Vuelvo pues como dice Wanda, cada vez digo menos aunque viva lo mismo (mucho o poco) que he vivido siempre. Todos desde mi propio prisma desde luego. Procurando meter la pata lo justo, equivocándome constantemente y comprobando día a día que no soy tan bueno como me gustaría ser.
Esta tarde emigraré como en un país extranjero (gobernado por extranjeros que no entienden, que no atienden a los deseos de la gente como yo, nacionales de la paz) al centro de Valencia que para nosotros es el centro, esta tarde, del mundo entero, de toda la España, pues aunque yo me cambiaría por la puerta del Sol y por estar codo con codo con Sabina, estaré donde me toca, según mis principios que son lo que soy cuando solo me quedan las palabras.
Porque no comprendo que oscuro pacto, sellado con un beso entre líderes, jurado por encima de las gentes inocentes condenadas por el vil petroleo que inunda todos los nortes y todos los mares, que mancha la maravillosa playa de la Concha con galletas de plastelina, que se unen, adhieren, ensucian todas juntas, los pocos días de sol de una playa rodeada de monte verde.
Que los gobernantes de EE.UU son todos una medianía absoluta, que George Bush es un verdugo que no sabe ni puede ganar unas elecciones limpiamente todos lo conocíamos, que le gusta andar como amo de cortijo, con los tejanos del tejano, con el sombrero que habría envidiado el mismo John Wayne, que se atraganta con galletas, que se le humedecen los ojos justamente cuando las cámaras más se arriman, pero no sabíamos de su ambición sin límites, porque no encuentren los inspectores bomba alguna de destrucción masiva, no al menos en Irak, que no habría que buscar mucho en el país de la policia mundial para toparse con ellas debajo de alguna almohada, o desempolvadas y dispuestas para seguir garantizando la paz a bomba limpia.
Corea del Norte le hace un corte de mangas al tejano, al vaquerito que trabuca palabras en sus discursos, a la eminencia que está más cerca de ser el malo que el feo o el bueno. Al intelectual sin don, que pone a un Powell para decir que la ONU es totalmente inútil simplemente porque no responde a la utilidad que le quiere dar Estados Unidos.
Poder de convicción ha de tener para haber engatusado de tal manera al Sr Aznar, que gobierna con los votos de la mayoría absoluta de los españolitos, aunque no con mi voto, y que se había convertido en un buen presidente a fuerza de sufrir jaleos de menor grado, muy distantes de los disturbios diarios de un PSOE de antaño (en el que aún perduran lamentablemente muchas cabezas) que merecía banquillo de los acusados, literalmente, y condenas de cárcel por actuar, digamos, en dimensiones distintas a la ley (a la ley actual, que no a la del lejano oeste americano).
Bush le ha debido prometer unos cuantos satélites orientados a las batzokis del PNV para ver si lo puede ilegalizar también. O quizá un amor eterno que sobreviva a la muerte, precisamente para que Aznar se acaudille en la Moncloa, personalista frente a la sucesión que desde su posición quiere capar, porque las elecciones se acercan, y no por contra los españoles, según diversas encuestas, conforman el país con un mayor rechazo a los designios americanos, ávidos como están de controlar tanto petroleo, aunque no hayan encontrado todavía nada que justifique un millón de muertos.
Aznar se ha colocado en una posición tremendamente impopular, y se ha quedado solo. La guerra, puede ser cierto, es imparable, pero no tenemos porque secundarla.
Abrazos.
sábado, 15 de febrero de 2003
viernes, 10 de enero de 2003
10/01/03 12:04
Leo sobrecogido la noticia de la mujerzuela de 57 años de vida gratis, sin pagar el alquiler porque vivir así resulta más barato. Lo es desde luego, y muy tranquilo sin demandas pendientes de juicio ni puños que aporreen la puerta, ni voces que escalen desde el rellano por la escalera.
A la mujer que no paga el alquiler la fue a ver un agente judicial con una orden de deshaucio, y aquella al verse acongojada por la idea de dormir al raso, sin romanticismos, no tiene otra cosa que hacer, no hace otra cosa, qué ocurrencia; que volar su casa entera. Todo el edificio tiembla y desaparece el piso como por arte de la magia de un mago violento.
Tristemente en el estallido la señora se desintegró y no cumplirá un mes más sin pago ni un año más de tartas sin velas suficientes, pero fue decisión suya. No puede decir lo mismo Attilio, que paseaba por la calle y se le vino el mundo encima, todo el piso precipitado desde un segundo justo para darle como una diana. Como un millón de macetas. Para matar al que no sabe ni merece, ni pinta más que por pasear un rato. Pero yo, al leer la noticia me quedo en la figura del agente judicial, no porque le tuviera especial consideración a éste en particular, sino porque mi novia que es decir parte de mí es agente de un pueblo perdido en el mapa de los viajes en autobus no por menos de 5 horas. Y sé que ella no hará embargos, ni hará deshaucios, solamente paseará su bondad inmensa en un desvencijado 205 mientras ahorra un futuro halagüeño. Pido que siga viendo la firma de maleantes de tres al cuarto, de borrachos que se pasaron con el vino y los pillaron.
Extraidas de la web blanca Annlea (http://usuarios.lycos.es/annlea/modules.php?name=Journal&file=search&bywhat=aid&exact=1&forwhat=Anado)
A la mujer que no paga el alquiler la fue a ver un agente judicial con una orden de deshaucio, y aquella al verse acongojada por la idea de dormir al raso, sin romanticismos, no tiene otra cosa que hacer, no hace otra cosa, qué ocurrencia; que volar su casa entera. Todo el edificio tiembla y desaparece el piso como por arte de la magia de un mago violento.
Tristemente en el estallido la señora se desintegró y no cumplirá un mes más sin pago ni un año más de tartas sin velas suficientes, pero fue decisión suya. No puede decir lo mismo Attilio, que paseaba por la calle y se le vino el mundo encima, todo el piso precipitado desde un segundo justo para darle como una diana. Como un millón de macetas. Para matar al que no sabe ni merece, ni pinta más que por pasear un rato. Pero yo, al leer la noticia me quedo en la figura del agente judicial, no porque le tuviera especial consideración a éste en particular, sino porque mi novia que es decir parte de mí es agente de un pueblo perdido en el mapa de los viajes en autobus no por menos de 5 horas. Y sé que ella no hará embargos, ni hará deshaucios, solamente paseará su bondad inmensa en un desvencijado 205 mientras ahorra un futuro halagüeño. Pido que siga viendo la firma de maleantes de tres al cuarto, de borrachos que se pasaron con el vino y los pillaron.
Extraidas de la web blanca Annlea (http://usuarios.lycos.es/annlea/modules.php?name=Journal&file=search&bywhat=aid&exact=1&forwhat=Anado)
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