miércoles, 30 de enero de 2008

lunes, 28 de enero de 2008

Legumbrísimo

Dónde pongo lo hallado.

Qué hago - Silvio Rodríguez



De la salud, mejor.

En este instante se me deben estar pasando los efectos mágicos del Neubofren 600 o lo que es lo mismo, vuelvo a sentirme sentado en lo alto de una estaca.

He acudido esta mañana a la farmacia en la que soy menos conocido, y he tenido la suerte de entrar cuando nada más estaban las dos farmacéuticas hablando entre si. Y no es poca casualidad, pues antes de entrar, yendo hacia otro recado pude darme cuenta de lo muy llenas que están las farmacias, tres que hay en este pueblo, y las tres hasta los topes, con gente haciendo una cola no muy ortodoxa, pero qué se le va a pedir a la gente que quiere remedios a algunos de sus males. Bastante hacen que no asaltan las estanterías para coger medicación, la que sea, o no se dejan caer repantigados entretanto les llega el turno. Colas buenas para los cines, que uno va por entretenimiento, a las farmacias se acude como a las manifestaciones, muy a lo ancho para que se vea quien llegó primero. Y desordenadamente como supervivientes de una guerra en desbandada precaria y moribunda.

Y digo que fue una casualidad muy deseable que cogí a las dos farmacéuticas hablando entre ellas y pude sacar a colación, como quien no quiere la cosa, el asunto de mis nalgas. Que fue seguido por una de ellas con especial interés mientras la otra hacía algo así como lavarse las manos, que en la práctica significa no decir esta boca es mía. Sospecho de hecho que tal vez no fuera farmacéutica y se hubiera puesto la bata blanca de médico nada más. Quizá por acompañar el rato de la otra. Se hizo a un lado y dejó que detallara mis molestias sin añadir nada. Me pareció incluso que cruzaba los brazos como si mi intervención la estuviera incomodando. Y no por supuesto porque yo hubiera dado detalles escabrosos, que me faltó decir que el asunto era cosa de un primo mío, muy tímido y reacio a entrar en sitios tan higienizados. Sino simplemente porque tal vez mi aparición hubiera enturbiado el relato de algún chisme que estuviera narrando la otra. Y tal vez presentía que ya nunca se iba a enterar exactamente de cómo fue o cómo pudo haber sido.

La otra si prestó atención detenida. Y yo casi hubiera preferido que no, porque me vi citándole este caso mío a una rubia que sin ser guapa podía tener un pase, o dos. Lo más curioso del caso es que yo llevaba en un post-it un par de recomendaciones que me había hecho una compañera de trabajo, y que venía a coincidir en síntesis con mi madre. Parece ser que las que han quedado embarazadas tienen cierta propensión a estos por menores, como si parir un hijo no fuera suficiente dolor. Y se lo fui leyendo mientras ella aprobaba buscándole la razón como si ninguno de nosotros pudiera equivocarse.

-Ah bueno, es un anti-inflamatorio, puede servir- las piezas comenzaban a encajarle.

Y yo pensaba que si no llevo la lista y se me ocurre pedirle mercromina o una aspirina las habría dado igualmente por buenas moviendo afirmativamente la cabeza. Menos mal que en el anuncio nos dicen lo de que consultemos al farmacéutico. Que sería de nosotros si no nos lo dieran todo por bueno. Yo creo que los farmacéuticos son como los médicos pero sin demasiada memoria. O quizá al contrario, son teóricos a lo Valdano, solo que tanta fórmula química los ha confundido. Y ya no saben si las pastillas están en la segunda estantería o en la tercera, y la verdad es que en el fondo da igual.

Así que compré el Neuboprofen que me había recomendado mi compañera y al tomar la primera pastilla descubro que este medicamento se sirve con receta médica. Digo yo si habrá creído que aquel post-it era una receta. O tal vez me vio pinta de médico, tras la vaga descripción del mal que me aflige.

O quizá simplemente ocurre que esta tampoco era farmacéutica. Que las auténticas están de huelga como los médicos, o como los guionistas de Hollywood.

Así que, en resumidas cuentas me volví con mis pastillas ilícitas y pude leer que tomarlas conlleva un número grande de riesgos inasumibles sin tener contratado un seguro de vida. De hecho intuyo que lo que realmente cura es leer al detalle la gran cantidad de enfermedades y complicaciones de la salud que puede llevar consigo tomar esas pastillas. Así uno termina pensando que lo que uno tiene apenas no es nada. Vamos que está en su mejor momento. Y que tomar esas pastillas es como suicidarse un poco, y nadie lo haría por que le duela un poco el trasero. Si es mejor así, te hace sentir vivo.

Cogí también una pomada que no lleva contraindicaciones ni nada. Vamos que no te puedes intoxicar ni echándola toda por el gaznate. Debe ser que apenas da resultados, o tal vez es que ya es bastante ignominioso tenerse que arrimar el tubito blanco al culete como para que encima te pongas en riesgo vital. Con esa indignidad de buscar la postura los farmacéuticos se contentaron y no añadieron ningún extra nocivo.


Pero lo mejor de todo, lo que me va a curar seguro es que he comprado y comido un bote de cristal de "Legumbrísimas" que he leído que tienen mucha fibra. Del Hostal que es una marca con mucha calidad, Alubias a la montañesa, nada menos. Y de segundo dos hamburguesas de atún de Isabel. La reina de los atunes.

Ay las alubias, me han salido riquísimas. Y no he tenido que añadir antioxidante.

