lunes, 31 de diciembre de 2007

Fin de año

Que los sueños del 2008 se cumplan.

viernes, 21 de diciembre de 2007

A golpes

Contigo sueño.

Y sin embargo - Joaquín Sabina



Tiene Jose Luis Moreno mucha plata, que decía el erizo aquel del anuncio de los seguros. Que le quieren por la plata. A Jose Luis Moreno también. Los cacos le querían por la plata. Por eso le visitaron, para convencerlo de que iban en serio le dieron tremenda paliza. Se cuenta que incluso le dieron con un hacha en la cabeza, quiero pensar que con el mango, que es de madera antes que con el filo, que podría partir un melón nada más rozarlo.

Y todo porque el neuro-cirujano metido a ventrílocuo, que suena como ventrículo pero no se le parece se negó a dar la clave de las cajas fuertes. Temía con razón que tras conocerla se dieran a abrirlas y terminaran llevándose lo que esconden.

Yo tengo que reconocer que no me cae demasiado simpático el empresario. Quizá por esa fama que cuentan de que no había azafato de programa que se le resistiera, y que no contrataba a ninguno que no estuviera dispuesto a pasar por la piedra, que es dejar a los muñecos de lado por convertirse en muñecos. Eso y porque desconfié siempre de ese instinto para los negocios tan acusado. Que se ha hecho multimillonario y aún lo recuerdo cazando chistes fáciles con la boca quieta mientras Rockefeller le gritaba "toma Moreno" a la vez que hacía un movimiento pélvico que Michael Jackson reservaba para los días de mayor inspiración.

Y este suceso actual no ha hecho sino empobrecer más aún la impresión. Que ya se sabe, por la fama que gastan, que estos delincuentes del este, como los Reyes Magos, llegaron casi sin nada que perder. Vienen de tener una vida dura, y puestos a convertirse en delincuentes no se van a andar remilgados a la hora de conseguir lo que pretenden. Y si tienen que patear un cráneo lo patean, y si hay disparar un tiro, dan dos. Porque es la vida que han escogido y distinguen entre los suyos y los que no lo son. Y los distinguen en función del respeto. Unos los tienen y otros no. De forma que el objetivo pierde su identidad personal. Es simplemente la llave.

Pero Jose Luis Moreno que tiene un imperio prefiere guardarse la clave así le maten. Podría perder todo su dinero efectivo, si es que fuera ton torpe como para tenerlo en casa y no habría perdido apenas nada. Es una fabrica de hacer dinero, con sus productoras y sus series.

Ocurre sin embargo que debe ser de los que sueña con el dinero. De los que pasa las noches contando monedas, mientras el servicio se recoge. Y entonces le viene esa sonrisa de triunfador. Y se dice con voz tenebrosa "toma Moreno".

A cada uno lo suyo.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Fin de ciclo

¿Cómo pudo sucederme a mí?

Quien me ha robado el mes de abril - Joaquín Sabina



Son Albelda y Cañizares dos de los futbolistas más inteligentes. Ya se les intuía por las declaraciones comedidas que venían realizando. No eran Jorge Valdano precisamente, aunque siempre se mostraron tal como son, Albelda como alguien que no estaba dispuesto a esconderse, Cañizares como alguien tan reflexivo que parece mentira que se llevara fatal con Miroslav Djukic que fue un central de los más cabales.

Y no abundan los futbolistas medianamente razonables. Que algunos se pirran por montar fiestas locas que acaben en una o dos violaciones y en un sin fin de relaciones consentidas. Con modelos afanosas de notoriedad a las que el tamaño de la cuenta corriente les derrite las medias. Con ganas de llevarse un futbolista joven y famoso para casa, digo para casa, a la cama. Porque en el fondo no no creo que ninguna espere encontrar el amor en los brazos de Rooney, por ejemplo. Se busca nada más una experiencia a la que sacar punta, quizá en el Tomate de las islas británicas. Y que a una le quiten lo bailao. Juventud, divino tesoro.

A los futbolistas por norma los micrófonos y los flashes les hacen parecer más tontos de lo que en realidad son. Pero es que es muy difícil ser ingenioso en los comentarios posteriores al partido. Después de todo es algo que quien escucha ya ha visto. Y en el fútbol está todo inventado, no hay rival pequeño.

Pero Albelda y Cañizares siempre demostraron tener la cabeza más bien amueblada. Como Zidane los días en que no cruzaba los cables de las entradas a destiempo o los cabezazos para que te acuerdes. A Cañete habrá que perdonarle no obstante esas medias casi hasta la cintura, que hacía que la gente cantara alegremente aquello de "sal del armario, Cañete sal del armario". Y Cañete en vez de salir, se las subía más. Porque aquello era una relación amor-odio que cobraba la entrada o el abono. Y Cañete se hacía las mechas porque en el fútbol como en la vida la imagen dicta lo que eres, que es como te ven.

Albelda ha sido un futbolista de garra. De los que no puede arriesgar en el pase porque no lo dará bien. Por eso los da en corto y fáciles. Es de los de juego duro. De los que salían de la caseta ya con una amarilla, la cosa era cuanto iba a tardar en verla. Que si el partido acababa sin que la viera sobraban razones para que el arbitro meditara largamente su arbitraje. Era algo consabido, como que hay que intentar meter el balón entre los tres palos. O que Cañete se crecía ante las canciones adversas, los partidos así le salían mejor. Y sin embargo las gentes cantaban, porque iba con la entrada.

Ahora los dos, casi de la mano, abandonan el Valencia, y han decidido con el mejor criterio que lo harán apelando al corazón de la hinchada, que les agradece el esfuerzo prestado sin reparar en el Porsche que guardan en el garaje. El uno dice que la directiva no tiene categoría para humillarle y que la afición siempre lo recordará como alguien humilde que ayudó a crecer al Valencia. El otro, aún más audaz, dice que no puede fichar por el club de sus sueños porque es el mismo que lo está despidiendo.

Apelan a ese corazón viejo de las gentes que anhelan ver ganar al Valencia otra vez. Y dicen que esperan que el Valencia llegue a lo más alto. Que Koeman puede ser un buen entrenador para el Valencia, aunque sea él quien les está echando.

Pero en realidad sospecho que desde el fondo de su alma desean ver despeñarse al Valencia, como un deseo íntimo. Porque entonces los mártires serán la esperanza que queda.

Y esta afición es de las que no perdona ni olvida. Y hartos quizá incendien Mestalla. Y entronicen a los que ya no están, ni pueden estar.

Últimos testigos del periodo más glorioso del Valencia.

Tengo que jugar

Tengo que jugar aún a la lotería de Navidad. La oficina me ha encargado que en estos ratos de esparcimiento míos consiga encontrar un rato para comprar un número bueno de la lotería de Navidad, esa que tradicionalmente tiene a los niños de San Ildefonso, tan formales, desafinando voces agudas con el invento del euro, con lo bien que lo decían en pesetas. Y los premios parecían más gordos, como tenían más ceros...

Voy a comprar el mismo número para que Sestea y yo compartamos perdidas o ganancias. Yo era partidario de comprar otro para multiplicar las posibilidades de que la suerte me sonría, pero me han asesorado a favor de comprar el mismo, supongo que para chinchar, si toca, a los de la oficina. Y como mi madre no es de las que deja pasar un número cerca sin hacerse copia me ha encargado que le consiga otro más. Así que llevo una carga de responsabilidad que no alcanzan mis anchas espaldas de ex-nadador. Y es que ya quisiera yo plantarme delante de los númeritos en la vitrina para que uno me hiciera destellos, sólo a mí, como cuando una moza le pone a uno las de cruce, tan rara vez que uno se gira preguntándose hacia donde mira esta, o es que acaso se me perdieron por fin las cualidades de hombre invisible. Tengo detectado que esas cosas ocurren con más frecuencia en las bibliotecas, creo que es un lugar óptimo para ligar, o al menos para recibir peticiones de auxilio que giran hacia todo lo que se mueve como luces de sirena de una patrulla policial o de un camión de bomberos. Vamos que en una biblioteca cualquiera que pasa parece desfilar como un modelo. Enseguida se levantan las cabezas menos concentradas, y probablemente menos espabiladas para escrutar cual será el próximo paso. Y es que las horas de enclaustramiento delante del libro son duras si no existe una fe que mueva montañas detrás. Y la vida se mueve tanto al otro lado, en las calles iluminadas que uno no puede abstraerse a la letra pequeña del libro, que habla de casi cualquier cosa que no sea vida. La vida está fuera, aunque pueda esperar.

Así que hoy saldré a este día gris, que llega tras dos días grises y lluviosos y buscaré una administración donde jugar, sin colas por favor.

A día de hoy no hay número malo.

Lastima* mañana.




(* del verbo lastimar)

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Continuando

Creí que era una aventura y en
realidad era la vida.

Joseph-Conrad


No quiero empezar con uno de mis monólogos trascendentes acerca del paso del tiempo y demás cosas que me preocupan tan tontamente como si se dieran en mí sólo.

Pero estas fechas de fin de año son propicias para que uno haga balance acerca de cómo va la vida, esa aventura que se vive sin borrador, sin previo aviso, para que uno pueda irse equivocando una vez tras otra sin que haya equivocación más grave que morir. Que las cotidianas se podrán ir solucionando según llegan. Hay siempre vuelta de hoja. Una oportunidad más.

Me llegan las primeras felicitaciones de Navidad y su consabido deseo de felicidad para año nuevo y reparo en que se marcha el tren que trajo el 2007 para que lo viviéramos lo mejor posible. Cada uno exactamente como quiera. Tu libertad ha construido lo que te rodea.

Yo soy una voz bastante autorizada para hablar de lo imprevisible de la vida. Maldita sea, del presente, de este minuto. Y hoy he desayunado en un sitio regentado por un par de argentinos encantadores, como lo son todos. He pedido unas tostaditas pequeñas, como de canapé, con mantequilla. Ayer pasé ratos del día haciendo unos muñequitos MII en la Wii de mi hermana, y me quedaron muy lindos y realmente parecidos a sus alter ego de carne y hueso. Yo tenía hecho uno ya, por mi hermana Bego que me hizo una narizota con las justas proporciones de un árbol de navidad. Y creo que se quedó corta. Le faltó además hacerme una boca como un buzón de correos. Pero es que ella, la pobre, no me ve reírme muy a menudo. Con lo que yo me río.

Pero es que estoy muy lejos. A veces parece otro planeta.

martes, 18 de diciembre de 2007

De vacaciones

Parece que si uno se pone de vacaciones es para todo. Por eso no vengo por aquí, ni escribo ni nada.

