jueves, 14 de enero de 2021

Por un hijo se hace todo. Yo veo Buyin (Superwings) aunque lo detesto profundamente. Estoy convencido además de que es malo para la salud, como si no tuviéramos bastante con la pandemia. Pero a él le gusta. Y contra eso no se puede luchar.

Los aviones, como todas estas series sin ningún cerebro tiran de constante repetición, con coletillas estomagantes y fotogramas que son el mismo repetido en cada capítulo. Será que hasta los dibujantes de puro hartos no pueden más, aunque a ellos les paguen. Lo único interesante ocurre cuando Sky advierte a Jett de su destino, le da unas breves nociones de la historia del país o de su geografía, y le da una palabra en el idioma en destino, que Jett utiliza a la menor oportunidad, por muy estúpido que resulte.

Pero lo más preocupante es el descenso a tierra de todos y cada uno de los aviones, que no sé porque viajan convertidos en avión si son muy capaces de desplazarse igualmente convertidos en robot. En cada descenso decía, cada uno de ellos hace una pose fotográfica, a veces dos enlazadas, a las que sigue otra de postureo al tomar tierra. Yo creo que es el germen de esa juventud para la que lo más importante del mundo es posar expuestos en Instagram. Estamos envenenando sus cerebros, yo el primero, pero es que le gusta ( y yo lo detesto).

No hay comentarios: