadam creí que vivir en Irak era como hacer noche en unos grandes almacenes y acompañado.

No será idílica dice, pero es muy buena. Tan buena, digo yo, que podía irse el señor Aznar de la mano de la señora Botella a vivir allí. Que seguro que le reciben con los brazos abiertos. A buen seguro que los pisos cuestan más barato que aquí en España. Yo creo que no hace falta dinero, basta con dejar de dormir para apostarse en la puerta armado y dispuesto a volar la tapa de los sesos a cualquiera que suba por la calle para preguntar por una crepería bretona.

Yo después de oír a Aznar estoy pensando en irme a Irak de vacaciones, después de todo uno espera que esos días sean los mejores del año. Con un par de chalecos antibalas por si acaso alguien me confunde con alguien de allí, con un iraquí los americanos, con un americano los iraquíes.

Dice Aznar que si se diera de nuevo la oportunidad repetiría decisiones. Volvería a la guerra si a cambio puede plantar pezuña en la mesa de Bush y hablar spanglish como si en vez de llevar un par de días en Washington hubiera nacido como una nuez de California.

Él es así. Fue el único vencedor de la guerra porque no ha perdido nunca. Perder pierden los otros. En realidad su show fue el conocido. Y la historia que cuenten después dependerá de muchos factores, y probablemente no nos coja aquí para escuchar.

Así que ¿para qué arrepentirse de nada?

Vamos siempre adelante. Alguien habrá que aplauda.

domingo, 16 de marzo de 2008

La cremallera

Maldita sea, qué pasó con mi razón.

7 vidas - Antonio Flores



Ahora que recibo más visitas que nunca doy la impresión de ser un comentarista de noticias raras. Como se dice ahora, frikis. Con tanto que llevo escrito sobre mí y sobre mi vida en este espacio. Pero todo eso lo conocen muy pocos. Quizá solamente Bosco, que me conoce desde hace mucho en este universo plano de Internet. El mundo no es una esfera, es una telaraña inmensa e intrincada.

Hoy vengo con la intención de contar otra noticia excepcional, para arraigar más la impresión. Claro que siempre será esto mejor que enredarme de nuevo en la política. Que soy de los que se me calienta la boca y aunque luego no voy por las esquinas pidiendo perdón me quedo entre compungido y preso de un arrepentimiento lejano como de traca a dos calles de distancia.

Aunque... ¿hay algo más raro que la política? ¿Algo más friki?


Llego con la noticia caliente del fulano que, tras moler a palos a un empleado municipal que estaba cavando una zanja en las cercanías de su casa, ha decidido que prefiere no declarar nada en el juicio. Y para confirmar la determinación se ha cosido la boca.

El suceso se dio en Argentina, con lo bien que hablan allí el castellano y este muchacho ha decidido silenciarse. Aquí en España esto otro no se daría. Cuando alguien cava una zanja, que es fenómeno de no darse muy a menudo, como el cometa Halley, nos limitamos a observarle. Es habitual que haya uno trabajando y un par más supervisando la obra mientras un buen puñado de gente desocupada observa los avances con aire circunspecto, no muy convencidos de dar su visto bueno.

Pero no apaleamos a nadie. Las obras en plena calle se nos han vuelto la mayor parte de las veces inexplicables. Más que nada porque tampoco sabemos muy bien que harán ni porqué y lo que es peor, qué hicieron.

Pero a este señor que caven la zanja tan próxima a su casa le estaba molestando sobremanera. Así que decidió cavar la suya en el costado del funcionario. Allá por el 2006. Con resultado de muerte, que es no dejarse nada para luego.

Ahora le ha tocado el turno de declarar ante el tribunal, y como quiera que debe ser un energúmeno en caliente, pero muy templado después, se ve incapaz de mentir siquiera, como mienten todos ante el tribunal que lo va a enchironar, así que para no caer en la tentación de decir algo inconveniente ha cogido hilo y se ha cosido primorosamente la boca. Con algún destrozo, como no podía ser menos pero con eficaz resultado.

El tribunal ha pospuesto la vista una semana para ver si alguien le descose al fulano. Aquí en España le habría bastado su verbo para convencernos, pero es que allí se hablan de igual a igual.


¡Alma de cántaro por dónde quieres comer si te coses la boca!

En este país con no querer contestar vale. No se necesita acreditar la imposibilidad física al mostrar las heridas sangrantes.

Además uno no tiene que decir nada en su contra si no quiere. Casi ninguno quiere. Ya está el fiscal para eso.

Y las pruebas del CSI patrio, que no se llama así pero hace más o menos lo mismo. Vamos que no es tan patoso como para mezclar sus propias huellas con las del crimen.

Son gente harto preparada. Tienen microscopios.

jueves, 13 de marzo de 2008

Semana y pico

La estación de los amores, viene y va.

La estación de los amores - Franco Battiato



Me voy de vacaciones algo más de una semana. De Fallas y Pascua. Llevo conmigo el portátil, será como si no me fuera.