Y conste que tendría que hacerlo, pues hay montones de noticias que darían para un párrafo, la del fulano aquel que mató a su hermana después de pasar la noche matando perros y pavos en un pueblo de Badajoz. El tipo se conjuró para no llegar a fin de año. Decidió tirar la vida o lo que fuera por el retrete.

O como no hablar del juez del Tribunal Constitucional que sacó la pistola para intimidar al otro en una discusión de tráfico. Dice el otro, un ladrón de coches con juicio pendiente que aquel juez era muy poquita cosa, pero con muy mala leche. Y es que algunos quizá por no resultar suficientemente rotundos necesitan aditamentos complementarios. El volumen del coche les acerca a aquello que quieren ser. Se ven en el reflejo de un concesionario y dentro del inmenso todoterreno ni siquiera se reconocen.

Al menos el juez tuvo cerebro para algo más que para dar la razón a Rajoy por elegirlo, decidió que con mostrar la pistola bastaba. Otro más tonto, así en caliente, dispara.

Por ejemplo el apodado "el bueno". Tenía la misma ira dentro de las entrañas y ahora está en el anatómico forense.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Tanto, tanto, tanto

Ruido compartido.

Ruido - Joaquín Sabina


Pues mañana cojo vacaciones otra vez. Y que no parezcan muchas veces, que no han sido muchas. Marcho a Madrid y luego a Valencia.

Pero vuelvo con nocturnidad y alevosía. Lo juro. Llevo el portátil para poderlo enseñar en el aeropuerto. Tengo 15 noches como luceros, como lunas llenas.

Y de regreso en Navidad, como el turrón.

Tendré una cesta que recoger, y tendré un continuar.

domingo, 9 de diciembre de 2007

El chico

De arenas movedizas.

Joaquín Sabina



Vengo de mi café matutino con la prensa. Y no porque haya dado una conferencia de prensa, esto es obvio. Mis cafés matutinos con la prensa son encuentros mudos con el periódico. En el que él dice más que yo. Yo lo leo y él se deja. Ni siquiera me llevo ya las manos a la cabeza.

Sin embargo hoy me he quedado un poco estupefacto. No demasiado, no exageremos, que mi capacidad de sorpresa se ha ido mermando con los años. Y no porque ya lo tenga todo aprendido, sino porque entendí que en determinados asuntos el hombre no encuentra limites, por lo que siempre se puede ir un poco más allá, y por tanto, yo permanezco a la expectativa seguro de poder presenciar ese avance, que suele ser retroceso, nuevo pero esperado.

Hoy leí lo del chaval que tiroteó a un buen puñado de gente durante sus compras en unos grandes almacenes de Estados Unidos. Mató a 8 pero a buen seguro que él hubiera querido que fueran más, sobretodo cuando se tiene la certeza de no volver a traspasar el umbral de salida con vida.

No llama mi atención el suceso en si mismo. Estas cosas ocurren allí con cierta frecuencia. Y ocurren porque cualquiera puede alcanzar un arma. Como yo soy de los que piensan que las personas, todas en general, pasamos por momentos puntuales que son picos puntiagudos para caer a redondeadas lomas de tranquilidad he llegado a la conclusión de que el chaval no estaba loco de atar. Que no era individuo propicio de sanatorio mental. Digan lo que digan psiquiatras y psicólogos de gruesos libros. Simplemente llegó a un punto de desesperación tan grande que prefirió echarlo todo por el aire.

Así se entiende su carta de despedida, en la que se reconoce "un trozo de mierda", y no sólo eso, sino que anticipa que eso no va a cambiar, que su vida seguirá la misma tónica porque así ha sido siempre y no tiene porque cambiar como no tiene que cambiar un color porque su razón de ser es ser así, precisamente. Es decir, arroja la toalla porque no le queda ninguna esperanza, como si la vida que tiene fuera en su naturaleza y ésta fuera invariable. Pero entonces encuentra la solución, "pensarán que soy un monstruo pero me voy a hacer famoso".

Y la fama vista desde ese prisma es algo deseable. En realidad la salida más gloriosa entre opciones menos ruidosas. En un mundo gobernado por la imagen en el que los muebles se colocan orientados hacia el televisor. Fama efímera e instantánea aunque no se vaya a quedar a comprobarla.

Despedido del McDonald's por robar 17 dólares, abandonado por la novia, pero no estaba loco. Simplemente estaba desesperado, sin puertas ni ventanas.

Y con un fusil bajo la cama.

jueves, 6 de diciembre de 2007

La cuenta vivienda

Yo soy mu listo, aunque engaño. Parezco mucho más tonto pa que la gente lista se encuentre la mar de a gusto a mi lado. Así son conscientes de su listeza todo el tiempo. Sin paréntesis. Y to también la mar de a gusto porque soy muy capaz de terminarlos sorprendiendo. Porque de repente encuentran que les parezco más listo de lo que creían, que será creerme más listo de lo que soy en realidad. Porque dar con la inteligencia exacta es muy difícil. Ni siquiera los dichosos test logran acertar.

Así, yo por ejemplo me reconozco mucho más tonto que un chimpancé de los que usaron para retener combinaciones numéricas en una pantalla. Los números iban desapareciendo y los tenías que pulsar después en el orden en que lo habían hecho. Que es algo así como jugar a aquel juguete de tonos y colores de Simon. Varios universitarios de los de ir de copas por si cae algo habían hecho la prueba contra los monos y los pobres no daban con los números en el orden correcto, o bien lo hacían dudando tanto que aquello se eternizaba. Todo lo contrario que los monitos, que sin ir a la moda, ni falta que les hace, habiendo aprendido los números del 1 al 9, eran capaces de repetir cada combinación con una agilidad bárbara. Yo creo que es que su cabeza no se pregunta nada acerca de dónde venimos, ni hacia dónde vamos, y entonces concentrarse en esas tareas es mucho más sencillo. A ellos solamente les preocupan los plátanos. Y a nosotros un millar de cosas, incluso las que están muy lejos.

En cualquier caso a "petit comité", yo me reconozco inferior. Probablemente allí habría terminado echando la culpa al apuntador, que es tirar balones fuera. Habría dicho que mis números no encienden con la luminosidad apropiada, por ejemplo. Y que en esas condiciones uno no puede asimilar donde coño salieron. Y que si los monos logran verlos por haber hecho la prueba en el turno anterior se debe sin duda a que son seres más bajos y les quedan más a la altura de los ojos, por no hablar de que sus dedos destemplados y extremadamente desgarbados debieron atenuar el foco, en nuestra contra.

Está visto que los monos, o ese pelotón de escogidos, tienen mucha más memoria que el común de los humanos, que no recordamos casi nada apenas. Aunque luego si echamos la vista atrás creamos que somos dueños de un archivador infinito. No es verdad. Somos dueños de nada. El pasado apenas existe.

Pero yo soy muy listo. Por eso, para demostrarlo me voy a abrir una cuenta vivienda. Que es una forma de empezar a pensar en adquirir una, un año de estos.

Podría hacerlo con una cuenta de plazo fijo, que me lo tengo bien leído. Pero creo que no me voy a complicar. Sacrifico un extra de interés por no dar la tabarra. No sería la primera vez que dar muchas vueltas se volvió en mi contra.

Lo mejor de todo va a ser a la hora de hacer la declaración de la renta. Cuando la cosa salga a devolver. Quiero un chalé o un adosado.

Una puerta de garaje incluso sin coche.

martes, 4 de diciembre de 2007

Mr. Perfecto

Ya no me queda sorpresa apenas.

Yo sabía que aquel tipo que tenía los brazos tan anchos como dos troncos, el tal Bristish Bulldog había muerto. Yo creí que sería por tomar tantos anabolizantes como debía tomar para que los músculos le crecieran tanto. Yo tengo también esos mismos, más o menos en el mismo sitio, lo que pasa es que los míos son muy tímidos y no van por ahí llamando la atención, son los mismos pero pinchados. Y deben tener agujero porque no crecen. Aunque, todo sea dicho de paso, tampoco hago yo mucho para que crezcan. Están así un poquito dormidos. Como si los hubieran metido en un microondas y se hubieran ido desinflando. A mí lo único que me crecen son las dioptrías y las ganas de tener vacaciones.

Que muriera el British Bulldog me pareció algo penoso, pero no me afectó demasiado. Sin embargo, no hace muchos días que buscando destino a tantos forzudos de aquel "pressing catch" que entretuvo mi desatada adolescencia fui a encontrarme con que Mr. Perfect que era un tipo pillo y al que había que amar, sin amor obviamente, u odiar, con odio de mentirijillas, que se sabía los trucos más sucios y que iba por la vida perdonando vidas, a los otros, a los que no eran perfectos como él, había muerto cumplidos apenas los 44 años de vida.

No se sabe bien si fue la cocaína o los preparados científicos que incrementan el volumen de los músculos a costa de disminuir el tiempo de vida. Un personaje de un video-juego que se toma las pociones demasiado aprisa. Y quien no guarda, no tiene para la vejez, sea cuando sea.


06 Diciembre 2007

En realidad este post, que por alguna extraña razón yo tengo el editor del weblog doblado al inglés se empezó a escribir. Hasta la línea anterior el día 4. Pero luego me llamaron por teléfono y perdí el hilo, esto es, las ganas de escribir. Así que abandonemos a Mr. Perfect para volver otro día, y vayamos a un nuevo post, que es lo que me pide el cuerpo.

domingo, 2 de diciembre de 2007

La estatua

Lo nuestro fue un no querer aún pudiendo.

Anado

jueves, 29 de noviembre de 2007

Sin soluciones

El transformista mató a 18 personas. El psiquiatra tenía miles de fotos pedofílas en el ordenador. ¿Cuál es la solución?

A mí no se me ocurre.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Ser o no ser

Good bye my lover,
good bye my friend.


James Blunt

lunes, 26 de noviembre de 2007

La crisis

Cada corazón merece una oportunidad.

Dulce condena - Los Rodríguez



Vengo de visitar brevemente los titulares de un diario digital. Es bien sabido que los titulares me bastan para descolgar por este espacio mi opinión. No necesito nada más que mi propensión a la queja o a la calumnia.

Mis calumnias son calumnias de poco recorrido, casi no tendrían que considerarse calumnias. No son delito, son a lo más una falta. Un pecadillo venial que no se puede tener en consideración si nos atenemos a esta sensación de libertad que da Internet, un escaparate inmenso pero que no tiene para mí más que un puñado mínimo de visitas, cuando no soy yo el que regresa con estos dos ojos gastados y dispuestos a repetir la miopía, porque todo en la vida es repetición.

