viernes, 22 de octubre de 2010

Las nuevas caras

Entonces lloraba por mí.

Mujer con sombrero - Silvio Rodríguez



No voy a decir que lo que ha dicho el alcalde de Valladolid de Leire Pajín no esté mal. Que lo está y mucho. Ahora bien, ¿no es esta mujer una de las más inútiles del país?

El problema de Leire, y no son los morritos, es que tiene pinta de ser una persona muy poco preparada, no tonta, que para pensar eso tampoco tenemos razones por llevar, como lleva siempre todo más o menos escrito y dedicarse nada más a leer estupendamente bien comparada, por ejemplo, con Don Juan Carlos.

Ahora bien, cuando uno la mira no puede menos que preguntarse ¿de verdad esta gente es la crema de este país? ¿Dónde están nuestros licenciados en Harvard? ¿Dónde al menos los de Deusto?

Y entonces uno tiene la impresión, y creo que es impresión para los restos, de estar gobernados por auténticos tonteras, no de los que no saben hacer la O con un canuto, sino de aquellos a los que les da igual ocho que ochenta, preocupados nada más por trincar sueldo, dietas y complementos a tope, a cambio de hacer casi nada. ¿Hay derecho a tener un presidente que mira con cara de Chuky, sonrisa tonta en ristre, mientras le hablan en inglés? Espera el bueno hombre a que alguien le chive la pregunta por el pinganillo. Dejemos la cuenta pendiente del inglés para gente corriente, para nuestros padres que crecieron en una dictadura sin asomo al exterior. Déjemoslo incluso para mí, que no ambiciono más que viajar chapurreando castellano allá donde vaya.

Nos cambian las personas en el gobierno y a la solución ahora la llaman Rubalcaba, un tipo que ya fue ministro con Felipe Gonzalez. ¿De verdad no hay nadie mejor que este paisano? ¿Cuántos años lleva chupando del bote? ¿Cuántos llevándoselo crudo? Y será de esos que como Camps no tiene más que declarar que 1400 euros en cuenta...

Estamos condenados a repetirnos, así que la producción de jóvenes estrellas para la política está en crisis. Se le acabó la leche a la vaca. No hay un político nuevo que merezca la pena. ¡Con lo bien que se vive de político sin dar un palo al agua! Pues no sale ninguno. La solución se llama Rubalcaba. De hecho para uno que salía prometedor, palmero sin igual me supongo, aquel del PP Nacho Uriarte va y se estrella con el coche borracho (perteneciendo a la Comisión de Seguridad Vial, que tiene más delito). Pero eso no es nada. Cosas que ocurren en un país como el nuestro que es la marimorena, la risa y cachondeo. ¡A ver quién entre los mejores no echa un borrón! Lo tendremos de regreso cuando la gente se olvide, aunque no sé para que tanta prevención, la masa informe de españolitos tiene tal empanada mental que le da igual pasado, presente y futuro. Sino de qué toleraría la programación que sirven las cadenas. Hasta la TDT se queda corta para encontrar algo que merezca la pena. ¡Qué razón tenía Salvador Madariaga! Claro que sus tres problemas en el ser humano se quedan cortos. Alguno más hay, aunque él ya no está aquí para discernirlo. Por cierto, su señora sigue haciendo la misma vida (o la seguía haciendo, el programa es de archivo de TVE) que hacía con el vida, los mismos paseos charlando a la misma hora, un diálogo en el que nada obtiene respuesta, tiene la casa tal cuál la habitaba él, en fin. Que la dejó sola y a él se aferra. Lo que no sé bien si es bueno o muy malo.


Nadie en el horizonte de la política. Nadie nuevo al que dar los mandos. Se los dan a Rubalcaba y dan además la razón (que no había ni porqué darla). Es que sabe explicar bien las cosas. Nos ha jodido, nuestros problemas son que no han sabido explicar, o que no hemos sabido entender. Allá los malentendidos ahora que tenemos a Rubalcaba. Menudo valor añadido que trae consigo. Es bueno porque sabe explicarlo. Claro que De la Vega dirá, si no hubiéramos dicho un día una cosa y al día siguiente la contraria... por eso quieren a Rubalcaba, porque seguirán haciendo las cosas al revés, al contrario y del mismo modo pero atenderemos las razonadas explicaciones del nuevo ministro y nos sentiremos reconfortados como si estuviéramos oyendo hablar a un fraile o a un sacristán sobre el estado del convento o la sacristía, que son cosas, a fin de cuentas, que no van mucho con nosotros.

Lo importante es lo satisfecho que se ha quedado Zapatero, que me parece que le están buscando otra vez el atril rojo de la ZETA MAYÚSCULA. Sonríe como el muñeco diabólico, pero éste no es malo, ni siquiera tonto (un poco sí). Es nada más incompetente redomado, de la corriente incompetente que no se arrepiente. Y cuando uno no da más no se le pueden pedir medidas que resulten (que requieren de un emprendedor competente), y mucho menos milagros.

Yo quiero de presi a Vargas Llosa que quería se presidente del Perú. Digo yo que le mejoramos la apuesta si lo hacemos presidente de España. Para que les pueda dar en los morritos a aquellos que no le dejaron cumplir la ambición legítima de gobernar. ¡No me queréis, pues toma presidente en España! Ojo, que es Europa, no cualquier cosa.

Sería un presidente extraordinario. Y éste si sabría explicar muy bien las cosas. Podríamos arruinarnos arrullados por el candor de una prosa alimentando nuestros corazones en vez de esta ración diaria de Pajin y Blanco, tanto monta monta tanto. Que son complementarios en mezquindad e iguales en cortedad mental, pues este país esas cosas las premia con larga carrera en la política. Por eso esta gente con tan poco llega tan lejos.

- ¿Qué quieres ser de mayor?

- Ministro.

- Anda que no apunta alto el niño.

Pues no tan alto oiga. O hay alguien en este país que crea realmente que esta gente tiene algún valor. ¿Qué cualidades los adornan? Y no me valen los pendientes o las gafas.

Tráiganme a Vargas Llosa o denle este país a Estados Unidos. Nos tomará en serio todos los países que tradicionalmente se ríen de nosotros (que son casi todos, culpa también de tener el presidente que tenemos, claro), y bajo el amparo de Obama, que puede salir bien o mal (no sabemos todavía), pero al menos el tipo es un figura. Está estudiado, habla inglés (y hasta un poco de castellano) y pone a parir a George W. Bush.

Para mí con esto último ya es bastante.

El cerril de Aznar no llegará a tanto nunca, en su miserable vida.

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