viernes, 31 de diciembre de 2021

Entre las 4 y cinco de la madrugada es mi hora, por lo que se ve. Abro los ojos como Terminator.

Luego querrán que sea una persona amimada en la Nochevieja de hoy, cuando entonces es imposible que me quede gasolina, tras el día entero de ir detrás de mí bolita, de mi Pablo y sus primos.

Decía el otro día, y lo mantengo hoy, que un párrafo de Umbral es mejor que un libro entero de cualquier otro, aunque tengo que añadir a esto algo más, completar la idea, aunque sea con una pura paradoja. Cualquier libro es mejor que uno de Umbral. No sé si después de tanto lirismo uno llega hacia el final del libro con la capacidad de soportar lirismo requete saturada, o es que, como también dije, para darle más hojas al libro, no se trata de hacer una narración breve, a Umbral le vale cualquier cosa, incluso el sonido de un pedo, o con quien cenó anoche. Nos echa la culebra que quedó claro que no le cuesta ningún esfuerzo, y nosotros cargamos con ella porque quizá más adelante le haya vuelto la inspiración y nos vuelva a dejar pasmados. Pero mientras eso no ocurre el libro se hace largo, pierde filo e interés, se vuelve un volteo de hojas simplemente, que ni limpian ni manchan. Que se hacen como un saco de piedras.

Él, que tiene el don de la palabra escrita, luego en vivo titubea como todos, nos administra lo que sea por dar una longitud mínima al libro para que pueda ser considerado como tal. Pero el lector, este lector en concreto que soy yo, ya anda desconectado, con ganas de acabar, de que la cosa acabe, sin encontrarle la gracia y con cierta sensación de haber sido estafado, como una de película que promete en el trailer, que ha concentrado todas las emociones en dos minutos, para luego ser un remanso en que no sucede nada.

Yo no lo voy a ver, pero quizá un día nos puedan programar la cabeza de otro, aún sacrificando la nuestra, nuestros pensamientos propios, y estará bien. Será un modo de que la muerte no nos prive de las cabezas más lúcidas, que seguirán igual de lúcidas sobre otros hombros. Los mios. Yo me prestaría, siempre y cuando me dejaran un resquicio para el amor que siento por los demás (por los que siento amor), que una parte ínfima del cerebro que donas para la supervivencia de ese otro permaneciera para nuestro propio uso, guardara ese amor que nos queda, aún cuando fuera un solo trastero en un gran garaje.

Entonces yo podría haber donado mi espacio intracraneal a Umbral, lo habría hecho de buen grado porque es una tragedia que esa forma de escribir se pierda, tan sorprendente a veces, tan amable, digno de ser amado, no él, sino lo que dice, lo que escribe. Yo puedo amar lo que cuenta por como lo cuenta incluso aunque no lo hubiera soportado a él.

Pero antes de ceder mi cerebro a Umbral, que lo merece, antes se lo cedería a mi padre, al que amo, o a Bosco, que marchó hace años, que también era capaz de escribir como los ángeles y al que tanto echo de menos. Ojalá vivieran por siempre, en mi, junto al amor.

jueves, 30 de diciembre de 2021

No termino de entender. Dan protección a su ex pareja sacándola de la casa de su madre y marcan esa vivienda como punto caliente a donde se puede dirigir el asesino. Que es donde de hecho se dirige, sin que nadie lo detenga. Toma 4 rehenes allí mismo, que por lo que se ve tampoco han sido avisados del riesgo en que se encuentran y se atrinchera el fulano allí con ellos dentro de la casa.

 Y sin embargo nos lo quieren vender como una gran operación policial. Sin duda algo se me escapa. Es una suerte que no matara a la madre de la chica y a quien estuviera allí con ella por no tener ya nada que perder. Normalmente a esta chusma les da igual ocho que ochenta.

Como dije Umbral es literatura pura, con todo el artificio que es posible en la literatura. Si quieres literatura no salgas de Umbral, consume Umbral solamente.

Claro que a veces, como dije, su mierda le vale, y tiene por tanto que valernos, nos la envuelve para regalo:

"Toma, mama la verga, vive sabor a hombre; toma, planta en tu recto esta daga de loco; toma, guarda en tus manos este surtidor de oro; toma entre tus pezones este cuchillo espeso. En las fosas nasales introduce esta rosa. En tus breves orejas, esta azul caracola. Toma, hunde hasta las raíces del dolor que te ciega este galeón de sangre, esta cálida estrella."

Carta a mi mujer - Francisco Umbral

Es esto un exceso? Acaso todo vale? Todo es literatura? O también hay mierda?
Es mentira que todos los caminos lleven al mar, éste sí.

Amanezco cuando no son las 9 todavía. Por si alguien se piensa que me tiro ahora el día entero repantigado, más muerto que vivo.

De eso nada. Amanezco con fuerzas disminuidas, queriendo estar más muerto que vivo, pero despierto e incapaz como siempre para las matemáticas. Cierto que es de esperar que se me vayan acabando las fuerzas con la marcha del día, como a un móvil olvidado de cargar y que empieza el día ya con el ahorro de energía activado.

La duda es hasta donde me dará. Si podré perdonar la siesta. No creo.
La lectura y la vejez me han de costar la salud. Quién en su sano juicio se pone a leer a la una y pico de la madrugada y sigue en ello a las 4:30.

Y lo de dormir? Para cuándo? Esto no puede ser bueno. Tendría que cerrar los ojos, por ver si duermo. Me parece que ahora leo por todos los años sin leer. Cuánto tiempo perdí sin ver un libro (faenando en otras cosas) y que ahora me está costando el sueño que tendría que dormir. No sé si con un afán de recuperar el tiempo perdido, una suerte de ponerse al día por lo no leído. No se bien la razón, pero sé que no puede ser bueno, no me lleva a ningún lado además, y que mañana no estaré en condiciones, no para pasar el día sin dormir..

Temo ahora cerrar los ojos y seguir despierto. Completamente desvelado.
"A este patético juego juego mientras te miro, hasta que llegas, por donde no te esperaba, reunida ya contigo, tuya en ti, para traerme un gran pétalo de magnolia, blanco y amarillo, como la llama fresca que nos quema y salva, con su perfume de limón y monja, presentísimo.

  Pero algo teníamos que crear, algo teníamos que fundar, no sé, hace mucho, dímelo tú, recuérdamelo tú, para algo nos unimos en la vida, hace siglos, algo urgente nos reunía ¿te acuerdas? la felicidad, el tiempo, no sé qué fundación a dos, con torres al futuro, algo que se me escapa, estoy ahora en penumbra, cubierto de sudor, asténico, vencido, y me viene de pronto la idea, me sobresalta, por qué estamos aquí, para qué estamos, esta mañana he visto ramos muertos en el fondo del agua, eran bellos e irreales bajo el cristal viajero de lo azul, pero algo teníamos que hacer ¿no te das cuenta? se nos ha pasado el tiempo, se nos ha ido la vida, no hemos hecho, me parece, aquello para lo que nos juramentamos bajo la luz sagrada de algún domingo, qué has hecho de tu vida, qué he hecho yo de mi vida, qué ha pasado, dime, dime, de pronto algo me falta, algo se me ha olvidado, y apelo a tu memoria, no, a tu desmemoria, tu memoria soy yo, tú no tienes memoria, se te va borrando el tiempo, se te va borrando la frente, te vas borrando y reapareces, ramo al fondo del agua, pero sé que en tu memoria, en el coral de cofre de tu olvido está la cosa, el secreto, el hecho, lo que teníamos que hacer, nuestra tarea común en esta vida, levantar una casa, forjar un catedrático, descubrir una isla o enterrar algún muerto.

  Por qué no lo hemos hecho, en qué ha pasado el tiempo, María, dime, cuántos años, el espanto se mueve entre las hojas, para qué fuimos convocados, con qué fin, en un domingo sagrado de resina. No está en mi pobladísima memoria. Está en el cofre lento de tu olvido. Ya nunca lo sabremos, y ésa es la distancia que de pronto suena entre los dos, algunas tardes de julio, como en cada pareja que ha seguido siendo paralela, desde la juventud. Si te acordases, María, si te acordases, pero la cosa en sí es olvido, cómo vas a acordarte de un olvido. Si te acordases, se borraría la cosa."

Carta a mi mujer - Francisco Umbral

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Acabo de jugar una primitiva. No hace falta que cuente que el minuto, ese en concreto en que he comprobado que mi última apuesta no tuvo premio, que no es que se olvidaran de notificarme, el minuto en que he cogido los números nuevos, que son los de siempre, puede ser trascendental, marcar un antes y un después en nuestras vidas, en la mía sobretodo, coincidiendo además de prácticamente con el cambio de año, con el valor simbólico que ello supone.

Será el 2022 el año en que me hice rico? Quién sabe. No lo puedo saber todavía, puedo intuirlo, y puedo jugar cumpliendo con mi parte del trato. Tengo la impresión de que con el último euro de premio la mocita del confeti me miró distinto, con un brillo especial, quizá diciendo: sigue así Anado, estás a punto.
Estamos a un paso de que a los contagiados les abran las puertas y les digan salid, salid a disfrutar la vida. Que les paguen noche de hotel y restaurantes en cualquier lado 
Si no recuerdo mal los confinamientos comenzaron por 15 días. Los bajaron a 10 y ahora estudian dejarlo en 7 o en 5 si no te encuentras mal. Todo esto a mi me refuerza un poco está idea vaga de que vacunados y quizá por ello, con síntomas menos graves, va siendo hora de salir a mezclarnos, festejar que ganamos, poner un poco de virus en todas partes y revolcarnos en él, que nos llegue sí, pero no de frente, tangencialmente gracias a ellos, a todos los casi curados, después de todo la inmunidad de grupo está ahí fuera y llegaremos a ella solo si aprendemos a convivir con el virus fuera de habitaciones de hospital convenientemente higienizadas.

No les preocupa que alguien a los 5 días pueda salir contagiando un poco, lo justo, si antes necesitábamos el doble de tiempo para estar seguros de no ser un riesgo para los demás. No les preocupan desde luego los no vacunados, allá ellos, tuvieron su oportunidad.