Por eso si soy yo el que viene para hablar de la probable crisis de José María Aznar y Ana Botella me supongo a salvo de la amenaza de ser llevado ante los tribunales por el ex-presidente. Más ocupado supongo en su intrahistoria personal ahora que tiene claro que no escribirá la historia en mayúsculas que quiso escribir, cuando soñaba con salir del rincón en que intuía a España, muda comparsa internacional. Ahora le queda una vida que no escribe su nombre en letras de oro salvo en los murales de la FAES, porque son de un pensamiento único, el mismo de Aznar.

Pero dicen las malas lenguas, no sé hasta que punto informadas, que Aznar y Botella han hecho crisis como si fueran peras y manzanas en el mismo cesto. Tan distintos ahora que ya no se reconocen. Y hablan de una tercera persona que ha aparecido como una bocanada de aire fresco en la melena al viento de Aznar. Que lo ha seducido con su perfecta dicción del inglés de la que nuestro ex-presidente está tan lejos. Y Aznar ya solamente puede pensar en ella, porque es la vida nueva que ha inaugurado, plena de conferencias y reflexiones de hombre sabio, que ha sobrevivido a atentados terroristas y a derrotas, pues si fue derrotado no lo recuerda. Él es otro, ahora.

La política es una mala enfermedad que ha curado. Hoy por hoy es más un gentleman con los calcetines de campo de golf bien calados, un hombre maduro con sueños de adolescente. Amigo de recordar en los titulares de la prensa internacional que aunque esquivo sigue velando por nosotros, que no es velar por España precisamente.

Quizá sea cierto que tras las elecciones Aznar y Botella se separen. Quizá él se ha cansado de los rescoldos de la vida que tenía. Quizá ansía la libertad que alguna vez hemos ansiado todos, romper con lo conocido, sobretodo si lo conocido continúa enredado en la vida caduca que él ya siente superada. Ahora es un hombre de mundo. Un ciudadano universal, sin plaza fija en ningún sitio.

Aznar no quiere medrar en política como Ana Botella. Él fue todo lo que uno puede ser. Y si no fue más no tuvo culpa alguna. La culpa fue de los votantes que no creímos en él lo suficiente, que no nos confíamos del todo. Quizá le faltó tiempo, pero en el fondo Aznar se ha hecho carne como nosotros. Está harto de los políticos y la de la política. Ya no se cree nada. Solamente se confía a su corazón de hojalata. Al amor que se abre camino como una ilusión nueva e irrompible.

Aznar vuelve a ser joven. Superviviente al pasado más inmediato habiendo tomado buena nota de no repetir. Como viviendo la juventud nueva por un sendero distinto.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Acabando...

... de actualizar la web un poco. Por cambiarla que la versión anterior venía de octubre del 2005. Han cambiado las cosas mucho desde entonces. Cada año soy más joven. Menos la web, el weblog estaba congelado en el tiempo. Y ahora queda actualizado para otro tanto. Aunque en realidad sigue siendo lo mismo que era. La misma historia inacabada que empecé en los estertores del año 2000, comienzo de siglo...

Empezando...

sábado, 24 de noviembre de 2007

Periodistas

Vengo nada más un momento. Estoy oyendo al tal Nico y al otro fulano en la cuatro. Son tan malos que uno se tiene que pellizcar para darse cuenta de que no es un sueño, que es verdad. Y sin embargo les ponen un micro delante.

Es especialmente malo el tal Nico que transmite las noticias como si tuviera detenido la mitad del cerebro que controla el lenguaje.

Según escribo les oigo. Han dicho que la noticia del día es la lesión de Garbajosa, pero luego resulta que dicen que la noticia del día es que no juega Ronaldinho en el Barça. No hemos cambiado de día, simplemente ellos son así.

Ahora dicen que "Ronaldinho en si mismo es una crisis en el Barça", a saber qué significa.

Han dicho también los dos porque son así de cómicos que esta jornada de liga es la 12 + 1 lo que es una gilipollez tan grande como para consentirla a Angel Nieto que al menos iba rápido en moto. Se ganaba la vida corriendo, no había que pedirle elocuencia frente al micro o en las entrevistas ¿Pero éstos que disculpa tienen?

Hace bien poco pille al Nico contando en un breve que McClaren había exigido la exclusión de Ferrari porque un par de escuderias tuvieron una temperatura irregular en el combustible del monoplaza en la última carrera en Brasil. Eso es simplemente contar una mentira, aprisa y corriendo y sin tener ni puta idea. Como no sabe lo que ocurre simplemente lo inventa, atropelladamente para pasar a otra cosa.


Desde que yo sufrí un accidente aquel día, de hace tanto tiempo, en un autobús y leí al día siguiente que poco menos que había sido de tren ya no me fío nada de nada. Y sin embargo sigo leyendo.

Pero lo de estos es de juzgado de guardia. Parece mentira que sean tan malos pero es verdad. No son periodistas, la carrera en estos casos no tenían que contar. Les falta un hervor. Quizá llevar preparado el discurso. Son en resumen "Acebes" deportivos, ni más ni menos.

La soledad del juzgador

Por la boca vive el pez.

Fito y los fitipaldis.



Ha causado hondo malestar entre los jueces el libro que ha escrito la esposa del juez Gómez Bermúdez. Acusan a la pareja de deslealtad por revelar conversaciones privadas que se mantuvieron en la confianza de que no se habrían de revelar nunca. El juez se lava las manos y dice que él no entra ni sale de las cosas de su mujer, como siempre. Pero sin embargo parece que aquellas tribulaciones interinas del tribunal debieron ser trasladadas a la esposa por él. Tal vez al desayuno o a la cena. Hay indicios razonables para suponerlo por encima de que haya podido recurrir a alguno de los otros dos miembros del tribunal. Lógica manda.

Ha causado malestar el momento en que sale el libro, apenas acabado el proceso contra los terroristas que llevaron a cabo la masacre del 11 de marzo. El juez Garzón apunta incluso que es un golpe bajo contra las víctimas, y la presidenta de uno de los grupos que representan a las víctimas ha expresado que a estas horas investigan si ejercer algún tipo de medida legal.


A mí personalmente este juez me parece una especie de super-héroe de cómic. Pero uno de esos que no caen bien por más que sus hazañas sean las más luminosas. Con esa cabeza afeitada y esa mirada incapaz de no juzgarlo todo. Recuerdo sus malos modos con los presuntos asesinos, cuando aún eran presuntos. Y si haciendo un esfuerzo me pongo en su lugar, reconozco que no me habría costado nada mandar al fulano a la mierda, aclarándole eso sí que es muy libre de mandarme encerrar en la medida en que le permita el código, pero que a mí se refiera con educación si es que espera encontrar alguna respuesta. Y un juez debe dar respuesta, es su misión principal.

Además parece un hombre muy cómodo bajo los flashes. Ayer acompañó a su mujer a Elche supongo que para algún tipo de promoción literaria, aunque él no entre ni salga, y se le ve como a un héroe de los años 40, caminando casi como un guardaespaldas. Es un juez mediático, con cierto afán de notoriedad como parece demostrar el libro de su esposa, en el que es realzado en contraposición a sus colegas.

La cuestión principal del asunto es el por qué de este libro ahora. ¿Los dos sueldos que la pareja maneja no son suficiente? O es que hay razones de peso para publicitar deliberaciones secretas por el bien de la justicia.

Lo peor además es que este libro habría sido entendido por todos si llevara por título "La soledad de la esposa del juzgador". Pues no nos habría costado trabajo imaginar a la esposa esperando en la alcoba mientras el juez está sumergido detrás de una pila de papeles de madrugada.

Sin embargo el libro que está escrito por ella y no por él, o al menos eso cuentan, habla de su labor solitaria como presidente de un tribunal que sin embargo tiene a dos jueces más como parte. Y entonces uno piensa que quizá es que no es un juez sino un super-héroe de cómic. Que tiene los poderes desde el momento que viste la toga, y su misión es titánica frente al mal porque solamente él es capaz de enfrentarlo. No está al alcance del hombre corriente.

Él no lo es y no tendremos que olvidarlo.


Es un hombre solo frente al mundo, frente al mal con todo lo que eso representa. Y sin embargo sale vencedor. Toda batalla épica merece un libro.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Los incentivos

Era parte de un acuerdo efímero.

Un nuevo día brillará - Luz



Vengo de la piscina, de aplacar mis remordimientos por no ir casi nunca. El caso es que vuelvo y cuando estoy guardando el bono nuevo, de 10 baños, que seguro que no agotaré, me he doy cuenta de que en donde tendría que poner "bono piscina" pone "bono sauna" y en vez de ser azul es color hueso, casi blanco. Inocente de mí, que creí que habían cambiado de tono por romper con la monotonía y resultar menos anodinos.

Pero no vengo para hablar de esa tendencia natural de los hombres hacia el error, del que soy un exponente destacado. Aunque aclaro que en este caso no tuve culpa alguna. Soy un simple espectador, ahora con algo que aclarar la próxima vez que vuelva por la piscina, allá por el 2010, supongo. Pero ya digo que no me detendré en esa predisposición a la equivocación hasta en lo más básico, sino muy al contrario en un ejemplo de las raras veces en que, como decía Hannibal, cabeza pensante del célebre Equipo A, los planes salen bien.

Quiero hablar, como suelo hacer, con apenas un hilo en la cabeza del ovillo que es el todo, de nuestros funcionarios destacados en el Ayuntamiento de Madrid, que eran todo eficiencia hasta el punto de haber abandonado casi por completo el solitario de ordenador para lograr licencias de apertura en tiempo propio de libro "Guiness". Siempre y cuando, por supuesto, hubiera un incentivo de por medio, que podríamos llamar como se llama, por su nombre, unos cuantos miles de euros, antes machacantes. Aunque aclaro que no encontré aún a un paisano conforme con el invento de los euros, que lo han encarecido todo tanto. Se me quejan a diario con la sonrisa resignada y yo suelo dar mi opinión que logra una adhesión sin fisuras.

-Tan capaces de consultarnos para nimiedades que no nos importan, y cuando se trataba de meterse en nuestro bolsillo, lo hicieron sin consultarnos.



