jueves, 31 de diciembre de 2020

Está noche hay 24 millones de Euros en La Primitiva, que me tocara sería un buen modo de acabar el año. He jugado tres apuestas distintas, lo que aumenta las posibilidades. Si no es una será la otra, digo yo. Puede que el hecho desencadenante de que tocara una de mis combinaciones sea pasar mirándola fijamente media hora. Repasando con deseo cada uno de los seis números. Por tres series que tengo hora y media seguida mirando la pantalla del móvil. Paso más tiempo haciendo cosas menos rentables. Sin embargo también puede ser que en vez de media hora el hecho desencadenante se produzca tras una hora para cada combinación, ... bueno una hora a secas, bastaría con mirar una de las tres para que fuera esa la afortunada. Pero cuál escoger si las tres son bellísimas y responden a razonamientos distintos. Es un tema embrollado y de gran complejidad. Escoger entre tres sin pros ni contras no es menos dificultoso que hacerlo entre un millón. Tendría que dedicar otro rato largo para privilegiar a una a cambio de quitar toda esperanza a las otras dos. Mejor lo dejo estar, aunque vaya a acabar el año igual de pobre. Si me echara una siesta ahora, estoy cansado, podría decirse que su valor es de 24 millones. Lo que desprecio al cerrar los ojos.
A los ricos ya no nos van a dejar salir a la calle.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Alemania supera los mil muertos. Reino Unido alcanza hoy 981 muertos. Vienen curvas

No debieran perder el tiempo y mucho menos hacérselo perder a él con un programa de reinserción para corruptos. Es obvio que ha aprendido la lección. Lo que hizo estuvo mal, lo sabe mejor que nadie. Ahora que ha aprendido lo que se puede o no hacer siendo el yerno del Rey seguro que se imagina lo que se puede y lo que no siendo cuñado del Rey. Es hora de pasar página, por ejemplo con un puesto de jefazo en Telefónica o en La Caixa, que seguro que en sus juntas directivas andan cortos de expertos en balonmano, y siempre es bueno para la imagen de la marca tener a alguien que si quisiera nos la meta doblada por la escuadra. Que es lo que nos ha hecho, él y todo su equipo de jueces perdona vidas, que saben que está arrepentido, jorobado por haber cambiado su imagen de príncipe azul por la de chorizo insaciable. Haríamos mejor olvidando todo eso. No vayamos a mirarle con un asomo de censura ahora que se ganó ya con creces volver a la calle.

En la entrada anterior escribí que yo lo podré todo, y no es verdad. Pablo para que le deje hacer algo me dice a veces Yo Puedo, Yo Puedo. 

Y yo le dejo hacer. Porque él sí lo podrá todo.
Escribía Calderón de la Barca aquello de que la vida es sueño. Y quién más y quién menos nos hemos figurado que quizá la vida no sea un sueño, una pesadilla a ratos tal vez, pero seguro que sí puede ser que sea la trama del show de Truman. Yo no estoy tan loco como para haber creído tal cosa, pero lo he pensado a menudo. Yo soy el actor principal, lo había de ser por fuerza claro, y el resto, todos vosotros, los que os cruzáis alguna vez conmigo, a los que alumbra mi foco antes de tener que hacer por fuerza un mutis por el foro sois apenas personajes, absolutamente desocupados y sin nada que hacer hasta que la dirección, llámalo dios, llámalo energía, os convoca para que mi vida parezca tan llena, tan vacía en verdad, pero tan llena comparada con la de todos vosotros. Soy el protagonista indiscutido de esta película que se llama Mi vida. Es por ello que se me hace tan desconcertante que se haga tanto de rogar el Euromillón del que vengo hablando ya desde hace meses. Si no importo en el fondo nadie más que yo, Qué sentido tiene hacerme esperar para que tenga todo lo que quiera? Qué guión de pacotilla me tendría en situación de espera y anhelo constante sin poder darme todos los caprichos que me daría y que merezco además?

Si mi mundo soy yo. Yo lo podré todo. No querré dramas sino alegría. Cada día es un día menos. Un día menos para cumplir los sueños. Puede que ya no sean para este 2020 pandémico y confinado. Puede que sean para el año nuevo que pronto empieza. Si miro atrás, en lo estrictamente más cercano ni siquiera este año fue tan malo. Quizá no haya que pedir que se cumplan sueños grandilocuentes. Con papás mayores como tengo firmo otro año más con ellos a mi lado. Navegando por la catástrofe sin más noticia que la que nos cuenten los periódicos, pobre de loterías que celebrar por más que jugar sea perder el dinero, pero en el mismo mundo que siempre conocí, en el que está mi madre y en el que está mi padre. Que todavía me son tan necesarios.


En España ponemos a enfermeras enfermas de coronavirus a poner las inyecciones anti Covid. Así probamos de veras si éstas cosas extranjeras funcionan. Damos a los viejitos al tiempo la solución y el problema para ver como salen de ello, si salen.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Los demás no. Los demás esperan un discurso aterrador sobre la pandemia, inquietante sobre los manejos del emérito. O quizá sea al revés, esperan aterrarse con las cuentas y la vida del monarca, todavía lo es, e inquietarse con el Covid ahora que las vacunas están a punto.

No sé si dije, digo ahora en todo caso y sin ser un experto, lógicamente. La sucesión de un rey a otro parece que se produjo ante la pujanza de estos grupos populistas, para evitar que su pujanza y ganas de cambiar lo establecido dieran al traste con la monarquía que había que preservar a toda costa. Así que como dicen las abuelas, No quieres sopa? Ahí van dos tazas. Para tener uno, limpio y con todo el futuro por delante hicieron todo el tinglado de la abdicación. Pero contra la teoría no hubo un cambio de testigo, no pasó el foco de uno a otro. Se quedó alumbrando a ambos. Dos reyes, dos monarcas, dos altezas. Y nos desayunamos al día siguiente multiplicando por dos todo lo que teníamos. Para preservar un legado nos hicieron lo de los panes y los peces. Como los papas, que uno se arrepiente o fatiga? Pues a falta de uno, dos. 