El coronavirus llegó para quedarse. Aprendamos a convivir con él desde ya.

martes, 28 de diciembre de 2021

"Dudo todas las mañanas entre la despensa y el frigorífico. Es casi la duda entre dos culturas, entre dos épocas, entre dos mundos. La vieja despensa de esta casa, con baldosas blancas y alacenas, guarda, naturalmente, legumbres, embutidos, ajos, quesos, frutas, pimentones, todo eso, y a eso huele, pero no a estas legumbres, a estos embutidos, ajos o quesos, sino a otros como anteriores, que aquí se curaron o se pudrieron. Hay una despensa de olor, un fantasma de despensa, perfumando de pasado la actualidad intendente de la despensa."

Carta a mi mujer - Francisco Umbral
Dicen los expertos que nos podemos dar por contagiados de la variante Omicron. Que se cursa más leve pero que va a colapsar igualmente los servicios sanitarios como la variante original pues con tantos casos algunos serán graves, principalmente entre los no vacunados, que no sabían, nunca supieron, que harían bien en vacunarse.

Omicron ha venido, dicen los expertos, a terminar la pandemia. A contagiarnos a todos para alcanzar por fin la ansiada inmunidad de grupo o de rebaño, con todos inmunes ya al virus se le cortan las alas a la propagación. Quiere circular todavía pero ya no enferma a nadie más allá del dolor de cabeza. A todos nos coge entrenados para hacerle frente, con el microchip dispuesto a la batalla, con las cucharas imantadas en grado máximo.

En este punto, en que los expertos dicen que Omicron nos va a llegar, que nos va a llegar, conviene preguntarse si no interesa hacerla nuestra cuánto antes, no vaya a ser que devengamos en un caso grave y cojamos ya las UCIS colapsadas de anti vacunas y volvamos, no conviene olvidarlo, a los tiempos en que los muertos se escogían mirando la fecha de nacimiento en el DNI. Se trataba a unos mientras otros morían sin tratar. Luego llenaban de ataúdes los polideportivos.

lunes, 27 de diciembre de 2021

Qué explicación tiene que quien escribe mejor tenga escritos 50 libros nada menos? Pues bien sencillo. Francisco Umbral escribe como caga, como cagaba quiero decir, sin el menor esfuerzo.

Alguien con 50 a sus espaldas, sin prácticamente argumento alguno es alguien que va al baño y defeca larga y tendida una culebra sin tener ni que apretar. Podría decirse que Umbral por tanto cagaba literatura, le salía la literatura, la mejor literatura en realidad, como algo natural, como cagar que digo yo, pero que podría ser también como respirar.

Y debía reír viendo a los demás escritores con sus diagramas y flechas para organizar una historia, para traerla ordenada al lector, con giros y sorpresas, con intrigas calculadas. A él le bastaba sacarle la punta al boli, sentar frente a la Olivetti, que es algo así como subir al trono del water, para que la cosa surja por si sola. Se entienda o no importa bien poco, la buena literatura no hay que entenderla, como la música no tiene explicación, se siente nada más. Pasma y ya está. Su función es admirativa, como estar ante unos fuegos artificiales por primera vez.

Lo que viene a significar, esto que cuento, que quien escribía mejor es el que tenía el menor mérito. A él aquello, escribir, no le costaba nada. Además, estoy seguro, no se ahorraba nada tampoco, no había tachaduras, ni quitaba un trozo porque nada le sobraba, la culebra de antes llegaba de una pieza, los párrafos le caían del trasero por si solos y todos ellos eran buenos, buenos en el sentido de que eran literatura.

Si no fuera porque además de escribir los libros también escribió miles de artículos en prensa hubiera concluido que era un vago de tomo y lomo, pues de tan fácil, sin más método que estar sentado los 50 resultan pocos.

Lo que si se colige de estar leyendo a Umbral que es lírico por todos los demás, que hace poemas en prosa, porque tiene el talento desbordado, es que era muy afortunado. No por la literatura, que lo escogió como conducto para salir, sino por el mucho dinero que habrá hecho a cambio de algo para él tan sencillo. Porque a Umbral la chequera le daba tratamiento de superstar, porque se le juzga por el resultado y no por el esfuerzo, y a él, que había sido pobre, el dinero le gustaba tanto como sentarse un rato a hacer un libro.
"Me ha llegado el libro, sí, esta nueva edición, quiero decir, como si no lo hubiese escrito yo, lanzado al azar de las playas, a la novela de la novela nunca acabada de leer sobre la arena. Me enternecen mis libros, de repente, que creen, ya, más que uno mismo en lo que dicen."

Carta a mi mujer - Francisco Umbral

domingo, 26 de diciembre de 2021

No me las voy a dar de que entiendo cada párrafo que Umbral escribe. No soy tan listo. 

Pero algunos me llegan. Los conozco y me reconozco, ya no es Umbral del que habla sino que habla de mí. Otras veces es simplemente que entendiéndolo, o no, alcanzo a comprender lo bellísimo que es, y me quedo con eso.

Umbral escribe tesoros, es la verdad.

Es un drama que el escritor muriera, no hablo de la persona, continente del escritor, sino del escritor nada más. Es trágico perderlo, que se vayan para siempre sus palabras, pues nadie las ordena mejor, las compone con tanta armonía como música en un pentagrama. Vale más un párrafo de Umbral que un libro entero de cualquier otro. Al menos en la pena que se da en estos pocos de que todo libro acaba, a mi me queda un consuelo que nace en mi propia limitación. Como siempre me voy dejando cosas, por el prurito de avanzar y que el libro no se eternice, por el afán de pasar a otra cosa, como queda tanto por terminar de entender, tanto que pasa sin hacer mella, sin darme cuenta, pienso que siempre podré volver con una mirada nueva, más madura, para descubrir nuevos hallazgos. 

Sigue siendo un drama que no vaya a haber palabras nuevas, pero gracias que nos las entiendo a la primera puedo regresar. Puedo descubrir a un Umbral nuevo con cada visita.
"Pero hay siempre en la vida y en los viajes ese cruce de trenes en que uno no sabe adónde va ni por qué se va. Es preciso volver a razonarlo todo mentalmente, pero se hace esto sin convencimiento. Claro que, del mismo modo que no hay razones para irse, tampoco las hay ya para quedarse. Y es cuando uno se va."

Las ninfas - Francisco Umbral

viernes, 24 de diciembre de 2021

Todos los años ponemos el árbol de Navidad. Pero nunca estuvo tan precioso.

Lo que dije el otro día de que iba a mirar el sorteo de Navidad fue una broma. No es que pestañeara, que es algo que nadie me podría reprochar, sino que no vi ni un solo minuto del sorteo por la tele. Yo sabía que se estaba celebrando, que quizá se estaba decidiendo mi futuro en ese instante, pero no me interesó, no quería para mí ese soniquete repetitivo y taladrante de los niños de San Ildefonso, que dirán que son de Madrid, pero cuando uno ve la aparición de los premios en el Telediario, esto sí es obligado, tiene la impresión de que podría estar ante el sorteo de Navidad de la sucursal San Ildefonso de Cali o Bogotá, que todos los nenes parecen salidos de allí.

Rememorando antiguos escritos de aquí del Facebook, lo que la propia aplicación llama Recuerdos me gustaría haber traído algo que me gustara, algo escrito hace años y que pudiera replicar ahora, como hago con los libros, que cuelgo fragmentos que me dicen algo, y al escoger esos en vez de otros, precisamente esos, también consigo que ellos digan algo de mí. Pero de lo escrito entre los recuerdos de esta semana no hay nada siquiera pasable. Una cosa sí, ya hace 4 años andaba yo con mis anhelos de lotería, ignorante como soy de lo que ya nos decían en la entradilla de Fama, la serie de televisión. Aquello de que la fama cuesta. Que había que luchar.

Trabajo, trabajo, trabajo ( y una pizquita de suerte).

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Está visto que estoy condenado a seguir de pobre al menos hasta el sorteo de la Primitiva del 24 o 25, no sé bien. Pongo de todos modos mi décimo para que se vea el tamaño de mi audacia y como escaparate para su venta: 

Pido 20; lo jugado (siempre que no le caiga uno de los dos quintos que faltan por salir).

martes, 21 de diciembre de 2021

Como mañana puede que esté ocupado mirando sin pestañear el sorteo de Navidad, digo ya: feliz sorteo, digo fiestas. 🎊🎊🎉🎉📆😀👍🍾🍾🎁🎄🎆
"Cuánta gratitud, que no ha cesado jamás en mi vida de fluir, brotó de aquel beso, de aquella primera mujer que me decía silenciosamente que sí, que yo era, y me afirmaba, porque un beso es siempre una afirmación de algo, y no sé si otras muchachas (o más fácilmente otras mujeres, las que se fijan en los adolescentes) me habían mirado antes, pero sólo ella, María Antonieta, me lo había dicho sin palabras, con esa palabra extraña, fuera de vocabulario, pero hija también de la boca, que es un beso, el beso."

Las ninfas - Francisco Umbral
De joven y rico gastaba más de 100€ en el sorteo de Navidad. No mucho más pero algo más sí. Siempre he confiado más en los Euromillones, ya que si te quieres hacer rico hazte rico de verdad. Convicción reforzada por las cuantiosas visitas de la moza del confeti, que no tengo que contar aquí, pues las conocéis todas.

Ocurre que se acaba otro año y la suerte, económica nada más, está en los huesos. Y como no me cae más gordo que mi Pablo, y no hay premios más que un euro aquí o allá me he decidido a comprar un décimo para Navidad, el único que voy a tener, por ver si soy yo el que brinda el 22, pero aquí en casa, que yo no tengo administración a donde ir a celebrar. A no ser que brinde contra mi reflejo feliz en la pantalla del móvil. Que yo compro en la horizontal del sofá al que me vine y con los pies calientes.

Ya dije que quería un número que significara algo, probé primero con la fecha de nacimiento de mi chico, un amor al que ahora le pirra jugar con su papá y no me deja tranquilo. Conté que ayer le pidió a su mamá que si jugaba con él pusiera la voz de papá?? 😂😂😂 Para comérselo.

