sábado, 30 de octubre de 2021

Lo sacaron tres años antes de cumplir la condena. Quién es el responsable? Va a pagar por ello? O ya lo hizo por él el pobre niño de 9 años.

A esta clase de chusma le ponen en Estados Unidos la inyección letal y nadie se acuerda más de ellos. No sé que parte de el que la hace la paga no entendemos. Y pagar es pagar, en justa proporción.

viernes, 29 de octubre de 2021

"El caso es que durante años abrigué el convencimiento de que a papá le había sucedido una desgracia brutal al morir tan pronto, a una edad, cincuenta años, en que a mucha gente aún le queda una considerable provisión de futuro. Ahora que por decisión propia tengo los días contados, he cambiado de parecer. Para la clase de vida que hemos llevado las personas como papá o como yo, cincuenta años me parecen suficientes. Lo que la vida no le haya dado a uno para entonces es muy improbable que se lo dé de los cincuenta en adelante."

Los vencejos - Fernando Aramburu
Hace tiempo que no tengo la suscripción de PlayStation Plus. La dejé caducar y no renové. Pero antes la había mantenido por años, un poco por jugar, cosa que hacía a ratos muy esporádicos, y otro poco, aunque fundamentalmente, por acumular en la biblioteca los juegos que concedían gratuitamente cada mes. No significaba guardar nada, no había un disco duro de esa capacidad, sino simplemente un derecho de descarga en el futuro, por si llegaba el día para querer jugarlos.

Ahora, como digo ya no pago suscripción y por tanto ya no añado ninguno más a la colección de los que tengo. Mi PlayStation Plus es historia y los juegos que conseguí de este modo están congelados a la espera de pagar de nuevo la cuota. Si la pago se harán accesibles.

Sigo haciendo algo similar en este otro sitio Epic Games porque no hay suscripción que pagar, solamente hay que acordarse y meter el juego de turno en la cesta. Son gratis, gratis, gratis. Y lo sigo haciendo cada jueves o viernes. Como me ocurría también en la Play con la absoluta seguridad de estar guardando (el derecho de descargarlo y jugarlo) aunque sepa, sin asomo de duda, que nunca los jugaré.

Es una especie de síndrome de Diógenes, solo que yo, al contrario que algunos viejos, de cabeza perdida, no acumulo bolsas de basura sino juegos para no usar nunca. Están a un click de distancia para descargar.

Tendré cientos a los que no voy a prestar atención. Los consigo sin saber muy bien para qué.

jueves, 28 de octubre de 2021

No me hicieron el acuse de recibo.

"La voz de Linda murió súbitamente, convirtiéndose en un ronquido casi inaudible; la boca se le abrió, y Linda hizo un esfuerzo desesperado para llenar de aire sus pulmones. Pero era como si hubiese olvidado la técnica de la respiración. Intentó gritar y no brotó sonido alguno de sus labios; solo el terror impreso en sus ojos abiertos revelaba el grado de su sufrimiento. Se llevó las manos a la garganta, y después clavó las uñas en el aire, aquel aire que ya no podía respirar, aquel aire que, para ella, había cesado de existir."

Un mundo feliz - Aldous Huxley

miércoles, 27 de octubre de 2021

Hablando de guapos pocos lo han sido más que Miguel Bosé, y su sobrina Bimba es un monumento en este vídeo. El gen Bosé.

Luego Bimba peleó contra el cáncer con todo, con la mejor actitud del mundo, para terminar rindiéndose a la evidencia de que a unos y a otros nos llega la hora, a unos antes y a otros después. Fue a marcarle el camino a su gran amigo David Delfín, trazando la ruta. Para poner las miguitas que los reunan.

Miguel se quedó aquí aunque es como si se hubiera ido. Quedó de cuerpo presente pero rompiendo con todo. Con su pareja de toda la vida, con la que está de tribunales por demostrar que los que se decían hermanos no lo son en realidad. Rompiendo hasta con la cordura que lo había acompañado toda la vida, pues Miguel era guapo, pero un guapo cabal, con cosas para decir. Cómo entender que se haga negacionista de lo evidente a su edad, si la evidencia no escapa salvo a los más tontos y él no lo es. Cómo entenderlo si su propia madre se muere del Covid que él mantiene que no existe. Cómo, si de tonto no tiene un pelo.