No quieres rey? Ahí tienes dos.

martes, 22 de diciembre de 2020

Hasta que Boris Johnson estuvo al borde de la muerte los británicos querían combatir el virus a través de la llamada inmunidad de grupo o rebaño, lo que significa dejar que se extienda al 60 o 70% de la población para que entre tantos inmunizados (los que hayan sobrevivido) el virus ya no pueda circular. Ahora parece que retoman las idea, pero con prisas. Por recuperar el tiempo perdido. Por eso el virus de antes no les vale, algo le han tocado.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Yo no veo debate por ningún lado. Si son capaces de aguantar un concierto de Raphael es lógico que no le tengan miedo a nada.

21/12/2020

Cómo puede ser que estemos a la víspera del sorteo de Navidad y no haya comprado el único número que me interesa. La fecha del nacimiento de Pablo, por más señas. Lo dejo aquí para demostrar que la suerte me dio la espalda una vez más, o me sonrió burlona cuando quise comprar y no lo hice.27518Qué me ha pasado? Además para más inri se ha vendido casi por entero en Salamanca, que es el segundo apellido de mi alter ego , herencia de mi madre. Se podría decir que el universo me está hablando y yo, en otras cosas, hago oídos sordos.He llamado a Ciudad Rodrigo. Una foto del décimo me podría valer y te hago un bizum.Pero no cogen el teléfono. No hay mucho que pueda hacer ya. Internet me puede estar dando gato por liebre. Un número de teléfono que no existe. Solo me queda cruzar los dedos para caiga el premio, pero ya el año que viene, si para entonces lo he comprado. Este 2020 cualquier otro número me parecerá bien. Me dejará más o menos como estoy.
.16 países han cancelado ya vuelos del Reino Unido. Temen que sus viajeros traigan con ellos una cepa del virus que es un 70% más contagiosa. España ha decidido hacer PCR a los que vengan, pero PCRs de las buenas, no las primeras de bazar chino que compramos. Y hacer también como hacía el más gregario de la clase que era también el de menos luces, mirar hacia el empollón, llévame contigo dónde vayas, que es listo precisamente por saber tomar decisiones. En nuestro caso nos quedamos mirando a Europa, a ver si decide por nosotros, a ver si nos dice lo que hacer. Y cruzamos los dedos para que no fallen las PCR o el laboratorio, para que los asintomáticos que en su nueva variante sean detectados sin fallo, para que nuestras pruebas se alteren ante la novedad de este nuevo coronavirus. 

No queremos cerrar fronteras a nuestros amigos  ingleses. Seríamos muy desconsiderados. Podríamos ofenderlos justo antes del Brexit.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Nadie debe sentirse demasiado seguro en su puesto de trabajo. Así uno se sigue esforzando como al principio, continua intentando impresionar. Este consejo que demuestra una sapienza rara en mí no ha de ser un descubrimiento para quien ha conocido varios trabajos. Aunque hay una forma más fácil de alcanzar todo conocimiento, y se trata de algo sencillo, vivir observando. Yo, por ejemplo, paso muchos ratos, la juventud se esfuma, viendo lo que Pablo llama, en su afán de mejorar siempre la realidad, Buyin, aunque los productores lo llamaran, menos inspirados, Super Wings. La serie de dibujos en si misma es de pegarse un tiro sin detrimento de poderlo hacer un día a los propios productores, pero entre un millón de tonterías y sucesos que no debieran permanecer en el cerebro más de un segundo también deja enseñanzas que haría bien cualquiera en atender y atesorar por si acaso. La cosa ocurre así, Jimbo, hombrón pequeño y de prominente barriga, de los que no les llegan los pies al suelo desde sentado a su escritorio, decide un día coger vacaciones, capricho sin duda de los desdichados productores. En su lugar y a su lugar llega su propia sobrina, pizpireta y animosa, como ella dice, con un estilo propio. Le dice a Jett, el avión protagonista de la serie, que lo atenderá ella y le dirá los envíos entretanto su tío regresa de su viaje por el mundo. Pero lo que en ese momento no sabemos, sabremos después, es que Jimbo no va a regresar jamás. Volverá del viaje obviamente, no hay ahorros sin Euromillón de por medio que soporten viajar indefinidamente, pero volverá para hacer otro trabajo, nunca más a aquel despacho ni a dirigir el aeropuerto internacional.

Para eso se quedan a su propia sobrina, que trae aires renovados y mayor dinamismo. A Jimbo lo relegan, en lo que no se le puede escapar a nadie es una degradación en toda regla profesional a personal de tierra, de los que agitan las banderas en la propia pista para hacer señales a los aviones en su despegue. Adiós a pulsar botones sin ton ni son y al calorcito del despacho.

Que hizo mal Jimbo? Se la jugó su propia sobrina? Nadie debiera confiarse en su trabajo. Sin duda los productores merecen ese tiro que queda pendiente. La serie es un despropósito mayúsculo. Pero dejemos que se lo de Jimbo, le sobran razones.

sábado, 19 de diciembre de 2020

Por qué queremos tanto a los hijos? Evidentemente los encontramos tan desválidos y tan dependientes de nosotros que nuestro instinto de protección se desboca. Pero yo creo que hay algo más, ellos no pidieron venir a este mundo, que seguro es valle de lágrimas tantas veces, por lo que desde su nacimiento nos sentimos absolutamente responsables de lo que les ocurra. Invitados por nosotros a una larga vida, en la que no todo será de color de rosa, no nos queda más remedio que hacerles la vida lo mejor que podamos, lo mejor que sepamos mientras podamos.