Pero no nos desviemos. Es obvio que la fama de los funcionarios tan mala como es, a la zaga de la desidia de los empleados de CajAstur según cuentan, ese vox populi de que no pegan golpe, no tiene fundamento entre los muy avispados del ayuntamiento de Gallardon, que obviamente sabía que las cosas marchaban bien, aunque como es de imaginar no estaba al tanto de tanta corruptela. Enfrascado en batallas intestinas con Esperanza Aguirre y postulándose oomo opción menos mala para suceder a Rajoy cuando la sombra de Aznar y de sus esbirros Zaplana y Acebes lo fagociten del todo.

Los políticos rara vez se enteran de la basura que se esconde bajo la alfombra, por mucho que sean ellos los que están tumbados encima, habitualmente echando un sueñecito. En realidad se comportan nada más como un cartel de campaña electoral, son una cara que muestra la sonrisa sempiterna que quiere transmitir confianza, y así por un puñado de votos no cambian la mueca ni en el improbable caso de que los municipales les estuvieran llevando el coche con la grúa, chófer incluido.

Así que reconozcamos de una vez por todas que las personas que trabajan poco no es por pereza o incompetencia, es sencillamente porque los incentivos no son suficientes. Así un funcionario del ayuntamiento de Madrid es capaz de resolver en un mes lo que de ordinario, con el discurrir normal y cotidiano de sus quehaceres llevaría dos años enteros. O sea, que si un funcionario se mueve de la silla hasta el archivador como si se tratase de un enorme perezoso, animal predominantemente blanco, muy parecido a un humano que se hubiera dejado crecer el pelo y las uñas, feo de cara como para no recibir un beso nunca y que por lo que recuerdo tenía que bajar de los árboles para regar de excrementos toda la hierba, supongo que porque hacerlo desde lo alto es más propio de animales exhibicionistas, primates de inteligencia pseudo-desarrollada que evolucionaron hasta los humanos tal como son. Aunque haya humanos que orinen desde lo alto de un escenario a la chusma reconcentrada en los años mozos de su juventud, Ramoncín es un buen ejemplo, y luego vayan dando conferencias en la radio acerca del diablo que se esconde tras el intercambio de archivos musicales y el fin del mundo que representa el top-manta que ha debilitado a los, en otros tiempos, todopoderosos sellos discográficos.

Así que si el tiempo parecía detenido como esperar un bus en el subterráneo del metro de Madrid uno podía facilitarse las cosas si enjabonaba a unos cuantos curritos del ayuntamiento. Entonces les salían tentáculos para procesarlo todo más rápidamente. Dar unos cuantos miles de euros bajo manga bastaba.


¡Qué dolor de periódico esta mañana! Esta noticia era casi la mejor. ¡Qué vivan las primas a terceros;

sólo por ganar, partidos, tiempo!

¡que viva la corrupción monetaria a la que no alcanzará la justicia porque todo se olvida, en vez de tanta muerte!

Mario Conde, Jesús Gil, De la Rosa, Julián Muñoz y tantos otros ladrones sin pasamontañas.


Hagamos un café teatro alrededor de un ataúd sin bandera. Llevemos cada uno un libro pensando que algo quedará de nosotros. Que somos ya invencibles.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

En vez de...

unas fotos.



08/04/07 a las 19:34 en el camino de San Pedro


21/08/06 a las 18:34 en el camino del Cuetu


26/08/07 a las 12:04 en la feria de Porrua

Últimas noticias

La verdad es que iba a hablar de Fernando Fernán-Gómez y de Svetlana, o más bien de Ricardo el ex que la llevó a la televisión para recordarle que vida solamente hay una y que él quería vivirla con ella porque lo significaba todo.

Pero la verdad es que ni siquiera la música inspira que siga escribiendo como otras veces.

Será porque hablar de todo esto es hablar de destrucción y muerte.


No tengo ganas.

martes, 20 de noviembre de 2007

You´re beautiful

It´s true.

James Blunt.


Es verdad. Nunca tuve nada más claro.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Mercxx

Ayer recibí un correo de Mercuzzo después de un montón de tiempo.

Resultó que algo o alguien se le metió en el correo para enviar publicidad.

¿Cuántas vidas llevo vividas?

sábado, 17 de noviembre de 2007

El deneí (segunda parte)

Resulta que me han grabado en los trámites de renovación del "deneí" y me ha llegado el vídeo esta misma mañana. Probablemente ya se haya hecho eco de este vídeo alguno otro, por lo que creo estos policías son menos discretos que la compañía de ferrocarriles de Barcelona, y muestran los trámites administrativos de los ciudadanos como en una especie de Gran Hermano ininterrumpido. Así que voy a poner mi vídeo aquí porque prefiero ser yo quien lo muestre gratis antes de que venga la revista Hola a hacerme una oferta irrechazable. O peor aún que se la termine haciendo a la propia policía a la que con toda seguridad mis 6,70 euros no les habrá parecido suficiente desembolso.

En ella pudiera parecer que estoy un poco chispado, pero no es culpa mía, sino de la infinitesimal parte de alcohol que no han podido extraer a la SIN, aunque en la etiqueta te digan que tiene cero. No es verdad, como en la vida, siempre algo queda. Y una e dos, o quedó una o dos gotas de alcohol en aquel quintito o a mí se me subió a la cabeza la ración de patatas al cabrales con la que acompañe el bebercio. Y eso si sería raro, pues mi tolerancia a los quesos asturianos está acreditada en un buen número de restaurantes.

Alguno dirá que vaya pelos que me gasto, que a qué espero para irme a cortar el peluco. Pero he de aclarar que yo no sabía que aquello estaba siendo filmado, que de haberlo sabido me habría peinado un poco, me habría echado gomina y todo el cabello tirante para atrás, como Pedja Mijatovic. Así me abulta menos el pelo y pasa más desapercibido. Del mismo modo habrán de disculpar que mis ropas no sean las más elegantes, la verdad es que para esos trámites enojosos me valgo de cualquier cosa del fondo de mi armario. Después de todo se trata de renovar el "deneí", no de pedir la mano de nadie.

Y hablando de manos, alguien dirá que vaya torpeza la mía con la cartera. Que sí, que se me cae el deneí caducado de las manos, pero no es algo tan raro si se tiene una cartera de piel nueva. Los compartimentos están tan poco dados de si que para extraer nada se necesitan pinzas.

Quizá ese fue el momento peor, cuando se me cae el carné...

Pero en fin, para que contar más.

Una imagen vale más que mil palabras.



viernes, 16 de noviembre de 2007

El denei

Pongamos que tengo el "denei" caducado desde fines de septiembre. Y que en estos días le he dado renovación, para enterarme de un par de detalles.

Primero, que esto de llevar el "denei" al día cuesta dinero. Vamos que renovarlo no sale gratis. A mí la cosa se me asemeja a que las vacas tuvieran que pagar por llevar el sello al rojo sobre la carne. Nos quieren tener controlados, todos detrás de un número y con las huellas por si cometemos un delito o varios, si los hacemos aprisa, antes de que nos cojan. Pero quedar conforme con el Estado de los deneis actualizados he tenido que abonar 6,70 euros. Porque cobrando piensan que igual me hace más ilusión.

La segunda cosa es que de haber renovado el DNI en los tiempos en que cambié de domicilio habitual, esta gente me lo habría hecho gratis. Pero una vez caducado no. Resulta que tenía la obligación como controlado ciudadano de notificarles que pernocto fuera de aquella casa por dormir en esta otra, que me queda más cerca del trabajo.

Lo curioso es que cuando marché a Valencia dediqué unos minutos a comprobar lo fácil que me sería renovarlo allí, y resultó que pretendían que me levantara a las 6 de la mañana para hacer cola hasta las 8:30, que abren, por ver si llego entre los 25 primeros, pues solamente estos obtendrán DNI actualizado, tras pasar por caja, claro. Y la verdad es que no tenía yo diseñadas las vacaciones con esos madrugones, y la cosa me fue quedando pendiente, y tras no ser esposado en los aeropuertos, justo entre las menos urgentes.

En Valencia un policía indeciso entre mostrarse amable o aburrido me dijo que si quería modificar mi domicilio del reverso, ahora que lo he cambiado. Y le dije que me daba igual, y a él le dió más igual aún porque me dijo que hiciera como quisiera. Supongo que porque no había modo, a esas alturas de demostrarle con papeles dónde vivo, y no era cosa de que el hombre tuviera que tragar con que vivo en la Moncloa, por ejemplo. Así que si no lo cambiamos, todos contentos. Que más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer.

Y sin embargo al del otro día, ya aquí en casa, le digo que me explique lo de cobrarlo puesto que voy a actualizar el domicilio (con su ayuda). Y me dice que caducado no vale. Que estando caducado ya no me puedo acoger a la gratituidad del cambio de domicilio. Así que yo hábilmente le digo que entonces no me cambie el domicilio, pensando que como al otro le daría igual. Pero no, me dio la charla de que esas cosas hay que actualizarlas so pena de que un compañeros suyo, o el mismo esperándome a la salida, me multe con 30.000 de las de antes. Y todo por no hacer coincidir la inscripción del reverso con el sitio exacto donde como, duermo y cago (con perdón).

Así que pagué como un bendito para que me tengan fotografiado más mayor. Y ellos cogieron mi dinero encantados de inventar tasas tan divertidas de pagar. Y lo mejor de todo es que me van a dar el mismo DNI que tenía, no el nuevo del chip. No, el mismito formato del que tengo.

El nuevo lo dejan para las grandes ciudades. Tiene máquinas igual de caras para fabricarlos, por lo que se ve, pero más avanzadas tecnologicamente. Así que seré uno de los últimos en pasarme al nuevo formato, seré uno de los portadores de un dinosaurio de DNI que no es de este siglo, sino del pasado.

Hasta que se les ocurra multar por llevar el antiguo. De ese día no me libro. Si lo sé hubiera dicho lo de la Moncloa, pero no sé mentir.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Hoy

Vamos a empezar por darnos importancia.

martes, 13 de noviembre de 2007

Melendi

Alejarme quiero, adentrarme en el silencio.

Rosa de Alejandría - Manolo García



Ya intuía que Melendi es un macarra.

Me ocurre con algunos cantantes que no los trago. Casi siempre se da que su música me resulta especialmente repugnante. Entre ellos quizá se lleva la palma el bueno de Alejandro Sanz, que es amigo de invitar a bailar asesinos en sus conciertos entre los pitidos de la concurrencia, que tragan con su música voluntariamente pero no con su afición de dar tablao flamenco a Farruquito, que creo que anda ya saliendo del presidio a la calle entre las risas de sus compadres, porque matar un payo no salió por tanto como habían imaginado cuando ponían pies en polvorosa. Pero es que la ley de los payos con los muy ricos o algo famosos no es tan dura. Claro que mejor dejarla así que darle mando en plaza a Antonio Canales, que es el más fondón de los bailarines y que exigía se hiciera una salvedad con el bailaor, en virtud, supongo, de su arte. Que no tendría que recibir castigo así matara a cien Benjamines Olallas puestos en fila.