Ese número como en Hundir la flota dio agua. Lo sentimos pero no hay disponibilidad. Probé con mi fecha de nacimiento, con la de Sestea... Me dirás qué interés tendrán esas cifras para nadie más. Pues como digo sin suerte, y yo reacio a dejar que la web calcule por mí el que ella quiera. De repente un rayo cruza mi mente, un número que una vez quiso de todo el mundo, el más codiciado, el día en que dejamos la realidad y la civilización entró en esta especie de ensoñación irreal...

No me refiero a la investidura de Trump y sin embargo siento que ya hablé demasiado. Si no me toca lo desvelo. Le quito píxeles a la foto.

Esta noticia es aterradora. Como tener a Jack con el hacha al otro lado de la puerta del hotel de Resplandor.

No sólo porque ha muerto una voz privilegiada y por lo que se dice una buena persona, bien simpático me parece, sino porque según lo que cuenta él ya pasó el Covid hace un año, en diciembre de 2020. Y las pasó canutas. 

Dice también, o recuerdo yo ahora, algo así como que le iban a obligar a vacunarse, que supongo que es un modo de hablar, y habiéndolo pasado tan mal este Carlos no iba a necesitar que nadie le insistiera, por lo que estamos ante alguien que según sus declaraciones se tiene por inmune porque así llaman nuestros científicos a quien pasa por enfermedad y vacuna o viceversa, que en esto no importa el orden. Le llaman de hecho súper inmunidad.

Pues hete aquí que está persona, un caso tal cual ha desembocado en muerte en esta ocasión. Y dicen los que saben que nos demos por contagiados, que con Omicron no hay escapatoria, tan exacerbada es su transmisibilidad.

Dónde están los anticuerpos? Dónde quedan las defensas que generamos? Urge una explicación sobre la muerte de Carlos, que nos diga a los demás cuál era su debilidad, porque pensamos que el Covid en nosotros será el resfriado que creían que el Covid iba a ser y nada más en los primeros días de pandemia. Creemos los vacunados estar a salvo ya, al otro lado de la frontera, y con la muerte de Carlos nos volvemos a encontrar con el cañón de un revólver en la sien, sintiendo que ese gatillo puede desembocar en cualquier cosa.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Algo de esto ya apunté yo en otro día. Lo de las mascarillas que faltaban entre Rafa Nadal y Juan Carlos emérito de España. Si no conté mal al menos dos. No puedo dejar de sentir un cierto alivio, que será nada comparado con el que ha debido sentir Nadal está tarde, al saber que la PCR realizada a Juan Carlos resultó negativa. Lo último que le falta al emérito es ser positivo en Covid para tener un annus horribilis para enmarcar. Y no te cuento de Rafa si con todo lo que ha luchado por ser quién es luego es recordado por alguna mente obtusa como el fulano que se cargó al rey Juan Carlos por un "ahora traerán la ensalada".

Oído al parche. Mascarillas, distancia, ventilación y dejemos la vida social para más adelante. Para hablar, por cierto, nadie necesita bajar a la barbilla la mascarilla. La voz atraviesa el tejido y se le oye igual. Parece mentira que con la que ha caído sigamos en estas.

Y así y todo que haya suerte.

Quisiera compartir aquí, con espíritu navideño, una perla de sabiduría, cosecha propia, de las que otorga la vida, además de pequeños momentos de dicha y sinsabores. Alguno dirá que dónde voy yo, con mis escasos estudios y en verdad tan corto bagaje pese a mis taytantos cumplidos. Pero la generosidad es precisamente eso, dar lo que uno tiene, y más en estas fechas. 

Quiero desde el modesto lugar que ocupo felicitar las fiestas que se avecinan, con un consejo que a más de uno y de dos va a facilitar las vida, que se dirán asombrados aquello de cómo no nos dimos cuenta antes, con lo sencillo que era, y que sin embargo han tenido que esperar a este 20, ante víspera de sorteos, champán y maldiciones para que un servidor les abra los ojos y que por supuesto deseo sea para bien.

En fin, no quiero marear con más preámbulos. Es bien sencillo: a la hora de secarte con una toalla si lo haces todavía dentro de la bañera o ducha mojarás menos al salir. Y será más limpio y mejor. Definitivamente.

domingo, 19 de diciembre de 2021

Yo, como los viejos, cada vez duermo menos. Me ocurre que me despierto temprano, me levanto y como la casa está tan silenciosa y tan oscura me da por escribir. Así ocurre que luego paso el día arrastrando los pies por la vida, de puro cansancio, pues a quien se le ocurren estás cosas entre las 6 y las 7 de la mañana De un domingo!

No puedo dejar de pensar en el emérito. No con un pensamiento romántico, no soy una de sus presas conquistadas, es innecesario aclarar esto, sino más bien sobre algo que leí el otro día en un programa de Telecinco que miraba mi suegra. Ella si es muy fan a este tipo de programas, a este en concreto, el Sálvame, no sé si naranja o limón. Suele tenerlo puesto a toda hora, y como está un poco sorda (que en realidad es bastante) pone la tele rondando el volumen noventa sobre 100, o sea que cuando el marujeo, el tomate, el papel cuché de revista se desarrolla en su televisor hace participe a su bloque de pisos entero que no ve Telecinco pero que puede imaginarlo, pues lo oye con toda claridad.

Yo no lo pongo nunca. Ni el Sálvame ni Telecinco, sino estaría aquí escribiendo sobre ello cada día. De tan jugosas noticias como proporcionan. De hecho creo que tengo instrucciones dadas al televisor de borrar ese canal, y si a estas alturas no lo ha hecho es por tener ese as en la manga cuando viene a vernos mi suegra, pues la entretiene mucho. El caso es que el otro día decían mil cosas que yo no escuchaba, son programas de hablar todos al tiempo, como un gallinero, y ponían escrito en pantalla que al emérito le encantaba comer el arroz en el escote de Bárbara Rey, que ahora no sé si decía arroz, me resulta raro, aunque ciertamente yo nunca he sido tan arrebatado para arrojar la paella por encima de nadie, así que puede que fueran palomitas de maíz que es más fácil de imaginar. Lo principal es la que al emérito le encantaba recoger arroz o las palomitas en el escote, o a escote, de Bárbara Rey, rubia cañón, y no de Sofía de Grecia. Y salían imágenes de la Bárbara de entonces y no extrañaba viéndola que el rey quisiera recoger lo que fuera que se hubiera caído por su escote. Luego salían glosando la noticia imágenes, más o menos actuales de Bárbara hoy, ancha como verla doble, y no es difícil imaginar que ella también quisiera volver a aquella época joven, aún cuando tuviera el escote rentado a aquellos labios, enamoradizos labios de gran chequera. Y es que no hay nada como agua nueva para mover molino, ni tampoco nada como la juventud perdida. Daríamos mucho por volver atrás, cada vez más.
Nadal no se ha enterado de que el emérito se ha vuelto persona non grata mundial, a excepción quizá de en su palacete residencial de Abu Dhabi..

El único que parece darse cuenta incómodo es Moyá, que no sabe si quedarse o irse, y es el único que tiene en la mente lo de la pandemia, que es eso que ha matado a tantos. Alguien dirá que están a la mesa, y que para comer hay que tener la boca despejada de todo menos de dientes, pero yo no veo comida por ningún lado, todavía, y recuerdo asimismo que el emérito por mucha picha brava que haya sido, que sea aún para quién el dinero pueda comprar, es también un señor mayor (señor por decir algo), con pinta además de tener más achaques todavía que daños graves asolan su rebajada reputación, que valga el paralelismo no está en mejor estado que el elefante abatido de aquella foto. En otro paralelismo, permítase uno más, alguien dirá que para cacerías la que están perpetrando contra el rey Juan Carlos, que tiene ese perfil de moneda venida a menos, pero es que de él siempre se obtuvo la impresión de que era un simplón bueno, y ha resultado al final que de bueno no tenía un pelo. Que si echaba canitas al aire con la conformidad infeliz de Sofía, que era Lady Di antes de que ésta lo fuera, ahora sabemos también que resultó tan chorizo como para dejar a Urdangara en aprendiz poco aplicado, con un balón por cabeza. Si al final el pobre deportista no hizo sino lo del refranero español, dónde fueres haz lo que vieres. Aunque lo hiciera más torpemente y con menos agarraderas o paracaídas.

Supongo que a estas horas la abogacía del Estado, la fiscalía y todos los resortes regios y legales para defender el honor contrahecho del emérito han cogido la baja indefinida, convencidos como están de que lo que se diga de él siempre va a ser quedarse corto. Aquí en España pasamos de un rey a dos en una jugada asombrosa de trilero, y de pocas el segundo no se carga la institución entera, que se lo han tenido que llevar bien lejos para que apeste menos .

Alguien debiera aconsejar a Nadal, al que la cercanía del emérito le pone años, que aparece también encorvado como persona mayor, que ya no se hace un favor posando con Juan Carlos, que ya no aplaudimos aquella campechanía de hombre sencillo de pocas luces, se han caído las máscaras y lo conocemos más ahora. Ya sabemos a qué jugaba cuando parecía no jugar a nada. Ya sabemos cómo es. Podría decirle, como le diría a un pederasta por ejemplo que la mala gente la quiere bien lejos. Que él sí ha intentado ser un ejemplo para generaciones futuras.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

"— Creo que tienes razón en lo que dices de España. Ese será el primer sitio al que vayamos. Y has de llevarme a ver una corrida de toros. Debe ser maravilloso. Solo que me gustaría que el toro matara al hombre… y no lo contrario. Comprendo los sentimientos de las mujeres romanas al ver morir a un hombre. Los hombres no son gran cosa; pero los animales son algo magnífico."