Así, con suerte, en unos años, ya creciditos ellos y nosotros, quizá nos digan: 

- Gracias, macho. Gracias por traerme y eso.

A lo que nosotros habremos de contestar, muy aliviados.

- De nada, tío. No sabes cuánto me alegra oírte decir eso.
Alguien ha pensado alguna vez que quizá lo que necesitábamos para vivir 150 años era pasar la vida con una mascarilla en las vías respiratorias. Está preparado nuestra Estado del bienestar para viejos tan viejos? La próxima pandemia seguro que sí sale de un laboratorio.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Está noche el Euromillón tiene un miserable bote de 30 millones. No sé ni como hablo de ello. Por tan poco no salgo de la cama. Para mañana la Primitiva a cambio maneja uno de 22 millones, que parece mejor porque la apuesta cuesta menos de la mitad y no compites con los ciudadanos de toda Europa, muchos de los cuáles se han mostrado en los muchos sorteos a nuestras espaldas más afortunados que yo.

He decidido que si me toca me voy a comprar uno o dos coches eléctricos. Está decisión, creo, lo cambia todo. Hasta ahora jugaba sin un propósito claro, sí hacerme rico, pero sin otro horizonte ante los ojos. El hecho de que ahora quiera el dinero para algo concreto, más tangible por ejemplo que conseguir la paz mundial, debiera perfeccionar mi posición ante el sorteo y ponerme el foco de la suerte que sirve para algo. Le he encontrado por fin un propósito, un afán para que el propio sorteo cumpla su fin último, proporcionar cosas.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

A este consumado viejo verde el Supremo le reduce la pena. Se ve que de tan laureado había hecho amigos. Que no, que dice el sumario que el Tribunal de Murcia se había excedido, Que una pena subsumía otra, y esa otra otra más, como el tragabolas, como muñecas rusas, como el haba en el Roscón, que está subsumido por la nata, y así hay ejemplos hasta el infinito. A los vejetes del Supremo hay que enseñarles que a veces es más importante el fondo que la forma. Que a veces hay que dar ejemplo para predicar, que en ocasiones se ve pero no sé toca.  Se deja que el río corra solo.

Los Uni somos una larga estirpe de negociadores audaces. Entre nuestras cosas se cuenta un poco de todo. Lo que se te ocurra lo tenemos o lo hemos tenido. Inmuebles, un montón. Gasolineras, las más grandes y con pan recién hecho... Nuestra fortuna, y no hablo de suerte sino de dinero se remonta a los tiempos del abuelo de mi abuelo, desde él hacía acá el dinero por castigo.

Yo llevo una vida sencilla porque no quiero ser secuestrado ni extorsionado por infelices que no se contentan con lo que tienen, no tengo grandes coches por no desprestigiar a mis vecinos, y si hablo de tanto en tanto del Euromillón es porque la ambición que está en el ADN de los Uni me hace siempre desear todavía más. Que no cabe? Los ponemos más juntos.

Como no soy ajeno a los dimes y diretes, ni impermeable a las noticias del mundo, he leído que los Mazepin y los Stroll se las tienen tiesas en los tribunales por la compra de Force India. Ambos querían la escudería de F1 para sentar en un asiento a sus vástagos. Hacen bien en mirar por ellos.

Yo he estado pensando también en dar un futuro de gloria deportiva a Pablo. Me acordé primero de los equipos de fútbol, que es un clásico para comprar desde que repararon en ellos los jeques del petróleo, pero con dos años Pablo tiene todavía las piernitas muy cortas y no iba a ser lo suficientemente rápido corriendo como para que se fuera de sus rivales, a no ser que yo pagué expresamente por ello. Y de rematar de cabeza los córner hay muy pocas posibilidades fuera de un balón suelto que no despejara ninguna de las piernas de los rivales. Cierto que Messi no es mucho más alto, pero yo creo que al menos le lleva una cabeza... Pensé en ponerlo de portero, pero si se la tiran alta va a ser gol seguro... 

No voy a gastar, obviamente, un montón de millones en comprar algo que termine disgustando a mi niño, así que tengo que poner el foco en otra cosa.

En la Fórmula Uno, por ejemplo. A Pablo le encanta ir en su triciclo, aunque la mayor parte del tiempo soy yo quien le empuja, también si compro un equipo, de un modo figurado, le estaré empujando. No le tiene miedo a las cuestas, y cuando coge la moto roja de plástico es realmente rápido.

Habrá que subirle los pedales para que llegue, y tendrán que hacer más altos los tres escalones del podio en la entrega de trofeos. Pero solamente por escucharle hablar con los ingenieros por la radio habrá merecido la pena. 

A ver qué pide Ferrari, que está en horas bajas.

Qué bonito has sido siempre.
Hoy pasó el Euromillón sin que hubiera apostado. Esto pudo ser terrible.

lunes, 14 de diciembre de 2020

A los que llevamos gafas la gente sin gafas nos suele mirar con una pizca, casi imperceptible, de compasión. Fue así siempre. Pobrecillo que no ve bien. Aunque con ellas veamos de categoría.

En estos tiempos de Covid es aún peor, a la compasión, apenas perceptible, se una un asomo de burla, ésta sí más clara, cuando nos ven pasear con las gafas empañadas por efecto de respirar con la mascarilla, hace efecto chimenea nuestra respiración encaminada directamente sobre el cristal. Es tremendamente molesto y nos hace vivir detrás de una neblina visible desde fuera y que además nos distorsiona las luces de noche, como si fueran lámparas mágicas que pugnan por expandirse en una explosión.