Salvo claro que ya no le tenga apego a la vida, al amor de la mitad que importa de los que llama sus hijos, que haya decidido una suerte de suicidio asistido por no tomar precaución alguna, un dejar hacer a la pandemia, que lo mate si es que existe. Que se vaya él también como se le marchó antes la voz.

Un morir quizá, sin nada que perder.

Como un lobo - Miguel y Bimba Bosé

martes, 26 de octubre de 2021

Cuando éramos jóvenes Marcos y yo teníamos la disparatada teoría, todo en nosotros era disparatado por aquel entonces, nos disparatábamos solamente por mezclarnos, digo, teníamos la disparatada teoría de que la belleza era como una rueca, de manera que imperceptiblemente uno se iba volviendo más feo, que decíamos truño, o más bello según avanzaba la vida. Nosotros, estaba claro, estábamos en fase truña, navegando apaciblemente hacia la belleza que tenía que aparecer en nosotros en algún momento del futuro. Sabíamos, por otro lado, que siendo nosotros la belleza sin par, inconmensurable, nos tocaría justo al momento de la muerte. Es decir pasando la vida de feo a cada vez más feo para en el mismo momento del último suspiro, la rueca gira y nos convierte en un cadáver de un guapo arrebatador.

Con todas las chicas que no nos hacían caso de repente enamoradas, asombradas de nuestra belleza dentro de la caja las menos informadas, padeciendo nuestra suerte las que se decían que mala cosa es volverse guapo justo al momento de la muerte.

Ese era nuestro sino y nuestras risas de estudiante invisible en la universidad. Yo ahora sé que guapo guapo no voy a ser. Ni más tarde, de muerto. Mas no me importa, lo es Pablo.

lunes, 25 de octubre de 2021

Está mañana he jugado a la primitiva como sin quererlo, como si no fuera conmigo, hasta contarlo me da un poco de apuro. Que igual tengo que callarme para que me toque. He jugado los números de siempre, lógicamente si uno quiere jugar como si no jugara, sin molestar a nadie, hacerlo rápido como si no hicieras nada no puedes andar improvisando nuevos números, eso le da a todo una aureola de novedad que es imposible que pase inadvertida. De hecho creo que sí lo quiero hacer bien tengo que programar la jugada para cada semana y que la propia aplicación se encargue de todo, comprar los números y avisar del premio, a ver si así es todo uno. Además si yo no estoy detrás del movimiento la sorpresa ha de ser por fuerza mayor, y mi gratitud mayor también al móvil por acordarse.

He empezado Un mundo feliz de un tal Huxley, otra obra maestra según los críticos. Aunque en mi opinión para eso mucho tendrá que mejorar. De nuevo encuentro párrafos que no significan nada, que no me significan nada, por mejor decir. Vuelvo a poner la mirada en blanco y paso por ellos sin enterarme, justo como debiera hacer respecto a las loterías.

viernes, 22 de octubre de 2021

Entre las empresas que anexionado a mi matriz, que raro ha sonado eso, no está Afflelou, el de las gafas chin chin, ni siquiera este local tan solo. Sin embargo Google cree que sí, y no suele equivocarse, así que igual, sin que yo lo sepa tengo algún derecho y lo puedo hacer valer.

Todo viene creo de que me voy a probar unas lentillas allí y se han creído que me voy a quedar la empresa entera, que podría llamarse Anado Aflelu por continuar y aprovechar la fama conseguida, eso sí simplificando el nombre, prescindiendo de tantas EFES seguidas. Cómo hizo en su día Carrefour, para sonar al oído español casi castizo.

O quieren tan solo que les gestione todo el asunto web, el marketing y no tienen mejor modo de presentarme la oferta que ponerme ya a los mandos.

Yo no tengo en verdad pega alguna. Sólo una duda, a cuánto lo pagan.