Cinco cerditos - Agatha Christie
Me preguntaba porqué había de afectarme la muerte de Verónica Forqué, si no es nada mío. La respuesta la obtuve poniendo el primer capítulo de Pepa y Pepe. Hacia el final ella le pide a Tito Valverde, su marido en la ficción, que vuelvan a la casa que tenían, y que vendan esa nueva a la que se han trasladado y que le gusta tan poco. Tan pronto vi esa escena lo entendí, Verónica Forqué es una mujer a la que no se le puede negar nada. Por no contrariarla o entristecerla. Tito no lo hace y prepara maletas e hijos para volver la noche siguiente. No es que gane ella, gana él al combatir su tristeza. Era mujer, pero era también hijo, un cachorrillo al que hay que cuidar, para que no le pase nada.

Luego vi en Youtube unas imágenes de una entrevista de hace ahora un año. En ellas bromean con ella sobre la leyenda que hay de que no solo no recogió ninguno de los 4 Goyas que ganó, sino que tampoco sabe dónde están. Ella lo explica, que dos los regaló, que uno lo conserva y que otro no sabe, no conoce su paradero. A recoger un Goya nunca fue, pero a entregarlo sí. El Goya a toda su trayectoria que se entregó a su padre, y allí sí estuvo ella, para hacer los honores.

Viendo al padre bajar de su mano, no sin dificultades, las escaleras en aquella ceremonia se emociona. Dice Mi papi, mi papi, mi papi. Y entonces uno se ve reflejado en ella, comprende su dolor y se teme que era sensible y frágil, nada preparada para sufrir. Y que no lo merecía tampoco. Es muy posible que yo me haya quedado con la impresión de que ella era, antes de nada, una buena persona. Claro que yo no veo Masterchef...

lunes, 13 de diciembre de 2021

Un día triste hoy, con la muerte de Verónica Forqué. Por alguna de razón, su bis cómica seguramente, me caía realmente bien. Me era simpática y me resultaba entrañable, con esa voz y esos pestañeos de ojos entre coquetos y atolondrados. Algo falla en el mundo si una persona así, que con esa sonrisa tan bonita transmitió alegría de vivir prefiere apearse antes de tiempo. Verónica ahorcada es una aberración. Que descanse en paz.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Uno de los mayores problemas de los políticos, tienen tantos que se vuelven innumerables, es que la ciudadanía en general no los siente como propios, no son desde luego uno de los nuestros. Y ellos tampoco se esfuerzan demasiado en enmendar tal impresión, dan unos cuantos apretones de manos durante las campaña pero hasta entonces todo gesto significa No soy como vosotros. Tú me vienes a buscar y yo te lo agradezco aquí y ahora, dándote la mano. Luego seguirán su camino divergente, unos hacia sus pequeñas miserias cotidianas y ellos hacia algún compromiso que les de bien de comer.

En ese sentido el Rey Juan Carlos en su peor momento se ha vuelto uno de nosotros, perdiendo la cabeza por amor, que es siempre mejor que esa campechanía de botarate que acostumbró a lo largo de los años. Salirse del protocolo, de lo esperado es siempre de agradecer. La gente está ya cansada de ver esas caras estiradas que no dicen ninguna verdad. Cierto que se haya demostrado un chorizo no es algo para perdonar. Pero si los chorizos volarán no veríamos el cielo. Los hubo los hay y los habrá, pues el hombre honrado de corazón se conforma con poco y no tiene gran ambición.

El tal Johnson, la ambición rubia, otro ejemplo de este mundo en que Trump es posible, debe ser un cachondo en las distancias cortas, y sabio, de los que sabe que en la vida nada debe ser tomado demasiado en serio. Por eso sí ordena confinar a la población él se monta una fiesta en el 10 de Downing Street. La gente no podía despedir a sus familiares muertos por la Covid y ellos festejaban como un equipo. Con amigo invisible.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Corina se equivoca. No es acoso, simplemente quiere que le devuelva su dinero. Era un regalo sí, pero muy gordo y mientras persistiera el amor, o él creyera que persistía, lo que ahora está muy lejos de creer. Más bien se siente, allá en los Emiratos Unidos, el malo de la película, además del tonto, con todo su legado emborronado, hecho una porquería a última hora. Y así pensando al menos los 65 kilos si van de vuelta mal se ha de dar para no llenar de nuevo de amor el corazón y la bragueta. Además que él creía cada palabra que ella dijo cuando decía que lo quería, y él decía verdad cuando dijo cuánto quería al niño, al hijo adoptado como propio por su amor a ella. Cuántos días de barbacoa al sol se le han negado después, de tanto como se torció la cosa. Pero hubo amor, quién lo duda, amenazando el Rey con matarse incluso, eso cuentan, de un tiro por amor a ella y para que aprendan lo que es amor, del bueno, las cabezas cuadriculadas del CNI y la Casa del Rey. Solamente un amor verdadero merece arriesgarlo todo. Y vive dios que él estaba dispuesto a arriesgar corona, país y lo que hiciera falta.

Ahora le reprochan que quiera ese dinero, testigo del amor, obsequio de su corazón obsequioso, de vuelta. Que le haga algún reproche o amenaza más o menos velada. Está en su derecho, por el amor que siempre es condicional y por Qué diablos es el Rey! Ningún inglés coloradote, ridículo del té tendría que poder pedirle explicaciones, a menos que esté dispuesto a recibir por toda respuesta un Por qué no te callas.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

No sé si pasar los ojos por cada palabra de Falconer es leer. Enterarme me entero de más bien poco. De hecho a veces me parece lo que leo del todo incomprensible, como si estuviera mal adrede, eso sí, con bellas palabras o ideas, algo que no se me oculta bien escrito, de virtuoso, de un gran talento narrativo, de composición fácil para quien nació para ello, pero incomprensible. Lo lógico sería que me diera por vencido y dejara el libro, pero lo tengo tan avanzado ya que tengo que seguir con él. No tiene razón no seguir la estrategia que es esta pérdida de tiempo. Seguir pasando mis ojos por cada palabra, sin enterarme de gran cosa.

martes, 7 de diciembre de 2021

"Aseguró que no me acusaban de nada, pero necesitaba saber si lo conocía bastante bien para identificarlo, y dije que sí, pensando que podía aparecer en una rueda de presos, aunque ya había empezado a sentir que era algo más serio y grave, como en efecto era. Con el teniente bajé unas escaleras, y por el olor adiviné adónde íbamos, y ahí estaban todos esos cajones como en un enorme archivo, y sacó uno, y ahí estaba Miguel, por supuesto muy muerto."

Falconer - John Cheever

viernes, 3 de diciembre de 2021

Pues tenía razón Stephen King. El libro de los puentes de Madison es un libro mal escrito, lo que le da un mayor mérito relativo a la película, pues la historia de amor y renuncia, la sensación avasalladora de pérdida, que se da en el libro igual que en la película, está. Puedes imaginar perfectamente lo que Clint Eastwood puso en imágenes, aunque se permitiera mejorar la historia haciendo que ambos se vean, de lejos, en el pueblo una mañana lluviosa en que ella bajó a comprar con el marido. Es el final de su historia juntos por mucho que fueran a vivir ambos alrededor de 25 años más.

Clint Eastwood tiene una sensibilidad especial, no es extraño, por tanto que encadene obras maestras. Además tiene un don para las músicas, para escogerlas y componerlas. Sabe tocar el corazón, y eso en los tiempos en que las carteleras son de Marvel tiene todavía más valor.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Yo nunca he tenido fe en poder escribir algo distinto a lo que vengo escribiendo. No soy de los capaces de escribir una novela porque no sé hablar más que de mi mismo (quizá pueda una autobiografía para Pablo). Pero esta sensación, que me ha acompañado siempre se hizo piedra en mis hombros con la lectura de "Mientras escribo" de Stephen King. Me di cuenta de la extrema dificultad que entraña conseguir algo bueno, algo que merezca la pena publicar. Me di cuenta de que lo más importante quizá sea, como dice el libro, leer y escribir todas las horas. Y yo, en este momento podría leerlo todo, pero de ningún modo me veo capaz de la práctica creativa que aconseja si uno no quiere acabar convertido en creador nada más que de libros de instrucciones. No puedo tener ese tiempo para escribir porque en el fondo tampoco me apetece. No sabría que inventar porque no doy más de si.

Mi siguiente libro va a ser "Los puentes de Madison County" homónimo de la película de Clint Eastwood. Por qué este? Supongo que porque después de un libro que quiere ser ayuda para el escritor, y que a mí me ha desanimado tanto, me interesa ahora una historia de personajes y de amor. Además Stephen King lo pone como corto y malo. Quiero comprobarlo.

lunes, 29 de noviembre de 2021

Estoy leyendo mientras escribo. No me refiero a leer lo que escribes según lo escribes, que es algo que suelo hacer y que habla de mi incapacidad para escribir una novela, me llevaría demasiado tiempo (me faltan ideas además). Mi ambición no puede ir más allá que un párrafo diario, que es lo que suelo hacer, lo que hago en este momento. Digo que leo "Mientras escribo", así con comillas mejor. Un libro de Stephen King al que he llegado no buscando lo literario, para eso uno lee a Umbral después de Umbral, sino que le leo buscando sencillamente el camino hacia la pasta, al grito de Stephen, enséñame la pasta!! Uno no puede fiarlo todo al capricho de los de la lotería que un día te dan poco y al otro nada.

Quizá Rowling de Potter le empate en ganancias brutalesp, pero pocos pocos habrán ganado más. Por la sinopsis sé que un escritor, dice él, debe estar dispuesto a dedicarle a la escritura entre 4 y 6 horas diarias, que de seguro es así, aunque tal propósito a mi me quede tal lejos. Además no querría estar en la piel de quién tuviera que leer nada escrito por mí durante 6 largas horas. Ni siquiera contar mi vida al detalle me llevaría tanto tiempo. Puede que Pablo si merezca el esfuerzo de juntar toda esa cantidad de palabras, convencido además que no ahora, pero sí un día lejano me querría leer. Estoy completamente seguro que escribir, gracias Stephen, hace al escritor. Leer hace al escritor también. Yo voy a empezar por leer, lo hago ahora cada día y ya viejito lo escribo todo, si hay tiempo y ganas.

domingo, 28 de noviembre de 2021

No quisiera dejar por decir que la estafa que parecía ser no lo fue, no fue al final más que un mucho esperar, que corrido el tiempo pierde toda importancia. Hemos recibido el teléfono de Sestea adquirido el 11 del 11 un día 26 lo que significa que la promesa de recibirlo en 5 días era una falacia, pero perdonable a la sazón por su inmejorable precio. Así que en este punto debo decir que a falta del juicio verbal que nos enfrentará al Banco Sabadell (#pagatusfacturas recuerdas?) no se dibujan más conflictos o estafas en mi vida. Dije ya que AliExpress devolvió aquel dinero del móvil de la tienda fantasma? El que era para mí. No lo hicieron oficialmente pues la aplicación dice que todavía lo están pensando, pero mi revisión sagaz de los movimientos de la tarjeta arrojaron una anotación en verde y por tanto en positivo por el mismo importe, con lo que no puedo menos que concluir que ya han hecho la devolución.