Sin embargo los miopes y demás aquejados de problemas de visión hemos sabido adaptarnos, no se nos ha oído queja alguna pese a que estás medidas del gobierno nos hayan empeorado claramente la calidad de vida. Lo entendemos, y el tiempo que hubiéramos podido dedicar a aunar voluntades para que encuentren remedios que no sean tan molestos lo hemos dedicado a perfeccionar la posición de las gafas sobre la punta exacta de la mascarilla. Si lo haces bien te quitas el vaho y se acaban los problemas. Con una ventaja adicional, las gafas al quedar reposando con su peso consiguen perfeccionar la cualidad de protección de la mascarilla. La convierten en algo casi hermético, con lo que hemos terminado convirtiendo el problema  en un extra de protección. No hay estudios, pero si los hubiera no sería de extrañar que los gafotas enfermemos menos que el resto de conmiserados ciudadanos. Ellos tienen fisuras inevitables por donde habrán de colarse, sin duda, finísimas partículas de virus, de tan pequeñas que son. De forma que después de decirnos que las mascarillas no son necesarias, afean al portador y crean gran alarma, después de obligarnos a llevarlas, lavando manos en todo momento, probablemente la siguiente medida recomendada, encarecidamente por la OMS, sea que todos los ciudadanos porten gafas, aunque sean las de sol.

Mientras esa recomendación no suceda, mientras los que ven no lo quieran ver, nosotros seguiremos con nuestra vida diaria, con nuestra montura pisando la mascarilla, que es bueno para nuestra supervivencia, moriremos en menor número,  aunque condene a la humanidad a un futuro de nuevas generaciones contando dioptrías.
19.000 millones si no me matas. Pero el dinero no fue a ningún sitio.

Los ladrones se garantizaban no ser interrumpidos por el dueño de la casa. A esa hora ya había muerto.

Hay un alma en cada cuerpo? Queda acompañando a los vivos después, muerto el cuerpo? Sea como fuere, haya alma o no la haya, lo que es seguro es que el alma tampoco iba a hacer acto de presencia para desparramar el vaso de los lápices o para escribir BUHHH en el vaho del espejo del baño. El alma, de existir, estaría sin duda acompañando los oficios fúnebres, intentando sin lograrlo consolar a los vivos, haciéndose a la idea todavía de tener que vagar por el mundo como un mudo espectador nada más. Ignorando que mientras decide si le gusta el nicho o si el ataúd podría ser más confortable, o acaso cerciorándose de que el fuego no era para tanto, tras pasar la vida teniéndole miedo, en su casa alguien revolvía sus cosas, abría y cerraba cajones, respetando eso sí las cosas que tienen memoria, las que podrían contar del muerto y su vida, y total para robar un centenar de euros. En las películas recibirían el tormento de las visitas a deshora de este muerto, de esta alma que está tan viva, pero en verdad es más probable que cuando en la noche suenen nudillos en la puerta sea la policía, que siguieron el rastro de los vivos con su ciencia de luces ultra violeta y con una partida de huellas encontradas, pelos despistados y fortuna que siempre ha de sonreír, por justicia, a los que son los buenos.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Peor sería que con 50 juegue con los muñecos dejando regado el salón. Que todavía quisiera usar su diminuta bañera. Pero sí, me ha dado pena. No tengo el corazón de hojalata. La felicidad que da los juegos del hijo, sus primeros pasos, cada uno de sus papás para cualquier cosa, no tiene igual en la vida. Lo terrible de la vida, segundo a segundo, es que no se detiene ni para ellos ni para nosotros. Como bien dice mi querido amigo Germán Alberto Aburto  estos primeros15 años pasarán volando, y los siguientes 15 lo harán quizá a mayor velocidad todavía. Es seguro que éstos,  los que ya hemos empezado a recorrer, habrán de ser más felices que aquellos posteriores, yo soy más joven y Pablo es, sencillamente, un dulce para comer.

Todos en la vida deseamos poder parar el tiempo, por unas vacaciones, un viaje o por tener la compañía que tanto ansiamos. Pero con un hijo el asunto deviene urgente. Decía Umbral que un niño son muchos niños. Pero yo no quiero muchos niños, quiero a este. Tal como es ahora. El que se despertará está mañana y si está de buenas me dará un abrazo. Es oro cada día de su infancia. Precisamente porque va camino de acabarse. Para nosotros la vida es como un grifo que pierde agua poco a poco, no hay todavía demasiada diferencia entre el hoy y el ayer. Para él tampoco las hay, pero la vida se construye de etapas y unas se queman más rápido que otras. Se podría decir de la infancia que es una vida dentro de la vida. La suma de sus mañanas lo harán persona y a mí nada más que más viejo. Él dejará de ser el niño y yo seguiré siendo más o menos igual, la persona se definió hace años. Si miro atrás me dará una pena terrible perder al niño que juega y abraza, tendré el recuerdo, las fotos, vídeos y espero, su amor intacto.

Facebook Emilio Leiva - Profesor

sábado, 12 de diciembre de 2020

He conducido por dos días un coche eléctrico (y automático, aunque eso es otra historia). Las razones no vienen al caso, pero la experiencia ha sido del todo satisfactoria. Que silencioso es, que limpio todo. Y parece un milagro que vaya con la energía de las bombillas. Regreso pensando que todos los que tenéis un vehículo de cochino carburante, me da igual del tipo que sea, sois unos cochinos. Cambiad esas sucias tartanas! Preocupaos de algo más que vuestro pellejo!Yo cuido el planeta. Si tuviera los bemoles que tenía que tener yo mismo le prendía fuego a mi propio coche a gasolina. Que decepción tan grande, tú que podías ser otra cosa! De otra manera. Con lo enamorado que estaba yo de mi Corsa y ahora me parece del todo vulgar.
Cuándo Pablo juega con motos una le pregunta a la otra - Tú estás bien? Cuando juega con cochecitos uno le pregunta al otro la misma cosa. Ocurre siempre con una sonrisa. De cuando en cuando, paseando con él me lo pregunta a mí de repente, y yo le digo que sí, que estoy bien porque le quiero. Pero agradezco en el fondo su preocupación, me sirve además también para darme cuenta que no es tan común que la gente te pregunte cómo estás. Estás bien?, dice. Es probablemente lo mejor que nadie pueda preguntar. La cuestión que demuestra más empatía y que acerca al tiempo a dos seres inevitablemente aislados. Si tienes en tu vida a alguien que te lo pregunta, siéntete afortunado porque lo eres.

viernes, 11 de diciembre de 2020

Algo debo estar haciendo mal, pero no me explico qué. Los números aparecen con toda lógica. Parecen claro. Dicen los expertos, los que de verdad saben, que el mundo está gobernado por las matemáticas, que todo lo resumen y a todo alcanzan. Mis números del Euromillón aparecen como por ensalmo según veo el formulario para enviar. Unas veces dibujan graciosamente una figura, otras saltan casillas con precisión matemática, como en aquel juego de niños en que avanzaban casillas pintarrajeadas en el suelo a la pata coja.

