domingo, 31 de enero de 2021

Pablo tiene el corazón de oro. Es, perdona que lo diga, lo más hermoso del mundo.

Dejo aquí anotado que los últimos días dice que sus primitos son sus amigos. Y a mí esto me alegra y me entristece a un tiempo. Al pobre no lo llevamos a la guardería desde marzo y no tiene más.

Me dice a menudo - Puedo ayudarte? Y yo lógicamente me derrito. Cuando se pone manos a la obra ya es para hacerlo él solo. Me dice:

- Tranquilo Papi, yo puedo.

Y yo muero de amor.

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