Se acabó escribir desde lejos.

El inodoro

Busco un centro de gravedad permanente.

Centro de gravedad - Franco Battiato



Estoy un poco cansado y además me tengo que hacer la maleta. ¡Con lo que me apetece ir y lo poco que me apetece ponerme a meter cosas! Tengo tantas y la maleta se me hace tan pequeña. Además, yo no sé acertar. Seguro que luego resulta que pongo pocos calcetines y me hacen falta más. Además conservo la sospecha de que cada vez que visito la casa de mis padres me dejo allí un buen puñado. Creo que mi madre hace años que no compra. Se quedan los míos.


Yo quería hablar sobre los nuevos pecados de la Iglesia, para decir que no cumplo ni uno solo. La Iglesia ha renovado el catálogo. Ratzinger no es capaz de estarse quieto. Leo que si Moisés bajara a estas horas con las tablas de los mandamientos, las dos se le iban a quedar cortas. Porque se difunde que han decidido incrementarlos con unos cuántos, acorde a los tiempos y a las circunstancias.

Me alegra reconocer que hay muchos de los de toda la vida, los que nos contaban preparando la comunión y demás, que no he cometido ni cometeré nunca. Y me alegra aún más saber que sin pretenderlo estoy también bastante lejos de acometer los nuevos, que se registran ahora, para que conste.

Yo no consumo drogas. Eso tal cuál. Alguno dirá que el bebercio del otro día cuenta como droga. Pero en mi descargo diré que lo sería si fuera algo habitual, pero no es así. Entre copa y copa hay un porrón de días.

Mis drogas son, a lo más, un Espidifén a destiempo para curar la gripe aunque no sirva para eso. Tiene el efecto placebo suficiente como para recomponerme tras unas horas muy malas. Porque mira tú por donde, yo soy de los que sano siempre.

Tampoco acumulo grandes riquezas. Que mis ahorros darán malamente para una entrada de un estudio de los de 30m2 dentro de unos años. Y lo que no lo ahorro se me evapora entre las facturas de vivir tan caro. Y de lo de contaminar y eso ecológico, admito que mi desodorante es de los de vaporizador, osea que debo estar favoreciendo el efecto climático con un agujero considerable en la capa de Ozono, pero en la disyuntiva de elegir entre el planeta dentro de 200 años y mi aseada presencia personal, no hay color. Todavía no arrojé ninguno de ellos a una hoguera, que creo que es malísimo a la par que peligroso. Podría salir disparado contra el ozono como un artefacto de la NASA.

Además es poca cosa si lo comparamos con la gente que tiene un coche para desplazarse hasta la esquina. Incapaces de dar dos pasos sin tener que maniobrar como locos para aparcar. Después de todo yo contamino muy poca cosa. Apenas nada.

Que podría ser menos, admito. Hoy sale en la prensa la noticia de una americana que lleva dos años sentada en el inodoro. El novio le llevaba la comida y el agua. Para lo otro ya estaba en posición. La de pasos que se habrá ahorrado al quedarse allí sentada. Cuantas vueltas tontas se habrá evitado. Si después de todo nos pasamos la vida caminando en busca del retrete. Del frigorífico y del retrete, que sin lo uno no se daría lo otro.

Hay que remontarse dos años para encontrar el día en que la fulana decidió que mejor que subirse la falda se la dejaba bajada. molestando en los tobillos. Le debió decir al mozo.

-Deja que ya me quedo yo aquí. A ver si me vuelven las ganas.

Y el muchacho lo entendió como algo normal y harían quedadas en el baño para contarse las cosas del día. Si a él se le dio bien en el trabajo contándole avatares cotidianos, hoy estuve llamando a Pepe como si se llamara Pedro ¡todo el día!, por ejemplo, y ella contando si pudo por fin dejarse ir por el desagüe...

A mí me queda la duda de por donde haría el buen mozo sus necesidades fisiológicas teniendo ocupado, como estaba, permanentemente el baño. Igual ocurre que su compenetración es tal que la dedicación de ella lo resolvía. Ella se iba por los dos. O él tuvo que apañarse con un orinal que era convenientemente vaciado con un embudo entre las piernas de ella. Aunque sea un pensamiento bastante horroroso.

O puede ser que el sueldo de él diera para mantener abiertos dos baños. Y se gritaran de puerta puerta para contarse cosas, o tal vez él le pidiera consejo en aquella posición por entender, sin que le falte razón, que ella en esos menesteres era una experta. Una opinión autorizada, por dedicación sin descanso.

El caso es que la moza, de 35 años ha decidido en estos días que ya bastaba. Que la gracia estaba ya hecha del todo. Así que cuando ha querido levantarse como Lázaro, ha visto que ya no podía. Que el cuerpo le ha cogido forma de inodoro. Así que han tenido que llamar a emergencias o a quien fuere que pudo extraerla haciendo palanca entre murmullos de asombro. Tenía los músculos atrofiados y, apunto yo, un poco cansinos del water.