Existe un famoseo de bajo calibre que se lo tiene muy creído. Este Melendi por ejemplo. Apenas ha hecho nada en la música, y dudo mucho que lo haga. Le faltan cualidades así como le sobra imbecilidad. Yo la primera vez que lo oí me quedé convencido de que era una más de lo mismo de los de Estopa. Porque se me parecen como gotas de agua y manufacturan canciones tan parecidas una a otras que uno cree estar siempre escuchando lo mismo. Lo que es genial si te gusta, por otro lado.

Claro que quizá ellos, estos cantantes de cadena de montaje no sean los culpables, alcanzaron cierta fama con eso mismo, ¿por qué habrían de cambiarlo?

Leo hoy que Melendi montó un buen alboroto en un vuelo de Madrid a México. Porque no le servían bebidas alcohólicas. Y él debía creer que desde su asiento de preferente tenía derecho a eso para empezar. Así que desde que se tomó asiento se dedicó a provocar en una actitud agresiva. Llegando incluso a insultar a las azafatas para luego agredir al sobrecargo.

Así que así las cosas al comandante no le quedó otra que dar la vuelta y volver a Madrid a las 3 horas. No podía garantizar la seguridad del vuelo durante las 12 horas de viaje.

No quiero ni imaginar que yo estuviera entre el pasaje. Que me hacen regresar porque el macarra quiere empinar el codo y me tienen que sujetar para no meterle la guitarra por donde no le cabría de primeras. Que no habrían de faltar miembros para conformar un comando que le pusiera de patitas en el extremo de un ala. Ve tú a saber si con dos copas de más le da por desenfundar la guitarra para brindarnos las canciones descartadas de sus álbumes, no habría suficientes paracaídas para todos, por no hablar de que el piloto automático no debe saber aterrizar aviones. Y un avión es caro, que se lo digan al Madrid que ha comprado una saeta de saldo.

Ya de vuelta en Madrid lo detuvo la guardia civil, prestó declaración y salió ufano a coger algún otro vuelo o lo que es peor, a componer algo.

Y la gente que no quería beber tuvo que salir con retraso. Y aún la prensa se hará eco diciendo que el chico es un rebelde, que le va en las rastas ser un incomprendido, y que hace muy bien reivindicando su derecho a beber donde quiera, y a hacer lo que le venga en gana. Que para eso es joven. Está a tiempo de hacer estas locuras. Tiempo tendrá de sentar la cabeza.

Justo lo que dura la fama.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Conmigo

Eres la primera.

Y sin embargo - Joaquín Sabina



Dice Sestea que más tarde o temprano vendrá conmigo. Y yo le digo que si pide venir quizá sea para siempre. Porque ella sabe cuanto malo tengo, lo bueno que he intentado ser y en que ha quedado cada intención mía. Todo lo que he sido, con las cualidades que me encontró y los defectos que fui mostrando. Nadie me conoce tanto como ella. Es imposible que yo pueda conocer a nadie más.

A veces le he preguntado porque nadie mejor que yo. Tan limitado como soy. Pero ella le echa la culpa al amor, que lo puede todo. Mientras, si echo la mirada atrás la encuentro. Y la siento cerca cada día, como una presencia inmediata, siempre está a punto de llegar.

En verdad, siempre ha estado.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Que te calles

Míralo justo al contrario.

Anado


Dice mi madre que los comentarios que ha oído acerca de lo del rey son todos muy positivos. Vamos que hizo muy bien diciéndole a Chavez que se callara de una vez.

Yo que soy de los de discrepar por lo que se ve, opino exactamente lo mismo que decía hoy Hugo Chávez a una televisión venezolana. Que no es quien para mandarlo callar.

En realidad, diga lo que diga el PP ahora, que se siente orgulloso de que el monarca defienda ferozmente a Aznar, ahora que nadie lo defiende, ni siquiera sus hijos políticos. Que quieren superar el aznarismo para avanzar en el rajoyismo que es un aznarismo sin cabeza. Ocurre en el PP que se han acostumbrado a sembrar dudas, porque saben que hay muchos dispuestos a cuestionarlo todo si son guiados hábilmente. Así aún hay alguno que mantiene que los atentados de Madrid los cometió ETA, o al menos participó intelectualmente. ETA estaba al mando aunque sus piezas no fueran vascos que no ven más allá de sus boinas, sino islamistas radicales que lo mismo deciden castigar a España por su política internacional que por no conceder a Euskadi la independencia. Es algo que debe ser investigado. Estamos condenados a no conocer nunca la verdad simplemente porque no daremos por buena ninguna.


En realidad para estos políticos la sentencia no significa nada, es una decisión bajo sospecha porque se da bajo un gobierno socialista, y eso contamina todo lo que ocurre. En realidad llevado al paroxismo ha faltado quien mantuviera que tras el atentado estaban militantes de Ferraz. Con una sofisticada intentona golpista. No cabe duda de que esto habría encontrado su propio público.

La duda los pone a salvo. Aunque no les permitió en su día ganar las elecciones.


Ayer Don Juan Carlos mandó callar a Chávez. Rojo de ira le preguntó ¿por qué no te callas? Y no es que este hombre no mereciera ser callado, ocurre no obstante que Don Juan Carlos no es nadie para mandarlo callar. Ni en ese foro ni en ninguno.

El primer error se cometió en la respuesta de Zapatero, que es un político de un bajísimo nivel. Se equivocó en su turno de palabra al contestar directamente a Chávez. Tenía que haber respondido a la cámara al completo mirando en derredor, a la presidenta. Nos habría ido mejor, nos habría ahorrado una escena de sonrojo. Al girarse hacia el líder venezolano consiguió lo que pretendía evitar, esto es, que se entablara un diálogo que no serviría para nada. No conozco en demasía a Chávez, pero tengo la impresión de que es esclavo de sus convicciones y no las cambiará por nada, y no es tampoco de los capaces de quedar escuchando. Sus éxitos lo han encumbrado y está plenamente convencido de que su mensaje es lo más importante, vaya donde vaya. Así que camina por la vida con el micrófono colgado de la boca.

El error de dirigirse a él hizo volviera a sentirse importante. Que volviera a la discusión aún con el micrófono apagado. Y luego vino la salida de tono de Don Juan Carlos. Que estaba harto de escucharlo, de escuchar agravios contra España, sus empresas y su ex presidente. Pero no debía hacerlo porque no podía hacerlo. Como no debía tampoco abandonar la cámara en protesta. Su figura en aquella cámara era meramente testimonial, como lo es en nuestra monarquía parlamentaria pero habría hecho mejor quedando por encima de discusiones parvularias. Sin embargo no supo contenerse y contenerse va en el puesto.

La solución quedó más o menos a la altura de todo lo demás. Zapatero se hizo un lío como suele y terminó repitiendo hasta la saciedad una única idea. La de que debe primar el respeto. Le ocurre con preocupante asiduidad el hecho de construir discursos vacíos. Y cuando uno piensa en un presidente de gobierno aspira a ver a alguien mejor que uno.

Lo malo de Zapatero además es que no pareció firme. Quizá debía haber pedido a la presidenta de la cámara que interviniera, para eso juega ese papel. Era ella la que debía haber pedido a Chávez que se callara. Zapatero únicamente se quedó repitiendo su soniquete hasta el infinito. Mientras parecía amansar al rey con su mano, como advirtiendo que estaba todo bajo control. Una y otra vez átono acerca del respeto. Gracias que alguien prorrumpió en aplausos por interrumpir la cantinela.

Esos son los políticos que tenemos. No había otro modo.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cosas extrañas

Él solo quiso volar.

La historia de Juan - Juanes



Hay que reconocer que el diario trae noticias la mar de extrañas. Una lo de que los crustáceos en el puchero sienten dolor. Yo la verdad es que no lo sabía ni nunca reparé en que pudieran sentirlo. Simplemente echaba el kilo de mejillones en la cazuela, le ponía al asunto cebolla y limón para aderezarlo hacia el final con pimienta molida blanca. Que le da un punto picante muy afín a mi carácter gruñón.

Pero resulta que los científicos que no están buscando cura para las enfermedades incurables han estado haciendo pruebas, entre otras, con gambas a las que les manchaban con ácido de vinagre las antenas. Y los bichos que se dolían al instante se ponían a moverlas histéricos para que aquello pasara. Claro que ya ha habido voces británicas, que suelen ser discordantes en casi todo, para decir que de eso nada. Que si mueven las dichosas antenas es nada más por limpiarse la cochinería esa y no porque sientan dolor. Sostiene el buen doctor isleño que las gambas son organismos con el sistema nervioso tan poco complejo que no siente dolor, ni en el alma, ni en el centro mismo del corazón, ni en ninguna parte de su cuerpo de gamba. A lo más, si es pisada se le puede caer uno de esos ojos negros tan poco expresivos, pero vamos que si lo pierde ni se entera, porque de dolor apenas. A lo más puede ocurrir que el bicho se quede ciego.

Claro que la ciencia no solamente se entretiene en desentrañar el misterioso mundo de las gambas para aplicar sus hallazgos a todos los que se le parecen, langostas y cangrejos incluidos. Claro que son ellos los que le encuentran el parecido, que ve tú a pedir que te saquen una ración de gambas que es fijo que no te caerá una fuente llena de langostas. Y si te cae ten por seguro que te vas a dejar la cartera en el local y las uñas en la pila de los platos preparados para lavar, esto es, sucios. Porque hasta el camarero con menos rodaje o menos luces sabe la máxima de que algo más grande ha de ser, lógica manda, más caro. Ni siquiera es lo mismo ser un cabrito que ser un cabrón.

Decía que no solo se ocupan de los bichos que viven bajo el agua. También han estado tocándoles los genes a los ratones y han logrado algunos que no tienen miedo. Le han anulado algo del olfato y ahora se acercan a los gatos lo mismo que si fuera a elefantes. Tan perfeccionado tienen lo de tocar teclas a los ratoncillos que han hecho algún transgénico incapaz de cansarse, así se pase horas corriendo en la ruedecilla. Que digo yo que puede que no canse, pero se le terminarán cayendo las patas ¿no? Lo mismito que si yo tuviera que cruzar dos avenidas anchas seguidas para coger dos verdes (me refiero a los semáforos, no a los billetes).

