Pero otras veces ella viene casi por nada. Dice que viene por darme no sé qué euro o tres o cuatro, pero yo creo que lo de menos es el premio que esté dispuesta a darme, es solamente un pretexto que emplea porque lo pasamos bien, lo que importa es disfrutar de un rato chulo, con el confeti y la fiesta, poniendo todo perdido, cantando lo de que la vida es una tómbola de luz y de color. Yo no bailo, pero la veo en su jovialidad y la animo y doy palmas como el mejor...
Pero ya no viene. Le tengo perdida la pista. Puede que haya pedido el traslado, ya no se encuentre en la ciudad, se haya pasado al sorteo del Lototurf, que no sé ni lo que es pero que tendré jugar también. Que lástima las veces que vino y yo no tenía ganas de nada. Que le aplaudía el confeti solo porque se fuera.
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