martes, 2 de agosto de 2005

Formador ocupacional

Se acaba el curso que he venido siguiendo de formador ocupacional. Se apaga, agotados los plazos como una vela. Y se hizo largo aunque uno tenga la sensación irreparable que tienen siempre las pérdidas. Conocido un submundo de gente en la intra historia, gente que pelea por ser algo más, por ser mejor cada día. Un universo en si mismo sin cámaras que lo descubran.
Reunidos providencialmente por el Servef que sin rostro mezcla vidas y personas dispuestas a dejarse el tiempo en el intento de abrir nuevas puertas.

Todos salimos como formadores en plena formación para ilustrar a los otros sobre lo que somos, exponiendo magistralmente nuestros defectos y virtudes, como un consejo de sabios encerrado en un bunker, a salvo del calor, en un mundo que se cae a pedazos encadenando calamidades. En cierta medida ese mundo, políticos, legisladores, que nos aparcó temporalmente tendría tanto que aprender de nosotros... Dueños del mejor rostro en el suceder amable de los días.

Yo me quedaré con algo de cada uno, el recuerdo aunque sujeto a la variabilidad a la que somete a todo el tiempo. También dejaré estas letras, estas sí perennes y no atentas a cambios posteriores, que recojan un detalle de cada uno, algo que fue y ocurrió en estos días, como una pincelada inspirada al crear un separador de hojas:

A Amparo habría que hacerle un monumento por haber sabido liderarnos. Incombustible incluso frente al rostro de Andrés que pedía tregua nada más empezar y que me hacía reír sin reparar en que mi rostro era idéntico. Dos sujetos pidiendo sillas y sillones tras cada paso.

Fran vestido a la última, dueño por aclamación de conceptos, procedimientos y aptitudes, siempre dispuesto a dar opinión. Poniendo "calidad" como dice Nati, en cada intervención.

Benjamín que se queda sus consejos para él cuando hacen fuera tanta falta. Ciclista empedernido al que la docencia enseño que vale más empezar de ogro aunque al fin sea Quijote bramando contra molinos de viento. Creyente como yo en que todo mejorará.

Andrés, el muñeco mecido por el ritmo de escapada de sus dedos contra la mesa. Experto en animación incluso multimedia, se ha enganchado a los "y vive" como a las nuevas compras. Un fenómeno al que habrá que pedir cita cuando ProyectaDos absorba a Gates y a su equipo.

Stella nos habla en argentino para que aprendamos a hablar en español. Prolija en lunfardo adora las tostadas con aceite y el zumo de naranja. Echa de menos sus raíces aunque sea capaz de crear nuevas allí donde la quieran. Amiga de sus amigas, estará siempre a su lado.

María José competente, la directiva ideal para cualquier empresa. Sensata, cordial en un descanso laboral seguro que buscado, se pelea con sus ojos gota a gota para que sepan mirar pantallas de ordenador. No quiere liderar equipos porque ya lo hizo. Era imposible un naufragio.

Agnelio aprende que tiene voz y se atreve a alzarla para contar. Ya no importa el número de oyentes. Capaz de vender el Infierno con palabras se arrima al ordenador con más miedo que a los toros de la Vall d'Uxó. Es dueño por repetición de la esquina donde aparca su coche.

Nati que tiene el tiempo detenido en el reloj se asoma desde la casa de su pueblo a las estrellas que la ciudad no ve. Es como una chiquilla con las ceras en la cartera, te convierte una clase en un taller creativo rápidamente aún a costa de que alguno recupere la sensación de que no tiene dedos sino teclas. A veces se pone las gafas de sol y dice que es para ver mejor aunque sospechemos que cierra los ojos.

Inma se bajó del tren en marcha para hacerse casi funcionaria de Hacienda (con la que habrá que llevarse bien, por si acaso). Se llevó su amistad con ella y le quedó en el tintero un curso de Office que ya no dará. Informática y estudiosa de Conservatorio para saber que a no todo el mundo le gustaría tocar el piano. Un encanto de niña con una goma "Milan" muy gorda para poder borrar de tanto como equivoca.

Marta llegó con su valenciano efervescente y con sus divertidos enlaces para hacerse un sitio propio. Es raro que no esté sonriendo en nuevas tramas, aspirante a psicóloga tendrá oportunidad en poco más de un mes.

Rosario, periodista en pos del artículo perfecto, que seguro encontrará mil defectos a mis letras pero habrá de reparar en mi intención para perdonar los fallos. Idealista es casi alemana. Viene y va como el viento poniendo granitos de arena.

Ay Lorena, qué tiene esta chica que sus días grises son nuestros días más grises. Motor del equipo ha demostrado sobradamente su eficacia. Sus clases en Viveros son recordadas aún por los que fueron meros observadores, jardineros y caminantes, que hubieran dado un tercio de sus vidas por formar parte.

Salvador, hombre honesto siempre y cabal según la oportunidad; revolucionario al que le gustan los disparos entre amigos para sentir que estamos vivos. Su apoyo es incondicional y sería capaz de levantar el ánimo hasta al hombre más desesperado del mundo.

María Luisa es un terremoto de actividad. Si le dan un desierto lo reforestará y volveremos a vivir en los árboles, lo que en mi opinión no estará mal. Lanza dardos y nadie queda indiferente, nos ha convertido en sus chicos y lo perdona todo. No creo que pueda, aunque quiera, enfadarse.

Angel (sin tilde), un economista al que las cuentas le aburrían. Que prefirió como yo rehacer el petate empezando casi de cero. Persiguiendo motivaciones nuevas en la carrera que es la vida. Lo hemos subido mil veces a una bola enorme y nunca se quejó. Tiene las ideas claras y es capaz de confrontarlas sin perder la sonrisa. No hay modo de confrontación mejor.

Un grupo estupendo de personas que de algún modo logró vencer convenciones para decirse todo a la cara. Me dejo a Covadonga y su espontánea alegría innata, que pinta decorados para que otros se luzcan. Queda en la sombra, confiada en el trabajo bien hecho aunque no podrá dar clases, al menos por ahora.

Un grupo a 48 horas de disgregarse pero que sobrevivió a un verano de sofocante calor, y que no llegó a dominar nunca el dichoso aire acondicionado.

Habrá que seguirles la pista...

Abrazos.

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