«¿Suponer lo peor? —me dije—. ¿Suponer que la máquina está enteramente perdida, destruida, quizá? Me importa estar tranquilo, ser paciente, aprender el modo de ser de esta gente, adquirir una idea clara de cómo se ha perdido mi aparato, y los medios de conseguir materiales y herramientas; a fin de poder, al final, construir tal vez otro».

La máquina del tiempo - H.G. Wells

jueves, 21 de octubre de 2021

Un poquito de buen castellano.

La creencia en dios es libre. Yo que soy ceñudo en lo irresoluble le he dedicado tiempo, ahora por ejemplo, y que he sentido mi vida muchas veces, en todo momento en realidad, bajo la sombra de un principio indiscutible, que cantaba nuestro ínclito Joaquín Sabina: CASI TODO ES CASI NADA. Claro que a Sabina, así desde lejos, el dinero le parece algo, y de importancia.

Yo, como no tengo dinero, si no viene la del confeti a remediarlo, he pensado muchas veces en el tema dios, que desde luego no tiene nada que ver con el tema Iglesia. Y me ha gustado pensar, como a todo perro pichichi que nos esté observando y de algún modo velando por nosotros, como un padre, que precisamente por nuestra fe inquebrantable no puede faltar, que sirva de consuelo, como algo que estará siempre con nosotros. Luego ya, vista la vida más de cerca, entre tanta putada y tanto dolor el castillo de naipes tambalea. Para mí hay algo incontestable, si hay dios nadie debiera faltar teniendo una pizca de amor dentro. Que se fueran solo aquellos incapaces de amar. Si hay dios este planteamiento no debiera parecerle mal.

Es tan extraordinariamente injusto morir amando como para plantearse en serio que estamos absolutamente solos. Ona me mirará cada día, me busca con sus pequeños ojillos atentos y yo no sabré a dónde mirar.
Mi ambición sigue intacta pero hay algo de morder el polvo y tragar orgullo en acudir, con las manos vacías, al sorteo de La Primitiva. Acudir por si sale la pedrea de 9 milloncejos cuando la semana pasada entraba en la convocatoria para 220. Aquí si podría asomarme a la ventana y gritar - Este sí, No? A ese ingrato destino, caprichoso que me quiere de pobre no sé cuánto tiempo más.

Que es verdad que no me privo de nada, que me permito incluso ser estafado por AliExpress como si serlo fuera lo más natural del mundo. Mis cuentas dicen que mañana podré abrir con el vendedor una disputa, que quizá traiga de vuelta un dinero para gastar en las loterías, en el amor no correspondido de la mocita del confeti, dándole el pretexto perfecto para que me visite una vez más.

No sé cómo hago, pero siempre ando en guerra. Y con el Corsa dando por culo, con perdón. Ayer encontré que una de las luces de cruce no alumbra. Que no me pararan y multaran fue una suerte. Jodida bombilla, con perdón... Los únicos que no dan disgustos Mandarino y Limonero, tan tranquilos en su esquina de la terrazae, aunque este último siga dando limones verdes. No les importa, y a mi tampoco.

martes, 19 de octubre de 2021

Estoy leyendo Limónov de Emmanuel Carrere en el libro de los libros, mi muy estimado Kindle Paperwhite. Me gusta traer aquí algún párrafo que me haya gustado, que haya llamado mi atención, tengo que reconocer que con algunos libros, con este me ha pasado, leo pasando la vista, sin enterarme de nada. Me ocurre porque con mi memoria de pez, que son seres que cuentan con una memoria de apenas unos segundos, o eso dicen, porque siempre vuelvo a la página anterior al punto dónde me he quedado, y lo leo cómo si fuera algo nuevo, quizá una frase tan solo me recuerda que ya pasé por ahí, pero todo lo que la rodea es algo nunca visto. Esto solo admite una explicación entre éstas. O bien no leo en absoluto y mi mirar esta vacío, o se pierde en su camino a mi cerebro que no obtiene noticia, o bien lo visto es olvidado al instante, lo que no es tanto culpa mía como por su falta de interés.