Creo que eso ya lo lleva la pomada.

domingo, 27 de enero de 2008

Las molestias

No debería contarlo y sin embargo...

Y sin embargo - Joaquín Sabina



Vengo sufriendo algunas molestias. Desde hace muy pocos días, tan pocos que no me acostumbro. Sospecho que sufro un principio de hemorroides, que es cosa de llevar en silencio si no se tiene un blog para contarlo.

La cosa tiene mala pinta, porque yo soy de los que no tiene a nadie más que a mi mismo para cuidarme. Que me contaban el otro día el caso de la novia de un compañero de trabajo, que no sufrió una peritonitis de milagro pues quedó nada más en una apendicitis de la que ha sido operada con éxito. Pero la tuvo que llevar a Urgencias porque no paraba de vomitar. Y allí la curaron diciendo que había sido una suerte cogerla a tiempo.

Pero si me llega a ocurrir a mí sospecho que me hubiera quedado en el sitio. Soy así de frágil y estoy así de desvalido. Sigo teniendo un cuerpo 10 pero estoy demasiado expuesto. Y además soy muy mal enfermo. Que lo mío es quejarme a pesar de no querer preocupar a nadie.

He estado informándome acerca del tema. Porque razón siento yo ahora molestias en tan mal sitio, con lo bien que he estado yo siempre, y lo muy bueno. Y resulta que he venido a darme cuenta de que soy el perfecto candidato a las almorranas o hemorroides, que uno ve las razones que podrían dar lugar y las voy cumpliendo todas, una a una, a excepción claro está de la más dolorosa y a mi juicio más incomprensible. Haber introducido alguna cosa por el ano. Tú mismo u otra persona. Cosa que por suerte no ha ocurrido nunca ni ocurrirá mientras me habite una pizca de voluntad. Digamos que en mi caso es exclusivamente para dar salida, algo así como una puerta invencible al sentido contrario.

Pero el resto de las razones las cumplo al dedillo, que parece que me estén describiendo. Dicen que tiene que ver con la alimentación, y la verdad es que mi alimentación es bastante mediocre. Pizzas y congelados en su mayor parte. Aunque sea cierto que en los últimos tiempos he vuelto a comer verduras, por lo visto ha sido ya demasiado tarde. Cuentan también que puede ser debido a llevar una vida más bien poco deportiva. Y vuelven a acertar de pleno, a excepción de estos últimos días en que he regresado por la piscina como un nadador recordando el modo. Así que mi propósito de enmienda y mejora ha ido a caer en saco roto. Y nunca mejor dicho.

Dicen que es probable por pasar muchas horas sentado. Aciertan ciento por ciento. Que me paso las mañanas en el trabajo sentado muy formal y muy risueño. Y la mayor parte de las tardes alternando la misma posición con otra aún si cabe más relajada, en la horizontal del sillón, con los animalicos trotando por el Masai Mara o con el tipo aquel contando alguno de sus viajes. Que es como llamar al sueño de la noche anterior por hacerlo volver.

Dicen que puede ser que la cosa provenga de algún esfuerzo súbito en el acto necesario de arrojar. Y yo que si tuviera que escoger equipo entre los estreñidos y los que arrojan a pierna suelta lo haría sin dudar por los que encuentran algún mérito incluso en tareas tan cotidianas. Cada día una batalla. Que es legendario la forma en que me cierro en mi mismo nada más recibo visita o soy yo el que acude hacia algún sitio.

Soy un universo en mi mismo.


Ahora mi madre dice que tengo que comprar una pomada y me cuenta remedios más caseros y menos abiertos a la maledicencia de los vecinos. Que en los pueblos se murmura más que en las ciudades, aunque de mí solamente se cuenten cosas buenas. Pero la verdad es que ya no tengo comodidad suficiente como para hacer la vista gorda. Yo que lo he dado todo por bueno y que vivo el día a día sin más ambición que repetir.

Así que mañana visito a la farmacéutica dispuesto a sacar la bandera blanca si me pongo a salvo de alguna inspección médica exhaustiva.

Yo los hospitales no los quiero para nada. Solamente me traen malos recuerdos.

Y olvidar costó lo suyo.

miércoles, 23 de enero de 2008

La pensión

Hoy quiero tu amor.

A quien tanto he querido - Manolo García



Viene algunas veces una señora para llevar algún dinero. Me llama corazón y vida porque deja que sea yo quien se lo administre. Y yo procuro que sus cuentas estén todo lo bien que se pueda, sin hacer un agujero tan profundo que la pensión y la paga del hijo se queden cortas. Soy como la ola del mar igualando la orilla.

Me preguntó el otro día en cuánto se le quedaría la cosa si enviudaba, y yo me encogí de hombros porque no tengo ni idea. Ella repitió muy convencida que no veía el día en que él faltara. Y es que parece que está harta y resignada.

Pensé luego para mí que si enviudaba se quedaría sola. Y luego pensé que a veces ocurre que el amor desaparece. Se pierde con los años. Las personas se vuelven extraños.

Sin embargo en este caso tengo una sospecha. Él sigue estando, lo ve cada día, pero es como si ya faltara.

lunes, 21 de enero de 2008

La bolsa

No sabes lo que sientes.

No sé mañana - Rosana



Estuve pateando Santander el sábado. Era una especie de Julia Roberts pero en feo, con greñas algo despuntadas y sin esas piernas interminables, a cambio con un par bastante dobladas, que son las que tengo. Quizá más adelante les ponga en un tratamiento de Corporación Dermoestética, quizá puedan encajarlas en unas escayolas y se acostumbren a estar bien rectas, casi como vías de tren. Aunque también puede ser que las deje como están, y termine siendo un viejito con las piernas formando un gran interrogante.

