sábado, 4 de octubre de 2008

La candidata

Es un día ella y otro día yo.

Te aviso, te anuncio - Shakira



Pues no necesito ser una persona informada para hablar de Sara Palin. Me basta con ojear el periódico. No necesito saber cuáles ni cómo han sido las desastrosas entrevistas que dio en los últimos días, en las que además de demostrarse como una inculta sin parangón aparecía, por lo que cuentan, nerviosa y balbuceante, como alguien no solo incapaz de manejar los destinos de la que ha sido primera potencia mundial, que está por ver dónde para, sino incluso para manejarse por si misma, sin ayuda, en todos los ámbitos de la vida.

De manera que como se sentía inferior intelectualmente, porque lo era, a su contrincante en el debate de anteanoche y lo sabía porque había mirado dentro de si misma para darse cuenta, es una vida conviviendo consigo misma, toda vez que sus asesores se lo habrían dejado caer además; decidió jugar sus cartas que fueron reinvindicarse ejemplo claro de ciudadana media de ese país que es Estados Unidos. Así que se plantó ante Biden y le dijo que si lo podía tutear y se dispuso ante la concurrencia como un soplo de aire fresco que llega a la política americana anquilosada como carpeta de promesas electorales, que desechó encontrar a alguien preparado para guiar a su país hace muchos años, con la de republicanos válidos que habrá para tantas cosas banales y se propone a alguno como gobernante del mundo, con lo bien que despachan armas en los supermercados, así ocurre que apareció George Bush por 8 años, con chanchullos de por medio, como no podía ser de otro modo, una especie de enajenado, tonto hasta los límites de no saberse tonto. Una especie de iluminado por la gracia de Dios, aunque si uno se concentra en el centro de sus ojos puede llegar a ver un chimpancé, se trata nada más de unir los puntos como en las revistas de crucigramas. Pero a los americanos se les pasó desapercibido porque son de concentrarse en pocas cosas fuera de el béisbol o el basket. No ven el meollo del asunto, son de quedarse fijos en el sombrero de cow-boy y en lo bien que le sienta.

Así que expuesta la estrategia se trataba nada más de no confundir Afganistán con Irak o Pakistán, y no confundir el cambio climático, aquello que los políticos no saben muy bien qué es, ni de que trata, ni de donde viene ni hacia donde va, algo así como la economía mundial, y que sufrimos los anónimos mientras nos ocupamos en la supervivencia sin explicaciones.

Así que Sara Palin que podía ser humillada del debate se echó a las espaldas a todo el pueblo americano, al parecer tan ignorante como ella, para advertir que se anduviera con mucho ojo el senador si quería hacer patente su condición y sus limitaciones, pues todo el daño que a ella le infligiera sería daño sobre cada uno de los votantes que se asomaban a la tele con algún interés de ver el debate, que a juzgar por los porcentajes tradicionales de votación no serían muchos.

Riesgo cierto de parecer condescenciente o arrogante para el senador que estaba preparado para algo más que para llevar a sus hijos al colegio o al partido de los sábados. Pero Biden lo entendió también, Sara Palin no era el enemigo, es simplemente una mujer escasa de preparación y populachera como lo es el mismo Bush, con la inteligencia justa que da para pensar que si él llegó a la presidencia por qué no ella. Y a cada sonrisa de ella él ponía un argumento y una sonrisa.

Después de todo ir de segunda de McCain es muy prometedor, que tiene pinta de estar amortajado ya, con esa rigidez que da el rigor mortis, a mí me parece que serían capaces de presentarlo a festejar el improbable triunfo incluso muerto pero elegante en el balcón, moviéndole la mano rígida mientras a él se le han puesto los ojos en blanco del fresco que no siente, para anunciar Sara Palin con lágrimas en los ojos el óbito una semana después. Así que segunda de una momia de museo, político caduco con fecha de caducidad, y que es intolerablemente rico, es una buenísima opción, a mejor aún, una extraordinaria oportunidad. ¿Pero y si un día el presidente desaparece cómo será ese país de Sara Palin? ¿Cómo será con ella al mando? ¿En qué se diferenciará al de George Bush o aún peor?

Aunque yo me pregunto ¿por qué hacer presidente a un millonario? ¿por qué no a a alguien normal y corriente? El ciudadano medio común, por ejemplo. A Sara Palin directamente.

Es sencillo, porque el debate no tiene que ver con los horarios del comedor del colegio, ni si vestirán o no uniforme, sino con lo trascendente de las acciones de los que mandan, que deben saber una a una todas las consecuencias de sus acciones antes de tomar ninguna. Sara Palin dará muy bien en el anuncio de los coloretes o del champú, y dirá que ella lo vale. Estoy de acuerdo en gastar 15 euros más por comprar el quita esmalte de L´Oreal. Pero cuando se trata de gobernar un país que es casi gobernar el mundo exijo personas con una mayor preparación.

Son la extraña pareja. McCain y Palin. Tal para cual.

Ahora, éstos no ganan.

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