jueves, 12 de julio de 2007

Violencias

Cuando te vi sabía que era cierto
este temor de hallarme descubierto.

Yolanda - Pablo Milanés



No necesito encender la televisión o cargar un diario digital para saber que hoy murió otra mujer a manos de su expareja, y si aún no murió morirá en las próximas horas. Pregunta Antonio Banderas en aquel anuncio sobre que es más importante tener pareja o ser una pareja. Yo creo que es más importante serlo, sentirlo. Y los que necesiten más tiempo ya han contestado.

Mueren las mujeres a manos de sus exparejas siempre porque de lo que fueron, de la pareja que formaron no quedan más que las fotos. Se comporta el hombre como un animal, territorial al grito de mía o de nadie. Y los gritos siendo bastante malos no bastarían para quitar una vida si no vinieran acompañados de la agresión para que los tomes en serio. Para que las voces no se las lleve el viento y parezca que no se dieron. Para que el terror se haga carne.

Pero entonces ya no hay amor, se esfumó. Queda rencor, queda recelo, queda odio. Y una vida podrida hasta este extremo no merece apenas. Por eso no es raro que el asesino se cuelgue después de dar muerte, porque la vida segada valía mucho más que la vida misma.

Hay un anuncio bastante inspirado que nos dice que contra los malos tratos gana la ley. Yo no creo que gane nadie en realidad. El amor está en todas partes. No puede ser tan difícil dar una nueva oportunidad. A veces bastaría con dar por bueno lo vivido. Sentirse afortunado de seguir adelante. Si la vida es una búsqueda incesante, creo que sin amor será como si no nos hubiéramos movido de la casilla de salida. Seríamos el ancla enterrada en la tierra.

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