Es evidente que los científicos le tienen tomada la medida a los microscopios y a los bichos pequeños que te caben en la mano. Seguro que no andarán tan avanzadas las investigaciones que atañen a los leones de la sábana. Y que no me digan que compartimos más cromosomas con un ratón que con un león, que solamente hay que verme la melena, entre otras cosas.

Yo soy un poco león, eso es seguro. Por eso cualquier investigación pseudocientífica sobre mí tendría que ser registrada también. Como quiera que tengo poca mano en National Geografic, por no haberme embarcado de polizón en ninguna de sus barcazas preparadas para bloquear la salida de puerto o la entrada, según el caso me va a tocar dejarlo aquí simplemente. Porque aquí dentro no puedo tener más mano. Aún mejor, tengo voz para decir lo que quiera.

Por eso contaré que he venido detectando un fenómeno tan poco usual como lo del super-ratón. De un tiempo a esta parte he conocido el extravagante caso del cinturón menguante. Antes me lo ponía en un agujero, y detallo no por presumir, que era el último de todos. Sin embargo algún tiempo después ocurrió que varió la ubicación de los agujeros. Se dispusieron de otra manera como si estuvieran recorriendo el cinto hasta la hebilla. Habían dado un paso o dos hacia delante. Así que desde entonces tuve que abrochar al penúltimo en espera de que me sorprendan cualquier día más dentro.

Pero eso no es lo peor, ahora detecto que ese segundo agujero me aprieta más. Es virtualmente imposible que ya me caiga el pantalón. Con lo que concluyo, y no soy ningún genio, que se ha acortado un trecho al menos por uno de los extremos. Puede qeu de los dos.

Yo creo que es porque está confeccionado en piel.

¿Qué otra razón podría ser?

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Alrededores

Cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Nube negra - Joaquín Sabina



Estoy entre esos pocos que echando un vistazo alrededor pueden decir que la vida les ha cambiado mucho. No a mí, que sigo siendo el mismo que fui siempre. La vida es la que ha cambiado.

Y yo me he mostrado como algo que no pensaba, como alguien tan valiente como para dar un paso al frente por ver qué ocurre. Será que no me conocía del todo, que me voy conociendo cada vez más, y soy capaz aún de sorprenderme.

No todos habrían hecho lo que yo, ni habrían dado los pasos precisos que yo di. En el transcurso de dos años he pintado mi vida con otros colores. He confirmado que la vida es como una película y nosotros nada más que actores, aunque tal vez yo sea una de las excepciones, pues a la acción de interpretarme he unido las tareas de dirección, que es escogerlo absolutamente todo, y dar por bueno lo que no se puede cambiar, como una escena que ha de ser de interiores por fuerza si es en una cueva. Y vivo cada día con la sensación de ser afortunado, aunque no me pueda sentir feliz del todo.

Hoy es uno de esos días en que al volver la vista atrás observo lo perdido. Lo que ha quedado atrás, como prendido de una rama en el recodo del camino. Y ocurre que ya entonces se sabía que avanzar era perder, porque no podremos llevarlo todo. Y pienso en la gente que estuvo y no está. Que no estará más. Y entonces me acuerdo de mis días más grises. Y vuelvo a caer en que la vida es pérdida, y que, como dice Sabina, casi todo es casi nada.

Y la tarde que acabó fue tan buena o mala como tantas transcurridas. Y ha sido al ponerme ante este espacio cuando me he dicho que no hay nada malo en echar la vista atrás. Y ahora recuerdo el día en que escribí que la soledad no es mala compañera para una sola tarde. No lo ha de ser tampoco para este minuto. Para este instante en que huyendo del frío y de la actualidad me paro a pensar en lo que pudo ser y no fue. En lo que quedó en el alero de las cosas pendientes, en el limbo de los imposibles. Pero no de ese universo inmenso que nos rodea, sino lo que ha construido esta vida con forma de borrador.

Aunque en el fondo yo sea un soñador, y me pueda la esperanza íntima que contaba el poeta;

hoy es siempre todavía.

Y todavía es la palabra más bonita para quien espera. Es eterna, sobrevive al tiempo.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Los billetes

He pillado. Y aclaro para los bien pensados que me hacen mucho más triunfador de lo que soy, y más pillastre, que solamente un par de billetes de avión.

Alguno de esos que visita esta web desde América latina, que lo tengo todo en la computadora, que decía un amigo mío para referirse a su propia cabeza, pensará que soy un tío bastante pesado. Y que vengo aquí sin nada que contar, quizá porque la tarde se me está haciendo bastante larga.

Pues sí, es verdad. Esta tarde es tan larga que por pensar hasta he llegado casi a la determinación de hacerme socio del gimnasio. Como estaré de aburrido y de fondoncete.

Pero en realidad vengo para dejarme aquí una nota de viaje. Porque no tengo yo el cerebro para demasiados alardes, y me conviene ir dejando en algún lado algunas anotaciones para retomarlas en el futuro. Como si le pusiera un post-it amarillo a la pantalla del ordenador, solo que no es un post-it, es un mensaje en este blog, de recordatorio.

Salida desde Asturias el día 11 de diciembre con destino Madrid a las 21:20 (procura estar antes pa facturar el maletón).

Cena y posible cine con Atrehyu. Al día siguiente, si no lo hiciste antes comprar billete de bus o de tren hasta Valencia.

...

Salida desde Valencia con destino a Santander el 25 de Diciembre, día de Navidad. A las 18:25, con la comida en la traquea aún. Llegada a las 19:40. Pillar taxi a la carrera para intentar encontrar un bus que te lleve a casa (si no has tramitado todo este asunto antes,

que deberías).

La llamada

Todos los días tienen un minuto.

Incluso en estos tiempos - Joaquín Sabina



Me alegra contar que nadie ha echado un cubata o un cubalitro, ni ha potado en una bolsa para arrojarla p´arriba y mancharme las camisas que puse ayer a secar en el tendero del otro cuarto. Vivo en un primero, llegar es bastante fácil.


Vengo de empaparme de la trama asturiana que dio explosivos a los islamistas del 11M. Y me he quedado anonadado al comprobar que el periódico recoge sin que falte ni un número el teléfono completo del que fuera llamado "El chino" o por sus proveedores, simplemente Mowgli. Que fue aquel tan feo que se hizo estallar las vísceras destruyendo además vigas maestras y mobiliario chungo de su piso de Leganés. Lo que no importaría demasiado sino fuera por las molestias causadas al resto de los vecinos y sobretodo por la muerte de un policía que iba a entrar porque era lo mandado.

Así que he cogido mi propio móvil y he llamado a Sestea para decirle que apuntara el teléfono. Y una vez apuntado le he dicho que llamara para ver quien contesta. Que se destruyera el terminal no tiene porque afectar al número, que es algo etéreo y reprogramable por las operadoras telefónicas para otros celulares. Obviamente en cuanto le he dicho a quien correspondía se ha negado en redondo. Aunque le apuntara que en caso de que esté siendo investigado aún y reciba noticias de la policía secreta siempre puede decir una trola con parte de verdad, que por agente judicial está en plena investigación y que esa llamada la está retrasando a la par que incomodando excesivamente. Eso tendría que bastar.

Había pensado en llamar yo, pero yo no puedo jugar la baza de trabajar para el ministerio de Justicia, y mis investigaciones en la actualidad no van mucho más allá que encontrar el vaso perdido en el tambor del detergente.

Claro que podría probar a llamar con el número oculto, pero creo que esas cosas son rápidamente desveladas sin que medie siquiera mandato judicial de por medio. Sino por puro entretenimiento entre los operadores telefónicos por descubrir si tras él se esconde algún famoso.

Así que simplemente no me atrevo. Supongo que saldrá una voz de ultratumba diciendo aquello de que está desconectado o fuera de cobertura. O quizá que el número ya no existe y con razón.

Yo lo dejo aquí por si alguien más valiente quiere probar y luego contar que pasa con el número de marras:

665040605

La información del periódico también traía el número completo de un raterillo llamado "El Rulo" que está penando errores en un centro de menores. Ese casi seguro que aún funciona y lo atiende el chaval, siempre dispuesto a embarcarse en nuevas aventuras ilícitas. Pero a este no me apetece llamarlo, no vaya a ser yo el embaucado.

sábado, 3 de noviembre de 2007

La visita

La cresta de los gallos sin gallinero.

Vamonos p´al sur - Joaquín Sabina



Lamentablemente mi vida tiene más o menos la misma emoción que la de un teleñeco de función mensual, a lo sumo. Hago siempre las mismas cosas más o menos a la misma hora, con precisión de reloj suizo, lo que llama la atención en alguien que no tiene ni quiere reloj. Y para más inri, descubro ahora que sigo sin el vaso de plástico que sirve para echar detergente en la lavadora, con lo que continuo usando el tapón del suavizante naranja, porque no es un tapón de uso exclusivo. Lo malo es que ese tapón no es lo que tendría que usar, pero por más que he buscado el vaso, este no aparece. Está MISSING que diría George W. Y lo curioso es que hace poco recuerdo haber llegado a atesorar dos distintos. Podía escoger y lo hacía sin dedicarle mucho tiempo. Sin embargo las últimas veces he metido las manos en la caja del detergente y he cavado un hoyo, llenando en la tarea el hueco de las uñas del maldito polvo, pero no he logrado nada más, del vaso sigo sin noticias. Es lo malo de recibir visitas, que te pierden el vaso, voluntaria o involuntariamente.

He estado tomando un café en una cafetería cercana, como suelo hacer los sábados desocupados. Y he estado leyendo la prensa para enterarme del enésimo desencuentro con nuestros vecinos marroquíes, a los que les ha sentado la visita real, a las ciudades de Ceuta y Melilla, como una patada directa a los cataplines. Bastante mal les sentó que las visitara en su día el presidente Zapatero, pero no estaban preparados para recibir ahora lo que entienden como un error lamentable y una provocación intolerable, pues para ellos esas dos ciudades siguen siendo dos ciudades ocupadas por los españoles, y por tanto sustraídas a Marruecos. Y el problema probablemente no sea la visita en si misma, sino todo lo que la rodea, titulares de los periódicos incluidos.

Como estas cosas no se improvisan, uno se pregunta qué necesidad había de enviar al Rey a estos menesteres. Porque es seguro que no es capricho suyo. Al hombre le vale estar en cualquier lado a cuerpo de rey, a ser posible en un sitio donde se le critique lo justo y se le quemen cuantas menos fotos mejor. Es cierto que por lo visto en pocos sitios se siente más España que allí mismo, que por lo que he leído no habrá palmo sin bandera, pero la verdad es que con lo bien que andábamos ahora con los marroquíes, que éramos dos amigos caminando juntos de la mano, prácticamente. Y nuestra voluntad de reverdecer rencores ha enojado sobremanera al soberano de Marruecos, que tiene la pinta de ser un bicho, por más que se friegue la espalda con estropajos de fibra de oro. Así que lo primero ha sido llamar a consultas a su embajador en España, que es paso previo a la ruptura de relaciones.

