miércoles, 23 de enero de 2008

La pensión

Hoy quiero tu amor.

A quien tanto he querido - Manolo García



Viene algunas veces una señora para llevar algún dinero. Me llama corazón y vida porque deja que sea yo quien se lo administre. Y yo procuro que sus cuentas estén todo lo bien que se pueda, sin hacer un agujero tan profundo que la pensión y la paga del hijo se queden cortas. Soy como la ola del mar igualando la orilla.

Me preguntó el otro día en cuánto se le quedaría la cosa si enviudaba, y yo me encogí de hombros porque no tengo ni idea. Ella repitió muy convencida que no veía el día en que él faltara. Y es que parece que está harta y resignada.

Pensé luego para mí que si enviudaba se quedaría sola. Y luego pensé que a veces ocurre que el amor desaparece. Se pierde con los años. Las personas se vuelven extraños.

Sin embargo en este caso tengo una sospecha. Él sigue estando, lo ve cada día, pero es como si ya faltara.

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