Muy listo no soy, pero todavía me manejo con soltura entre libros de reclamaciones y como voceras de mis derechos. Encima ahora como leo tanto más que antes me expreso mejor, y enredo a mis enemigos con palabras, capturas y razones que me den la razón. 

Del juicio ya contaré cuando se produzca, si se produce. Que puede que antes nos digan que sí, que lo que yo diga.
"Desenrollando largos rollos de escurridizo papel mural, nos inducía a tomar nuestros carboncillos y hacer dibujos ilustrativos de temas que nosotros mismos elegíamos. Por ejemplo: Mi Casa. Con humillada ira obedecía yo, dibujando un cuadrado, con una puerta y cuatro ventanas bizcas y una chimenea en lo alto de la que salía una voluta de humo."

Esa visible oscuridad - William Styron
Yo sé que esto de hoy va en plan sí, sí, sabemos que estás jugando, no nos olvidamos de ti. Dicen que tengo ya el dinero a mi disposición, eso es que ya ha salido hacia mí el furgón blindado, del dinero. Dicen también que puedo investigar los detalles del premio en mi cuenta por si requiere de mucha investigación por su cuantía. Todo está en mi cuenta de usuario dicen, que no sé si no será el hazmerreír de las demás cuentas por tan poco como pesca. Igual se ríen porque yo soy de los de pescar sin cebo. Anado, abre los ojos, que ya está todo el pescado vendido cuando tú arrojas tus monedas. Para qué ir tanto si tú moneda siempre sale cruz. 

No quiero pecar de ingrato, no tengo un mal día y lo pago con estos pobres de la lotería que siempre madrugan para dar las buenas noticias. Reconozco que todavía me gusta que venga la mocita del confeti, que sople todo lo fuerte de sus pulmones por más que a la hora de pasar la aspiradora nunca esté. Que la recibo como a una vieja amiga y que me sigue engañando en el primer vistazo, por su modo de reír no sé si me trae un plomazo de millones o el euro que diga que sí, que ellos saben que juego y que cualquier día de estos me toca.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

"Al final, sólo recuerdo que desde la calle y a través de las salas y de los estrados, mientras el abogado seguía hablando, oí sonar la corneta de un vendedor de helados. Fui asaltado por los recuerdos de una vida que ya no me pertenecía más, pero en la que había encontrado las más pobres y las más firmes de mis alegrías: los olores de verano, el barrio que amaba, un cierto cielo de la tarde, la risa y los vestidos de María. Me subió entonces a la garganta toda la inutilidad de lo que estaba haciendo en ese lugar, y no tuve sino una urgencia: que terminaran cuanto antes para volver a la celda a dormir."

El extranjero - Albert Camus
En días de lluvia date un paseo. Con música.

martes, 23 de noviembre de 2021

Mi móvil Oneplus ha pasado el testigo para morirse a continuación. No ha sido culpa de él, obviamente, no ha cometido el pecado, que le dicen pecado todavía no? Del suicidio.

La culpa fue mía que subía con el móvil antiguo, con el Kindle y con el nuevo hacia un la habitación, todo ello, no recuerdo bien por qué en la misma mano.

Lo vi caer, y ya en el suelo su trasera dorada me tranquilizó, no era al menos el móvil nuevo. Y como tantas veces me agaché creyendo que no iba a ser nada, que lo recuperaría en tal cual, quizá con un arañazo más. Pero esta vez fue la vez definitiva, la de la despedida, la de decir con la mano, sin la mano, hasta siempre.

Tenía un cuadrado negro casi perfecto ocupando la parte superior izquierda de la de pantalla, quizá de un 30% de su extensión total. Que puede parecer poco pero que me resultó muy molesto, no para hacer vida con él, que ya había sido destronado, sino para hacer una copia de seguridad que me dio por hacer tras la caída. Tuve que poner activo el giro de pantalla en para poder saber que me hacía, mirando unas veces en vertical y según lo que me dejaba por ver, horizontal a veces.

Esta mañana la avería había ido a más. Fue extendiéndose en la noche como el chapapote aquel de Rajoy que era un hilillo de plastilina. Ocupaba ya gran parte de la pantalla y me ha dado pena. Rabia no he sentido, aunque me hubiera ido mejor de haber puesto más cuidado. He sentido pena porque no era un móvil para arrojar al cajón, como todos los que tuve antes que ese, que pasaban a la reserva sine die nada más llegado su reemplazo.

Para este quería yo una segunda vida, jubilado de salir a la calle, pero entendiéndose tan bien como siempre con luces inteligentes y altavoces a los que llevaba música en toda hora. Era un segundo mando a distancia, con multitud de aplicaciones para uso doméstico.

Puede que le termine arreglando la pantalla. Son 80€ que no iba a gastar. Lo que confirma que la caida de ayer, sin ser nada tiene un valor de 80€. Pero entonces podría volver al servicio de nuevo. Tengo que pensarlo.

lunes, 22 de noviembre de 2021

Esta canción se la podemos adjudicar a Michael. Ya sé que no es de él, que está muerto y bien muerto, o esto se han empeñado en hacernos creer. Pero si escuchas la canción, incluso con mal oído como yo, lo escucharás a él. Está su espíritu, es su voz, aunque nos digan que no, que es otro fulano, alguien vivo. Puede que sea verdad, que las fechas no casan, que Michael Jackson había hecho el paseíllo del féretro 8 años antes de que estrenaran la canción, pero eso lo puedes creer o no. No todo lo que lees es cierto. Lo que no admite discusión es que ésta es su voz. Tan viva como tú y yo. Tan cierto como que era, es todavía, un genio al que no dejaré a solas con Pablo.

Amo El Perelló. A veces me pregunto como es que mis amigos de toda la vida, los de allí, no hicieron por unir su futuro a un sitio que nos hizo tan feliz de jóvenes, aunque a ellos no les digo nada. Unos hicieron por quedarse y otros simplemente desaparecieron.

El tomate es riquísimo, los campos, terreno ideal para pasear con Ona, la playa preciosa, tal cual desde hace treinta años, los arroces supremos al paladar más exigente, los limones amarillos.

Tomate valenciano. Tomate de El Perelló
Hoy he comprado un boleto de Euromillón que me ha llamado idiota. Yo sé porque lo dice. Nunca me toca y yo sigo erre que erre. Tengo que reconocer, en esta ocasión que sí, lo compré, pero lo hice falto de ilusión, como no esperando nada, solo porque 145 millones de primer premio para mañana son muchos, y me sabe mal no participar. Pero esta vez no siento en el fondo de mi corazón lo de la puerta que se abre, la posibilidad infinitesimal pero que late en el boleto con mis números. Ha sido un participar más bien como se le dice al niño que sí, pero solo para que se calle.

No siento en esta ocasión, quizá por vez primera, que esté ante una posibilidad real y tangible. Lo que no ha sido obstáculo para que haya jugado igualmente para sendos sorteos de Primitiva para esta semana, también adquirida la participación sin asomo de de alegría y más bien maquinalmente, ya que voy a uno voy al otro.

Todo esto no me distrae de la noticia de ayer, los limones trocaron el verde por el amarillo, si fue un limonero lo que me vendieron como tal, después de todo. Pablo, date cuenta que muchas veces las cosas no ocurren instantáneamente, hay que esperar, ser paciente y poner de tu parte para que las cosas ocurran. Como hace tu papá con las loterías justamente.

domingo, 21 de noviembre de 2021

Amarillos, por fin.

jueves, 18 de noviembre de 2021

Cuando Pablo vuelva del trabajo, esto es del colegio, querrá coger este coche. Hoy se le mojó y lo puso a secar a sugerencia mía junto a la estufa, aunque él lo colocó por iniciativa propia sobre la estufa. Bien calentito estaba al recogerlo.

A mi ese coche me parece una cochambre, con toda la pintura levantada, todavía le pregunto a veces por el Mercedes gris metalizado que compartí aquí hace unos meses. Era mi favorito y no tengo ni idea de dónde andará. Puede que se lo llevaran los primos bajo manga o puede que haya caído bajo el sofá, que es algo así para nosotros como en triángulo de las Bermudas.

Parece mentira lo que le gustan los coches. Siempre lleva alguno en las manos, y últimamente este.

Respecto a las capacidades del nuevo móvil cuente lo que cuente me quedaré corto. Estoy encantado con él, ha salido listísimo, se entiende de maravilla con el Google Home, congeniaron nada más conocerse. Otro tema más inquietante es qué pasa con el móvil de Sestea, adquirido el mismo día y que seguimos esperando. Hay una posibilidad aunque pequeña que la hayan estafado, a través de mí.
Fácilmente os estaréis preguntando que empuja a alguien que se acaba de leer un tocho impresionante, que es un diario, más o menos como esto que escribo, pero salpicado de palabras cultas y enrevesadas, a pasar después, todavía no recuperado del disgusto, a leer una novelita del detective Poirot en el más famoso crimen por resolver. Pues qué va a ser, el tren.

Si yo pudiera, no sé si estoy a tiempo, también me cogería un tren que recorriera Europa de punta a punta durante unos días. Visitaría el coche restaurante para tomar café, antes de que dejen de recolectarlo o venderlo, puse una noticia al respecto el otro día, que por supuesto no leí, yo soy nada más de leer y provocar titulares. Me recogería en mi camarote o compartimento, austero aunque confortable, y vería pasar kilómetros de bosques, un sin fin de estaciones y las mismas toneladas de nieve que relata el libro, con mi bufanda al cuello cuando me diera por estirar las piernas en este o aquel andén perdido.