Leo que le van a hacer un examen psicológico a la mocita. Yo soy partidario. Vamos, que voto por ello. Esta cuestión no me suscita dudas. Y si les queda tiempo que se lo hagan también a él. Son el uno para el otro.

No atentarán contra el ozono, pero no parecen muy capaces.

Si hay de todo, hay de todo.

lunes, 10 de marzo de 2008

El chiki, chiki

El muerto echó a bailar.

El chiki, chiki - Rodolfo Chikilicuatre



Pues parece que hartos llegar a Eurovisión como a la Eurocopa o al Mundial, creyendo que tenemos opciones, este año tomamos el toro por los cuernos y envíamos a ese muchacho con las gafas grandes, el tupé tremendo y la guitarra de pega.

¡El chiki, chiki se baila así...!

Tanto cuidar a los elegidos, tanto escuchar sus canciones para que nos entraran y luego no hacíamos plaza entre los diez primeros. Por lo que este año, quizá sabedores de que no tenemos nada que rascar, porque siempre los habrá mejores que nosotros, envíamos a Chiquilicuatre para disputar no el triunfo, esto es obvio, sino las últimas plazas, que parecen siempre nuestro hábitat natural en Eurovision. Fuera quien fuera a quien poníamos en camino al certamen siempre quedábamos invariablemente descartados tan pronto... Que hartos de esperar a que los demás nos voten con doce puntos, se daba tan rara vez... Hemos decidido ser la risa, que no el hazmerreír si somos capaces de reír con ellos. Después de todo, cuántos nos daban puntos en realidad, quizá Portugal, que nos quería tratar amablemente porque aunque no lo admitan abiertamente reconocen que son la cara de esta cabeza que es la península ibérica. Que somos casi primos, o hermanos o qué se yo.

Que en las retransmisiones de otros años no faltaban las lecturas políticas que nos hacían pagar con malas puntuaciones por los traspiés de nuestra política internacional o por la envidia que siempre, dicen, hemos despertado entre nuestros vecinos de la vieja Europa. Incapaces de asumir entonces que Induráin fuera español, como no asumen ahora que tengamos con nosotros a Gasol, a Contador o a Bardem.

Que se va a hacer, si ¡el chiki, chiki los pone muy tontitos!


Yo no tengo nada en contra, esta es una aventura que apela al humor, algo tan raro fuera de esta cotidianidad que uno prefiere con una sonrisa. De hecho me he echado algunas carcajadas al ver el vídeo, y el comienzo de "perrea, perrea" me parece toda una filosofía de vida. Supongo que porque no sé sabe bien a qué se refiere y las cosas genéricas consiguen más adhesiones que las muy concisas y particulares. Por un lado podría ser hacer el perro, que es hacer más bien poco, o quizá bailar como bailan los valientes que se atreven, como perro y perra mirando hacia el mismo lado.

Por lo demás el tal Rodolfo tiene gracia, eso es innegable. Le he oído una entrevista y no he podido menos que sonreírme.

Lo único que lamento es que haya habido muchos otros que se pusieran a componer una canción con seriedad y quedaran en el camino por esta forma de escoger al artista, que no parece trigo limpio. Pero como dice el dicho, de perdidos al río.

Después de todo Eurovision a fuerza de que perdiéramos siempre había perdido todo el interés. Como cuando nos van a emparejar en octavos con alguien. No importa quién, hasta a Corea los hicimos buenos, ¿o nos hicimos peores nosotros? ¿O nos creímos mejores de lo que éramos? Qué más da, quizá así se revitalice cuerpo y mente. Pues si yo llego a ver dos minutos del certamen será para investigar las caras del personal cuando Chikilicuatre haga el "breikindance" y "maikelyasson" y cómo no, el "robocop". Quiero ver el gesto de nuestros socios europeos cuando les demos en el rostro con la cancioncita de marras.

Los pobres no van a entender nada, la canción es en castellano aunque sea tan poca cosa. Pero van a flipar con el juergueo de proponernos a la derrota descarada.

Después de todo, quizá estamos yendo a un poco mejor. Pero transcurrido un día entero el escrutinio sigue al 99, 99%.

Milagros los justos.

domingo, 9 de marzo de 2008

El día D

Si yo algún día te pierdo.

El sur - Manu Chao



Hoy puedo contarlo.

Salí el viernes de marcha inopinadamente. Como dicen en levante: Pensat y fet. Claro que no fui yo quién lo pensó. Yo solamente me dejé llevar, apostado al otro lado del teléfono para decir que en 15 minutos me vale. Que ya estoy a punto de llegar.

Lo malo es que la noche acabó conmigo. Y yo creo que fue bastante pronto que regrese a casa. Y fue tumbarme en la cama y se me vino arriba el mundo por la traquea. Dejé perdido los aledaños de la cama, pero yo estaba demasiado mareado y confuso, quizá en el séptimo sueño que está siempre libre de vómitos y me quedé a continuación plácidamente dormido, respirando por la nariz como si fuera una boca.

