lunes, 30 de noviembre de 2020

Pablo y yo hemos estado viendo los barcos atracados en el puerto de El Perelló. De repente un fulano en uno de ellos ha apurado su cigarrillo y lo ha tirado directamente al agua. La corriente se lo ha llevado débilmente. Nada que hubiera hecho me habría podido sorprender más.

No hay comentarios: