miércoles, 9 de enero de 2008

Las entradas

Que junts hem caminat.

Amor particular - Lluis Llach



Como quiera que yo no suelo prender la tele de noche, y no tan solo porque la programación me parezca predominantemente una basura, que me lo parece, sino porque me ha llegado a dar una pereza tremenda jugar con los botones del mando a distancia tan convencido de perder el tiempo nada más. Sintonices lo que sintonices habrá que tragar con una batería de anuncios que no quiero ver. Así que al no encender el televisor me evito el riesgo.

Así que ayer noche estuve leyendo el weblog de Julen Guerrero, que tiene uno parecido al mío. Eso sí, con menos entradas. Aunque yo no revelaré cuántas van, es un misterio que pienso llevarme a la cama, al menos esta noche, si se intuye que son unas cuantas, a juzgar por el listado de la derecha. ¡Diablos, fíjate! Ahí figuran por lo que parece alrededor de 7 años. Aunque son menos de las que piensas. Que algunos años fueron de un decir discontinuo. Y muchos meses apenas abría la boca para nada.

Aún así llevo escrito más que Julen Guerrero en su blog. Y además en mi opinión nada tendenciosa mejor escrito que él. Que me coló un "echo" de hacer que casi logra que me cambie de equipo.

Julen escribe desde inicios de la pretemporada del 2005 e intenté encontrar el momento exacto en que pierde la esperanza de ser un jugador clave del equipo. Se le lee que entrena en la esperanza de que el entrenador le dé cada vez más minutos. Luego, con el transcurrir de los días ese anhelo se pierde, o al menos no lo trasluce. Es como si aceptara cómo están las cosas. Como si se diera por vencido por no poderlas cambiar. Es más, a principios de temporada está convencido de que va a ser una gran temporada para él. Entonces no sabe que será la última, por lo poco que contó y por otras cosas que no se dicen, pero que se pueden llegar a imaginar.

¿En qué momento aprendió que iba a contar muy poco? ¿En qué momento bajó los brazos?


Me llama la atención que en los análisis de los partidos nunca menciona a uno solo de sus compañeros. Son descripciones genéricas e intercambiables.

Yo me pregunto desde hace mucho qué fue del futbolista. ¿Dónde se quedó el Julen Guerrero deseado por el Parma y por Barcelona? ¿Qué ocurrió en sus últimos años antes de retirarse tan pronto?

No soy Iker Jiménez, ni esto es Milenio Tres, pero a mí me parece que hay más de lo que se cuenta. Hay gato encerrado. Una razón oculta.

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