Que esto ocurra está más que justificado cuando es una retahíla de nombres, y más soviéticos, pero lo cierto es que creo que es una estrategia de mi subconsciente para acabar ya, de una vez por todas, el maldito libro. El problema no soy yo, es lo que estoy queriendo decir, son ellos. Me dejé a medias los Detectives Salvajes y se me está haciendo largo este también.

Lo más destacado que encontré es este espanto:

"El otro cuenta las crónicas de sociedad que acaba de leer: en un pueblo como los que están atravesando, una buena mujer, para castigar a su hija, la ha encadenado a la intemperie, a menos treinta bajo cero, y la chica se ha congelado hasta tal punto que ha habido que amputarle los brazos y las piernas. En cuanto llevaron a casa lo que quedaba de la niña, un tronco, el compañero de la madre se apresuró a violarla y la hija dio a luz a un pequeño al que a su vez también encadenaron."

Limónov - Emmanuel Carrere

Y aún así lo ponen de obra maestra. 

Lo voy a acabar porque no es tanto lo que queda y no quiero ser de esos que se dejan todo a medias, más allá de la carrera de Derecho, pero tendré que encontrar para después algo que me interese más, que me cautive y me encierre para leer, como ocurrió hace años con "La historia interminable" o "Los pilares de la tierra". Le estoy dedicando tiempo a la lectura, y, aunque siempre compensa, espero más. En la puja por mi tiempo libre podría volver a asomar la televisión o la consola, y sería una pena.

lunes, 18 de octubre de 2021

Pablo, está es otra canción que me gusta. 💓

Debes estar de broma.

sábado, 16 de octubre de 2021

El problema cuando no se tiene mucho que contar es que se cuenta lo mismo, repetido, muchas veces. Uno se repite, cuenta versiones que apenas cambian en lo sustancial. Y no me refiero en esta ocasión a la chica del confeti, que no vino y ya casi no se la espera.

Me refiero más bien a algo que tengo hoy en la cabeza, que ya expuse aquí porque como todos estoy condenado a repetirme. Dije y hoy reitero aquí que me pesa que mi Pablo no vaya a conocer a mis papás de jóvenes, que no vaya a tener la infancia que ellos me dieron. La distancia que separa a mis padres de Pablo soy yo.

Yo sé, solamente hay que verlo, que Pablo es feliz. Y me produce una gran alegría, pues su felicidad es similar a la que yo gocé, aunque no me quede de aquello más que un puñado de recuerdos adheridos al alma. Sé que pocos niños en el mundo deben recibir tanto amor tanto tiempo seguido. Pero también sé, o creo que sé, que de algún modo el padre ha de propiciar la mejor felicidad en la infancia para compensar este mundo tan feo que habitamos. Creamos en este tiempo la semilla que le dé, al hombre que será, una esperanza en la vida. 

Cuando la vida se tuerza, o muestre esa cara fea que sin duda habrá de mostrar, que pueda recordar la infancia que es probablemente la etapa mejor de la vida.

viernes, 15 de octubre de 2021

Parecía que los 220 millones serían ya cosa de un suertudo que me iba a copiar el Mercedes pequeño y el estudio en la estación de esquí, pero no, no sé bien que pasó el martes, lo declararon vacante y esa locura de millones siguen esperando dueño para está noche. Yo, como no podía ser de otro modo, he vuelto a comprar, si me dejó estafar por AliExpress cuando todos los indicios apuntan a salir corriendo cómo no voy a derramar unas cuantas monedas más por esta fortunaza inconcebible.

A veces no pienso que esto es el timo de la estampita, que soy un tonto, aunque no más de lo que parezco. Es solo un número, nada más. Que esa cantidad exorbitante no está más cerca con el boleto en el bolsillo que lo que estaba antes de haber comprado, y que como tantas veces no servirá para nada. Pero por otro lado siento también un extraño poder cuando sé que existe la posibilidad, por remota que sea. Puede ser que está noche sea mágica, es posible, y si no mañana todo será más o menos como hoy. Las cosas seguirán todas en su sitio y habrá que mirar al siguiente sorteo con ojos nuevos por ver si merece la pena que te engañes otra vez.
Pablo y yo estuvimos paseando por la playa. También venía con nosotros Ona porque según parece no está tan mal visto que los perros usen la playa cuando los humanos no la van a usar. Ya no es algo prohibido. A estas alturas del año no nos multarán.