Estuve gastando en rebajas alrededor de 300 eurazos, que sin ser una fortunaza dio para llenar bien un par de bolsas, vamos que a mí no me venían a atender como a Julia y a Richard, pero yo iba sin dar abasto, con el ojo crítico del que se deja influir más bien poco por modas pasajeras. Me bastaba un vistazo a las prendas así recién caídas sobre mi percha, que ya no es tanto como era, soy percherón cuando antes era caballete. Y la culpa es tanto mía como de esta vida, que como dice la canción, me ha hecho así.

Claro que yo entonces no intuía el desplome de la bolsa. Y aunque es un secreto contaré que soy dueño de un número determinado de acciones, regalo de mi padre, que con buen criterio pensó que entretanto no sabemos que hacer con ellas, pueden subir. La verdad es que nos las regaló a cada hijo cuando éramos unos niños. Y han ido creciendo poco a poco invirtiendo los intereses en nuevas acciones.

Pero hoy el Ibex se ha desplomado, así que de algún modo he perdido una porción importante de un dinero que no tengo, ni he tenido nunca. Era nada más un cálculo teórico. Una circunstancia puntual, sujeta a un momento determinado. Ese dinero, ayuda estimable para el día en que decida que no sigo de alquiler se ha ido por capricho del destino al limbo. Está dentro de la chistera de un mago sin más trucos que una gráfica a rotulador.

Y la verdad es que siempre me he movido con torpeza en esos ámbitos. Por desconocimiento claro. En su día cuando las acciones de Vueling estaban por los suelos pensé en invertir. De hecho se me pudo oír decirlo. -Creo que es una buena oportunidad, seguro que suben.
Claro que yo no había viajado nunca con esa compañía aérea de manera que no conocer si era buena o mala me detuvo.

Aunque dicho así pudiera parecer que poco menos que estoy hablando de adquirir la compañía, por supuesto hablamos de una inversión pequeña, proporcional a mi importancia. Pero no lo hice y luego las acciones por razones que atañen a quien entra en la compañía y a quién había salido poco antes, que fue la misma persona duplicaron su valor. Así tal cuál. Mil euros en acciones se habrían convertido en dos mil. Y dos mil en cuatro mil. Tan sencillo.

La clave es vender en el momento apropiado. Que suele ser cuando uno da el beneficio por bueno. Supongo que depende de la ambición de cada cuál.

Yo no he pensado en vender nunca mi puñadito de acciones. Las que tengo. Y no porque espere sacar demasiado. Es algo que me viene dado de forma que me contentaría con lo que fuera. Que a estas horas no sé si será mucho porque la bolsa temerosa de la recesión que se apunta en Estados Unidos va y se desploma. Mis acciones han perdido casi un 7% de su valor. Así que ha ocurrido como cuando uno compra un coche nuevo. Al día siguiente vale menos. Y puede ser que esto sea la punta nada más, y ocurra que la burbuja se termina rompiendo.

Dice Solbes que Europa está preparada. Yo desde luego lo estoy bastante. Tengo unas compras en el armario que me recuerden los tiempos mejores y estoy más que dispuesto a cenar zumo de naranja exprimido de aquí a los restos.

Hoy fui a nadar. Incluso me atrevería a repetir.

jueves, 17 de enero de 2008

El trío

Para que el amor mío siempre me quiera tener.

Gota de rocío - Silvio Rodríguez



Cómo se puede explicar lo de Gallardón, Esperanza Aguirre y Rajoy sin explicar que parece algo pueril, más propio de mocosos mal criados que de adultos más o menos racionales.

Porque la pelea intestina del alcalde y Esperanza es de no creer. Parece una mala película de madrugada, una de esas que nadie querría ver. Con rencores, recelos y envidias. Sólo que los actores además son requete cargantes. Sólo podría ser peor si tales desconfianzas se dieran entre líder Rajoy, Eduardo Zaplana, al que ya no le hacen hueco por Valencia y Acebes, que es la piedra del camino.

Claro que aunque resulten tan ridículos hay alguna inteligencia en su disputa, se quieren posicionar por si ocurre que Rajoy vuelve a perder. Algunas trazas lleva. Y ambos aspiran legítimamente a ser presidente del gobierno algún día de un futuro, que podría ser pronto. Conviene por tanto estar bien arriba en la línea de sucesión.

Sin embargo Esperanza se equivoca. Como con el trono los españoles observamos la ley sálica para ejercer las funciones propias de gobierno. Es decir, tengo yo más probabilidades presidenciales, a no ser que me de por salir con falda a la calle mientras convoco a la prensa, que a estas horas tiene mucho de paparazzi. En ese sentido, sospecho que la democracia española está poco evolucionada.Verde, verde, verde.

Pero vivimos en un país en que mueren decenas de mujeres a manos de "sus" hombres. Con eso está dicho todo.

Por no hablar acerca de que esta mujercita, batalladora como pocas, cae bastante gorda lejos de la capital. De algún modo es aquella que le pone a Gallardón la pierna encima, y no lo deja crecer. Ha escogido el rol de la mala. Es bastante bicho y no gusta pizca. Lo que seguro que le ha de pasar factura, tarde o temprano.

