domingo, 18 de junio de 2006

Será que no son tan malos

Algo voy a tener que hacer con la banda sonora de esta web. Juro que me encanta, pero no sé que me ocurre, me asomo con el mejor humor y en cuanto oigo la música caigo en un océano de melancolía, o en el Cantábrico que golpea los acantilados de Llanes, lo mismo da.

Leía hace unos días esa noticia que es refuerzo de la extendida convicción entre mis convecinos de todo el país, todo marcha, la justicia imparte justicia y que mis ojos lo vean. Atrapan a 7 individuos en los tubos de ventilación de una entidad bancaria dispuestos a perpetrar el atraco perfecto (es aquel en el que solo se entera el dinero). Pero ¡oh sorpresa! al ir a descender, supongo que a través de un cable como el bueno de Tom Cruise en alguna de sus misiones imposibles, los 7 o el primero en la suerte de bajar se encuentra con que allí esperan los GEO vestidos para la ocasión con sus mejores y más sofisticadas armas. Resultó que llegar al dinero iba a convertirse, de verdad de la buena, en una misión imposible. No quiero ni pensar en la decepción del primero que probablemente dijo un "-Se jodió" grabado convenientemente por la cámara de la policía, que ahora la poli graba cada una de sus acciones para motivar nuevas tramas en la cabeza de atrevidos guionistas siempre dispuestos a dar una vuelta de tuerca más. Y los de arriba, si ¡maldita sea!, ser cogidos allí metidos como sardinas en lata tenía un punto bastante humillante, ya no te digo cuando es la policía la que te ayuda a bajar desde el tubo, como si fueras un niño en un columpio, sin poder quedar suspendido a apenas unos centímetros del suelo, con la gotita de sudor frío que es la misma que busca los grifos Roca, amenazando con activar todas las alarmas y con despertar a los vecinos, que duermen con un oído pendiente de los ruidos de su propia casa.

El caso es que tras ser esposados e introducidos en medio de ululantes sirenas son conducidos ante el juez de guardia que se sabe el manual al dedillo, un poco porque se dejó los mejores años de su vida colgando de aquellos folios, y otro poco porque la ley, como dice Rajoy con la boca llena, hay que cumplirla. Pero la cosa curiosa viene cuando el juez y el fiscal no hablan, son dos entidades distintas, como dos planetas ajenos del todo en el universo de un juzgado. El fiscal no pide prisión preventiva porque dice que no hay pruebas. Supongo que aquello del tubo de ventilación bien mirado resulta entrañable para cualquiera, algo así como aquel juego de niños en que todos ellos se esconden repitiendo los mismos sitios en medio de la mayor oscuridad (cuando ya la oscuridad no les da miedo). Siempre hay alguno encima de la litera. Y como los niños entre ellos, al escondido siempre lo terminas encontrando.

El fiscal tiene razón, ocultarse allí sin estropear nada, como intrépidos marines de Estados Unidos es algo así como hacer cola para el primer día de Rebajas. Algo emocionante. Lo malo es que si en vez de encontrarse a

MUCHA, MUCHA, POLICIA

se hubieran encontrado a un empleadillo de oficina, que no se mete con nadie, que no hace mal a nadie, que no aspira a más que tener un buen día, entonces el susto sería tremendo y entonces, como perfectos marines de Estados Unidos quizá emplearan sugeridores métodos para convencer que vale más cantar lo que se sepa, sea una combinación ganadora que ¡ábrete Sésamo! descubra el contenido de la caja fuerte, o tu nombre real y tu ubicación exacta un martes 11 de Septiembre de hace casi 5 años.

Los jueces y fiscales son como los políticos, es decir son como niños. El juez le dice al fiscal que pida por esa boquita, pero si el niño no está de buenas nada más echara la papilla y no dirá esta boca es mía. Si el fiscal no pide prisión porque hoy se siente magnánimo y decide que Barrabás no lo merece, los liberamos y en paz. Total, no tienen que ir muy lejos, y si la desesperación de sentirse perdidos o la confianza en que nada de lo que hagan les traerá consecuencias los hace aún más intrépidos, y deciden cambiar sus circenses métodos por entrar a pecho descubierto con la pistola por delante, que lo hagan. Otras vidas están en juego.

Lo malo es que alguno de estos para demostrar lo en serio que van ya le disparó en el pasado un tiro en la pierna a una directora de sucursal. Eso es no reparar en medios que convenzan. Dar el todo por el todo. Y mi hermana Raquelita es desde hace unos días dire (¡enhorabuena niña!). No digo más.



En verdad el dinero no vale para llegar a tanto.

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