Estuvimos correteando por la orilla y lo que es más importante cogiendo conchas, de esas con un relieve rayado que son un prodigio de la naturaleza, también cogimos por capricho de Pablo un par de piedritas planas negras que quería para regalar a su mamá. Convertimos la bolsa de ropa en un cofre del tesoro.

Mirando el suelo por ver qué más podíamos añadir a la colección tropezamos con un cangrejo, aunque Pablo le tenía algún temor, pues siempre guardó con el más que una prudente distancia, yo lo cogía y lo dejaba en el suelo para que viera como al llegar el agua y ablandar la arena él corría, marcha atrás, a hundirse dejando asomando nada más los ojillos, que parecían dos motas de arena que se volvían casi invisibles.

Pablo no fue, como tenía que ir, al cole el miércoles por pasear con su papá y apurar una paella a pie de playa. Menudas risas. Tengo fotos de eso también. Se lo pasó pipa, como él dice. Y nosotros encantados del mar, de la playa, de la siesta y de ver a los tíos al caer la tarde.

jueves, 14 de octubre de 2021

Cómo yo no me quedo conforme si no estoy en una cruzada contra algo me lancé sin red a comprar un móvil, el que me viene tentando, que estaba a un precio sospechosísimo. Pero confiado en lo que AliExpress llama política de protección al consumidor no quise darle al asunto muchas vueltas y dije con un click que sí, que lo compro. Para arrepentirme al instante, por ese precio sospechoso no, sospechosísimo, también porque la tienda lleva abierta desde abril sin un solo comentario ni valoración, sin que nadie la siga ni compre.

Así que ahora estoy, con una de mis cruzadas, por no estar de brazos cruzados, poniendo mensajes de Twitter a AliExpress España, que ignoran olímpicamente. Contactando con el vendedor en francés de traductor de Google y contando los días para iniciar una disputa que muy mal se ha de dar para que no acabe en demanda.

Todo por no esperar al black friday, día en que los vendedores fiables tiran la casa por la ventana.

martes, 12 de octubre de 2021

"Supongo que le sonrió a Cody: probablemente había descubierto que cuando sonreía le caía bien a la gente. "

El gran Gatsby - Francis Scott Fitzgerald
A los números acostumbrados y que tan poca suerte suelen traerme hemos añadido está mañana unos números al azar que ha recitado Sestea como en trance, sin dudar y sin repetir ninguno. Estaría bueno que por una vez que jugamos sus números fueran a ser los correctos, los mismos que salgan está noche y nos hagan millonarios, o por mejor decir súper millonarios.

Todo puede ser, no es ningún secreto que ella es la lista de los dos, aunque hay mucha inteligencia en saberse acompañar en la vida por alguien más listo que uno. No es un mérito menor, que quizá no habla tanto de inteligencia sino de buen talante y procurar que las molestias que uno ocasiona sean las menos posibles.

En cualquier caso es mera obscenidad siquiera pensar que nos puedan tocar 220 millones, los 178 del otro día más la zanahoria de la que hablaba. Ese plus de 42 extra como si no fueran nada.

Ayer paseando por el pueblo vi el coche que me compraría, y que nadie piense en un Ferrari o un Lamborghini. Que era un Mercedes pequeño, nada ostentoso. Y quizá un estudio en alguna estación de esquí, pues recuerdo que de más joven me gustaba esquiar.

Por lo demás mi aspiración sería viajar mucho y poco más. No soy de cambios drásticos, Mandarino y Limonero pueden seguir creciendo tranquilos.

viernes, 8 de octubre de 2021

"Solté un taco, salí corriendo y compré el pulverizador matamoscas más grande que había visto en mi vida. Luché con ellas durante horas, con rabia, las moscas y yo, y horas más tarde, tosiendo y enfermo de respirar el matamoscas, miré a mi alrededor y había tantas moscas como al principio. Parecía que por cada mosca que había matado habían nacido dos. Me di por vencido."