Reconozco que el ambiente de un tren, de los antiguos mejor, es lo que más me va ahora. 

Es justo donde me gustaría estar en estos días desapacibles que anticipan el invierno. Tapando los pies con una manta.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

He acabado Los vencejos llamando a su autor Fill de puta, pido perdón, ya se que es poco propio de mí, inapropiado para cualquiera, pero es que uno se pone a esto de leer para pasar un buen rato, no para ahogar sollozos, cuestionar la vida, la tuya también, y sentir que hay poco más gratificante en el camino que el amor o mansedumbre de tu mascota. Yo quiero que los muertos me duelan tanto como el que encontraré en mi siguiente libro, Asesinato en el Orient Express. Los que desaparecen en la segunda página, no mucho más allá. No puedo sentirme afortunado de tener conmigo a los míos si me duelen tanto los que no tienen más vida que en el papel. Desde luego tengo empatía para regalar, sensibilidad a flor de piel, lástima que no sirva para gran cosa. Si de algo estoy seguro es de no haber nacido para sufrir.
Fernando, ya me acabé Los vencejos, fill de puta.

martes, 16 de noviembre de 2021

Lo prometido
Ya sé que para los que toca es tonto jugar. Pero claro te ponen un cartel como este delante, el mismo día que has mirado la cuenta corriente, que tiene esa tiritona de frío del pobre, que te dices, lo que se mueren por conseguir que te digas, "y si esta vez pasa".

Así que saqué mi antiguo móvil, el Oneplus del que he hablado por aquí, para que me hiciera un último servicio, en lo que podría ser, precisamente, el archiconocido "suceso desencadenante". Comprar un boleto de lotería, no allí en aquella tienda, sino online, en la app, pues yo soy de los que si me va faltando en todas partes, más aún en el bolsillo.

Sabremos está semana si cambia la suerte. Si me hago después de esperar tanto asquerosamente millonario.

Yo por si acaso ya tengo móvil nuevo, de rico, anticipando visitas de la mocita del confeti, muchas si viene a razón de un euro cada vez. Esta vez no me intentaron timar, si bien la primera vez fue, es cierto, con mi consentimiento. Llevé a cabo una labor de investigación considerable, con lupa y rastreo por internet. La tienda se ha demostrado digna de toda confianza.Ahora pongo foto del nuevo fichaje, y corto el rollo.

viernes, 12 de noviembre de 2021

He buscado, esta vez con más tiempo, el décimo de la fecha de nacimiento de mi amor, Pablo Román Espeso Segovia, como dice él a la menor oportunidad. Estaba seguro de encontrarlo este año, pero nada de nada. Fijate tú con tanto como queda hasta el sorteo de Navidad. Yo creo que ha corrido la voz de que fui agraciado de nuevo por la lotería la semana pasada y los números que significan algo para mí se han convertido en tendencia en la Internet. Sospecho ahora de la mocita de las loterías, puede que no sea tan discreta como aparenta, puede que haya desvelado mis números a cambio de la enésima subida de sueldo. Por lo que se ve hay un mundo de gente queriendo copiar mi suerte.

Por lo demás me he lanzado a tumba abierta ya a comprar un nuevo móvil, que no es el que yo creía que me iba a acabar comprando, he tirado por uno algo más barato pero con prestaciones top, que es lo que quería, por encima de que se llame de una forma u otra.

Eso sí, sigo sin recibir el reembolso de la disputa de AliExpress y ya estoy enviándoles dinero nuevo. Por lo que se ve en lo único que son rápidos y eficientes estos chinos, además de haciendo móviles, es en desparramar virus por el mundo. Pagar les cuesta más.

lunes, 8 de noviembre de 2021

La vida es injusta. Luego explico esto.

He estado paseando con Ona por la playa. Nos hemos ido hasta Palmeres donde estuvimos a punto de comprar un apartamento para Mandarino y Limonero, aunque aquel tenía una derrama considerable pendiente y una batalla campal todavía soterrada a punto de estallar entre los vecinos, con lo que salimos huyendo y por tanto salvamos de un gran quebradero de cabeza, aunque ciertamente luego nos llegaron otros.

Me he llevado una pelota y Ona ha estado nadando felizmente. De camino he hecho una de mis buenas acciones del día, o de la semana. He vuelto a salvar una vida, que siempre es algo digno de mención. Esta vez ha sido un pez, que no un pescado. Todavía se movía en la orilla cuando lo he cogido para lanzarlo de nuevo dentro del mar. Luego me he dicho que por hacerlo tan rápido no he podido coger prueba gráfica de mi buena acción. Claro que me he quedado más tranquilo al pensar que esas cosas se tienen que hacer así en caliente, que si uno se entretiene en sacar el móvil y enfocar es muy posible que el pececillo de sus últimas bocanadas y muera ahogado. Justo como le pasó a este otro de la foto. Al que no llegue a socorrer a tiempo. No se movía cuando lo hallé. No hubo un salvador para él. La vida es injusta, y cruel a veces.

domingo, 7 de noviembre de 2021

Me encontraba sentado en un banco del parque, en mi tórrido romance con mi Kindle, y llegaba por el sendero caminando una vecina muy charraora que tiene una perrita como nosotros. Cómo habla tanto siempre tiene algo que decir y hoy me ha estado contando de su nieto, que haber si le da un bisnieto de una vez. A mi pregunta de que edad tiene su nieto me ha dicho que ya está casado y me ha relatado a grandes rasgos su vida. Lo curioso es que ella no es tan mayor.

Me ha dejado dicho que el nieto trabajó en Inglaterra y en un sitio que a mí no me sonaba de nada ni ella ubicaba tampoco, más allá de Sudamérica me ha dicho. El caso es que quería retener el sitio pero en el rato de volver a casa lo he olvidado. Según la oía yo pensaba si no se lo estaría inventando.

Luego me ha dicho que ya están aquí. Que gana menos ahora, a lo que yo he opuesto algo que solo podría decir el día de hoy: el dinero no lo es todo o no es lo más importante. 

Y es que la lotería y el confeti matinal dan una euforia tal que cualquiera se pone a decir tonterías. Que el dinero no lo es todo.
«A ti te gusta mucho vivir», le he dicho en un claro tono de reproche.

Los vencejos - Fernando Aramburu
Cuánto tiempo que no venías.

viernes, 5 de noviembre de 2021

Justo ahora que me funciona la cafetera...

Que no dicen estos que tenía rayas de uso? 😄
El conserje me envía está foto. Bien por mí!
Algo que debía saber todo el mundo es que más vale no meterse conmigo. Vale más no enfadarme, como muy bien sabe ahora los de Tassimo y sus cafeteras nuevas pero estropeadas de Bosch. Yo soy como los buenos abogados, aún sin licenciatura rara vez pierdo.

Que se lo digan a los de AliExpress a los que también abrumé con mi jerga indescifrable, con pantallazos y gestos grandilocuentes. Se han rendido a la evidencia, tengo razón y tengo razón y tengo razón.

La tienda estafadora ha tenido un nulo éxito conmigo. Claro que dirán que les cogí ojeriza desde el principio. Que no confíe en ellos ni en su servicio postal fantasma. Es verdad, nada más comprar ya estaba arrepentido.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Ayer Pablo, conchabado con su seño Paula nos gastó una broma. Se vino al salir del cole con el dedito metido en una gasita blanca con manchas rojas. Nos dijo que tenía una pupa. Pero no era verdad. Era una bromita para reírse de nosotros.
Si hubiera querido comprar una cafetera para la semana que viene estaría a estas horas procediendo al pago, estando a jueves muy probablemente, sí, ya la recibiría la semana que viene.

Pero si la he comprado el 5 de octubre lo normal es que ya la tenga en mis manos, es decir, que tenga ya un café humeante quemándome las manos. A no ser que Bosch Home sea el fabricante, entonces hay, para mi al menos, un 100% de posibilidades de que me envíen una máquina defectuosa, nueva pero estropeada, para que no pueda hacer café ni nada, salvo llamar al servicio técnico para preguntar qué pasa con mi cafetera. Es una estrategia de marketing genial, pues se vuelve así el café Tassimo algo inalcanzable, deseado pero inalcanzable e inmerecido, pues una cafetera es fácil de conseguir, otra cosa es que funcione y eso es algo que solo merecen algunos compradores, los más afortunados, entre los que no me encuentro.

Yo merezco por lo que se ve una cafetera sí, ya que compré el pack que la contiene al comprar el café, pero otra cosa es que pueda hacer uso de ella, ese es otro cantar. En la tesitura de enviarme las cápsulas de café vacías o la máquina rota yo soy de los de la máquina rota.

Y las cápsulas ya miras si te van en la Nespresso. Hay que comprender, yo a estas alturas de mi vida ya lo comprendo todo, estoy en una suerte de clarividencia que consigue que nada se me escape, hay que comprender decía que algo hay que hacer con las máquinas nuevas pero estropeadas, tendrán que ser para alguien, O se las van a quedar en la fábrica acumulando polvo?

Han debido saber de mí suerte en las loterías y se dicen que me envían la rota para compensar mis mañanas de mail, mocita y confeti, que suerte ya tuve bastante en la vida. Pues no me importa, mi suerte no depende de poder o no tomar un café. Hay más cosas.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Yo no lo vi pero me lo han contado. Pablo salió corriendo el otro día de un campito de fútbol hacia la carretera al oír la voz de su madre que llegaba desde la acera de enfrente. El susto, me dicen, fue de órdago y Sestea quedó paralizada ante la inminencia de la llegada de un coche.

Durante los primeros años con Ona me asombraba que hubiera podido querer tengo a una perrita, nunca lo hubiera pensado, ni sabido, antes de tenerla. Fue un descubrimiento de amor y de gratitud por su tiempo conmigo.