Este fracaso tan inesperado y desconcertante me ha llevado a pensar que probablemente también se juega a la lotería en un mundo paralelo al nuestro, en otro planeta quizá, y allí mis premios se amontonan y se pierden después sin que nadie los reclame.
Pues yo creo que decir el negro para referirse a uno entre un grupo de jugadores blancos no es racista. Como no es racista decir el blanco para referirse a uno entre un grupo de jugadores NBA, por ejemplo (que son en su mayoría negros). Se cita el color para distinguir, como un rasgo distintivo no con un sentido peyorativo. El rasgo peyorativo lo pone el que cree que referirse así es racista, no el que habla de ese modo sin afán de discriminar a nadie.  Aunque ahora en tiempos de #metoo y de corrección social sería mejor decir el chico de color (de color negro, pero no sé dice), o mejor aún por su nombre y apellidos, porque su color de piel es tabú, como decirle pelirrojo a alguien con el pelo de ese color. Ni los rubios ya son rubios. No se te ocurra llamarlos así. Cosificando por algo tan insustancial como su color de pelo. Ya no se puede, ya no se debe, no se vaya a ofender alguien, o como en este caso todos. El chico negro ya no es el chico negro, es el chico nada más. Vivimos tiempos de controversia, de igualdad, de reivindicar un cambio de reglas. Lo de antes ya no vale, tampoco se puede hablar sin pensar, ahora hay que ir con sumo cuidado, en menos de nada te buscan las vueltas y te arruinan la vida.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Pablo tiene dos primos pequeños. Juntos son Jogge, Dutas y Palo, que es como el mío dice los tres nombres. 4, 3 y dos años.

A Jorge, que en realidad se llama así, yo le digo que tiene que cuidar de su hermano y de su primo, porque es el mayor. Y en verdad se tienen ahora y se van a acompañar toda la vida. Todo lo demás cambiará, pero ellos seguirán juntos. Sus papás, nosotros, cuánto podremos estar con ellos? La mitad de sus vidas, siendo optimistas. Sin embargo ellos pueden hacer la vida juntos, cuidarse unos a otros, acompañarse de principio a fin.
Así como están las cosas cabe preguntarse en qué es, ha sido ejemplar Juan Carlos I, rey de España. No es difícil imaginar, a la luz de cómo son las cosas, que una cena de Nochebuena de hace unos años por ejemplo su majestad le dijera con un jijiji al yerno ideal Urdangarin, Qué tonto que te han pillado!

Y al otro le habrá costado no tirar de la manta, cuando era vilipendiado por la sociedad española, si como dicen en las películas él podía decir: Yo solo hice lo que me dijeron, lo que vi que se hacía. Pero es lógico que no dijera ni pío, siempre es mejor tener un amarre poderoso donde agarrarse, como se está viendo con sus permisos y tercer grado. Ahora pensará, yo ya pasé el trago, ahora te toca a ti.

Pues en verdad en esta familia no se trataba de ser ejemplar sino solamente parecerlo, y los esfuerzos no van por serlo sino porque no te pillen. Había una montaña de mierda bajo la alfombra, pero no vimos más que lo que asomaba desparramado, un elefante caído en medio de una crisis, un destello en nuestros ojos ciegos.

Urdangarin y Juan Carlos han ido exactamente de la misma cosa. De no conformarse con una vida contemplativa de ensueño. De siempre querer más. De tener más.

En qué ha sido ejemplar Juan Carlos de Borbón? Fue un buen marido? Fue un buen padre? Desde luego no parece que sus muchas cuentas millonarias en el extranjero, a salvo de pagar los impuestos que pagamos los ciudadanos de a pie nos hablen de alguien comprometido con el mantenimiento de su país. Por otro lado me asombra y no le encuentro explicación a que todos estos jeques y magnates consientan pagarle todos esos caprichos, y no encuentro razón aparte a que sea un cachondo con un whisky en las manos, y se partan de risa con él. Si hay algo más que esto quizá nunca lo sepamos. Como dicen en las películas ya sabemos demasiado y si no fueramos tantos habrían de matarnos.

Y como fue como jefe del Estado? Fue sobresaliente? Conociendo un poco por encima, como conozco yo de todo, no es difícil imaginarlo veleta en la transición, moneda al aire que sale cara. La suya por encima de todas las demás. Para lo sucesivo dejó su bochornosa Por qué no te callas? Que aquí se aplaudió porque por aquel entonces le habrían aplaudido hasta que se tire un pedo rodeado de el resto de jefes de Estado y presidentes de gobierno. Habría sido un gesto campechano para rebajar la tensión, la suya sobretodo.

Imagino que Zapatero que le hizo así con la mano como para contenerlo debió pensar para si, Por qué no te callas? Pero se cuidó mucho de decirlo. El rey era inviolable y ejemplar.

martes, 8 de diciembre de 2020

"De vez en cuando, el padre despertaba y, como si no se diese cuenta de que se había dormido, la decía a la madre: «¡No haces más que coser!» Y volvía a dormirse en seguida, mientras la madre y la hermana, rendidas de cansancio, intercambiaban una sonrisa."