Con lo simpático que resulta Gallardon a todo el mundo, especialmente a los de la ribera izquierda. Tan centradito el hombre, que parece Harry Potter de mayor.

Yo creo que equivocó la siglas. Gallardón pide imposibles, imposibles en la alianza de Fraga y Aznar. Y le va quedando nada más que tomar las de Villadiego, que son las de Piqué cuando se cansó de ser uno contra el mundo. Que no es el mundo en realidad, sino su propio mundo, escogido por él. Artritis en la mano, camisa de fuerza.


Y los imposibles aún son cosa de Izquierda Unida que participa pensando que lo importante es participar, de Gaspar Llamazares, más preocupado en captar votos del mundo virtual de Second Life que del real. Para su personaje, creado a su imagen y semejanza a través de la cámara de Sara Montiel, que le ponía un pañuelo al angular para que no se le notaran arrugas y se la viera en un tono pastel difuminado. Y él con una ventaja sustancial sobre nosotros. Así de protagonista de videojuego no va a envejecer.


Se daba el hombre con un canto en los dientes siendo presidente cibernético, presidente de una España asomada al portátil para verle, y convocando manifestaciones virtuales contra las guerras virtuales, en las que nadie sangra de verdad, a las que acudir con nuestra recreación de polígonos gráficos. Tan inasible al tiempo como él. De la mano todos como a un concierto. Para que más.

martes, 15 de enero de 2008

Alonso

Y renombrar el color que la vida me enseña.

Debo - Silvio Rodríguez



Estuve leyendo la edición digital de los periódicos ahora que todavía es gratis. Ya vendrá la SGAE para cobrarnos un canon. Y no digo que esté mal que quieran enriquecerse. Todos quieren,¿por qué van a ser distintos?

Ocurre que de estos de la SGAE la plebe no conoce más que a unos cuántos chupópteros a los que no se les conoce talento ninguno, y que aparecen porque han alcanzado de algún modo un puesto de los de rótulo en la puerta del despacho. Y a esos otros que se llaman artistas porque los artistas lo son toda la vida, como los políticos, pero distintos. Pues quien ha sido artista, aunque haya sido hace mucho se le concede el beneficio de la duda. Y siempre se le otorga la posibilidad aunque remota de volver por sus antiguos fueros. Pero la verdad es que la mayor parte de los que combaten ferozmente por gravar con recargos "lo que sea" son artistas de los que ni llenan estadios ni un local para un acústico tan siquiera. De manera que no quieren cobrar por lo que se les arrebata a ellos directamente mediante la copia compulsiva, sino que reclaman lo que se les distrae a los que de verdad venden y que por norma general no suelen decir ni pío.

Un ejemplo de ello será el bueno de Ramoncín, al que como veis no me he resistido a citar de nuevo. Y para completar del todo, el que meaba desde lo alto de los escenarios a la chusma. Aunque no me voy a entretener más con esto porque al final va a parecer que este muchacho es mi antihéroe, y no lo es. El mío, hasta hoy es Angel Acebes. Que es verlo con ese discurso cadencioso y generalmente embustero y se me ponen unas ganas tremendas de emigrar a otro país, con menos Zaplanas y con menos Acebes.

Aunque eso sea imposible. Ocurre que allí son los mismos pero se llaman de otra manera.


Pero me estoy desviando de lo que quería contar. Vengo de leer la prensa y me acabo de enterar de que Fernando Alonso ha barrido a sus colegas en el circuito de Jerez. El chaval iba con el carro del año pasado, que era algo así como una tostadora con ruedas. Eso sí, sin las ayudas electrónicas que por lo que se ve deceleraban el coche. Así que se ha puesto manos a la obra y ha dejado atrás al formidable Pedro de la Rosa, que retrató el gran poder del Banco Santander en la escudería McClaren, que mira que insistieron como segundo patrocinador del equipo:

-Queremos a De la Rosa como segundo piloto. Elegid primero a Hamilton si queréis. Aunque resulte tan irritante, pero dejad el segundo volante a Pedro. ¡Pedrooooo! que gritaba Penélope.

Después de todo estaban sufragando con un montón de millones el letrero del alerón posterior de la flecha de plata. Y Ron Dennis dice que sí con la cabeza. Lo ha atendido todo y lo ha entendido todo, así que le da el volante a un finlandés que se llama Heikki Kovalainen y les dice:

-¿No queréis abrir oficinas en Finlandia?

Y los del Santander, que son muy grandes y muy expansivos dicen. Bueno, pues abriremos en Finlandia.

Claro que ahora se han convertido en la competencia. En este instante casi nadie de los de posibles quiere comprar un Mercedes, prefieren por goleada comprar un BMW, que resulta menos polémico y más favorable a los intereses patrios. A ver quién es el guapo que abre una libreta de ahorro en el Santander este año. Porque los paisanos de este país no ven con buenos ojos, en su mayoría, al padre de Hamilton. Y lo peor es que la culpa no es suya. Que si gana Louis ya están las cámaras buscándole: ¿dónde coño se ha metido el tío ese?

Pero bueno, a lo que iba. A Fernando, por el que he desarrollado una afinidad personal después de conocer que no es el típico "festerín" al estilo de Ronaldinho, que está muy dispuesto a enseñarle a cualquier rubia el tamaño exacto de sus palas mientras hace el gestito con la mano, le dio por correr y ha terminado haciendo el mejor tiempo.

Todavía no tiene el coche nuevo y ya está dando que pensar a Ron Dennis. Menudo lío este año con los reglajes.