Después llegó Pablo, y entonces descubrí lo que era, es el amor con mayúsculas o más sencillamente el amor de verdad. Alguna vez yo ya había oído que no se sabe lo que es amar hasta tener un hijo, y nunca le presté atención porque rara vez la presto a casi nada. Ahora, día a día, sé que es cierto. Me ha dado a descubrir en mi un ser con una infinita capacidad de amar. Aunque no sé si está bien que yo lo diga.

Por otro lado hay en este amor algo terrible y es que uno ya nunca podrá volver a ser quien era antes de conocerlo y sentirlo. Más aún, si a Pablo le hubiera pasado algo, le pasara cualquier cosa, no sé cuánto más estaríamos su madre y yo en el mundo.

sábado, 30 de octubre de 2021

Lo sacaron tres años antes de cumplir la condena. Quién es el responsable? Va a pagar por ello? O ya lo hizo por él el pobre niño de 9 años.

A esta clase de chusma le ponen en Estados Unidos la inyección letal y nadie se acuerda más de ellos. No sé que parte de el que la hace la paga no entendemos. Y pagar es pagar, en justa proporción.

viernes, 29 de octubre de 2021

"El caso es que durante años abrigué el convencimiento de que a papá le había sucedido una desgracia brutal al morir tan pronto, a una edad, cincuenta años, en que a mucha gente aún le queda una considerable provisión de futuro. Ahora que por decisión propia tengo los días contados, he cambiado de parecer. Para la clase de vida que hemos llevado las personas como papá o como yo, cincuenta años me parecen suficientes. Lo que la vida no le haya dado a uno para entonces es muy improbable que se lo dé de los cincuenta en adelante."

Los vencejos - Fernando Aramburu
Hace tiempo que no tengo la suscripción de PlayStation Plus. La dejé caducar y no renové. Pero antes la había mantenido por años, un poco por jugar, cosa que hacía a ratos muy esporádicos, y otro poco, aunque fundamentalmente, por acumular en la biblioteca los juegos que concedían gratuitamente cada mes. No significaba guardar nada, no había un disco duro de esa capacidad, sino simplemente un derecho de descarga en el futuro, por si llegaba el día para querer jugarlos.

Ahora, como digo ya no pago suscripción y por tanto ya no añado ninguno más a la colección de los que tengo. Mi PlayStation Plus es historia y los juegos que conseguí de este modo están congelados a la espera de pagar de nuevo la cuota. Si la pago se harán accesibles.

Sigo haciendo algo similar en este otro sitio Epic Games porque no hay suscripción que pagar, solamente hay que acordarse y meter el juego de turno en la cesta. Son gratis, gratis, gratis. Y lo sigo haciendo cada jueves o viernes. Como me ocurría también en la Play con la absoluta seguridad de estar guardando (el derecho de descargarlo y jugarlo) aunque sepa, sin asomo de duda, que nunca los jugaré.

Es una especie de síndrome de Diógenes, solo que yo, al contrario que algunos viejos, de cabeza perdida, no acumulo bolsas de basura sino juegos para no usar nunca. Están a un click de distancia para descargar.

Tendré cientos a los que no voy a prestar atención. Los consigo sin saber muy bien para qué.

jueves, 28 de octubre de 2021

No me hicieron el acuse de recibo.

"La voz de Linda murió súbitamente, convirtiéndose en un ronquido casi inaudible; la boca se le abrió, y Linda hizo un esfuerzo desesperado para llenar de aire sus pulmones. Pero era como si hubiese olvidado la técnica de la respiración. Intentó gritar y no brotó sonido alguno de sus labios; solo el terror impreso en sus ojos abiertos revelaba el grado de su sufrimiento. Se llevó las manos a la garganta, y después clavó las uñas en el aire, aquel aire que ya no podía respirar, aquel aire que, para ella, había cesado de existir."

Un mundo feliz - Aldous Huxley

miércoles, 27 de octubre de 2021

Hablando de guapos pocos lo han sido más que Miguel Bosé, y su sobrina Bimba es un monumento en este vídeo. El gen Bosé.

Luego Bimba peleó contra el cáncer con todo, con la mejor actitud del mundo, para terminar rindiéndose a la evidencia de que a unos y a otros nos llega la hora, a unos antes y a otros después. Fue a marcarle el camino a su gran amigo David Delfín, trazando la ruta. Para poner las miguitas que los reunan.

Miguel se quedó aquí aunque es como si se hubiera ido. Quedó de cuerpo presente pero rompiendo con todo. Con su pareja de toda la vida, con la que está de tribunales por demostrar que los que se decían hermanos no lo son en realidad. Rompiendo hasta con la cordura que lo había acompañado toda la vida, pues Miguel era guapo, pero un guapo cabal, con cosas para decir. Cómo entender que se haga negacionista de lo evidente a su edad, si la evidencia no escapa salvo a los más tontos y él no lo es. Cómo entenderlo si su propia madre se muere del Covid que él mantiene que no existe. Cómo, si de tonto no tiene un pelo.

Salvo claro que ya no le tenga apego a la vida, al amor de la mitad que importa de los que llama sus hijos, que haya decidido una suerte de suicidio asistido por no tomar precaución alguna, un dejar hacer a la pandemia, que lo mate si es que existe. Que se vaya él también como se le marchó antes la voz.

Un morir quizá, sin nada que perder.

Como un lobo - Miguel y Bimba Bosé

martes, 26 de octubre de 2021

Cuando éramos jóvenes Marcos y yo teníamos la disparatada teoría, todo en nosotros era disparatado por aquel entonces, nos disparatábamos solamente por mezclarnos, digo, teníamos la disparatada teoría de que la belleza era como una rueca, de manera que imperceptiblemente uno se iba volviendo más feo, que decíamos truño, o más bello según avanzaba la vida. Nosotros, estaba claro, estábamos en fase truña, navegando apaciblemente hacia la belleza que tenía que aparecer en nosotros en algún momento del futuro. Sabíamos, por otro lado, que siendo nosotros la belleza sin par, inconmensurable, nos tocaría justo al momento de la muerte. Es decir pasando la vida de feo a cada vez más feo para en el mismo momento del último suspiro, la rueca gira y nos convierte en un cadáver de un guapo arrebatador.

Con todas las chicas que no nos hacían caso de repente enamoradas, asombradas de nuestra belleza dentro de la caja las menos informadas, padeciendo nuestra suerte las que se decían que mala cosa es volverse guapo justo al momento de la muerte.

Ese era nuestro sino y nuestras risas de estudiante invisible en la universidad. Yo ahora sé que guapo guapo no voy a ser. Ni más tarde, de muerto. Mas no me importa, lo es Pablo.

lunes, 25 de octubre de 2021

Está mañana he jugado a la primitiva como sin quererlo, como si no fuera conmigo, hasta contarlo me da un poco de apuro. Que igual tengo que callarme para que me toque. He jugado los números de siempre, lógicamente si uno quiere jugar como si no jugara, sin molestar a nadie, hacerlo rápido como si no hicieras nada no puedes andar improvisando nuevos números, eso le da a todo una aureola de novedad que es imposible que pase inadvertida. De hecho creo que sí lo quiero hacer bien tengo que programar la jugada para cada semana y que la propia aplicación se encargue de todo, comprar los números y avisar del premio, a ver si así es todo uno. Además si yo no estoy detrás del movimiento la sorpresa ha de ser por fuerza mayor, y mi gratitud mayor también al móvil por acordarse.

He empezado Un mundo feliz de un tal Huxley, otra obra maestra según los críticos. Aunque en mi opinión para eso mucho tendrá que mejorar. De nuevo encuentro párrafos que no significan nada, que no me significan nada, por mejor decir. Vuelvo a poner la mirada en blanco y paso por ellos sin enterarme, justo como debiera hacer respecto a las loterías.

viernes, 22 de octubre de 2021

Entre las empresas que anexionado a mi matriz, que raro ha sonado eso, no está Afflelou, el de las gafas chin chin, ni siquiera este local tan solo. Sin embargo Google cree que sí, y no suele equivocarse, así que igual, sin que yo lo sepa tengo algún derecho y lo puedo hacer valer.

Todo viene creo de que me voy a probar unas lentillas allí y se han creído que me voy a quedar la empresa entera, que podría llamarse Anado Aflelu por continuar y aprovechar la fama conseguida, eso sí simplificando el nombre, prescindiendo de tantas EFES seguidas. Cómo hizo en su día Carrefour, para sonar al oído español casi castizo.

O quieren tan solo que les gestione todo el asunto web, el marketing y no tienen mejor modo de presentarme la oferta que ponerme ya a los mandos.

Yo no tengo en verdad pega alguna. Sólo una duda, a cuánto lo pagan.

«¿Suponer lo peor? —me dije—. ¿Suponer que la máquina está enteramente perdida, destruida, quizá? Me importa estar tranquilo, ser paciente, aprender el modo de ser de esta gente, adquirir una idea clara de cómo se ha perdido mi aparato, y los medios de conseguir materiales y herramientas; a fin de poder, al final, construir tal vez otro».

La máquina del tiempo - H.G. Wells

jueves, 21 de octubre de 2021

Un poquito de buen castellano.

La creencia en dios es libre. Yo que soy ceñudo en lo irresoluble le he dedicado tiempo, ahora por ejemplo, y que he sentido mi vida muchas veces, en todo momento en realidad, bajo la sombra de un principio indiscutible, que cantaba nuestro ínclito Joaquín Sabina: CASI TODO ES CASI NADA. Claro que a Sabina, así desde lejos, el dinero le parece algo, y de importancia.

Yo, como no tengo dinero, si no viene la del confeti a remediarlo, he pensado muchas veces en el tema dios, que desde luego no tiene nada que ver con el tema Iglesia. Y me ha gustado pensar, como a todo perro pichichi que nos esté observando y de algún modo velando por nosotros, como un padre, que precisamente por nuestra fe inquebrantable no puede faltar, que sirva de consuelo, como algo que estará siempre con nosotros. Luego ya, vista la vida más de cerca, entre tanta putada y tanto dolor el castillo de naipes tambalea. Para mí hay algo incontestable, si hay dios nadie debiera faltar teniendo una pizca de amor dentro. Que se fueran solo aquellos incapaces de amar. Si hay dios este planteamiento no debiera parecerle mal.

