viernes, 22 de enero de 2021

Una cosa me llevó a la otra. Visité hoy mi blog, al que le debo una actualización de lo que he seguido escribiendo. Una actualización de lo escrito y una disculpa por lo no escrito durante tantos años. He estado leyendo cosas antiguas, recuerdos enterrados por el tiempo. Y me he dado cuenta que a mi modo humilde, me estoy volviendo inmortal. Escribiendo lo puedo todo. Me estoy dejando la vida aquí, y no habrá un modo de conocerme mejor, quedarán mis letras escritas para cuando no esté. Y me doy perfecta cuenta de que está Internet lleno de mí. Estoy en grupos antiguos de Annlea, dónde habrá que llamar a arqueólogos de la Red para encontrarme, pero dónde se podrá hallarme todavía. También más fácilmente en otros sitios. Estoy casi en todas partes. Solo hace falta la voluntad de encontrarme. Tengo un párrafo para cada día. Para todos los días del futuro. Tú que haces para perdurar? Yo esculpo lo que soy, todo lo sido, en el tiempo. Pero no del pasado, sino hacia delante. Estoy escribiendo para las horas en que no pueda ya escribir. Para estar siempre por descubrir.

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