lunes, 26 de julio de 2010

Aconteceres

Y si amanece por fin.

Y si amanece por fin - Joaquín Sabina



Vivimos al borde del desastre que es para la vida morir.

Apenas entras en las webs de prensa diaria para comprobar lo cerca que se está de cosas terribles que pueden acontecer en cualquier momento. Mira las 19 personas que murieron pisoteadas por otras personas en el Love Parade. Dos de ellas españolas, a las que les pasaron literalmente por encima, a una al tiempo le robaban la cartera...

El hombre, lobo para el hombre. Pero no solamente estamos expuestos a que otros nos dañen, asesinos y homicidas que eran como nosotros antes de matar a nadie, también pueden ocurrir accidentes imprevisibles que nos arruinen la vida. Que se lo digan a la familia de la señora que se cayó de la escalerilla cuando subía a un barco atracado en puerto. No fue por la poca maña de la señora, fue que la escalerilla se desenganchó, o voló un parte de ella. Que se lo digan a familiares y amigos del hombre que según leo esta mañana murió a causa del golpe de una hélice de un helicóptero mientras tomaba fotos.

Que la vida es muy poca cosa lo sabe todo el mundo. Somos frágiles. Solamente cabe tener una seguridad en la vida.

Un día se acaba.

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