viernes, 27 de junio de 2008

El partido

Caminando por la calle yo te vi,
y un día me enamoré, de ti.


Duende del sur - Chambao



Me contaba un conocido que trabaja en el Registro de la Propiedad que lleva una semana infernal. Y decía que demasiadas cosas al tiempo, durante demasiado. Yo lo miré y le dije que en los peores momentos, en los momentos más duros debe recordar algo de gran importancia. Y que se da siempre.

- Andalucía te quiere.

Y él se echó a reír de buena gana.

Pues es verdad.


Ayer descubrimos que a la España futbolística le ha salido un nuevo amor. El de toda Europa que ha caído rendida a los pies de ese puñado de bajitos que le dan a la pelota el mejor trato posible. Jugando como los ángeles ayer rozamos un imposible, la perfección.

Cierto que el rival estaba desarbolado, que eran tiernos e incapaces de contener el huracán así fuera a patadas. Simplemente se quedaron ensimismados como cuando entra en la habitación el amor de tu vida. Quizá en el fondo no querían parar nada de lo que estaba pasando. Es tan hermosa la contemplación de volverse protagonista de algo grande aún cuando se es la parte perjudicada...

Es tan lindo mirar al amor y sentir que nos corresponde de algún modo. Ayer los rusos estaban cayendo en una derrota sin paliativos y sin embargo no podían hacer nada, simplemente mirar anonadados, porque en el fútbol es posible una suerte de arte si se da una conjunción única de factores. Tan raro como una lluvia de estrellas.

Ayer nos volvimos a enamorar. Todo parecía indicarlo, desde bien temprano. La mitad del país se asaba al sol estival y yo veía granizar trozos de hielo contra el balcón de la casa.

Vivimos un Julio temprano y loco. No hay más certeza que sentir el pecho palpitante,

seguimos vivos.

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