viernes, 22 de enero de 2021

Yo creo que estas cosas las hacen para provocarme. El jefe de la cúpula militar se ha vacunado ya del coronavirus, por si acaso. Resulta que ve mucho el telediario, y tantas noticias del Covid le ha hecho temer que las ondas electromagnéticas, que no se ven, pero que sin duda existen puedan enfermarle allá espatarrado en el despacho. O quizá las ondas gamma, de tantos y tantos convalecientes que copan los noticieros en esas camas tan desordenadamente dispuestas en los hospitales y que amenazan con soltar sus virus desde el televisor entre sus propias cosas. Quizá quiera vacunar también su agenda o su estilográfica, que están tan expuestos como él, allá en el despacho. Si le preguntan él dirá que tiene la misma razón pasar el primero por la vacuna que acudir cada día al trabajo en traje de faena. O acaso ve las bombas? Hace maniobras con los demás? No, pero no significa que las bombas no existan, ni que los demás no se vayan a ir de maniobras por practicar. Él es un hombre importante, quizá el que más, que no defrauda Hacienda desde casa ni desde el extranjero. Tiene todo el derecho a vacunarse el primero, como político, porque también lo es un poco. Y si se vacuna él, cómo dejar fuera a su equipo. Uno está entrenado para pensar en su unidad antes que en si mismo. Es de primero de milicia.

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