viernes, 14 de noviembre de 2014

Michael

A place With no name.

xscape - Michael Jackson

La  vida es muy perra. Y muy desconsiderada. Mira sino al grupo aquel que fue hasta Madrid para una celebración litúrgica y se les cae el autocar por un terraplén. Y no es que el conductor fuera borracho o drogado, no se quedó dormido. Simplemente fallaron los frenos. Entre los muertos el cura de la parroquia y promotor del viaje.

De la vida a la muerte hay tan poco que a veces le llega a uno sin darse cuenta. Sin embargo hoy no quiero hablar de los muertos, son tantos y nos ponen tristes, sino de los vivos. De uno en concreto. De Michael Jackson.

¿Pero qué dices? ¡Si ese esta muerto!

¿Y eso por qué?  ¿por que lo dice la CNN? ¿Quién lo ha visto?

La foto aquella en una camilla podría ser cualquiera delgado, enfermizo y con peluca. Yo mismo un día de esos en que amanezco torcido y sin haber cenado la víspera. ¿El ataúd de oro? ¿toda la parafernalia para enterrarlo? Una horterada muy del personaje, pero si uno quiere desaparecer ha de hacer las cosas que se esperan de uno, incluso después de muerto.

Si Michael está cansado de ser Michael no seré yo quien le reproche. Tiene que ser muy cansado ser una estrella mundial y tenerse que comportar como tal las 24 horas del día. Con todas esas rarezas tan cansinas, sin recorrido ya para improvisar una extravagancia sorprendente. Si es que me parece estarselo oyendo-

- No descansaré hasta después de muerto- que es lo mismo que decir hasta que lo crean muerto. Muerto el personaje la persona vive.

Yo no quiero decir nada, no quisiera ser investigado por el FBI por saber demasiado. Solamente diré que con Michael se ha hecho como con los testigos protegidos a los que se les da una nueva identidad. Un nombre, unos apellidos y una nueva ubicación. Y ya estoy diciendo demasiado.

Es algo habitual entre los que aborrecemos la fama. Yo de hecho ya he tenido varias identidades secretas, incluso se me ofreció hace unos meses la de Michael Jackson, ahora que había quedado libre,  pero había que aprender demasiados pasos de baile y usar alternativamente máscaras de quirófano,  sombreros que no me harían justicia,  o ambas cosas al tiempo.

¿A nadie le sorprende que sigan saliendo discos después de muerto? De que digan que ha muerto...

Y con esos títulos, XSCAPE si es que se está riendo de vosotros. De los que lo dieron por muerto tan pronto.

Uno puede querer renunciar a lo que ya no es divertido, a la parte menos gratificante de lo construido, pero no a la esencia de lo que es. Me voy pero no del todo. Nadie puede cambiar tanto como para ser otro tan distinto. Y Michael Jackson es un compositor, un cantante y un bailarín. Y es posible que ya no cuadre organizar un concierto el día en que se levanta con ganas de impresionar moviendo caderas y pies, ahora eso está prohibidisimo por la CIA, que vela porque el muerto siga tan muerto como siempre. Pero a Michael no le puedes prohibir que siga componiendo y cantando sus canciones, que se las pida a otros que guardarán celosamente el secreto. La última locura es siempre la mejor.

Lo de menos a estas alturas es si vende o no. Son los tiempos de Spotify, algo mejor que los tiempos de Napster pero lejos de los tiempos dorados de la música, que Michael conoció tanto como el que más. Él a estas alturas quiere nada más sacar un disco cada dos años,  cuando le apetezca, sin exigencias de la discográfica, ¿quién puede esperar de quien no se puede esperar nada? Tan a propósito, antes de 50 conciertos extenuantes, que en el fondo no apetecen. Si la economía se va a arreglar, son los brotes verdes sobre una tumba, la solución cuando se da lo inevitable. El poder de la nostalgia que es un arma poderosa. De destrucción masiva algunas veces. Pero tú di que está compuesto hace años. Cuando no era conocido, antes de nacer.

También puede ser que Michael no siga vivo y trabajando. Puede que como Lázaro resucitara al tercer día, se levantara y anduviera hasta el estudio de grabación, porque le quedaron cosas pendientes. Esa melodía nueva de la que hasta hoy no tenía más que un estribillo para tararear, apenas el ritmo como un esbozo sin instrumentos musicales, algo que se puede convertir en algo realmente bueno.

Tan perfeccionista que nos seguirá sorprendiendo con nuevas canciones,  puede que cada lustro. Convencido de ser inmortal, ahora sí. Francamente dudo mucho que yo,  que cualquiera,  vaya a tener vida suficiente para escuchar toda la música que nos espera.

En un hipotético combate por saber quién vivirá más, cuanto le queda aún por demostrar, apostaría por él.

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