Y ve tú a saber si no nos ocupan otra isla desierta en represalia. Nos ponen una tienda de campaña y la bandera, con la pereza que dará luego andar quitando los clavos y exhortándolos a salir huyendo, con nuestros boinas verdes entrenados en la toma de parajes desérticos y/o agrestes. Lo malo es que ahora no tenemos detrás al caudillo mundial, dispuesto a respaldar nuestras posturas y reproches. Ahora nos hemos quedado solos y solos somos poca cosa por más que los marroquíes tampoco parezcan una potencia mundial.

Por no tener ya no tenemos ni siquera a Federico Trillo que contaba con su gracejo natural aquello de "al alba y con viento de levante". Que tío, no se puede ser más fantoche, ni más tonto.

Pero llegó a ministro de defensa, nada menos.

Yo no tuve ninguna culpa.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Liberado

Pues Alonso ha dejado McClaren. El experimento no funcionó. Se llevaba a matar con Hamilton, con la mayoría de los ingenieros, con casi todos los mecánicos y con Ron Dennis, que es el patrón del equipo, además de un Salomón al que la estrategia se le da tan bien como jugar al ajedrez con las figuras pegadas al tablero. Es decir, el dominio de la estrategia se le presume aunque no se le vea por ningún lado, se le otorga por el cargo que ocupa. Nadie llegaría a patrón de uno de los principales equipos de Fórmula 1 sin saber manejarse con las circunstancias y los pilotos. Pero no es cosa de andar demostrándolo todos los años.

Con los únicos que Alonso se llevaba potablemente era con Pedro de la Rosa y con un camarero español que pusieron en el equipo para que Botín y los patrocinadores españoles de visita se encontraran la mar de a gusto. Bueno, y con su representante porque le dice a todo que sí y también que lleva en todo razón, su esposa por motivos obvios que trascienden razones de pilotaje, con Flavio Briatore porque es un tipo muy mayor y que logró seducir a Naomi Campbell no se sabe si a golpe de talonario o de cadera, aunque ahora sea él quien cayó rendido al encanto pedregoso de Alejandro Agag, que es caer como mínimo desde lo alto del Escorial para darse de bruces contra Aznar. Y se lleva muy bien Fernando con Lobato de Telecinco porque es el enchufado de los medios y ahora da entrevistas como una celebridad, yo creo que por no ser él aquel que dice la milonga esa de que si parpadeas te lo pierdes. Y que oiga esa chorrada en todos los grandes premios y no le salte encima al vejete de la salud delicada ha logrado la infinita simpatía de los televidentes de paciencia menor, entre los que me hallo. Y por fin se lleva maravillosamente bien con los asturianos de toda condición, juntos sin excepción, porque nos ha situado, a mí también que soy ya un poco de aquí, en el mapa mundial y ha convertido la bandera de Asturias en icono de la fórmula 1 al mismo nivel que el "cavallino rampante".

Pero cuando uno vive en Woking y pasa sus días metido en un compartimento como un recluso rodeado de gente que se pone el casco para que no se le vean las risas cuando se queda sin gas el chisme y se pierden puestos, todo se vuelve amargo. Y los abrazos y el reconocimiento, cuando es forzado vale menos.

Así que Alonso rompe con McClaren para que se queden con su perla, tan solo. Mientras él esperará recalar en algún equipo donde no se discuta su primacía y donde se le quiera más y durante todo el tiempo, y no solo durante el rato de las fotos del principio. Cuando presentaban un proyecto que terminó fracasando, contra pronóstico, visto como iba todo. Porque parecía imposible perder, pero perdieron. Lo mismo que el binomio Aznar-Rajoy a primeros de marzo del 2004.

Si yo fuera Alonso no repetiría volviendo a Renault, y no porque le tenga alguna antipatía a la marca del Rombo. Que los franceses nos tiraran las naranjas en la frontera está más o menos olvidado. Sino porque creo que hay una opción mejor.

Que gusto ir a BMW-Sauber, que es un vecino de lujo de Mercedes. Que gozada darles el año que viene en el morro a los alemanes de la estrellita. Y los anuncios que lindos, con lo bien que los hacen. Pon a Alonso sobrepasando a Hamilton por la izquierda mientras hace con la mano aquello de sacarla por la derecha, con todos los dedos juntos, quiero decir, sin hacer cuernos a nadie, ni falta que hace. Con el gesto de ondular el brazo poco a poco. Mientras Hamilton colérico toca que toca los botones que ponen el vehículo al ralentí, maldición.

Y nosotros frente a la tele extendiendo el brazo entero mientras sentimos los pelos como escarpias. Porque este año no lo supimos, pero éramos más de BMW que de McClaren. Que se lo digan a Robert Kubica. Cada año un milagro.

Homosexuales

¿Qué va a ser de ti?

Como un lobo - Miguel Bosé y Bimba



Llevo toda la vida creyendo que Roy Orbison era homosexual. Y la verdad es que no había ninguna razón para que lo creyera, pero lo creía. Yo creo que la impresión llega por la foto aquella en que aparecía con aquellas gafas oscuras y una pose más bien poco masculina. Puede ser que llevara abalorios al cuello, no recuerdo bien. En mi opinión cualquiera que no sea homosexual debiera buscar cualquier foto perdurable en que aparezca con pose dudosa para destruirla como hacía la censura con lo que no se adaptaba a los cánones establecidos. Y no me refiero a una pose cubierto de collares o maquillado obviamente, sino a una pose normal y corriente pero con un rictus en el rostro algo afeminado, con acaso la boca de piñón. Pues existe el riesgo de que los que vengan detrás elucubren hasta un buen número de encuentros furtivos bastante gays tras la sola visión de aquella instantánea, sin que les conste nada más.


Cada vez que oigo la canción aquella de Roy que se llama "California Blue" caigo en la cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, y del fin último de la vida que es la muerte. Por descontado no se trata de la canción, sino de mi incultura musical. Como no conozco más canciones así a bote pronto, de Roy Orbison esa me sirve, y como no sabía de este cantante más que dos detalles, a saber, uno que murió hace unos años, otro que era gay. Aunque hoy descubro que murió en el 88 con lo que llevo razón en parte. Muerto está, y enterrado en algún lado o incinerado y convertido en polvo. Yo creo que para mí preferiría ser incinerado, porque no quiero encadenar a los que me quisieron a tener que visitar mi tumba los días de aniversario y de todos los santos, porque toca. Y menos aún pensar que pueda no visitarme nadie y mi lápida sea esa en la que nadie se detiene. La que rodea el gentío buscando otras lápidas. Porque de ser así sería muy capaz de volver de donde esté para convertirme en azote de los que quise por no quererme suficiente ahora, una vez muerto Aunque siempre podrían oponerme que de tanto quererme la sola idea de presentarse ante mi nombre tallado en mayúsculas en el mármol se les hace irresistible. Claro que para ir al cine o a la bolera siempre hay tiempo... Capaz de hacerme carne de nuevo para llevarlos por las solapas hasta la dichosa tumba. Para que me recen algo, para que me recuerden durante un rato. ¿Qué quedará de mí?


Pero resulta que Roy Orbison no fue homosexual ni se comportó como tal, al menos que se conozca. Al contrario el hombre se casó dos veces. Y se le murieron dos hijos en un incendio, que no aporta nada al respecto, pero es una gran putada. Con perdón.

Se dice por gente que se cree bastante informada que el bueno de Rajoy, que es bastante irónico, ha hecho de la ironía una forma de vida. Pues si la ironía es entre otras acepciones dar a entender algo distinto a lo que se dice, me llega, cuando me convierto en portera de las dicharacheras, que el hombre da a entender de su forma de vida algo que no se corresponde con la realidad, en resumidas cuentas, dicen algunos cercanos que es clandestinamente homosexual. Lo que está muy bien. Pues supongo que no todos los homosexuales se sienten identificados con Zerolo precisamente. Que los habrá de derechas también, digo. A ver si ahora va a ocurrir como en Irán que no hay homosexuales porque lo dice su líder, iluminado y terrorífico.

Ocurre en este caso que uno, de ser cierto y no un bulo, que ya va a desconfiar del todo. Porque si bien es cierto que eso queda para la esfera de vida privada de Mariano, de la que no tiene porque hablar en "Tengo una pregunta para usted", creo también que está muy mal dar a entender lo contrario y además mantener determinadas posturas más bien poco progresistas y sociales respecto a los derechos que tienen los homosexuales, que son personas igual que cualquiera de nosotros. Ni un poco mejores, ni un poco peores. O tal vez sí, mejores y peores pero por razones que nada tienen que ver con su orientación sexual.

Me cuentan que mantener ese embuste es el que más le ha costado de todos, los menudos y grandes que componen cualquier vida. No es de extrañar. Porque al menos logró no engañarse a si mismo. Aunque algo talludito está para haber podido llegar a sus propias conclusiones. Sobretodo de este tema de importancia capital. Puesto que ya dicen los expertos que aquella es una de las mayores pulsiones del hombre. Es normal, solamente hay que ver a los animalitos en la naturaleza, o a los bichos en la campiña. Que hacen la guerra solamente por juntarse con quien quieren, que suele ser, a diferencia de nosotros, racionales en el amor, con quien tienen más cerca.

Yo que diría que soy abiertamente heterosexual, si no entendemos esa apertura como la de alguien de gran éxito con el sexo opuesto, que el mío es más bien precario, sujeto nada más una impresión primera de darme consuelo, sobretodo. Aunque luego todo pueda convertirse en amor incomparable y desconsolado.

Sin embargo yo habría dado mucho por tener la facilidad que les supongo a los homosexuales, por ejemplo acudiendo al mismo vestuario de los que tienen boleto para gustar. Vamos que si me pongo en su piel, y me veo rodeado de deportistas dispuestas a darse una ducha en mi presencia, creo que no habría queja en mi vida, así flaquease el bolsillo, que ha flaqueado mucho durante mi vida, y la salud que fue siempre conforme, sin depararme sustos ni permitirme proezas tampoco. Yo creo que iría con la sonrisa puesta a todos lados, y pasaría el día allí dentro en el vestuario poniendo ojitos por ver quien respondiese. Cardíaco supongo.

