miércoles, 5 de noviembre de 2014

Demagogia

Siete son los pecados cometidos.

Morena mía - Miguel Bosé

Detecto una corriente más o menos organizada para mantener, frente a viento y marea, que yo uso este espacio para hacer demagogia, básicamente. Así que como yo no sé bien qué es eso exactamente acudo a la Wikipedia, que ha acabado con el vendedor ambulante de enciclopedias, con lo oportunos que eran siempre (y lo educados) . La web dice textualmente: consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. Hasta aquí puedo leer.

A estas horas y con esa información de la mano mi más críticos seguidores ya no estarán tan seguros de que lo que yo hago es demagogia. Pues si es verdad de que soy crítico, lo soy prácticamente con todo,  y con razón además, pero en lo que escribo no hay una pizca de intención de ganarme apoyo popular alguno.  Mi blog no lo visita nadie,  ni falta que hace,  y mi Facebook es un portal que fue abandonado mucho tiempo y en la que se cuentan nada más unos cuántos amigos, en verdad no muchos,  porque no los tengo. No son 400, ni tampoco los quiero) otra cosa es el Instagram, dónde los desconocidos son y serán bienvenidos. ¿No viste que fotos? Son oro pulido. Pero aquí no,  no quisiera estar rodeado de desconocidos.

Por otro lado creo que tampoco apelo a prejuicios,  emociones o miedos. Doy mi opinión nada más. La que es, y no está diseñada para gustar.

Más al contrario, si critico al gobierno me pongo en riesgo, pues cualquier día igual me dan un susto por decir las cosas que digo. Que si éste es un borracho, un putero y un retrasado. Que si el otro es un chorizo al abrigo de una perra vaga. Que si todos roban, o que nuestros tribunales están vendidos... Si digo y mantengo que veo más policías locales en los bares que patrullando no pretendo molestar a nadie,  ni gustar tampoco,  no pretendo ser justo ni llevar siempre razón. Convengo que habría sido bueno ver al fulano con la libretita para multarme por ir en bici por la acera...

No oposito al Nobel de la paz, y qué si me levanté guerrero. Si se lo dieron a Obama, que está en todas las guerras y en todos los espionajes igual me cae a mí alguna vez. Si lo concedieran en España habría bastantes posibilidades tocando los resortes adecuados...

En fin,  escribo lo que me sale del ciruelo. A unos les gustará más y a otros menos. Lo mejor de escribir con la demagogia que acostumbro es que me sirvió para hacer algunos amigos enteramente virtuales. No sé cómo son,  sólo que son pocos.

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