miércoles, 28 de mayo de 2008

El inocente preso

Vencido calvo y tieso se quedó en los huesos aquel día.

El blues de lo que pasa en mi escalera - Joaquín Sabina



La verdad es que vengo casi sin ganas. Este comportamiento mío en el blog, más propio de alguien que está permanentemente enfadado con alguien, que es siempre el mismo o casi siempre el mismo me tiene bastante harto. Y para reconducirme quizá deba empezar por dejar de decir tanto como digo. Después de todo es obvio que cuando uno protesta por algo es porque espera que ese algo cambie, sino ahora para el futuro, pero cuando yo protesto contra la justicia o contra los políticos, contra la justicia de los políticos, estoy sencillamente perdiendo el tiempo además de estar cultivando silenciosamente esta miopía que persigue el cursor por la pantalla.

Por eso debo hacer un ejercicio de contención, porque estoy a un paso del sueño y porque soy de naturaleza calmada, casi todo es casi nada, de manera que solamente contaré a grandes rasgos que hoy en este país existe un maleante de juventud inocente de los cargos imputados y penando años de presidio porque los jueces no han tenido ningún interés en deshacer los mil errores y omisiones que lo han llevado a la cárcel. Lo acusaron de unos atracos y fue encarcelado casi al tiempo que detenían al verdadero autor. Las pruebas se vinieron abajo, una de las víctimas confirmó a las claras que aquella persona no era quien le había atracado al reconocer al verdadero autor en una foto que le mostró la policía unos días después. Dio igual, el juez la procesó por falso testimonio, no podía creerla o quizá creyó que entre ellos existía un lazo misterioso y delincuente, aunque luego no tuviera más remedio que dejarla absuelta, cuando la policía envío aquellas pruebas al juez algún tiempo después. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Pero para qué contarlo yo cuando se puede acudir directamente a la fuente. Además yo hablo de los recuerdos de la semana pasada. Y en una semana las cosas pueden cambiar tanto, yo mismo he cambiado tanto que creo cada vez menos y cada vez peor.

El inocente preso en El País

Ahora el Tribunal Constitucional no va a entrar a valorar el caso, no porque esa persona no sea inocente y lleve tres años en la cárcel, sino por la falta o el exceso de elementos formales, que son esos que hacen que las cosas brillen en demasía o se vuelvan de un mate vulgar. Así que toda la esperanza del reo y de la familia es que el gobierno llegue con el indulto que no le borrará los antecedentes penales sino que lo devolverá a la libertad reconociendo que todo lo que rodea su caso es un tremendo error judicial, increíble pero cierto en pleno siglo XXI.


Hoy leo que la guardia civil ha decidido multar a un ciclista con 150 euros por hacer caso al sentido común en vez de al guardia, que carecía de aquel. Además para hacer más inolvidable el suceso y retratarse mejor le han quitado 4 puntos del carné de conducir. Claro que como para conducir bicis no se requiere de carné alguno se los quitan del de automóvil y nos sale todo rodando. Que digo yo que menos mal que lo tiene, sino igual le guardan los puntos negativos (de los que restan) para cuando se haga el ánimo de sacarse el permiso. Estos de Tráfico se las saben todas.

Por otro lado el tal Gimenez Losantos que es un tipo de lengua viperina y un poco mongolo afirma solemnemente que el alcalde de Madrid no quiso investigar el atentado del 11 de Marzo. Que se investigara lo justo dice que dice. Ese locutor afila lápices con el trasero. Aunque le vaya a salir caro, económicamente claro, que seguirá teniendo su legión de admiradores descontentos con la alegría y deseosos de que abrace farolas escupiendo rabia por la boca.


Ya sé que el día está plagado de buenas noticias, que uno puede abrir el periódico por los deportes para decir que en algún lado se hacen las cosas muy bien. Que incluso puedes ojear las necrológicas cabeceando por estar vivo. Pero esto es parte de lo que hay.

Con lo cansado que estoy.

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