sábado, 11 de septiembre de 2021

Ahora que me he vuelto algo parecido a un lector compulsivo, todo lo lector que puedo llegar a ser, sin serlo nunca demasiado, he decidido darme un capricho. Para ello casi he tenido que aprender alemán, aunque no lo he llegado a aprender porque no me ha hecho falta. Me ha bastado con entrar en la web de Amazon de Alemania y ponerla en traducción automática al inglés, que tampoco sé pero en la que me es más fácil actuar como si supiera. Es sencillo, basta con ignorar todas las palabras desconocidas y fijarse tan solo en las que crees que dicen algo.

Todo esto para qué? Es lícito preguntar. Pues para comprarme allí el lector de libros Kindle Paperwhite, que es el más vendido de Amazon, sin ser el más barato. Si en Amazon España lo tienes en 130€ allí lo dan por 75, ya que es de todos conocido que en España hay un mayor nivel de vida y sueldos mucho más altos. Por eso allí es más barato y aquí más caro. Y por eso solo vienen a vivir aquí los alemanes más ricos de allá.

Y ya en plan tirar la casa por la ventana he comprado también la funda de piel que estaba en 30 allí en vez de los 40€ de aquí. Y en el mismo color que la tablet, coherencia ante todo.

Así el lector tiene clase, tan bien vestido y resiste el agua por si un día además de volver a leer me da por volver a nadar. Cuando lo tenga comparto una foto. Y empiezo a leer.

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