domingo, 5 de febrero de 2006

Anuncios

Yo me quedo pasmado viendo algunos anuncios de la tele. La verdad es que algunos creativos deben andar en la reserva porque sino no se explica tamaños engendros publicitarios. Entiendo que intentar innovar poniendo de relieve las cualidades de un detergente (cualidades que tiene más acusadamente que la competencia) es difícil, pero simplifiquemos las cosas pues es mejor lo sencillo que lo rebuscado, lo verosímil que lo increíble.

Me detendré un momento en un anuncio en particular. No sé la marca del detergente, ni lo retuve ni probablemente lo expondría aquí en mi espacio (que ha estado siempre al margen de la publicidad pese a las golosas ofertas que he recibido ;)). En el anuncio aparece una moza que viene del futuro con un ajustado mono azul y blanco (viéndola uno querría ese futuro para ya mismo, no será tan malo después de todo), aunque yo desconfío algo pues el mono pese a estarle a medida evoca algún tipo de uniforme, y no sé si es que la muchacha es de algún arriesgado comando de limpieza o es que en el futuro todos iremos con esas pintas uniformes (aunque varíen los colores). Yo desde luego prefiero que cada uno pueda escoger entre su propio armario antes que todos vayamos igualicos que Zipi o Zape. ¿Qué serían de mis lustrosas chaquetas de piel que diferencian al Anado de antes del actual?
Aunque la verdad en el fondo y en la superficie es que soy el mismo.

Otra cosa que me inquieta es que la moza se gasta unos pelos rubios platinos perfectamente peinados pese al viaje "inter-temporal". Lógicamente no desconfío de que no se le moviera el moño sino de que sea rubia platino y uniformada. Pues ve tú a saber si en el futuro no se desarrollará algún tipo de enfrentamiento de morenos(los míos) contra rubios en el que salimos perdedores. Aniquilados de este mundo por la envidia que nos tuvieron siempre los rubios y rubias. Para echarse a temblar, quizá debiéramos empezar por dar primero...(aunque si no recuerdo mal la chavala tiene las cejas más bien oscuras... peor aún, esos gobernantes del futuro nos reprimirán con mano de hierro y potingues de mechas para que seamos angelicalmente artificiales).

Pero lo peor del asunto es que alguien viaje en el tiempo para resolver el problema
doméstico de una mancha en la camisa. Cualquiera con dos dedos de frente podrá comprobar que este mundo está necesitado de ayuda, venga de donde venga, y horripila que en vez de enviarnos una delegación que ponga fin a los males que tanto afligen (enfermedad, guerra, muerte y tristeza) nos envían a una mocita de buen ver, eso está claro, para poner en circulación un jabón que por lo demás viene en un envoltorio demasiado convencional. No gastemos la fabulosa máquina del tiempo para cosas de tan poca importancia, que si hay que ir con una mancha la llevaremos con orgullo, como en el anuncio aquel en que a un tipo se le derrama un vino tan bueno que crea una moda, todo el mundo copiando el manchurrón en el centro del pecho como símbolo de modernidad social. No necesitamos que nadie nos lleve al interior de la mancha en un viaje espacial para que veamos como es el tejido por dentro, no necesitamos saber cómo desapareció la suciedad, simplemente queremos que desaparezca y tal vez para eso nada mejor que un concurso de limpieza con un número indeterminado de doñas alrededor de una lavadora, aparato este si prodigioso. Porque en sus comentarios cuando comparan las diferentes marcas está la verdad de la limpieza, y yo las creeré a pies puntillas porque soy primerizo en mis aproximaciones y me fiaré siempre de quien sabe más que yo.



No quisiera abandonar el mundo de los medios publicitarios sin referirme al último anuncio de Digital +. En él un tipo sale muy ufano de una tienda donde ha adquirido el decodificador (esto si suena futurista y no un detergente), lo va mostrando a los diferentes viandantes aunque estos no muestran ningún interés. Ni les llama la atención ni entran en la dichosa tienda, quizá por tener mejores cosas que hacer. El caso es que por fin se encuentra con alguien interesado, aunque con la mala suerte de que a este le interesa tanto que se lo arrebata y sale corriendo. ¿Esta gente del canal de pago no lee entre líneas? A aquel ladronzuelo le interesa como para mangarlo limpiamente pero no lo suficiente como para adquirirlo legalmente ¡en una tienda que está ahí mismo! ¡Y a un precio que debía ser irresistible!

6 EUROS

¡Maldita sea si hasta incluye la instalación!


Y no será porque al fulano le falte dinero pues se gasta una chupa de buen pelaje. Lo que ocurre es que vio al orgullosete algo pasado de peso y se dijo, yo no pago 6 eurillos por ese pasatiempo, ahora bien si es gratis...

Y eso que en la carrera debían ir parejos, pues ¿alguien se fijó lo mal que corre el ladrón? Pero si parece a punto de caerse. Menudo nivel para los "casting". Nada que ver con como corre en sus misiones imposibles el bueno de Tom Cruise. Claro que por eso gana miles de millones por película. Todos quisiéramos correr como Cruise para tener su cuenta corriente. Aunque para rodar una escena de persecución por muy cutre que sea hemos de exigir al menos un par de actores capaces de mantener el equilibrio (no me ofrezco candidato). Para mí que el decorado (aunque no lo parezca debe ser un decorado) se acababa ahí mismo, justo donde recoge la cámara. Por eso el tipo corre tan mal, porque nada más empezó aquel pseudo-esprint ya tenía que ir frenando para no chocar contra algo. Así cualquiera resulta tan poco convincente, apenas le dejaron desarrollar su máxima potencia. Aunque por ahí mejor para él, pues ya lo decía otro anuncio, en este caso de neumáticos y porque no reconocerlo, bastante acertado para conducirse en coche y en la vida, "la potencia sin control no sirve de nada".




Yo recomiendo menos tele y más kiss (fm). Éxitos de hoy y de siempre. Marcho a pasear por los acantilados.

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