Es tan extraordinariamente injusto morir amando como para plantearse en serio que estamos absolutamente solos. Ona me mirará cada día, me busca con sus pequeños ojillos atentos y yo no sabré a dónde mirar.
Mi ambición sigue intacta pero hay algo de morder el polvo y tragar orgullo en acudir, con las manos vacías, al sorteo de La Primitiva. Acudir por si sale la pedrea de 9 milloncejos cuando la semana pasada entraba en la convocatoria para 220. Aquí si podría asomarme a la ventana y gritar - Este sí, No? A ese ingrato destino, caprichoso que me quiere de pobre no sé cuánto tiempo más.

Que es verdad que no me privo de nada, que me permito incluso ser estafado por AliExpress como si serlo fuera lo más natural del mundo. Mis cuentas dicen que mañana podré abrir con el vendedor una disputa, que quizá traiga de vuelta un dinero para gastar en las loterías, en el amor no correspondido de la mocita del confeti, dándole el pretexto perfecto para que me visite una vez más.

No sé cómo hago, pero siempre ando en guerra. Y con el Corsa dando por culo, con perdón. Ayer encontré que una de las luces de cruce no alumbra. Que no me pararan y multaran fue una suerte. Jodida bombilla, con perdón... Los únicos que no dan disgustos Mandarino y Limonero, tan tranquilos en su esquina de la terrazae, aunque este último siga dando limones verdes. No les importa, y a mi tampoco.

martes, 19 de octubre de 2021

Estoy leyendo Limónov de Emmanuel Carrere en el libro de los libros, mi muy estimado Kindle Paperwhite. Me gusta traer aquí algún párrafo que me haya gustado, que haya llamado mi atención, tengo que reconocer que con algunos libros, con este me ha pasado, leo pasando la vista, sin enterarme de nada. Me ocurre porque con mi memoria de pez, que son seres que cuentan con una memoria de apenas unos segundos, o eso dicen, porque siempre vuelvo a la página anterior al punto dónde me he quedado, y lo leo cómo si fuera algo nuevo, quizá una frase tan solo me recuerda que ya pasé por ahí, pero todo lo que la rodea es algo nunca visto. Esto solo admite una explicación entre éstas. O bien no leo en absoluto y mi mirar esta vacío, o se pierde en su camino a mi cerebro que no obtiene noticia, o bien lo visto es olvidado al instante, lo que no es tanto culpa mía como por su falta de interés.

Que esto ocurra está más que justificado cuando es una retahíla de nombres, y más soviéticos, pero lo cierto es que creo que es una estrategia de mi subconsciente para acabar ya, de una vez por todas, el maldito libro. El problema no soy yo, es lo que estoy queriendo decir, son ellos. Me dejé a medias los Detectives Salvajes y se me está haciendo largo este también.

Lo más destacado que encontré es este espanto:

"El otro cuenta las crónicas de sociedad que acaba de leer: en un pueblo como los que están atravesando, una buena mujer, para castigar a su hija, la ha encadenado a la intemperie, a menos treinta bajo cero, y la chica se ha congelado hasta tal punto que ha habido que amputarle los brazos y las piernas. En cuanto llevaron a casa lo que quedaba de la niña, un tronco, el compañero de la madre se apresuró a violarla y la hija dio a luz a un pequeño al que a su vez también encadenaron."

Limónov - Emmanuel Carrere

Y aún así lo ponen de obra maestra. 

Lo voy a acabar porque no es tanto lo que queda y no quiero ser de esos que se dejan todo a medias, más allá de la carrera de Derecho, pero tendré que encontrar para después algo que me interese más, que me cautive y me encierre para leer, como ocurrió hace años con "La historia interminable" o "Los pilares de la tierra". Le estoy dedicando tiempo a la lectura, y, aunque siempre compensa, espero más. En la puja por mi tiempo libre podría volver a asomar la televisión o la consola, y sería una pena.

lunes, 18 de octubre de 2021

Pablo, está es otra canción que me gusta. 💓

Debes estar de broma.

sábado, 16 de octubre de 2021

El problema cuando no se tiene mucho que contar es que se cuenta lo mismo, repetido, muchas veces. Uno se repite, cuenta versiones que apenas cambian en lo sustancial. Y no me refiero en esta ocasión a la chica del confeti, que no vino y ya casi no se la espera.

Me refiero más bien a algo que tengo hoy en la cabeza, que ya expuse aquí porque como todos estoy condenado a repetirme. Dije y hoy reitero aquí que me pesa que mi Pablo no vaya a conocer a mis papás de jóvenes, que no vaya a tener la infancia que ellos me dieron. La distancia que separa a mis padres de Pablo soy yo.

Yo sé, solamente hay que verlo, que Pablo es feliz. Y me produce una gran alegría, pues su felicidad es similar a la que yo gocé, aunque no me quede de aquello más que un puñado de recuerdos adheridos al alma. Sé que pocos niños en el mundo deben recibir tanto amor tanto tiempo seguido. Pero también sé, o creo que sé, que de algún modo el padre ha de propiciar la mejor felicidad en la infancia para compensar este mundo tan feo que habitamos. Creamos en este tiempo la semilla que le dé, al hombre que será, una esperanza en la vida. 

Cuando la vida se tuerza, o muestre esa cara fea que sin duda habrá de mostrar, que pueda recordar la infancia que es probablemente la etapa mejor de la vida.

viernes, 15 de octubre de 2021

Parecía que los 220 millones serían ya cosa de un suertudo que me iba a copiar el Mercedes pequeño y el estudio en la estación de esquí, pero no, no sé bien que pasó el martes, lo declararon vacante y esa locura de millones siguen esperando dueño para está noche. Yo, como no podía ser de otro modo, he vuelto a comprar, si me dejó estafar por AliExpress cuando todos los indicios apuntan a salir corriendo cómo no voy a derramar unas cuantas monedas más por esta fortunaza inconcebible.

A veces no pienso que esto es el timo de la estampita, que soy un tonto, aunque no más de lo que parezco. Es solo un número, nada más. Que esa cantidad exorbitante no está más cerca con el boleto en el bolsillo que lo que estaba antes de haber comprado, y que como tantas veces no servirá para nada. Pero por otro lado siento también un extraño poder cuando sé que existe la posibilidad, por remota que sea. Puede ser que está noche sea mágica, es posible, y si no mañana todo será más o menos como hoy. Las cosas seguirán todas en su sitio y habrá que mirar al siguiente sorteo con ojos nuevos por ver si merece la pena que te engañes otra vez.
Pablo y yo estuvimos paseando por la playa. También venía con nosotros Ona porque según parece no está tan mal visto que los perros usen la playa cuando los humanos no la van a usar. Ya no es algo prohibido. A estas alturas del año no nos multarán.

Estuvimos correteando por la orilla y lo que es más importante cogiendo conchas, de esas con un relieve rayado que son un prodigio de la naturaleza, también cogimos por capricho de Pablo un par de piedritas planas negras que quería para regalar a su mamá. Convertimos la bolsa de ropa en un cofre del tesoro.

Mirando el suelo por ver qué más podíamos añadir a la colección tropezamos con un cangrejo, aunque Pablo le tenía algún temor, pues siempre guardó con el más que una prudente distancia, yo lo cogía y lo dejaba en el suelo para que viera como al llegar el agua y ablandar la arena él corría, marcha atrás, a hundirse dejando asomando nada más los ojillos, que parecían dos motas de arena que se volvían casi invisibles.

Pablo no fue, como tenía que ir, al cole el miércoles por pasear con su papá y apurar una paella a pie de playa. Menudas risas. Tengo fotos de eso también. Se lo pasó pipa, como él dice. Y nosotros encantados del mar, de la playa, de la siesta y de ver a los tíos al caer la tarde.

jueves, 14 de octubre de 2021

Cómo yo no me quedo conforme si no estoy en una cruzada contra algo me lancé sin red a comprar un móvil, el que me viene tentando, que estaba a un precio sospechosísimo. Pero confiado en lo que AliExpress llama política de protección al consumidor no quise darle al asunto muchas vueltas y dije con un click que sí, que lo compro. Para arrepentirme al instante, por ese precio sospechoso no, sospechosísimo, también porque la tienda lleva abierta desde abril sin un solo comentario ni valoración, sin que nadie la siga ni compre.

Así que ahora estoy, con una de mis cruzadas, por no estar de brazos cruzados, poniendo mensajes de Twitter a AliExpress España, que ignoran olímpicamente. Contactando con el vendedor en francés de traductor de Google y contando los días para iniciar una disputa que muy mal se ha de dar para que no acabe en demanda.

Todo por no esperar al black friday, día en que los vendedores fiables tiran la casa por la ventana.

martes, 12 de octubre de 2021

"Supongo que le sonrió a Cody: probablemente había descubierto que cuando sonreía le caía bien a la gente. "

El gran Gatsby - Francis Scott Fitzgerald
A los números acostumbrados y que tan poca suerte suelen traerme hemos añadido está mañana unos números al azar que ha recitado Sestea como en trance, sin dudar y sin repetir ninguno. Estaría bueno que por una vez que jugamos sus números fueran a ser los correctos, los mismos que salgan está noche y nos hagan millonarios, o por mejor decir súper millonarios.

Todo puede ser, no es ningún secreto que ella es la lista de los dos, aunque hay mucha inteligencia en saberse acompañar en la vida por alguien más listo que uno. No es un mérito menor, que quizá no habla tanto de inteligencia sino de buen talante y procurar que las molestias que uno ocasiona sean las menos posibles.

En cualquier caso es mera obscenidad siquiera pensar que nos puedan tocar 220 millones, los 178 del otro día más la zanahoria de la que hablaba. Ese plus de 42 extra como si no fueran nada.

Ayer paseando por el pueblo vi el coche que me compraría, y que nadie piense en un Ferrari o un Lamborghini. Que era un Mercedes pequeño, nada ostentoso. Y quizá un estudio en alguna estación de esquí, pues recuerdo que de más joven me gustaba esquiar.

Por lo demás mi aspiración sería viajar mucho y poco más. No soy de cambios drásticos, Mandarino y Limonero pueden seguir creciendo tranquilos.