miércoles, 27 de junio de 2001

27/06/01 19:09

Ayer fue el día del debate sobre el estado de la nación. Hay que ver lo blandito que es el tal Rodriguez Zapatero. Pero es que no le conviene hacer demasiado ruido tras el apaño de Vera y Barrionuevo. Con arreglos así, tan ventajosos, es imposible hacer oposición. Parece en todo momento, que le deben favores al gobierno. Y es verdad, se los deben, pues el gobierno, en el mismo trámite de contentar a la supuesta oposición, perdió dignidad, y reconoce que quizá la justicia se equivoca, o que algunos no merecen la justicia de la mayoría.

Mientras tanto, naufragan cientos de pateras por arribar a España. Hay que ver que mérito más bueno tengo de haber nacido aquí y no unos kilómetros entrado en Africa. A mi no me pueden echar. Y es que los españoles somos así, hacemos méritos incluso sin quererlo. Somos europeos sin pretenderlo. Cuánta pobreza en el mundo y no damos gracias, gracias gracias. Miramos a Rivaldo morados de envidia porque gana tanto dinero que no lo podrá gastar todo.

Hay que contentarse, sin perder unas mínimas aspiraciones.

domingo, 24 de junio de 2001

24/06/01 18:22

Mañana empiezo mis vacaciones, y me siento como si fuera rico. Como si me hubiera tocado al primitiva o poco menos. Y es que de repente me veo inundado de tiempo, tanto que casi me da por pensar que no sabré que hacer con él. Pero no lo pienso. Parece una bolsa llena, y como está por venir, eterna. Soy rico de minutos para lo que quiera.

Soy muy afortunado, no tiene nada que ver con lo anterior, ni siquiera con todo lo que llevo escrito en esta hoja interminable. Es una percepción de agradecer. Soy afortunado por otras mil razones. No las detallaré pese a conocer algunas.

Ana Torroja tiene su carrera cantante en solitario, y tiene en la voz algo que conmueve. No es la fama.

Para famas la mía, esta noche leerán aquí, en primicia para toda España, que está muy ocupada con Gran Hermano, en M80 Radio, un relato mío, que por más señas no es nada del otro mundo, y que confeccioné hará cerca de dos años, cuando era, a mi parecer, peor escribiente. Así que España, no se pierde nada, aunque a mi me parezca que ver la funesta telenovela con visillos de realidad es casi peor que escuchar mi historia no demasiado inspirada.

Cada uno es dueño de su tiempo, y yo hoy puedo decir, eúforico, que estoy con la impresión de que me sobrara.

sábado, 23 de junio de 2001

23/06/01 17:54

Llevo algún tiempo sin venir por aquí. Sin despotricar contra el mundo, o al menos enfilar el mundo desde mi propio prisma. El caso es que recién levantado me vienen ideas, todas funestas. Ideas que debieran tener conveniente traslado a este espacio, pero que se me olvidan, de manera que esa, mi venganza personal, la imposibilidad de callarme y de que me callen, se ve postergada por el olvido y el quehacer cotidiano. Que por otro lado, obliga a un olvido tránsitorio al principio, luego inevitable, para estar centrado en las tareas del ayer y el hoy. Por eso, por el día a día, he perdido algunas amistades, que ya no son más que números extraños en mi teléfono móvil.

Qué atroz es la realidad. Nos desayunamos con catástrofes, pero no nos importan demasiado. Nos hemos acostumbrado. Lo más nos escandaliza. Pero luego, en el trato de lo continuo, la vida se nos vuelve remanso.

Recuerdo una mañana lejana; se encendió la radio en su función de despertador, con la noticia de que un chico gallego había sido secuestrado paseando por la calle, e introducido a golpes en el maletero de un coche. Parece ser que le iban a prender fuego dentro del vehículo. Por suerte el chico pudo llamar con su teléfono, y la policia que no solamente multa por multar, acudió. A esos energúmenos los detuvieron, (imagino que ya deben andar por ahí, proyectando nuevas estrategias), pero la historia, real como la vida misma, me aterró en la duermevela de la cama, que ese día no quería despertar. Agarré fuerte las sábanas, y me hubiera cambiado de planeta...

lunes, 4 de junio de 2001

4/06/01 21:34

Hay cosas casi imposibles. No digo que hay cosas imposibles, eso lo sabe todo el mundo. Es tan obvio, que poner ejemplos, me haría pasar por estúpido. Y la verdad es que no me importaría pasar por estúpido a veces si eso me ahorra problemas. La mayoría de los estúpidos sorprenden. Y todos sin excepción son más sorprendentes que los geniecillos, ¡qué listo me salió el niño! Clavado a mí. Pues de la persona inteligente se aguarda una rápida solución los enigmas, y la solución por esperada, deja de ser sorprendente. Sin embargo, ay del tonto que defrauda muchas veces, que esquiva esperanzas distintas al fracaso, pues más tarde o más temprano, te dejará con un palmo de narices. Ya sea por una rara habilidad, desconocida, o por el encanto de la estupidez, que tiende a parecer menos peligrosa y más digna de confianza, de manera que...

¡vaya sorpresa!

el estúpido me tomó el pelo como a un enano, o mejor dicho, como a un estúpido. Y yo que pensé que el estúpido era él. (De hecho él también lo era)

No hay quien no tenga una dosis de estupidez. Nadie que se aferre a una idea, sin discusión. Nadie en este mundo de locos, es ajeno a la estupidez, ahora bien, es cierto que mejor ser estúpido en pequeño grado. No ser un gran estúpido (afamado estúpido tiene sus ventajas), mejor ser un estúpido mediano, pero auto consciente de la propia estupidez. Conocedor profundo de miserias propias.



Hay cosas casi imposibles. Por ejemplo, que yo mejore mi caligrafía, tengo una letra terrible. Una amiga la llamaba letruja. "Menuda letruja". La arrastro por el papel cada vez que tengo que escribir. Hay cosas casi imposibles...

Por ejemplo, cumplir todos los sueños. Así se cumpla alguno. Uno no más...