A ver si Botín tenía razón. La pareja buena es Alonso - De la Rosa.

Y las corbatas rojas siempre.

Marion

No quiero tener que huir.

La edad del porvenir - Javier Alvarez



El problema de encontrarse con alguien que cree ciegamente en alguien es que será capaz de defenderlo frente a todo. Frente a todos.

Yo no creo ciegamente en Marion Jones. Pero hubiera podido creer ciegamente.

Con Marion yo tuve un principio que podría haber sido de amor si no fuera porque no tuvo continuidad, por la insalvable razón de estar tan lejos y ser ambos tan desconocidos. Pero así de primeras yo no puedo negar que me gustaba, y que diablos, aún me gusta.

Aún tan condenada a cárcel, aún tan manifiestamente embustera, aunque se haya dopado. Aunque nunca más se dope.


Por eso, porque siento debilidad por ella hubiera podido abandonar todos mis principios por su bien. Y le hubiera dicho que aunque decir la verdad sea para mí tan importante ella debía haber seguido enrocada en la mentira. Por que si hace unos años dijo que no tenía nada que ver con el doping, ahora no ganaba nada con dar la razón a los que sospechan. A los que braman sin pruebas porque la rodea un entorno gris de gente con las manos sucias.

¡Qué cerca estaba de abandonar el atletismo! Y qué cerca de hacerlo como una heroína a la que admirar. Por esa belleza veloz. Por esa sonrisa en el triunfo. Por esos 5 oros que valían como otras tantas vidas en los juegos olímpicos de Sydney, que se hicieron grandes gracias a ella. Era la estrella más refulgente en la constelación de deportistas. Y era también la mejor.

Que nunca debió doparse es tan cierto como no lo debe hacer nadie. Ningún triunfo merece poner el riesgo la salud. El éxito no puede costar tanto. Porque de ser así no merece la pena. Deja de merecer la pena.


Sin embargo nunca dio positivo en ningún control. Aquellos químicos expertos del laboratorio Balco habían dado con la fórmula mágica. Sus estimulantes eran indetectables. Iban por delante de los laboratorios antidopaje.

De algún modo estaba escrito que a Ben Johnson habían de cazarlo. Siempre pareció de poca inteligencia. Al contrario que Carl Lewis, igualmente sospechoso pero más audaz.

Igual que Marion Jones. No tenían nada contra ella. Solamente creer que es una farsante.

Como lo habían creído sin duda de Florence Griffith que murió a los 38 años, que es mala edad para morir, diez años después de haber logrado la mejor marca de todos los tiempos en los 100 metros femeninos. ¿Acaso aquella mujer de largas uñas y andares felinos no se dopaba también?

Pero ya no pueden nada contra Florence, de algún modo su legado es inmortal. Por eso, por castigar a los culpables de manera ejemplar, por demostrar la severidad de la ley condenan a Marion a 6 meses de cárcel. Por perjurio que significa desdecirse, que es decir la verdad ahora cuando antes se mentía. Cómo la castigan después de haberla dejado casi sin nada. Le han quitado el pasado, y el pasado es todo lo que somos.

Dicen por aquellas tierras que la verdad os hará libres. A Marion la verdad la va a encerrar.


No me importa no tener razones apenas. No me importa ni siquiera no creer en ella.

Me bastaba con mirarla. El corazón es libre.

lunes, 14 de enero de 2008

Ninguna parte

El campo estará verde, debe ser primavera.

Calle Melancolía - Joaquín Sabina



Hoy estoy un poco triste. Es una tristeza antigua. Como de mirar viejas fotos.

Tiene esta melancolía el mismo color que pasar la tarde a solas.

A veces uno se pregunta cuál es el destino. Hacia donde vamos. Pero no hay una respuesta. Solamente inercia.

domingo, 13 de enero de 2008

Sarkozy

Dile a esa chica que no llame más.

Pastillas para no soñar - Joaquín Sabina



Ya reconocí en su día que yo era de Segolene Royal. Más que nada porque me pierdo por las chicas guapas. Y Segolene lo es.

Sin embargo ganó Sarkozy porque son los franceses los que deben elegir su presidente, faltaría más. Sin embargo leo que en la actualidad está cayendo en picado su popularidad. Más o menos como la de George Bush durante sus 4 años de mandato, que es la caída libre más larga, tanta caída para tan poco batacazo. Al menos en principio. Que la historia se empeña en poner a cada uno en su sitio. Y no hay juez más imparcial que la distancia y el tiempo.

Y pierde popularidad el bueno de Sarkozy porque se está paseando por Europa como un play boy, más audaz que Berlusconi incluso. Con su novia de estreno, que es como un dibujo recortable de los que había que vestir. Lo notorio del caso es que él se nos va pareciendo cada vez más a Alfredo Landa, y ella a esas suecas que compartían plano con él y que se reían de la gracia castiza del mocetón. Aquello era de película obviamente, en el mundo real era poco probable que sintieran el flechazo, bastantes modelos debían tener en su país para fijar la vista en alguien del físico de Landa, aunque siempre se haya gastado ese carácter, además de estar a punto de trueno. Pero es que a algunos les falla casi todo y aún así. Que en la cercanía igual era un cachondo de corazón inmenso.

Sin embargo uno ve a Sarkozy y a Bruni y se pregunta si ella le hubiera mirado siquiera si no fuera presidente de Francia. Y el mismo termina sospechando que no, que a lo más le habría dado la chaqueta para el guardarropía.


