sábado, 16 de febrero de 2008

Dramatizando

Loco por vos,
si vos me queréis.

Loco por vos - Chayanne



Zapatero es un hombre sabio, o eso o está muy bien asesorado por sesudos asesores. Aunque es un poco imprudente, claro que habrá que personárselo, después de todo es la alegría de la política, resultando tan iluso a veces que uno lo mira como a un niño, majadero y entrañable.

No sabía el presidente que los micrófonos siguen abiertos y se sigue grabando hasta cuando salen los títulos de crédito y parece que la cosa no da para más.

Poco jugosa la entrevista a Iñaki Gabilondo, que lo único que me ha llegado ha sido lo mencionado cuando la luz se atenúa y el hombre se levanta para marchar rumbo a la Moncloa. De la hora anterior no me ha llegado una palabra, ni ganas, la verdad. Ahora bien, ya sé que Zapatero admitía ante Iñaki Gabilondo que conviene dramatizar desde ya. Es decir conviene remover a los que piensan que todo el trabajo está hecho, para que acudan en masa a votar. En la guerra de los buenos contra los malos están necesitados de un zafarrancho en que el temor a perder nos convierta en útiles ciudadanos que consigan mayorías. Luego se olvidarán de nosotros. Tú me quieres para lo que me quieres. Después de todo este es un país predominantemente socialista aunque perezoso y desencantado. Algo es seguro, a más participación mejor para el PSOE. Esto es algo contrastado. Conviene levantar del sillón a los votantes socialistas, que se dejarían llevar por un domingo de siesta a no ser que sea Aznar quien apareciera en nuestro horizonte electoral, que de ser así se convertirían una fuerza incontrolada, un tornado contra los sueños de nuestro pequeño gran hombre.

Hoy leo que el CIS y el resto de encuestas telefónicas dan un empate técnico entre PP y PSOE. Pero ya no sé si estos resultados son verdaderos o se trata de seguir en esa guerra silenciosa. No sé si son resultados veraces o son tan solo el artificio con el que Zapatero quiere dramatizar las cosas hasta el 9 de Marzo.

Las cosas van bien pero no conviene fiarse, dice. Por eso mejor no admitir que las cosas van bien. Estamos en riesgo. Peroo él lo admite cuando cree que no lo escucha nadie, o casi nadie. Iñaki Gabilondo que era un periodista de radio como la copa de un pino y que ahora aparece encorsetado sin encontrar la postura correcta frente a la cámara de la televisión. Aunque es evidente que esas confidencias se las hace nuestro presidente en la intimidad de la luz baja y en la fraternidad de estar hablando con alguien del partido. Un militante más.

Lo que no se imagina es que tras ver a Rajoy junto a Gabilondo, y tras imaginarlo con Zapatero a uno se le antoja que es el más presidencial de los tres. Yo quiero una España gobernada por Gabilondo que parece sensato.

Quizá resulta más fiable o su palabra tiene más prestigio. Son muchos años escuchando el transistor.

Yo votaría a Gabilondo siempre y cuando no concurriera también Carlos Llamas.

Pero Carlos es ya pasado nada más.

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