Obviamente al día siguiente me tocó limpiar todo aquello, haciendo de tripas corazón por no vivir en un palacio tan grande como para dar por marcada la habitación y mudarme entero a otra, para no regresar nunca, así la derrumbaran con las excavadoras con las que los israelíes castigan a las familias de los terroristas suicidas. Puesto que ellos llevan el castigo en la penitencia.

Pero yo tuve que limpiar aquello y respirar el aliento de esta casa como si toda ella fuera la bolsa del que vomita en un autobús. Y no es que mi cena fuera para tanto, yo creo que lo malo fue la bebida, esa sangría de sidra que es como golpear el cráneo contra la pared, seguido de algunos Caciques con cola, sin que a estas horas pueda determinar el número ni la frecuencia con que fueron cayendo.

Si admitiré que mi vida tiene el aburrimiento supino del que no fuma, ni bebe, ni lo que es irremediablemente peor, va con mujeres. Ni con casi nadie. Alguno dirá que soy una especie de ermitaño sospechoso de mentir tanto o más que nuestros políticos. Que nadie vomita una noche si no ha bebido en exceso. Y digo que sí, que esa noche bebí pero que no suelo hacerlo. Que no soy de los de comer con vino siquiera, y nunca tuve gran resistencia al alcohol, ni cuando era fino como una hoja ni ahora que mi trasero empieza a pedir dos sillas.

Oler un tapón de alcohol me desarbola.


Pero hoy, tras sentirme destruido en la trinchera, vuelvo a la vida. Y no hay nada mejor que sentirme parte de la vida al mezclarme con mis iguales. Esos que esta mañana acuden a votar bajo las gotas tontas del orbayu. El colegio electoral está hasta los topes. Somos colegiales ilusionados con nuestras mejores intenciones. Hoy contamos todos. Y yo me cruzo con mucha gente conocida porque en los pueblos nos conocemos a fuerza de sonreírnos. Y ejerzo mi derecho al voto porque me quiero sentir protagonista.

Todavía me quito el sombrero ante Sandra, esa chiquita que un día después de que ETA asesine a su padre es capaz de trazar un discurso valiente sin que la pueda el llanto. En verdad la banda terrorista es un sinsentido porque al añadir nueva muerte no provoca más que dolor a la familia y amigos del fallecido. Pero no se acerca un ápice a sus pretensiones imposibles.

El asesino solamente sabe matar. Por eso lo hace.

jueves, 6 de marzo de 2008

La niña

Algunas veces vivo, y otras veces.

Que se llama Soledad - Joaquín Sabina



Va y resulta que a la niña de Rajoy le ha salido otro padre. Se llama Obama y se presenta para candidato demócrata en los Estados Unidos.

Y la niña ya no va a ir con un hondo orgullo por el mundo mostrando su pasaporte de las Españas, esa nación tan vieja que son muchas, a todo aquel que quiera verlo. Va a ir con la cabeza muy alta y dispuesta a responder "americana" cuando le pregunten por su nacionalidad, o tal vez dispuesta a responder tal cosa aunque no le pregunten nada. Porque hay cosas de las que uno se ha de sentir orgulloso por nacimiento y por ende debe irlas pregonando a los cuatro vientos, así soplen a favor de Bush o de todo lo contrario. Siempre y cuando, obviamente no se visite algún país al que Estados Unidos haya declarado la guerra. Entonces es mejor dejar el hotel por la embajada y salir de allí por el aire, en helicóptero, como en las pelis de ficción. Después de todo los anfitriones no sabrían casi como atacar un pájaro de esos, que las piedras alcanzado su punto más alto vuelven sobre las cabezas del energúmeno que las lanza. Y Bush pese a tener los más altos poderes de su lado, con la ayuda de dios suele decir, siempre supo bien a quién le debía meter mano y a quien no.

No vaya a ser que a estas alturas aún nos vayan a partir la cara.


Pero lo más curioso del asunto es que la niña de Rajoy tiene ya algún tiempo porque antes que él ya la usaron para sus almibarados mensajes otros presidentes o aspirantes. Así que la niña debe estar ya por la pubertad al menos y es mano de santo. Vamos, que este discurso debe ser infalible para conseguir los propósitos electorales y se lo prestan unos a otros para acogotar el corazón melifluo de los votantes que se imaginan a esa niña desamparada hoy pero como una potencial modelo de Dior si va de la mano de Don Mariano, que la llevará hacia el mundo para que se lo coma entero como si fuera una manzana.

Claro que Rajoy le quiere una familia al uso, una vivienda digna, unos padres con trabajo y que sea madura y responsable en el uso de su poliglotismo.

Y Obama quiere un niña libre, naciera donde naciera. Mientras sea en Estados Unidos.

Yo añadiría mi querer al de ellos.

Que esté orgullosa de sus políticos.


Ya sé, Lo mío es pedir demasiado.

miércoles, 5 de marzo de 2008

El cochecito

Lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks.

