domingo, 22 de octubre de 2006

Cosas perfectas

Recordaba hace un rato el anuncio aquel de Silit Bang. Un potingue para limpiar.

Dice la señora que es una fanática del producto y nos invita a ver como lo usa a su casa. La cosa es que inmediatamente nos encontramos ante un lavabo y la buena mujer echando el fluido para dejarlo limpio. Yo desconfío mucho de los fanatismos porque creer con tanto tesón suele llevar a errores cuando no es peligroso. Yo fue escuchar lo de que era una fanática de algo y entrarme un miedo horrible, correr a cerrar las puertas y las ventanas por si acaso.

Lo bueno viene después, cuando nos damos cuenta de que la mujer no es fanática del producto en absoluto. Ve tú a saber si lo es de cosas que no dice. ¿Por qué lo sabemos? Porque el lavabo está sucísimo, a más no poder. Vamos, que a la señora no se le ocurrió pasar el paño en varios meses. Claro, así el desinfectante luce más, se ve la marca del paño y el contraste de la parte sin limpiar. Como si fuera el limpiaparabrisas de un coche. Un arco-iris de limpieza. Ya lo decía aquel mayordomo eterno: "el algodón no engaña". Lo que ocurre es que para llegar a esa imagen, brillo nuevo gracias a Silit Bang frente a suciedad de antaño hemos tenido que sacrificar la coherencia o contratar a una embustera de campeonato.

Acabo de apagar la tele. En Telecinco Antonio Lobato se hace un lío con la frasecita pretenciosa que ha acuñado para dar el título Mundial a Fernando Alonso. "El laberinto de Alonso". Dice que fue largo, lo que puede ser largo es el tiempo que le llevó recorrerlo, un laberinto si es algo, es intrincado. Más bien suena a frase chapucera, como chapucero es el tipo que repite hasta la saciedad aquello de "que si pestañeas te lo pierdes" para referirse a unas carreras que duran 2 horas largas.

En fin, quizá ya no quedan cosas perfectas. O tal vez sí. Algunos puntos de los que gana Federer al tenis o algún fragmento de Vargas Llosa o García Márquez en una de sus novelas irrepetibles.

La semana pasada por 6 euros, "El coronel no tiene quien le escriba" y "El amor en los tiempos del cólera". Absolutamente recomendable.

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