Cuentan ahora que Carla Bruni mantiene una feroz apuesta contra los internautas que utilizan programas de los denominados p2p. Que son casi todos. Ella es del cesto donde se resguarda Ramoncín y tantos otros que no colocarían un disco ni regalándolo. Y dicen que ya se ha puesto manos a la obra Sarkozy para llegar más lejos que los Estados Unidos, que es el país que más nombra la palabra libertad y que en proporción menos la disfruta. A un punto del pánico siempre.

Quiere convertir Internet en una autopista llena de peajes. Será el regalo de su amor. Con la primera descarga una advertencia, con la segunda una multa. Con la tercera la suspensión de Internet, que es para visitar las fotos de la feliz pareja de paseo por el mundo. Y para poco más.

En España todavía no pudieron condenar a nadie por descargar música o cine. Simplemente las leyes lo amparan. Supongo que hemos entrado en la cuenta atrás. Pronto uno u otro querrá modificar las leyes para que a los cánones injustos les añadamos un gran ojo que todo lo mira. Haremos el regalo de Sarkozy por amor, pero no nos lo agradecerán igual, tendremos a Ramoncín más contento nada más. Que es más feo y luce menos pero orinó muchas más veces desde lo alto de un escenario. Y que va dando conferencias como una eminencia. Había que grabarle los discursos para venderlos en el top manta.

Sin embargo puede ocurrir que los internautas no se den por vencido, la mayor parte de ellos está resignado a mantener los políticos que hay con sus impuestos. Por mucho que ellos no vayan a ganar nunca la mensualidad de 7000 euros de Pepiño Blanco.

Son mil euristas a lo más. Pero conjurados podrían hacer y deshacer mayorías.

jueves, 10 de enero de 2008

Óleo de una mujer con sombrero

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Qué me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.


Silvio Rodríguez

miércoles, 9 de enero de 2008

Las entradas

Que junts hem caminat.

Amor particular - Lluis Llach



Como quiera que yo no suelo prender la tele de noche, y no tan solo porque la programación me parezca predominantemente una basura, que me lo parece, sino porque me ha llegado a dar una pereza tremenda jugar con los botones del mando a distancia tan convencido de perder el tiempo nada más. Sintonices lo que sintonices habrá que tragar con una batería de anuncios que no quiero ver. Así que al no encender el televisor me evito el riesgo.

Así que ayer noche estuve leyendo el weblog de Julen Guerrero, que tiene uno parecido al mío. Eso sí, con menos entradas. Aunque yo no revelaré cuántas van, es un misterio que pienso llevarme a la cama, al menos esta noche, si se intuye que son unas cuantas, a juzgar por el listado de la derecha. ¡Diablos, fíjate! Ahí figuran por lo que parece alrededor de 7 años. Aunque son menos de las que piensas. Que algunos años fueron de un decir discontinuo. Y muchos meses apenas abría la boca para nada.

Aún así llevo escrito más que Julen Guerrero en su blog. Y además en mi opinión nada tendenciosa mejor escrito que él. Que me coló un "echo" de hacer que casi logra que me cambie de equipo.

Julen escribe desde inicios de la pretemporada del 2005 e intenté encontrar el momento exacto en que pierde la esperanza de ser un jugador clave del equipo. Se le lee que entrena en la esperanza de que el entrenador le dé cada vez más minutos. Luego, con el transcurrir de los días ese anhelo se pierde, o al menos no lo trasluce. Es como si aceptara cómo están las cosas. Como si se diera por vencido por no poderlas cambiar. Es más, a principios de temporada está convencido de que va a ser una gran temporada para él. Entonces no sabe que será la última, por lo poco que contó y por otras cosas que no se dicen, pero que se pueden llegar a imaginar.

¿En qué momento aprendió que iba a contar muy poco? ¿En qué momento bajó los brazos?


Me llama la atención que en los análisis de los partidos nunca menciona a uno solo de sus compañeros. Son descripciones genéricas e intercambiables.

Yo me pregunto desde hace mucho qué fue del futbolista. ¿Dónde se quedó el Julen Guerrero deseado por el Parma y por Barcelona? ¿Qué ocurrió en sus últimos años antes de retirarse tan pronto?

No soy Iker Jiménez, ni esto es Milenio Tres, pero a mí me parece que hay más de lo que se cuenta. Hay gato encerrado. Una razón oculta.

Si no creyera...

Si no creyera en la esperanza.

La maza - Silvio Rodríguez



Leo esta mañana apenas el titular. Se les ofrece a los McCann un jugoso contrato para hacer una película sobre la desaparición de su hija. Hasta ahí hemos llegado.

No sé sabe aún si son o no culpables de su desaparición, no se sabe incluso si la niña está viva o muerta, no se sabe si la mataron sus propios padres. Pero se impone el negocio, porque quien oferta antes suele llevar premio.

La verdad es que yo estoy algo descorazonado. Y sorprendido cuando veo a Zapatero en la tele y me parece que no es una persona sino un personaje que intenta copiar al muñeco que le imita. Y me digo que me parece una medianía absoluta. Quizá es falta de fe. Ya no son capaces de convencerme de nada.

Y si miro hacia el otro lado la decepción se repite. En este país de gente sobradamente preparada no hemos podido encontrar uno tan solo que sea bueno. Creo que estoy perdiendo una parte de la fe en el talento de los hombres. Supongo que porque he perdido parte la fe que tengo en mí mismo.

Me defrauda sentirme decepcionado tan rápidamente.

martes, 8 de enero de 2008

Canon

Que incineren los glaciares.