19 días y 500 noches - Joaquín Sabina



Pues parece que se lo va a quedar mi hermana. ¡Y lo tonto que he resultado yo! Mira que me paso la vida diciéndole a Sestea que es que yo soy muy listo, y que ella muy tonta. Esto tiene, obviamente dos intenciones, uno que yo parezca más listo de lo que soy,

o simplemente un poco listo,

y una segunda, que ella parezca más tonta. O al menos que lo crea. Así tenderíamos al equilibrio. Y el equilibrio es tan importante...

Que se lo digan al muchacho que mató a su madre hace 10 años en un ataque psicótico porque la mujer le regaño por publicitar la venta de un teléfono móvil. Lo encerraron 5 años, le pusieron una orden de alojamiento del padre y ahora se lo ha cargado también. E intentó matar a la hermana que tuvo que saltar por la ventana, desde un primero, menos mal. Vamos que el chaval está arrasando con la familia. Lo tuvieron en buena hora, seguro que de peque no parecía tan malo. Y todo por no tomar la medicación, con lo importante que es si no hay chaleco de fuerza.

Pero yo decía que parece que mi hermana se va a quedar el Lancia Ypsilon que nos han ofertado a 8000 euros. Con 9000 kilómetros, oiga. Que es poco más que el rodaje. Y con año y cuatro meses desde la compra. Vamos que una oportunidad de no dejar escapar. Y nos lo vende alguien que es casi de la familia, o lo podría llegar a ser, aunque de esa forma lejana e intrincada de vericuetos de noviazgos con hermanas de mujeres de hermanos. Un laberinto relacional complejo como lo es todo.

Y a mí el cochecito también me hace. Ya sé que no me va mucho a este carácter mío volcánico. Que sé que es un cochecín pequeño y si me apuras algo amanerado. Que me iría más un todoterreno de esos Chayenne o un deportivo Ferrari original, no una copia de esas que son todo fachada. Pero para esos otros no tengo guita, ni la voy a tener. Quiero que conste.

Con él podría recorrer estos caminos salpicados de pueblos verdes y arquitectura indiana. En vez de depender de autocares de línea que alargan el viaje con paradas que no deseo para nada, aunque sea capaz de mostrarme magnánimo y comprensivo con el resto del pasaje. Que todavía no quise convencer a nadie de cambiar su parada por la mía.

Claro que me haría el coche. Con su aire acondicionado y su tecla limitador de velocidad, que permite quitar la pezuña del pedal y jugar con los pies, uno arriba otro abajo y viceversa, sobre la marcha.

Pero yo la llamo y me tiro 20 minutos convenciéndola de que lo compre. ¡Hay que ser tonto! Que sino lo voy a hacer yo, le digo. Y quizá sea esto lo que la convenza.

Dejarme con la miel en los labios.

lunes, 3 de marzo de 2008

Supervivientes

Una mujer se ha perdido.

Óleo de una mujer con sombrero - Silvio Rodríguez



Quisiera decir algo del programa de Supervivientes. Todos esos famosillos de bajo tono que se van a cambio de un buen dinero a pasar hambre a las, por lo demás, paradisíacas playas de Honduras.

Lo quisiera decir sobretodo por lograr llegar aquí para hablar de algo que no tenga que ver con la política, con Zapatero, González, Aznar o Rajoy. Como demostración de que hay vida fuera de la viva política de este país. Como prueba de que yo soy algo más que un altavoz tendencioso de mis propios ideales políticos que se resumen en un principio que podría servir de clave:

Ninguno es bueno.


De hecho, y aunque sea en un lapsus que me despeña desde mi intención traicionada puedo adelantar lo que será una primicia, y que me auguraría un futuro halagüeño como vidente sino fuera porque nace de la convicción de conocer a nuestros políticos casi tanto como si fuera yo quien los hubiera parido. Con más dolor por saber exactamente lo que estaba arrojando al mundo.

Hoy nuestros candidatos no se van a mover un ápice de lo ya expuesto. Es decir, van a hacer oídos sordos y van a repetir casi en su totalidad el debate del otro día. Y al final nos quedaremos inmersos en la misma confusión original, sin saber a que atenernos, y quien sabe si mascando la misma diatriba no estaremos armando con cuchillo a los amigos que comparten debate para darse cuenta de que se odian íntimamente, sinceros, dispuestos a defender con sus perras vidas los datos contradictorios de nuestros dos opositores.

Es por esto que a mí particularmente me parecería mucho más interesante ejercitar el saludable ejercicio de trocar los papeles. Habida cuenta de que, sin necesitar mucha imaginación ya nos imaginamos por donde van a ir los tiros esta noche, sería mejor que hiciéramos a Rajoy furioso defensor de la gestión del gobierno mientras que fuera Zapatero el que encontrara las debilidades, cuando no fracasos rotundos de los últimos 4 años. Tal vez así el debate ganara enteros que sabemos por anticipado perdidos.


Pero yo quiero hablar de Supervivientes, porque hay en la vida algo más que política. Está Lucía Lapiedra, por ejemplo.

