jueves, 21 de octubre de 2021

Mi ambición sigue intacta pero hay algo de morder el polvo y tragar orgullo en acudir, con las manos vacías, al sorteo de La Primitiva. Acudir por si sale la pedrea de 9 milloncejos cuando la semana pasada entraba en la convocatoria para 220. Aquí si podría asomarme a la ventana y gritar - Este sí, No? A ese ingrato destino, caprichoso que me quiere de pobre no sé cuánto tiempo más.

Que es verdad que no me privo de nada, que me permito incluso ser estafado por AliExpress como si serlo fuera lo más natural del mundo. Mis cuentas dicen que mañana podré abrir con el vendedor una disputa, que quizá traiga de vuelta un dinero para gastar en las loterías, en el amor no correspondido de la mocita del confeti, dándole el pretexto perfecto para que me visite una vez más.

No sé cómo hago, pero siempre ando en guerra. Y con el Corsa dando por culo, con perdón. Ayer encontré que una de las luces de cruce no alumbra. Que no me pararan y multaran fue una suerte. Jodida bombilla, con perdón... Los únicos que no dan disgustos Mandarino y Limonero, tan tranquilos en su esquina de la terrazae, aunque este último siga dando limones verdes. No les importa, y a mi tampoco.

No hay comentarios: