lunes, 29 de noviembre de 2021

Estoy leyendo mientras escribo. No me refiero a leer lo que escribes según lo escribes, que es algo que suelo hacer y que habla de mi incapacidad para escribir una novela, me llevaría demasiado tiempo (me faltan ideas además). Mi ambición no puede ir más allá que un párrafo diario, que es lo que suelo hacer, lo que hago en este momento. Digo que leo "Mientras escribo", así con comillas mejor. Un libro de Stephen King al que he llegado no buscando lo literario, para eso uno lee a Umbral después de Umbral, sino que le leo buscando sencillamente el camino hacia la pasta, al grito de Stephen, enséñame la pasta!! Uno no puede fiarlo todo al capricho de los de la lotería que un día te dan poco y al otro nada.

Quizá Rowling de Potter le empate en ganancias brutalesp, pero pocos pocos habrán ganado más. Por la sinopsis sé que un escritor, dice él, debe estar dispuesto a dedicarle a la escritura entre 4 y 6 horas diarias, que de seguro es así, aunque tal propósito a mi me quede tal lejos. Además no querría estar en la piel de quién tuviera que leer nada escrito por mí durante 6 largas horas. Ni siquiera contar mi vida al detalle me llevaría tanto tiempo. Puede que Pablo si merezca el esfuerzo de juntar toda esa cantidad de palabras, convencido además que no ahora, pero sí un día lejano me querría leer. Estoy completamente seguro que escribir, gracias Stephen, hace al escritor. Leer hace al escritor también. Yo voy a empezar por leer, lo hago ahora cada día y ya viejito lo escribo todo, si hay tiempo y ganas.

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