La metamorfosis - Franz Kafka
Cómo nos engañan! No me refiero a que nos dijeran que el rey Juan Carlos era campechano, de gustos sencillos, amantísimo marido y de cuentas ordenadas, con la única rareza de salir en moto a sentir que era uno de tantos. Me refiero a estos precios que nos ponen para que paguemos y que nada tienen que ver con el que podrían tener si nos quisieran sangrar menos. Pongo un ejemplo donde se verá mejor. Hartos de que la casa tiemble con una lavadora de medio pelo de marca Zanussi para el apartamento nos hemos provisto de lo bueno lo mejor. Hemos tirado la casa por la ventana y hemos comprado una Samsung en la confianza de que yendo mal nos podría servir al menos como televisor. 529 contantes y sonantes según la etiqueta, pero como nos preciamos de ser listos, de lo bueno lo mejor hemos aprovechado estos días que copiamos a los americanos, porque todo lo de allí es digno de ser visto, traído y reproducido, los Black Fridays y hemos encontrado este prodigioso aparato por tan solo 328€, que yo no soy tonto y Sestea menos todavía. Ayer la probamos y lava que es un primor, con un murmullo que es agradable al oído, y al acabar pone un himno para mayor solemnidad, que yo creo que es el de Corea. Dan ganas de alzarse del sillón y saludar la bandera.

A dónde quiero llegar a parar con todo esto? Está Media Markt perdiendo dinero con estas ventas? Está quebrando Samsung en su empeño de vender aún más barato al mayorista? Hemos comprado más bajo que el precio de coste?

No, no y no. Simplemente en resto del año nos toman el pelo.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Yo siempre he pensado que para escribir no hacía falta leer. Para qué si puedes escribir. Así que yo escribía sin haber leído apenas. Luego dejé de escribir, para qué si puedo hacer en su lugar muchas otras cosas. Además siempre supe, desde bien temprano que era evidente que no iba a convertirse en algo que me fuera a dar de comer. Aunque es cierto que de joven, para algún relato tuve que saltar de la cama porque la cabeza bullía, puede que simplemente con lo que era un comienzo que yo juzgaba tan bueno como estaba seguro de olvidarlo si no lo plasmaba inmediatamente en papel. 

Me vino a mí esta gana de escribir cuando cursando el bachillerato escribí un relato, de trama bastante tenebrosa y desesperada, que acababa en muerte, como había de acabar por fuerza y dándolo a leer a la chica que me tenía loco por aquel entonces me lo devolvió escribiendo a lápiz justo al final del texto que aquello era simplemente sublime. Y ella cambió a otra cosa mientras yo quedé pensando si había algo más. Que no lo hubo, pero consiguió que aquel momento me hiciera el hombre más feliz del mundo, así y todo no fuera a tratar con ella casi para nada más. 

Nunca dejé de escribir, no al menos por largas temporadas. O quizá sí, pasaron largas temporadas sin escribir una línea siquiera, son muchos años ya y estoy confuso. Probablemente lo dejé aunque no definitivamente, como demuestran éstos y los textos precedentes . Es algo que siempre me gustó hacer y que no me costó gran esfuerzo. De hecho yo siempre he escrito improvisadamente, revisando lo escrito los primeros cinco minutos tras haber acabado. Pero tan solo esos primeros cinco minutos de re-lectura para no volver más. Después con el mensaje terminado el párrafo ha muerto y es hora de dedicarse a otra  cosa. Encontré siempre un valor a lo que surge así espontáneamente, aunque quizá fuera pretexto de un fondo de pereza en esforzarme más. En dedicarle tiempo a perfeccionar, dentro de mis capacidades, lo ya escrito. Tal como estaba era lo mejor que iba a estar. Lo mejor que yo mismo podría hacer ya estaba hecho. Y desde luego nunca me plantee una planificación ni nada más elaborado, algo necesario si quieres escribir algo más que dos cuartillas.

Yo siempre he sido de una sola idea y partir desde ahí, a ver qué pasa. Y raramente el discurrir natural de mi pensamiento ha añadido alguna idea más. Más bien he estirado lo que tuviera en mente hasta dónde pudiera y, dándolo por bueno, me he cruzado de brazos.

Ahora sin embargo tiene un propósito y una razón. He tenido un hijo y aunque nada de lo escrito tenga un gran valor, si pudiera servirle para conocerme si algo me ocurriera. Internet es un gran archivo dónde cada cosa que hacemos deja un rastro. Así que lo escrito tiene vocación de inmortalidad, y las palabras en la Red son para siempre.

Por lo que continuaré escribiendo. Dejando un humilde legado de palabras. Pues si se puede considerar escribir a esto que hago, que lo es propiamente, aunque contenido y formas no tengan gran importancia, sí la tiene por cuánto despeja la incógnita de quién soy, de quién fui si algo me ha de ocurrir. No encuentro en el Facebook de mis amigos casi nada de interés, tal vez porque ellos no son tan conscientes de nuestra temporalidad, o ellos se vayan a dar a conocer de otro modo, a través de las palabras de otros. Pero yo prefiero mis propias palabras. Ya dejé dicho cuánto quiero a Pablo, como también que todavía quiero a Sestea tras tantos años juntos. Hemos hecho un gran camino, siempre de la mano.

Además, por si fuera poco escribir me entretiene, eso sí que lo obtengo.

Para la tarea Pablo me ha regalado algo que no esperaba, con lo que sin saberlo y siendo tan pequeño me hace un gran favor. Cuántas cosas consigues Pablo sin darte cuenta! Desde hace tiempo la televisión es cosa suya. Así que a mí me queda nada más acompañarlo, hacer oídos sordos y leer. Cuánto tiempo libre sin televisión! Gracias que los libros supieron esperar.

domingo, 6 de diciembre de 2020

He puesto la leche a calentar en el microondas por un minuto y cuarenta segundos. Con ello en marcha he puesto agua al depósito de la Nespresso y he introducido la cápsula en el orificio a tal efecto. La he encendido y he dejado ya pulsado parpadeando el botón del café largo.