Esa mujer que es mucho más rotunda que los fracasos o los aciertos de un gobierno, es un imán para las cámaras de los Supervivientes. Aunque ha sorprendido a propios y a extraños. Para quien no lo conozca esta moza se dedicó no ha mucho al desarrollo de la muy progresista industria de las películas X, que no tienen nada que ver con los GAL, ni con González. Si a él le llamaban señor X era por otra cosa que no viene al caso.

Ya se sabe que para actuar en estas pelis no se piden grandes dosis de talento interpretativo, aunque sí quizá saber sobreactuar, como Zapatero más o menos.

La cosa es que Lucía ahora se hace llamar Miriam, que es el nombre que le pusieron sus padres antes de que decidiera cambiárselo para darse al porno. Dejó de llamarse Lucía en el mismo momento en que emparejó su vida a Pipín Estrada que es un periodista deportivo que escribe sin miga y sin sustancia y que ha debido llevar la misma vida desenfadada de Miriam pero quizá comercializando menos las cintas. Y levantando menos pasiones, diga lo que diga.

Es curioso leer el otro día en el Marca a Solari, ex-futbolista del Madrid, actualmente en las filas del Inter y darse cuenta de que aquel artículo es infinitamente mejor de lo que serán los artículos del 95% de todos los periodistas deportivos de este país en toda su vida. Será que estos argentinos nacieron para contar las cosas mientras que nosotros nacimos para leerlas.


Pues bien, yo estaba convencido de que Lucía se tiraría al monte a las primeras de cambio, y quien sabe si por lograr un coco más gordo traficaría con el cuerpo que dios le dio y que la cirugía modeló para hacer perder la cabeza a alguno de sus afilados compañeros de fatigas. Pero no, ella se ha mantenido en sus trece, olvidando su faceta desenfrenada y sospecho que hasta ha sido instruida para no conceder siquiera un top less que nos redima de los gorjeos de Joselito o las batallitas de dar el todo por el todo de Patxi Salinas que era un defensa muy malo, aunque del Athletic.

Así que ese programa que me tuvo en su comienzo absolutamente asustado por la fidelidad con lo observé, que ni en los anuncios me atreví a tocar el mando, se ha convertido, a tenor de lo visto hoy, en un aburrimiento sumarísimo. Con Lucía tapada y bien tapada hablando con un coco al que ha llamado Karmele y con ese puñado de supervivientes enjutos de carnes y sobrados de sol medio enloquecidos por pillar una trucha. Y llevándose fatal entre ellos, que son todo rencillas y resquemores.

Y se pasan la vida tumbados. Supongo que porque como no se alimentan bien quieren gastar pocas energías, pero como quiera que sus diálogos pasarán a la historia por intrascendentes verlos tumbados charlando en medio de silencios de arena es bastante tedioso. Son un grupo de gente que no tiene nada en común ni quiere tener. Gente que no se soporta y que no dedica ni una porción del día a preparar un poco siquiera las intervenciones ante cámara. No sé contar un chiste o algo. Resultar vagamente interesantes.

Sospecho que a estas alturas solamente importa el bello rostro de Lucía, sus nalgas doradas en el feliz momento en que la chica decide ir a hacer como que pesca y quizá para ellas los hercúleos músculos de alguno de los atletas de pala en playa. A excepción de Patxi, que era un tronco, todos me son desconocidos, y una invitación al zapping en cada plano.

Yo me temo que de haber concursado se me habrían ido las fuerzas intentando recuperar a Lucía para la profesión artística. Y de lograrlo habría pasado los días de sol reponiendo las fuerzas perdidas. Y probablemente me habría vuelto esclavo de sus designios y habría sido definitivamente anulado pero feliz.

Ella es una superviviente. Yo también. Solamente hay que observar mi dieta. Comen ellos mejor y descansan más.

Además lo mío es peor. Hoy cumple años mi melliza y eso, aunque no debiera, me hace más viejo. Se lo tengo dicho, pero es incapaz de parar el tiempo.

domingo, 2 de marzo de 2008

Opuestos

Elegías mostrar la verdad descarnada y desnuda.

Casandra - Ismael Serrano



Como no madrugo a diario aquí estoy, despierto desde las 7 y pico de la mañana. Sin ninguna necesidad y con un mérito aún mayor, ayer salí, para romper las estadísticas, a cenar por ahí.

Pero si madrugo para llegar hasta el weblog también es porque ayer tras la cena me llegó una noticia que no deja de sorprenderme. Dos fulanos, por lo que cuentan amigos, estuvieron viendo el apasionado debate de Zapatero y Rajoy en casa de uno de ellos. Pero no debieron acabar muy conformes con el poso de opinión que le quedó al otro porque decidieron pelearse y terminar apuñalándose cuchillo en mano, aunque con cariño.

