martes, 27 de octubre de 2009

La casa

La casa cansada, la manta en el sofá.

Eres - Ismael Serrano



¡Jarro de agua fría!

Oiga que el piso de dos dormitorios cuesta 105.000 euros. ¡Pero eso es un preciazo! Tate, donde firmo, ¡pero ya!

Pera que hay truco. A eso hay que añadirle el garaje. Pues estamos buenos. Y también el trastero. ¿No estaban incluidos? No. ¿Y si no los quiero? Es que van intrínsecamente unidos, como la madre al bebé, la placenta y todo eso...

En cuanto queda la broma. Que es pa temerselo.

En 145.000 euros de nada. Una hipoteca de por vida, cuando te sientas solo no tienes más que pensar en ella. Te acompaña como tu sombra, tirando de tu bolsillo.

¡Entonces pa qué ponen el precio de la vivienda sin todos esos añadidos! ¡Si no los puedes quitar! En mi casa, que somos muy de llamar a sus cosas por su nombre, a esta información se le podría decir embustera sin que aquella se ofenda. Puede ser, pero ¡y cómo luce! Echas el sedal y aparece un salmón por cada 10 besugos.

Es lo que hay, cosas para vender, para que el teléfono eche humo, para recibir correos nuevos de gente ilusionada, creyendo que esta vez habrá suerte... Amigo mío, si ya no llegaremos los primeros a nada.

Pero para, un detalle. Peazo trastero que le ponéis para que suba tanto ¿no? Que digo que te venderán el trastero ya lleno de trastos para que el precio se dispare tanto.

Y digo trastos. Que debe haber un joyero con sus joyas. O tribuna para ver a Cristiano durante la temporada...

No, hombre. No olvides que también va el garaje, eso sí, sin coche. Pero debe ser el garaje donde aparca la abuela de Doña Letizia, que por cierto, tiene siempre un coche de la guardia civil fuera de la casa por si hay que bajarle el gato del árbol, así se esté necesitando policía en el resto de la provincia, aquellos dos tienen plaza fija en la acera. Es el adoquinado más seguro del país. Que ni un tirón en moto ni una cartera que alguien se meriende. ¡Y gustazo de destino! Que tranquilo es. Y los días que llueva pueden poner la calefacción del coche patrulla, y un poco de música. Aunque a lo mejor la doña los invita a pasar a tomar un caldito. O le da tremendo ataque al pecho si se asoma apartando las cortinas de la ventana y no los ve. Como en las películas. Que el testigo protegido se queda sospechosamente al descubierto, sin previo aviso, siempre al caer el día. Y es que en la ausencia de luz se cometen las tropelías aún más gordas.

Pues mucho sube la cosa, la verdad. Que eso es piso y medio por el precio de un piso. No sé si me explico. Sí, te explicas cristalino. Pero es que también está incluido nuestro amigo el IVA. Que hoy es del 7 y más tarde se nos hace del 8 porque en la vida hay que evolucionar. Sino te quedas en el sitio.

Hombre, pero eso a mí no me afecta. Porque yo firmo los contratos y los papelajos donde pone el precio que pago. No puede ser que luego me cambien los importes por la cosa del dichoso IVA. Sería lo mismo que si luego me quisieran cobrar más porque varió el precio del metro cuadrado.

Pues si te cambia. Piensa si quieres de este modo. ¿Y si luego bajara?

Es verdad, visto así que buen invento lo del IVA. Que alegría que sirva para pagar a nuestros políticos, que nos tienen mimaditos bajo una cascada de medidas acertadas. En Alemania en tiempos de crisis cogen el IVA y lo bajan, pero es que estos alemanes no saben sentir la patria como deben. Nosotros somos los españoles del chiste del español, el inglés y el alemán. Hacemos las cosas así, sin pensar. Inopinadamente y a lo bestia. Somos la risa y el despelote.

¿Qué no resulta muy racional? ¿A quién le importa? Para eso tenemos a Zapatero. Para que deje de pensar por nosotros.



Ay Anado, no compres pisete. ¿Pa qué te quieres hipotecar por tanto tiempo?

Si tu casa es un folio, ahora blanco, luego negro.

Ya, pero no tiene techo... ni vitro-cerámica.

Ni falta que hace.

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