Pues bien, leche y café han acabado al tiempo. Han  coincidido el último pitido del microondas y la última gota de café sobre el vaso. Qué posibilidades había de que esto ocurriera? Si lo intento aposta no lo consigo.

Sin embargo la lotería sigue sin tocarme. A este paso para que me toque voy a tener que dejar de jugar.
"Ocurre a veces, Davicito, que impresiones y escenas enterradas dentro de ti durante un determinado tiempo afloran en virtud de un desconchón de la pared, un olor, o una palabra, o una mirada, o una canción. Entonces, a su conjuro, evocas todo un episodio de tu pasado, sepultado bajo un alud de acontecimientos posteriores. De fijo, Davicito, que un importante caudal de esos recuerdos se irán con nosotros a la tumba, porque ha faltado en el transcurso de la vida esa canción, esa mirada, esa palabra, ese olor que los estimule y despierte; faltó el resorte que los avive en el momento propicio. Son recuerdos que dejaron de ser recuerdos, pero que merced a un estímulo oculto podrían, en su momento, volver a ser recuerdos."

El loco - Miguel Delibes

sábado, 5 de diciembre de 2020

Parece que debí comprar los cochecillos para Pablo. La otra cosa llenó de emoción el previo pero quedó en nada (como todas las otras veces). Pablo siempre camina con un cochecillo en la mano. Desde que se levanta. Si no lo lleva protesta, como que le falta algo.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Que no es que esté mal, que no lo está. Es prematuro. Todavía canta y luego vamos por la vida pareciendo que tenemos una justicia que es un cachondeo. Si va a ser, seguro que sí, pero deja correr el grifo un poco más. Que no sea un entrar y salir, a lo Urdangarin. Que no parezca que no fue nada, nada fue, y se animen vuestros primos, los de los 8 apellidos catalanes.

Hoy le he comprado a Pablo un cochecito de metal Hot Wheels. Ha costado 2€ con 75. Por otro lado siguiendo con mi empeño en ser millonario si y sólo si me toca la lotería he comprado tres apuestas de 2€ con 50 para el Euromillón de está noche. La cuestión es que ahora pienso que si ese dinero de la lotería lo hubiera dedicado a comprar coches para Pablo el nene tendría ahora todo un concesionario. Y no sé si he hecho bien. Tampoco estoy seguro de que tres coches más lo hubieran hecho el triple de feliz que uno solo. Pero seguro que más feliz sí.

Es una duda sin solución al menos hasta mañana.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Hoy es el día de mi santo. Mi padre siempre se acuerda. 

- Es San Anado? No, no. Es San Javier que es el nombre que pone en el DNI y el que decidieron antes mis padres para mí.

Yo hubiera podido proponer Javier como nombre que ponerle a Pablo. Pero no me gustaba pasar la vida volteando la cabeza y que no fuera para mí. Tampoco confundir las cartas si en el futuro alguien nos escribe. Además no soy el primer Javier de la familia, que el hermano de mi padre lo gasta desde mucho antes que yo. Para Pablo yo quería estrenar un nombre. Que fuera único en la gran familia o por lo menos el primero de los q hayan de venir. Y de segundo, para diferenciarlo ya del todo, decidimos ponerle Román, por si un día sopesa que éste le gusta más, o piensa que el día en que escogimos su nombre no tuvimos nuestro mejor día. Al menos tendrá otro de recambio. Aunque la verdad buena no es nada de esto que cuento, Román le viene, te viene hijo mío, de un buen amigo que tuvo tu padre en esta vida, compañero de cordada, sabio y excelente escritor, que era Román, como tú, y también Bosco en sus letras, nombre que también guardo con cariño por si acaso tú lo quisieras emplear con tus hijos más adelante.

De ahí viene tu nombre, Pablo Román. Inédito y nuevo, nunca antes repetido junto a nuestro apellido y también homenaje al amigo que se fue, aunque no vayamos a olvidarlo. Él no lo pudo saber nunca, no coincidisteis en el mundo, fue más bien como un darse el testigo, en sentido figurado. En mi esperanza de que a un gran hombre le siguiera otro. Que tu nombre por provenir de la persona que nos inspiró te obligue, de algún modo, a ser como aquel fue, que tengas talento, ojalá, o por lo menos seas tan bueno como él.

Maradona tuvo la  suerte o la mala suerte, que depende de por dónde se mire, de nacer en Argentina. Seguramente si hubiera nacido y vivido como vivió en un país nórdico, en Noruega por decir uno, hace años que le habrían quitado foco y sería simplemente un pobre yonki que vivió tiempos mejores. Un maltratador con sentencia en firme.

Hay en el éxito de Maradona mucho de las ansias de quitarse el complejo que arrastraba Argentina por la guerra de las Malvinas, mucho del ansia de Nápoles por brillar frente a las ricas ciudades del norte de Italia. Se podría decir que Maradona fue en caballero andante que ambos entornos demandaban, justo aquello que les era más necesario cuando lo necesitaban más. 

Futbolísticamente y sin pretender ser ningún experto creo que Messi está a años luz como futbolista de lo que fue Maradona, y asiento está manifestación no en que no pudiera ser el mejor de su tiempo, sino en que los futbolistas de hoy, todos, son mejores que los de hace 30 años, como aquellos eran sin duda mejores que los de los años 60. El fútbol es un deporte que se juega cada vez mejor, con mejores medios. Destacar hoy es más difícil porque el nivel de todos es mayor.

Maradona consiguió el éxito que se le niega a Messi simplemente porque ganó un Mundial y eso es mucho. Respecto a todo lo demás ambas carreras no admiten comparación.

