miércoles, 18 de octubre de 2006

Pasatiempos

Tengo los ojos inyectados en sangre. Miro en rojo y la culpa es del ordenador. Llevo toda la tarde a cuestas con la pantalla, como si en la mañana no hubiera tenido bastante.

Acabo de terminar de actualizar la web de Menuts del Món. Esta gente va en serio y les ayudo cuanto puedo.


Anteayer estuve viendo el Cese-i y me maravilló lo listos que son todos esos policías, son como Robocop que era mitad máquina, mitad humano; ellos son cuarto y mitá de científico y el resto de polis de chalequito estilo FBI pero en CSI. Listos y dedicados en cuerpo y alma al trabajo. Jo que no se tiran los trastos los unos a los otros, que no dicen ¡dejemos eso pa luego! Con la afición que hay en España a mirar como trabajan lo otros, que entrañables esos mirones que observan apaciblemente como algunos obreros se esloman a picar el tabique dichoso del edificio que va con retraso, y esos otros obreretes que están a cada paso diciendo que se hizo la hora del almuerzo y es cierto que se hizo.

Decía que estos polis de la tele no se permiten una licencia, no tienen vida personal, dedican cada segundo de sus días a resolver los desaguisados de Nueva York o Miami, y a veces en capítulos como el del otro día el prota de Miami viaja a resolver los de NY y el de NY vuela a Miami a recabar nuevos datos, pa comparar el ADN o lo que sea con el ordenador de los otros.

Pero lo mejor de todo son las explicaciones entre ellos. Se dicen:

- He encontrado Troruro de Trasario en el escenario (del crimen o crimenes)- se le queda mirando y continúa- ya sabes lo que eso significa. A lo que opone el otro.
- Sí, el vehículo iba al ralentí cuando la bala rebotó contra el maxilar antes de alojarse en el coxis. El asesino sin duda estaba ya pendiente de la huida y segregaba jugos pensando en las viandas de la celebración por el crimen.

Uno escucha todo eso y piensa que son listísimos. Lo son sin duda, yo todavía no he encontrado uno sólo que le dijera al otro, francamente, con encogimiento de hombros si es preciso:

-Joder, no sé de qué carajo me estás hablando.

Y es que las explicaciones que se dan unos a otros no son en realidad para ellos sino para nosotros, que ni matamos a nadie ni resolvemos siquiera un maldito crucigrama. Parece que se examinan los unos a los otros constantemente pero en verdad antes incluso de interrogarse ambos saben que el otro sabe la respuesta, está escrita en el puñetero guión.

Por otro lado me llama la atención el poco aprecio que se profesan. Desde luego si yo fuera uno andaría siempre detrás de la rubia esa tan profesional, le diría que me importa más bien poco lo del microscopio, que mejor si mira otra cosa (aunque no necesitará el microscopio :P)

(¡me refiero a mi napia!)

En fin, esta gente del CSI son super-hombres y super-mujeres. De gran preparación. No es extraño que no dejen caso irresoluble ni malo castigado, cada cuál según un modo y manera. Yo desde luego si me contara entre ellos iría siempre con la bata blanca de científico. Me dirían en la calle "hola doctor" pa que les recomendara una receta, sólo ellos pueden, y yo aclararía:

- Perdona; CE, SE, I de incógnito, no te confundas.

Y ante los malos siempre preparado con los guantecitos puestos, pa decirles bien claro que cualquiera toca la cochinería esa de las visceras. Que hay que ser cochino.


Cambiando de tema, ya he nombrado a mi amigo Jordi que es actor en Madriles, que empezó conmigo en El Baúl y continúo en Teadret. La cosa es que hoy hablé por teléfono con él mientras veía el "Bricolocus" que es un programa de bricolage, de gente que es mu buena con las manos y mu poco con la boca. La cosa es que ver aquel fenómeno me dio una idea.

Hacer un programa de ese estilo pero con tareas obvias y que controla todo hijo de vecino, hasta yo. Es decir, un tipo grabándonos cámara al hombro mientras lavamos los platos y nos adornamos con comentarios del tipo:

-Ojito con esto, el agua ni muy fría ni muy caliente o corremos el riesgo de quemarnos. Metemos las zarpas en la pila.

Todo dicho muy serio.

-Ahora colocamos el plato pa que escurra en esta ranura del cachivache de plástico. Haremos por introducirlo de pie pa que quepa.

O tareas minuciosas que exigen gran concentración como por ejemplo cambiarle a las llaves el llavero. Pasar la llave por la rueda enroscá describiendo como lo vamos haciendo. Explicarlo con un par de llaves esperando que pa la tercera nuestro espectador ya haya cogido el tranquillo.

Mi amigo dice que es una idea cojonuda, pero no sé si tanto :D

Bueno, mañana será largo.

Piro a la ducha.


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