Y claro, un suceso así da que pensar en muchas cosas. Lo primero si no será una leyenda urbana y estos dos no existen más que en la efervescente imaginación de alguien con ganas de chismorreo. Pero de no ser así, también da para pensar en la amistad, por ejemplo. Uno se siente de repente orgullosísimo de los amigos que tiene, con sus virtudes y defectos pero tan poco dados a clavarte puñales ni abrecartas. También da para reparar en nuestros políticos que enervan con la confusión de sus datos a los potenciales votantes. No es extraño, por tanto, imaginar a uno de ellos recitar los datos del empleo y de la inflación que acaba de escuchar mientras el otro le opone los datos del paro y la inflación recién oídos a la otra parte. Que por momentos pudieran parecer incompatibles pero no lo son porque cada uno nace de una fuente fiable e informada.

Y con aquellos datos tan contrapuestos no es raro que un par de amigos suficientemente vehementes terminen pasándose a cuchillo. Después de todo ellos no tienen la culpa, la tienen los centros de estadística, que con sus gráficos vuelven loco a todo el mundo.

Alguien mencionó ayer que uno de ellos era rumano. Quizá este inmigrante que no puede votar fuera contrario a firmar cualquier contrato que no sea el de un aumento de sueldo. Y el otro intentó hacerle ver las bondades del contrato de Rajoy, simplemente porque lo dice Rajoy que es muy sensato y un cachondo con sus finas ironías. Y claro, cuando fue a exponerle las razones de tal cosa se vio sin palabras, no por su culpa, claro, sino porque nadie sabe en realidad de qué se trata el asunto del contrato de integración. Aunque hemos de reconocer que ante la palabra integración pocos pondrán pegas.

Porque si ahora las costumbres españolas son no cometer delitos, no prácticar la ablación y no ser polígamos entonces es que cualquier cosa puede ser considerada costumbre de cualquier sitio. Así yo por ejemplo puedo decir que es mi costumbre no salir disfrazado de pollo a la calle. O que es mi costumbre no insultar a las vecinas. Es decir todas aquella cosas que no suelo hacer forman parte precisamente de lo que se podrían considerar mis costumbres.

No es mi costumbre lo que suelo hacer, sino lo que no suelo.

Por supuesto alguien dirá que todo eso suena raro. Que parece dicho por alguien que no sabe exactamente lo que está diciendo.

Por eso si Rajoy dice que los inmigrantes deben respetar las costumbres españolas y cita esas tres entonces uno que es muy espabilado empieza a reparar en otras nuevas y que también deben ser observadas. A saber, el inmigrante debe observar la costumbre muy española de no robar, y de no matar, por citar un par más. Aunque ahora que caigo todo esto está ya recogido en el Código Penal, como las otras. Tal vez el inmigrante como el nacional deban evitar cometer todos estos delitos no porque llevarlos a cabo vaya en contra de las costumbres de Rajoy, sino porque van en contra de la ley, que pesa un poco más que la costumbre.

O quizá las costumbres españolas sean otras. La siesta por ejemplo. Y los inmigrantes deben cumplir con la media hora mínima de siesta tras la pitanza como está mandado. Y para comer nada de nostálgicos manjares de sus países. Tortilla española, jamón y ajos de los que le gustaban tanto a Victoria Beckham. Bajo el riesgo de ser expulsados si no cumplen, faltaría más.

Usemos la fuerza para doblegar al otro cuando no nos parezca suficientemente sensato como para entrar en razón, es decir para atender a nuestras razones. Ahora bien, llama poderosamente la atención que dos boxeadores de tan poco peso como nuestros candidatos hayan podido provocar en dos espectadores tal grado de hostilidad. Vamos que si hubieran sido solamente medio buenos se habría armado la mundial.

Todo esto tiene su gracia. Uno está ya tan acostumbrado a estos desatinos como cuando queda a oscuras y la vista empieza a vislumbrar donde está cada cosa. Ya no tengo miedo. Sé que al rato podré volver a mirar. Sin embargo no deja de ser curioso la poca eficacia, credibilidad y nivel de los propuestos al gobierno mientras en el mundo otras tantas cosas funcionan con la precisión de un reloj.


Ayer mismo morían en Palestina varios niños a manos de soldados israelíes que lanzan bombas o disparan metralletas, ante el mutismo del mundo civilizado. Y yo no sé nada de nada, de lo bueno ni de lo malo. De las razones o de la sinrazón. Pero ayer murieron aquellos niños sin tener culpa de nada. ¡Eran unos niños! Simplemente porque el mundo no es capaz de encontrar una respuesta.

Y entonces, sin ellos ya, hay que pensar que la vida es un drama. Estamos viviendo una tragedia diaria. Hemos aprendido a verla con unas lentes bifocales para no ver lo que no queremos ver. Es nuestra costumbre rajoniana de no mirar. Así somos más felices.

Y nuestra felicidad lo es todo.

sábado, 1 de marzo de 2008

El encantador

Que tú no supiste valorar lo que en verdad te daba yo.

Hoy me voy - Juanes



Tengo un temor bastante fundado. Sobretodo a tenor del carácter de las últimas entradas.

