martes, 7 de septiembre de 2021

Hay dos cosas que me repatean especialmente. Y son casi las misma.

Pago una suscripción de Netflix y cada dos o tres capítulos de la Patrulla Canina, es para lo que sirve, pregunta si seguimos viéndolo. Que debe ser cosa de no creer. Y por un lado entiendo, una sobredosis de Patrulla puede ser verdaderamente nocivo para cualquier cerebro, están velando por nuestra salud dirán, pero me parece absolutamente indecente que por un servicio de pago estemos siempre entre interrupciones. Teniendo que decir que claro que si, que seguimos viéndolo con Pablo protestando.

Si uno se imagina a Cleopatra en el antiguo Egipto puede hacerlo tumbada en sus aposentos mientras unos cuantos esclavos la abanican. Se imaginan que alguno le preguntara si continúa o no haciéndolo? Es seguro que le iba a rodar la cabeza.

Yo con Netflix, ya que lo pago, quiero abanico hasta que yo diga. O como diría ella: Te he dicho yo que pares?

Me ocurre algo similar con DAZN, otro servicio de pago. El domingo pasado no pude ver a su hora la carrera de F1 y lo dejé, inocente de mí, para las tarde. Pues ni de flores. Que no, que no. Habiendo acabado ya y no me la dejan ver. Ya si eso te lo permito a partir de las 11 de la noche. Hasta esa hora que no se puede. Pero que será pronto.

Seguro que las webs con contenido pirata dan más facilidades. Tonto soy por pagar.

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