Esta noche - Luis Eduardo Aute.



La verdad es que no tengo ganas de escribir. Vengo solamente porque leyendo titulares encontré algo acerca del canon que se han inventado para meternos a todos en el mismo saco. Graban todo aquello capaz de copiar, grabar, imprimir o fotografiar con un canon para prevenir la descarga de contenidos y la copia. Lo hacen así, indiscriminadamente. Todos por unos pocos.

Y lo más curioso de todo es que ni aún así lograremos que nuestras descargas sean legales. Seguiremos pagando derechos de autor y sin embargo nuestras copias serán ilegales porque la SGAE lo dice. Ni siquiera les hacen falta los tribunales. Vivimos la era de las guerras preventivas y de los cobros preventivos por anticipado, por si acaso. Encontraron una solución que en realidad no soluciona. Solamente es pobre consuelo por no haber sabido adaptarse a las nuevas tecnologías. Y sirve para que unos cuantos sigan llenándose el bolsillo. Después de todo, agua pasada no mueve molino.

Al menos a mí me queda una intuición, dudo que conmigo vayan a ganar dinero.

lunes, 7 de enero de 2008

El azar

Tanto tiempo esperándote, y fue sin querer.
Es caprichoso el azar,
no te busqué,
ni me viniste a buscar.

Yo estaba donde no tenía que estar
y pasaste tú, como sin querer pasar.

...

Tanto tiempo esperándote,
tanto tiempo esperándote,
y fue sin querer.

Es caprichoso el azar - Joan Manuel Serrat



De verdad. ¿Hacia dónde vamos?

El brazo y el tigre

Yo no sé si ha servido de algo o de nada.

Erase que se era - Silvio Rodríguez



He leído esta mañana que un alemán del que convendrá recordar el nombre, Werner Wilfrang, regaló su brazo a los tigres allá por el año 97, antes del camelo que nos contaron que iba a arrasar literalmente el cerebro de los ordenadores para devolvernos a la era feudal. Alguien nos previno y gastamos fortunas ingentes con los dedos cruzados. A Werner nadie ni nada le previno o acaso fue plenamente consciente pero luego a medias debió parecerle doloroso y quizá no quedó conforme después al tener que arreglarse con una sola mano, así que decidió demandar al circo propietario de los tigres, que no a los propios tigres, y al ayuntamiento de la Vall d´Uxo, que había concedido licencia al circo.

Digo que habrá que prestar especial atención a este caso, de Werner por ver si podemos extraer alguna enseñanza. Parece que este hombre vio el remolque de jaula donde se encontraban los felinos, vio también las vallas protectoras que decidió saltarse para intentar dar de beber a los animales con sus propias manos. Algo muy sensato si nos los imaginamos sedientos, los pobres. Lo malo es si además de faltos de agua están también faltos de comida. O tal vez entiendan en el universo infinito de la reacción para cada acción que aquel brazo desconocido invadiendo su espacio era poco menos que una agresión. Porque puede ser que no entiendan que Werner lo único que quería era dar de beber a los tigres de bengala como si fueran gatitos de angora.

No les podemos exigir a los tigres que entiendan de nuestras intenciones. Después de todo no son los reyes de la creación, somos nosotros. Por eso siguen desnudos y caminando a cuatro patas, y algunos encerrados en el circo para divertirnos. Sin embargo yo sospecho que Werner no entendió tampoco lo que significaban las vallas protectoras. Por eso las apartó para llegar hasta la jaula. Por descorrió el cerrojo de la trampilla por donde se los alimenta. Porque seguro que las vallas y el cerrojo eran españoles y el hombre no debía llevar mucho en el país como para entender su significado. Probablemente en Alemania las vallas significan otra cosa. Como en las olimpiadas quizá están para saltarlas.

Así que introdujo su brazo en la jaula y alguno de los animales, pendenciero, se lo enganchó para quedarselo.

Ahora el Supremo dice que el único culpable es el propio Werner, menuda sorpresa. Que estuvo falto de prudencia. Yo creo que sí. Que fue poco prudente. Habría hecho mejor pasando de largo.

La cuestión es saber si esto servirá de algo. Si alguien habrá tomado nota.

domingo, 6 de enero de 2008

Reyes Magos

Sacos llenos de agujeros.

Abrazado a la tristeza - Fito y los fitipaldis.



Serán Reyes Magos, no voy a decir que no. Pero no son muy listos, que estoy ya empadronado y no han encontrado mi casa. Yo creo que, una de dos, o llevaban un listado antiguo y me saltaron, quizá por no ver las luces encendidas, o no dieron con la entrada del portal, que está por detrás. Y es que mi fachada, y no hablo solamente del edificio, es de quedarse embobado. Yo considero que mi edificio es el segundo más bonito del pueblo, claro que luego la casa desmerece. Tendrá parqué casi hasta en el baño, pero está muy mal distribuida, que hay las puertas abiertas se solapan unas con otras y uno termina haciéndose un lío y prefiriendo por tanto, quedarse quietecito.

El caso es que yo no tengo nada de reyes. Porque no creo que lo hayan escondido por jugar. Bastante labor tienen hoy para andarse en esos pasatiempos. Porque no puede ser que me hayan considerado malo, no porque sea imposible que lo haya sido, sino porque tendría que haber encontrado carbón, al menos. Yo creo, y lo digo con la mano en el corazón que he sido bastante bueno. No muy listo, pero bastante bueno que es a lo más que podemos aspirar los no muy listos.

