lunes, 24 de agosto de 2009

No estoy loco

Esa sonrisa traviesa.

Colgando en tus manos - Carlos Baute y Marta Sánchez



¿Habráse visto tal cosa? Pero si ya nunca escribes en el blog. Que no es que nadie lo eche de menos, que no es que lo eches de menos ni siquiera tú. Y regresas.

Pues sí, Sestea se ha ido a disfrutar de otras vacaciones y yo me he quedado solo. Con mi frigorífico inmenso con la consola de Playstation y con cantidad de tiempo sin ella.

Así que vuelvo en el mismo día, dos veces. Para intentar que me salga algo que no tenga que ver con los políticos, del mundial del atletismo, por ejemplo, que es el lugar donde van nuestros políticos a ponerse, ellos antes que nadie, las medallas. Pero que hace el tal Lissavetscki en todos los saraos. ¡Si con ese apellido no puede ser ni siquiera español! ¿Dónde hizo la mili? ¿En Chequia o en Eslovaquia? Y otra cosa, ¿secretario de Estado para el deporte? Si el deporte merece cuanto menos un ministro o un presidente de gobierno solo para el deporte, yo propongo a Nadal. Aunque yo a Nadal lo prefiero mil veces antes que cualquiera para casi cualquier cosa. Y eso que lleva un montón de años de número 2 y seis meses siendo el primero sin saber sacar siquiera. El día que aprenda los rivales no saldrán a la pista. Pues si se presenta el marioneto Zapatero, el julandra Rajoniano, que es gay nada más en la intimidad, digan lo que digan los papeles de la iglesia porque es lo que cuentan las malas lenguas y Rafa Nadal, yo escojo a Nadal con los ojos cerrados, porque es más listo, más sensato y mejor persona, por no hablar del carisma que tiene más en una de sus zapatillas que estos tarados en los cónclaves donde se reúnen para verse los caretos todos sus palmeros.

Las reuniones de ámbito interno ¿cómo les llaman, asambleas? en las que gastan el dinero del contribuyente a manos llenas debían celebrarse ante el tendido de los otros, para que la gente abucheara a conciencia y esta gente bajara del planeta que habitan para cerciorarse que los otros los aborrecen con la convicción de un santo.

En fin, si se trata de hablar de deporte habrá que citar a nuestra atleta Natalia Rodríguez, que pasa por donde puede p´alante. Y si no hay espacio se lo hace mandando a freír morcillas a la etíope o lo que sea que fuera aquella chiquitina en todo el medio, pisando el césped y por donde haga falta. Lástima que luego los jueces no sean como los del Supremo y nos vayan haciendo la vida imposible, ¡anti españoles! que nos tratan como si fuéramos vulgares americanos. ¿Ya nadie se acuerda de cómo salimos al poco de Irak? ¿Y de nuestro gallardo botarate sentadito mientras el desfile de las banderas?

Como cuenta Pepiño Blanco a la hora de publicitar las grandes medidas del gobierno, dar 400 euros a los que cobraron hasta ayer, y a los que llevan más tiempo sin ver un duro, que se busquen la vida, el fallo nos viene al mostrar la información. El fallo no es la medida en si misma, sino la forma en que se transmite. Seguro que si hubieran echado por las pantallas gigantes del estadio a nuestro Zapatero, que como dice el notas francés no es muy inteligente, mientras permanecía impertérrito durante el desfile, los alemanes se habrían roto las manos a aplaudir a nuestra compatriota, así se hubiera abierto paso a patadas hasta la meta.

Porque a burros no hay quien gane a los alemanes. Invasiones protagonizaban.

Pedazo Audis fabrican.

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