martes, 31 de enero de 2006

Friegue pte.

Hace unos años le estuvieron dando vueltas a una nota manuscrita donde se leía algo así como "informar pte". La cosa tenía importancia porque eran los tiempos en que los GAL mataban haciendo su propia ley y cogía de los fondos reservados cualquiera con más aspiraciones que poseer un pisito de 30 m2.

Entonces aquella nota cobró una importancia capital pues para algunos aquel "pte" significaba "presidente" lo que suponía que Felipe, aquel encantador de serpientes que me tuvo encantado, conocía los intrincados trapos sucios de aquellos ministerios (que a la postre llevarían a la cárcel a más de uno y de dos). Para los defensores, más Felipistas de lo que yo había sido nunca, aquel "pte" era simplemente una abreviatura de "pendiente". Es decir, desde esta interpretación se daba cobertura al desconocimiento de Felipe, demasiado ocupado en otros menesteres como para estar a la última en tanto desatino, digo delito, digno de condena en el juzgado.

Yo siempre pensé que estaba muy al tanto de todo aquello, por eso aquella figura, ganadora sin duda en cada debate se me cayó con estrépito. Ya entonces yo mismo demostraba mayor espíritu crítico que por ejemplo la tal Soraya del PP, que afirmaba muy orgullosa hace bien poco que nunca podría estar en desacuerdo con decisión alguna del partido. Yo mismo, con barba, registrador de la propiedad, con un defecto en la dicción pero inteligente, convertido en Rajoy, le habría señalado con el dedillo la puñetera calle. Quien quiere alguien tan disciplinado y átono, tan débil, con tan poco peso. Para eso nos servirá bien grabar una voz en un contestador automático (como en todos los teléfonos de asistencia al consumidor de las más grandes empresas). Pero si hicieron fuerte a Acebes...

El caso es que yo llevo dos días con el friegue pendiente (quede claro), y va siendo hora que me ponga a ello (aunque solo sea porque no me quedan cubiertos limpios). Subo el volumen de músiquita y le doy al mando del agua caliente. Por cierto, no sé si conté ya que mi cafetera es eléctrica también. Como esas que salen en las pelis. Alguien de cara a la cafetera que es una jarra transparente a la que se vierte el café desde un filtro, pregunta a otro que tiene a la espalda ¿quieres una taza de café? El otro responde que sí. Sabe que esa cafetera es como la mía. "Buen café, buen café" musita tomándolo sorbo a sorbo. Yo hago café un día y me sirve para la taza de desayuno los días siguientes.


Me pongo un zumo naranja(no procede de concentrado, 3X2 en Alimerka) y lavo los platos.

Amparo, ya filosofaremos algo delante del Lambrusco como dices, aunque pudiendo hablar del vino quien quiere otra cosa (aunque por lo que más quieras... ¡impidamos que Benja monopolice la botella!).

Abrazos.

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