martes, 3 de agosto de 2021

Es difícil matar a tiros si se da un solo disparo. En Estados Unidos a este paisano, sobresaltado en la noche, le darían una medalla y aquí se lo llevan detenido. Prima más el derecho del fulano de pasear por donde quiera, por la casa del viejillo en este caso, que el derecho de aquel a defender su propiedad. Y si en el paseo nocturno quiere coger alguna cosa, barra libre, que sería de tontos no hacerlo una vez dentro.

Así nos va, con todos los maleantes entrando y saliendo de los juzgados y riéndose de nuestra justicia. Nadie tiene más derechos que ellos que tienen derecho a lo que quieran.

Me entretiene ver la serie de recreación documental Crímenes Imperfectos, y la pongo a veces. Ayer mismo en un capítulo le cayó la perpetua a un negrazo que se dedicaba a asaltar coches de turistas cerca del aeropuerto en Florida. Agredió con mala saña a la conductora y hasta le pegó un bocadoa través de la ventanilla. Por la forma de los dientes le cogieron. Esto en la pausa del bocadillo del maleante, que trabajaba en una fábrica a 10 minutos de allí y que por lo que se ve quería dinero rápido y más fácil que apretando tuercas.

Cadena perpetua por un mordisco. Sin muerto alguno. No volver a pisar la calle. Porque era reincidente.

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