Cartero - Charles Bukowski
Desde hace un tiempo un pajarito me cuenta ofertas irresistibles. Tiene bemoles la cosa porque es justo cuando más pobre soy, aunque quizá sea por eso. Lo malo es que, sin quererlo, terminas gastando de más, ya que sin ver la oferta seguiría tan campante la vida, con algún dinero más en el bolsillo.

Consabido es mi idilio, que nació de una oferta, con el iBook Kindle, idilio que sigue en perpetua luna de miel y que sólo tiene brevísimas crisis cuando se queda sin batería. Habíamos nacido para encontrarnos, es tan sencillo como eso.

Quizá me ocurra igual, no obstante ya lo estoy dudando, con mi última adquisición de oferta, un pack de cafetera y café Por el precio tan solo del café!! Es decir, la cafetera viene de polizón, 85€ de ahorro? O son 40 de gasto?

No lo sé. Sólo sé que he vuelto a picar. Lo peor es que yo creía comprar una cafetera de Dolce Gusto que es la que tenemos en el Perelló, ya sabéis dónde habitan a diario Mandarino y Limonero. Y no, parece que estos de Tassimo tienen su propia cafetera con la arquitectura exclusiva para sus propias cápsulas. Con lo que la casa queda con un poco de todo. Bien variado. Dos Nespresso, de la que una no funciona en absoluto, aunque albergamos esperanzas en su resurrección, otra a la que le funciona solo el botón de café corto, que pulsamos dos veces por café, una Dolce Gusto en el Perelló como digo y la futura, hoy llegará o eso dice, también lo decía para ayer, cafetera gratis de Tassimo.

Al menos en mi defensa diré que nos gusta el café.

jueves, 7 de octubre de 2021

Hoy Pablo ha llorado por primera vez al dejarlo en el cole. Y ha sido culpa nuestra. Le hemos acompañado los dos, como solemos hacer, pero hoy, a diferencia del resto de días nos hemos quedado hablando con su seño porque ayer nos lo llevamos con una rojez en la frente, y a mi no me cabía en la cabeza que si se había caído no nos hubiesen dicho nada.

Es seguro que ayer lloró. Y hoy también ha llorado, delante nuestro. Pablo no suele llorar, es fuerte si se cae y como le tiene dicho su papá, pone las manos. Suele tener un talante risueño y vive la vida de buen humor.

Pero hoy lloró, ahí mismo, cambiando la cara, con lo feote que se pone cuando llora, pues sus papás alargaron mucho la despedida, no le dieron el beso acostumbrado a través de la verja, no le hicimos la promesa de recogerlo temprano a su hora, ni le dimos instrucciones para que probara al menos cada cosa de su plato a la hora de comer.

No estamos preparados para verlo llorar. Salimos huyendo porque la seño lo tenía con ella, como si ya fuera suyo, simplemente por haber cruzado la cerca. Pero no nos fuimos, nos quedamos agazapados, esperando que dejara de llorar, sin saber si hacíamos bien.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Yo tengo un buen móvil. Tiene unos años pero cuando lo compré era de los bueno lo mejor. Es el Oneplus 5, no les importará está publicidad gratuita, si decido no enviarles una facturita por marketing, que es lo que debería hacer...

El día que le quité la funda de tipo libro lo condene a muerte. Estaba precioso sin un arañazo tras tantos años, pero tuve un pensamiento de los míos, porque llevarlo con esta funda, que está, estaba, echa polvo y lo engorda. Que se vea a las claras que es fino y de aluminio galvanizado. Si no muestro ahora lo bonico que es cuando lo haré? Esa preciosidad dorada y blanca como digo. Claro que aquello fue condenarlo y al poco, en una de sus caidas se le cuarteó la pantalla.

Me piden 80 euros por repararlo. Y me tienta para dotarlo de su antiguo esplendor. Sigue siendo, tantos años después, un auténtico pepino. Con su Snapdragon 835 y sus 6gb de RAM que nadie ponía cuando lo compré.

Por otro lado tengo otro móvil en el radar de futuras adquisiciones. Estoy siguiéndolo hace unas semanas. Me pregunto cómo quedará en el black friday, cyber monday y todos esos acontecimientos comerciales que inventan para vender...

Una canción para hoy.

martes, 5 de octubre de 2021

"En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra."

Stoner - John Williams

lunes, 4 de octubre de 2021

No voy a negar un cierto abatimiento en mi mensaje anterior. El contratiempo de la actualización de la aplicación y la posibilidad imperceptible de que me aleje de algún modo del premio pesaba en mi ánimo como una losa. Pero ha sido entrar y ver, me ha parecido ver, que el Euromillón ponía en juego 178 kilos para mañana, y mi ánimo a reverdecido. 

Cierto que son nada frente al amor de Pablo, que hoy ha querido un beso mío a través de la verja del colegio. Pero de no enfrentarlo al amor, con todas sus letras, sí es algo de importancia, a no ser que lo enfrentemos a la salud que sirve para disfrutar del amor, con todas sus letras. Que entonces deviene de nuevo en nada.

Pero salvando esas visicitudes, y que me quede más o menos como estoy, con los míos, madre, padre, familia, amigos, de la mano de Sestea, digo que no cambiando absolutamente nada de lo que tengo, tampoco la compañía amorosa de mi perrita Ona, entonces esos millones pueden ser bienvenidos. No protestaré si hay confeti a la mañana.

Pero si me tocara cambiar algo, lo más mínimo digo, entonces pueden metérselos por dónde les quepa.

No son para mí.
Heme aquí de nuevo ante la aplicación de loterías con una novedad en el ambiente. Dice que tengo que actualizar la aplicación, que hay una versión nueva, lo que yo me tomo, estúpidamente quizá, como que va a hacer tabla rasa para que empecemos todos de cero. Es estúpido lo sé porque es obvio que en cada sorteo no se tiene en cuenta nada de lo anterior, solo los malditos números, pero yo me siento un poco estafado, como si con el cambio de versión no se fueran a tener en cuenta los méritos anteriores. Cuánto lo llevo buscando. Vete a saber si nada más me faltaba un sorteo por jugar en la versión anterior para alcanzar el gran Gordo y ahora van y me la cambian.

Porque todo el mundo convendrá conmigo en que si alguien merece ser agraciado ese alguien soy yo. Podemos tirar de hemeroteca para demostrarlo. Pero los de las loterías hacen como que no se enteran, lo saben, pero ya no me envían confeti ni por correo. 

Trincar trincan, pero no dan nada.

sábado, 2 de octubre de 2021

Yo suelo escribir chorradas. No voy a negar lo evidente. Pero de un tiempo a esta parte a la ese interés le ha seguido uno mayor. Escribir para Pablo. Para que conozca a su padre. Escritor de chorradas.

A veces me pregunto que vamos a dejar a nuestros hijos si cualquier día faltamos. Unos dirán que una casa, unos ahorros, o una paga.

Otros que unos vídeos, unos audios con nuestra voz. Y todo eso me vale. Pero yo además le quiero dejar a Pablo lo poco que soy, que fui, mis pequeños pensamientos disparatados que podrían ser algo mejor, si me lo tomara más en serio, si le dedicara un esfuerzo mayor.

A veces le hablo como si yo no fuera a durar. Le digo paseando de mi mano, a sus tres años, que la clave de la vida es ser bueno y no tomar nada a la tremenda. Que el camino del esfuerzo hará que lo que consiga, mucho o poco, sea irreprochable.

El me acompaña callado, pues sé que le gusta escucharme, aunque no sé cuánto de lo que le digo le llega. Cuánto entiende a día de hoy.