Creo que ya solamente sé escribir de política. Me he convertido en un analista político pero sin tener puñetera idea, por no emplear palabras más gruesas, y para más inri a mí no me invitan a los programas de tertulia para llegar a las manos con Miguel Ángel Rodríguez, que llegaríamos. Le tengo unas ganas...

Será que mi psique está afectada por la campaña electoral, cruzar mis ojos con las miradas prometedoras de grandes progresos los unos, y grandes retrocesos los otros, cada uno para su electorado, está consiguiendo que cuando planto mis reales ante el portátil no sepa escribir nada más. Como quiera que mi vida no está en ebullición en este momento, que tiene la calma chica de un día de pesca, me estoy aferrando nada más a las noticias políticas para que sirvan de punto de escape tal vez a alguna otra frustración mía que desconozco y que no viene al caso, aunque de conocerla y quisiera exponerla, cosa inimaginable, éste sería sin duda, el primer sitio. Aunque luego se hicieran eco otros.

Digo que cruzar esas esperanzadas miradas de los candidatos está haciéndome mella. Y eso que aquí donde vivo alguien se haya dedicado a arrancarle los globos oculares a las fotos de perfil de Zapatero. Después de todo soy sensible a las esperanzas de la gente, y en el fuero interno ambos candidatos se creen con opciones de llegar a la Moncloa, y esas esperanzas las transmiten en la pose o en la sonrisa. Pero solamente estos dos principales, que el pobre Llamazares mira la cámara con el mismo candor con el que lo mira todo su doble virtual de Second Life. Y es que el hombre es así, tan de izquierdas que vive en la utopía aunque haya dejado de creer. Por eso se asoma al póster con el ánimo de volverse transparente.


En los últimos días han entrado en liza los dos ex-presidentes. Aznar que se ha soltado la melena para asegurar ante su público lo que de ningún modo podría conocer. Que Zapatero está en este instante hablando con los terroristas. Sin embargo su mensaje peca de poca convicción, supongo que porque ni él mismo lo termina de creer, o porque ha perdido talla de político tras esa vida disipada de conferencias y campos de golf en la que ha convertido su vida. Me sorprendió sobremanera su poco empuje la verdad. Que aún recuerdo como arrasaba diminuto contra todo el hemiciclo cuando el PP era un rodillo de no necesitar a nadie. Pero no es que arrasara porque hacía lo que quería, que así fue, sino que en la dialéctica parlamentaria no había quien le tosiera, lo que decía muy poco en favor del resto de riquitos parlamentarios y mucho en favor del propio Aznar, que había convertido su gris natural en plomo. De forma que era muy capaz de zarandear a cualquiera cuando no hay más armas que las palabras. Y uno se decía que esto de la guerra tenía que ser malo por sistema, apelando al corazón, y ahí estaba Aznar furibundo comiéndose vivos a todos los políticos de baja talla, que son todos, simplemente porque éstos no sabían ni como entrar, ni como salir, y se veían en un atolladero y tenían ganas de pasar el trago para que llegara otro. Nunca tantos incapaces lo gozaron tanto con sus sueldos de millón al mes.

Y ha llegado también González, que probablemente tiene las manos manchadas de sangre tanto como su muy procesado consejo de ministros, ministro del interior, secretario de seguridad... Pero quién se acuerda a estas alturas. Si después de todo todos ellos, secuestradores y asesinos de los GAL están ya tomando el aire en la parcelita del campo. No vamos a recapitular tanto como para quedarnos en ese nubarrón nada anecdótico que como dice Sabina era una gripe que había que pasar y se pasó.

Por eso González sigue llenando los aforos como en sus mejores tiempos, y sigue pareciendo un político con mayúsculas porque sigue teniendo el poder de seducción del encantador de serpientes. Yo mismo fui en mi juventud un "felipista" convencido. Ve tú a saber si no quedé prendado como el país entero en esos años de mayoría absoluta en que Felipe González ganaba las elecciones y uno se sentía en parte de un idilio, país y político como un matrimonio de ilusión. Y le duró más la ilusión al país que al político, pues el político se dio cuenta de que no todo iba a salir bien haciendo tan mal las cosas, mientras que el país se enamoraba del político en el atril perdiendo cualquier voluntad de oposición. Con el mismo rostro del enamorado cuando ve abrir la boca a su amor.

Ahora Felipe abre la boca para decir poco menos que Rajoy es un imbécil, y lo hace con la naturalidad que le falta a Zapatero, que resulta tan artificial en la mayoría de sus intervenciones. Dice Felipe que esas cosas de presumir de ser más listo, más alto o más inteligente no las debería decir aunque fueran verdad. Y uno lo escucha y regresa al pasado, cuando parecía que tenía siempre razón.

Dice que Rajoy desprecia mucho a Zapatero, y hoy leí que Zapatero no entra al trapo porque Rajoy le cae bien en el fondo.

Lo peor para el votante es la sensación de que en verdad nuestros políticos pueden llegar a respetarse, pero la verdad sale siempre muy mal parada.

Importan más las consignas de partido.