domingo, 13 de junio de 2021

Que espanto de hijo puta. Cobarde monstruo. Que lástima. Que pena tan grande. Es un mundo tan sórdido si un padre puede matar a sus hijos. No había esperanza para nadie, hasta que ésta mujer Beatriz Zimmerman escribe esa carta llena de luz. Un ejemplo inconcebible. De un corazón tan grande que todavía duele más.

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