Por eso tendré que escribirselo también. Para que lo tenga para el futuro. Para que lo lea.
Ya no recibo mails de la chica del confeti, ni siquiera con un premio simbólico, que diga al menos gracias por jugar, mejor la próxima vez. Ni siquiera con un dinero puesto de su bolsillo porque se muere por verme, por tirarme el confeti, por mancharme las alfombras.

Recibo en cambio mails de Amazon Alemania, que cree de veras que aprendí alemán el día que concertamos el matrimonio de conveniencia y bien avenido que hemos formado kindle paperwhite y un servidor. Nos hemos vuelto inseparables, pero eso es harina de otro costal, lo principal que interesa es que yo desde el primer día reconocí no haber aprendido alemán bastante para regentar un negocio en Alemania, ni siquiera uno en que me valiera quedar callado y señalar cosas.

Reconocí, con mi sinceridad habitual, que pese a mirar las interminables palabras alemanas no fueron de mi gusto, y preferí ponerlas en traducción automática al inglés, que tampoco me gustan, pero que al menos me producen una ligera evocación y un reproche, esto probablemente lo debías de saber.

Amazon haría bien en pedir datos a Google, que te presenta a diario la información que te interesa, o más bien que te interesó un par de días atrás, y preguntarle si es cierto que aprendí alemán en un día, como mi visita deja parecer.

Google respondería lo obvio, claro. Que no, que nadie fuera de Alemania querría aprender alemán.

Abro los ojos temprano, para ver llegar el mail con los millones, con el confeti. Lo imagino llegar como una nueva boca de volcán arroja lava hacia el mar, que soy yo.

Pero no ocurre, no me llega nada. Puede ser, por mi maldita manía de intentar encontrar explicación a todo, que suele acabar el inventar una explicación cualquiera, que Google arroje, como lava, mi correo a la carpeta de spam, en vez de presentarla ante mis ojos. 

La inteligencia de Google, que es superior a la de muchas personas, lee tantos ceros seguidos en el premio que se dice, esto tiene que ser correo basura seguro.

Y hará que el premio caduque, ya ocurrió con los premios de antes, y quedando desierto se incorpore de nuevo a las insaciables arcas del estado, que me lo presentarán como dinero nuevo, como una zanahoria al burro que soy, añadiéndole un puñado más la semana que viene.

Saben que ante, pongamos que sean 150 millones, habré de comprar. Por la dichosa ventanita. Por la oportunidad que se pierde.

viernes, 1 de octubre de 2021

Vamos acabando la semana y seguimos sin noticias de Gurb, digo de la mocita del confeti, de los millones. Quiero aclararlo no vaya a ser que alguien piense que soy rico a estas horas simplemente porque no digo que sigo de pobre.

No sé si estoy haciendo algo mal. Mi ilusión en que me toque es genuina, podría decirse que no lo puedo querer más. Sin embargo el sorteo sigue haciendo oídos sordos, no me cae ni la pedrea del confeti, las tardes sin fiesta se vuelven tan aburridas...

Quizá me he confiado demasiado en todas estas cosas de Internet y yo pago con dinero contante, no sonante en este caso, pero lo único que consigo es que desaparezca de la cuenta sin saber bien si va a algún lado, aunque es seguro que si, que va al fondo de algún bolsillo, en lo peor al creador de la app, en lo mejor a las arcas del Estado, que siempre quiere más.

Cómo tenga que esperar mucho más no voy a tener vida para gastarlo. Que hay caprichos que se me vuelven obsoletos y se pierden, porque no me toca.
"Era una casa en cierto modo conocida e infinitamente ansiada por mí desde la infancia, de manera que al entrar en ella me guiaban algunos recuerdos. Pero a veces me encontraba perdido en la oscuridad o tenía la impresión de enemigos escondidos que podían asaltarme por detrás o de gentes que cuchicheaban y se burlaban de mí, de mi ingenuidad. ¿Quiénes eran esas gentes y qué querían? Y sin embargo, y a pesar de todo, sentía que en esa casa renacían en mí los antiguos amores de la adolescencia, con los mismos temblores y esa sensación de suave locura, de temor y de alegría. Cuando me desperté, comprendí que la casa del sueño era María."

El túnel - Ernesto Sábato