Pero sobretodo sacudió a un país, a una ciudad, para sentirse importante, los hizo vivir un sueño inesperado, aunque visto en la distancia no fuera para tanto. Argentina ganó el Mundial a Inglaterra haciendo trampas. Retrato de este mundo que aplaude la trampa si cuela, si no es detectada, como signo de genialidad. Decía Shilton, guardameta en aquel partido que Maradona nunca le pidió perdón, por qué iba a hacerlo. No le hizo falta entre tanta euforia y tanto aplauso. Ser la mano de Dios es justo lo que le faltaba, la demostración palpable de que haga lo que haga estará bien. Caer en esa Argentina dispuesta a aplaudirlo todo, a venerarlo por cualquier causa, aunque ese palmeo constante confunda al hombre y lo extravíe, aunque lo acabe destruyendo como así ha sido, en volandas por la vida como una imagen religiosa de procesión, tropezando su cabeza contra todos los techos. No importa si todo se disculpa, si puede hacerlo todo, bueno o malo, por haber dado alegría un puñado de tardes.

En otro país, uno menos abonado a los excesos, Maradona se habría salvado. No habría sido el hombre lamentable que lamentablemente fue. Habría sido más feliz también probablemente. Con su verbo atinado, cualidad que es común en todos los argentinos, habría hecho carrera como comentarista, como entrenador de veras si hubiera podido escapar a la larga sombra que inventaron para él. Sombra que le ha perseguido incansable, para perdonarle todo, para señalarlo único en el mundo entero. Le habría ido bien si después de Maradona lo hubiera dejado de ser. Que hubiera sido Diego simple y llanamente. Que hubieran enterrado al personaje a la vez que al futbolista, que ambos hubieran muerto antes que el hombre. Aunque lo más curioso es que en estos casos muerto el hombre el personaje se mitifica aún más, y esa imagen idealizada ya no se altera por nada. Ya no hay borracheras ni tropiezos que empañen el sentir popular. Ya tienen el retrato para poner en la pechera, que lo malo que hubiere se irá olvidando. Pasados los años sólo quedará la santidad y las cintas VHS retocadas a alta definición.

Con enviarlos a Afganistán a que se ganen el sueldo (o pensión) bastaría.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Pues pocas la verdad. Se le ve bastante frágil. Si hubiera sido él quien cogió el coronavirus durante la campaña seguro que ya lo habíamos enterrado. Menos mal que fue Trump quien enfermó, aunque el virus fue nada en comparación con tanta tontería como tiene este y no teniendo nada que ganar prefirió dejarlo en paz y expandirse hacia otras personas y lugares.

Yo mismo he pasado recientemente una revisión médica que nada tiene que ver con el coronavirus. Arrojó un resultado sorprendente, tengo un 8% de posibilidades de sufrir un accidente cerebro vascular durante los próximos 10 años. Que suena bastante aterrador y bastante fuera de lugar si tenemos en cuenta que todo lo que hay es un colesterol algo disparado, que es por otro lado marca de la casa. Hace años estuve tomando Danacol pero me rebelé a que fuera a acompañarme como costumbre y gasto por lo que me quedé de vida, sea mucho o poco. Si por lo demás estoy como un roble y se me presenta un futuro tan poco halagüeño imagina este fulano, que parece que va a desmontarse si abrimos la ventana.

Yo por mi parte voy cumpliendo los propósitos naturales de la vida. Uno era vivir más que Antonio Vega y otro más que Maradona. Me habría dado mucha rabia caer antes con la vida tan formal que he llevado.

Si es por mis excesos viviré 100 años.

Pablo se ha aficionado a Súper Wings, que él llama Buyin. Es una serie tan mala que hace parecer a La patrulla canina digna del Emmy al mejor guión. Solo espero que no sea perjudicial para el desarrollo cerebral. Desde luego las tramas parecen pensadas por gente en coma. No hay por donde cogerlo. Yo le intento imponer Bob Esponja, pero todo lo que he logrado es poner dos capítulos para tener que volver a Buyin ante sus quejas (aunque espera a que acabe el capítulo para quejarse, es muy considerado). Y mira que Bob Esponja es original. Yo me río un montón. Ojalá un día le guste.

martes, 1 de diciembre de 2020

Conmigo vive una perrita que se llama Ona. Mi familia era una familia de no tener perro y ahora tenemos tres. Ona, Duna y Oli. 

Una vez me detuve a pensar en por qué queremos tanto a los perros. En por qué quiero tanto a Ona, y concluí que por una parte mi sentimiento venía por lo mucho que me acompaña. Tiene 5 años ya y llegó a nuestras vidas con 7 meses, la paseaba por la playa de aquel invierno temiendo que decidiera marcharse con cualquiera que nos encontráramos de cara. Por qué me sigue si nos acabamos de conocer? Podría dar la vuelta y seguir a ese otro simplemente por el recuerdo de un olor. Vino conmigo todavía cuando no había vínculo aún. Cuando apenas sabía cómo soy.

 Pero también me di cuenta de que esa no es la razón principal, es cierto que me acompaña a todas partes, que si pudiera hablar me diría lo de aquel anuncio, "contigo al fin del mundo", y de verdad lo hace, no sabe a dónde vamos pero ella viene andando a mi lado. No pregunta, simplemente me sigue a donde vaya.

 Pero verdad para quererla tanto nace de otra razón tiene que ver con lo buena que es, nunca en todo el tiempo de conocernos tuvo un mal día, nunca la vi enfadada. Al contrario que las personas es un ser bondadoso las 24 horas del día. Y es un ejemplo de constancia y afán. Yo siento una gran admiración.

 Cuánto mejor me hubiera ido en la vida si yo hubiera tenido una fracción de la pasión de Ona para recuperar la pelota o una piña. Es una atleta de élite con una vida sencilla. Que sonríe, corre y descansa.