Puede ser que al llegar a mi casa se encontraran con que no había nada en la saca de regalos. Que ya no les quedaba nada que dejarme, así que al no encontrar leche con galletas decidieron no hacer ni siquiera el friegue pendiente. O puede ser que el problema venga de que no escribí carta de los Reyes Magos. Y ni siquiera tengo la disculpa de haber escrito aquí alguna otra cosa. La verdad es que con lo caprichoso que soy, que poco caprichoso he estado en los últimos tiempos. Miraron en el fondo de mi mente para ver que lo que yo quiero no cabe en un saco de regalos, aunque sean tan magos.

Yo creo que alguien les ha enganchado el saco y han ido dejando un reguero de caramelos por la calle. A esas horas y agotados vieron el agujero y lo dieron por bueno. Que son muy mayores y ya son muchos años. A costa de lo que me toca, que no sé qué podía ser.

La infancia es la mejor de las patrias.

Por resarcirme estoy convencido de ir de rebajas el finde próximo. Tengo una tarjeta con la banda intacta. Y está pulsando por salir de la cartera, me dice al oído que para eso trabajo.

La montaña

Un barredor de tristezas.

Rabo de nube - Silvio Rodríguez



Quizá sea este el primer momento en muchos días en que puedo venir sin prisas. Llego de días ajetreados, con visitas o con quehaceres sin importancia que se volvieron urgentes, aún sin importancia porque yo no soy de hacer grandes cosas.

Ya decía yo que había tenido varios momentos para echar de menos escribir algo. Quería por ejemplo mencionar a Dolores que se subió a morir desnuda a la montaña porque lo encontró absolutamente revelador en un pasaje de la Biblia. O eso cuentan, que lo subrayó. La salvación está en la montaña.

No hay duda de que Dolores merecía ser salvada, pero no por la montaña ni por un Dios que de verdad existe, aunque sus noticias sean nada más permitirnos seguir vivos, todavía. Y que sospecho que tiene que ver cada vez menos con Benedicto XVI que es Ratzinger, tal cual, disfrazado.

Dolores merecía la salvación de alguien cercano. De alguien que viera su deriva hacia la nada. Cuentan que tenía familia y un novio. Y yo no puedo entender que nadie entre ellos descubriera su tristeza, sus anhelos, su frustración, su desesperanza.

Es cierto que determinadas personas erigen un fortín y se vuelven inalcanzables. Lo guardan todo para sí, de manera que nunca sabes lo que piensan, ni lo que les preocupa. Son personas al otro lado de un muro.

Pero en el fondo creo que siempre hay un detalle que trasluce. La forma de mirar quizá, que es el espejo del alma. Ocurre, sin embargo, que nadie lo supo ver.

Vivimos un siglo distraído.

sábado, 5 de enero de 2008

Los rifles

Menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Abrazado a la tristeza - Fito y los fitipaldis



Llevo tiempo queriendo regresar. Pero siempre estoy a punto de hacer algo que me impide, siempre hay algo que no me deja sentarme un momento por ver si cuento alguna cosa.

Quise hacerlo con motivo del sorteo de Navidad, que me tuvo de risas toda la mañana, pese a saberme tan poco premiado como el resto de días. Pero había tocado el gordo en el pueblo que habito, o al menos una parte de él. Cuentan que a una familia que viene de cuando en cuando de Madrid se llevó consigo 7 décimos del mismo número, el premiado, así que ahora deben juntar a la fortuna no desdeñable que les da para dos domicilios tan distantes un pico de 350 millones de las de antes, de las pesetas que echamos tanto de menos.

Pero en verdad hoy vengo solamente para contar que estuve viendo el documental que afirma que uno de cada tres americanos tiene armas en casa. Es su derecho constitucional, la segunda enmienda, dicen. Había que ver como le sujetaban los hombros a aquel chavalín para que el retroceso en el campo de tiro no lo desequilibrara. Había que ver a aquel otro, un crío de 4 o 5 años que tiraba sin poner siquiera unos cascos para mitigar el ruido de los disparos. Y no con una pistola menuda, tirando con auténticas metralletas de tercera guerra mundial.

Cada poco ocurre que en Estados Unidos alguien se harta de esperar. La vida no le da lo que espera. Con lo frustrante que es. Entonces decide mandarlo todo por el aire. Coge el arma y muestra el hartazgo a tiros. Abatir hasta ser abatido.

Ocurre a veces, pero pueden sentirse afortunados. Lo normal sería que se diera más a menudo.
Hay una guerra civil de desconfianza de todos contra todos.

miércoles, 2 de enero de 2008

Cierre del año

La gente sale a celebrar el fin de año con matasuegras, qué palabra, y con pelucas de colores. Creen que cambiar de año es digno de celebración. Yo, que he celebrado muchos cambios de año no opino igual. Este año no.

Creen que viven un día único que debe ser celebrado, pero no se dan cuenta de que todos los días son únicos, que no habrá un 2 de enero del 2oo8 nunca más. Que tendría que ser celebrado tanto como aquel 31 de diciembre.

Son caprichos del calendario, nada más.

Yo me quedé con Sestea en casa, y pasamos la Nochevieja más tranquila y acompañada del mundo. Hoy sin embargo ella se ha marchado. Así que hoy no es día de celebraciones.

Pensándolo bien, el 31 era un día con motivos sobrados para echarnos a correr por la calle. O para buscar por el sofá el mando de la tele con ganas de perderlo.

¿A ti qué te parece?