Aunque respecto a esto, sobre el gustar, conservo aún una duda. He conocido en mi vida algunas parejas felices de lesbianas. Y me ha llamado la atención que muchas de ellas son bastante masculinas, lo contrario que Roy Orbison en aquella foto tal vez, lo que para mi gusto las hace bastante poco atractivas. Sin embargo forman pareja tras el flechazo.

Pero a mí siempre me parece lo mismo. Si su gusto se parece al mío no querrán juntarse con un armario ropero. Más bien con aquella guapura, que ojos que tiene, o aquella otra de cuerpo nueve, diez.

miércoles, 31 de octubre de 2007

El día

Pero dímelo de frente.

La paga - Juanes



Hoy es un día señalado en el calendario. El día en que ese juez tan grosero dicta la sentencia para los encausados por el 11-M. Aunque la sentencia como conclusión definitiva la sabemos hace tiempo, 192 muertos. Eso es lo que queda de aquello, esto otro es nada más un remiendo que no servirá de nada. No servirá porque no es necesaria llegar hasta hoy para encarcelar con sentencia firme para que nadie aprenda que matar gente es algo que no se debe hacer. Y aunque fuera detalle que alguien necesitara para tomar nota, no lo harán todos esos tan fanáticos como para dar la vida por cumplir su objetivo de matar.

Pensaba en esa palabra terrorismo. Me da la impresión de que se ha quedado pequeña, de tan manida. No define en realidad lo que significa segar una vida humana o varias. Terrorismo que viene de causar terror, pero solamente causa terror si eres tú mismo el que escapa de los disparos. Todo lo demás a estas alturas provoca una incomodidad lejana. Los muertos suenan siempre demasiado distantes para ser tomados en consideración.

Pero yo no vengo con intención de contar la sentencia, la que sea, conocida ya a estas horas, copando las portadas de los diarios. Ni siquiera he entrado a leerla. Creo que podré esperar a mañana.


Yo vengo más bien para hablar del Superjumbo A380 que han estrenado las líneas aéreas de Singapur y que ha causado gran revuelo y con razón. Porque resulta que es un pedazo avión que podría llevar hasta 8oo personas cómodamente sentadas, pero no las lleva porque han decidido dejar espacio para 12 suites de lujo, con su cama de matrimonio, aunque no haga falta estar casado para su uso. Pero el alboroto no viene de que haya tantas habitaciones, ni de la forma de distribuir el espacio, sino de las quejas de los primeros ocupantes, pues se encontraron con las llaves de la puerta, delante de la habitación, viendo aquella cama mullida, aquellos pétalos de rosa esparcidos, el champagne frío, y vete tú a saber si también las fresas, para enterarse que allí no podían hacerlo, como dice Andrés Calamaro.

Y claro, alguien que pagó 28.000 euros por dos viajes, ida y vuelta debería tener derecho a echar uno por viaje, al menos. Con quien lleve para esos menesteres, él a ella, ella a él, o con quien se preste a ello del pasaje. Que por poder estirar las piernas sobre aquella cama a siete mil metros de altura algunos estaríamos dispuestos a casi cualquier cosa, aunque ella sea una modelo harta de figurones de pasarela, de hermosura demasiado patente, para contentarse ahora con bellezas menos convencionales, menos acusadas y por tanto más inadvertidas. Sobretodo porque llevan ostras a la habitación y pueden ser muchas para una persona sola. Pero resulta que las habitaciones, cuidadas hasta el ínfimo detalle, quedaron sin insonorizar de manera que el resto del pasaje podría llegar a concluir que no se está viendo la televisión precisamente. Sobre todo porque esos canales alemanes tan animados no se sintonizan cruzando el cielo a 900 km/hora. Y claro, alguien puede sentirse mal con aquel jaleo. Y como en los aviones no permiten que nos pongamos el MP3 porque prefieren que oigamos esa insulsa música de fondo, en la que, me aventuro a decir que subrepticiamente se nos dice que querremos volver a viajar con esa compañía, para que nos quede como un eco en el fondo del cerebro y después como una cuenta pendiente, puede ocurrir que todo el pasaje esté atento a los avatares de los del cuarto fogoso. Sabiendo en cada instante si la cosa va hacia arriba, y cuanto aguantará el tipo antes de rendirse a la evidencia de que ellas vencen siempre.

Así se podría dar el caso que al salir de la suite el tipo sea jaleado con vítores y aplausos por la gran faena, o por el contrario con silbidos. Lo que tiene que ser la mar de humillante, sobre todo si los 28.000 salieron de aquel bolsillo.

De forma que se ha armado buena. Los de la compañía dan todo tipo de facilidades y a la postre te dicen que nanay. Y todos esos ricos que no pueden esperar para hacerlo a llegar a sus mansiones u hoteles están con la escopeta cargada furiosos de ir simplemente tumbados descansando. Que a buen seguro saber lo de que la frenética actividad tendría muchos oyentes había entusiasmado sobremanera a más de uno, que lo entendería además como un incentivo añadido al viaje.

Así que yo voy a seguir viajando en clase turista, comprando los billetes por Internet para que queden en precio, y voy a seguir aferrándome con fuerza al reposa brazos cada vez que tome tierra, que tengo el palpito que en una de aquellas pinchamos la rueda y comenzamos a girar partiendo las alas como un barril cayendo una ladera. Toda aquella gente golpeando las cabezas contra el techo y yo asido a mi asiento por ese brazo de hierro, que me mantiene en mi sitio pase lo que pase (mientras la cosa no se incendie).

Si hay llamas parto la ventanuca con la cabezota. Y salgo el último como un señor.

martes, 30 de octubre de 2007

De mañanas mejor

Pues no sé como es eso de escribir. Y llevo haciéndolo muchos años. Contando mis tontadas y antes, desde bien joven historias con personajes que quizá tenían algo de mí. Probablemente ese sea un problema insalvable si es que un día uno aspira a que le publiquen algo, aunque sea en el semanario de la parroquia. Nunca dejé de mostrarme en los relatos. No pude por más que intenté ponerme en la piel de otro por entero. Y nadie quiere leer un libro de personajes que son uno solamente.

Muchos de esos relatos están en las profundidades de Annlea, una web literaria que albergó en su día a más de 400 miembros, la mayoría de los cuales simples visitantes, tan desocupados y ociosos como para tomarse el esfuerzo de darse de alta en la web. En realidad el núcleo de Annlea era mucho más reducido, una docena de personas con muchos relatos que escribir y leer.

Yo particularmente siempre preferí ser leído. Durante buena parte de mi vida pensé que podría escribir sin necesidad de leer una sola línea más. Así pasó que fui quedándome vacío. Sin inventiva siquiera para variar mi propia experiencia. Es lo que me ha llevado hasta aquí, poco más o menos.

Estos días me he dado cuenta de cuál es mi momento mejor para escribir. Me ocurre por las mañanas, cuando me estoy cambiando para ir a trabajar. Me estoy poniendo los calcetines y soy todo ingenio. Que se me ocurren frases la mar de atinadas, de las jugosas que darían para un parrafazo en que recrearme obstinado. Y si cambio de tercio, acierto de pleno. Que a esas horas no hay idea mala.

Supongo que luego con el discurrir del día me voy acogotando como alguien que de tanto ver la televisión soñara con la programación. Llego a estas horas cansado, como arrastrando un peso por el suelo.

Creo que un día voy a madrugar más. Me sentaré a ver amanecer con el portátil frente a la ventana. Ya lo estoy viendo.

Ese día me levantaré hueco.

domingo, 28 de octubre de 2007

La derrota

No creo en el jamás.

Juanes



Digo yo que el tal Jimenez Losantos debe tener cuidado de no morderse la lengua. Que como se la muerda se envenena. Y la verdad es que el tipo es un charlatán de aúpa. Claro que ha tenido suerte y alguien le puso un micrófono delante y ya no es capaz de pasar sin él, suerte porque lleva toda la pinta de ser de esos que de no tener el micro caminaría por la calle hablando solo, en perpetuo combate con sus demonios interiores.

Lo peor es que ha escogido malos enemigos, a quien se le ocurre. Haciendo campaña por ocupar unas cuantas portadas en contra del rey, que es tan bueno o malo como cualquier otro rey. Porque el problema, si lo hay, no está en Juan Carlos, esa persona en particular. Está si acaso en la figura en si misma, que fulmina toda aquella idea tan hermosa, pura teoría, de que todos somos iguales y ninguno es más que otro.

Claro que esa es la mayor mentira. No somos iguales. La naturaleza nos hace distintos. Y sí, por distintos se da que hay unos mejores que otros. Y eso puede parecer injusto porque tal vez lo sea. Cada uno carga con sus propias limitaciones.

Leo que los Latin Kings han jurado venganza sobre Sergi Xavier, el macarra del tren. Otra vez la vida es una tómbola. El verdugo se hace víctima y la víctima, de algún modo, verdugo.

sábado, 27 de octubre de 2007

La vida es un ratico

Esperanza de mis ojos.

Me enamora - Juanes


Transcurría el 19 de mayo de corrido. Habíamos estado, si no recuerdo mal, comiendo un cocido madrileño en Madrid, al son de unos boleros que tocaba una pareja. El más alto con voz grave, el más pequeño, un abuelito, tocando el acordeón y gritando "garofita" de tanto en tanto.

Al salir a la Plaza Mayor nos encontramos con un dibujante de caricaturas. Yo quería comprobar como soy a los ojos de un extraño, no contaminado por mi carácter cordial y animoso ni conmiserativo porque no soy más alto, más fornido ni más guapo. Así que tras observar durante unos minutos lo bien que se le daba nos lanzamos a ser retratados. Ya nos advirtió que puede atenerse más o menos a la verdad, la misma que arroja el espejo o permitirse licencias hacia algún ideal de belleza, si es que este es posible en un dibujo que contiene a alguien que no le entraría ni una gorra ni un cazo. En definitiva nos venía a decir que puede acentuar nuestros rasgos tanto como para que parezcan defectos o quizá al contrario, nuestros defectos tanto que pasen por rasgos de cada uno.


Conmigo se portó la verdad, y no porque haya salido especialmente bien. Sino por la nariz que me dibujó. Yo creo que es que se le estaba quedando sin tinta el rotulador y no quiso emprender la ardua tarea de dibujarla en sus justas proporciones. Habría tenido que ser arquitecto y no dibujante.

A Sestea la dibujó peor de lo que es. Ningún dibujo capta su forma de mirar.


Quizá un día la traiga en una foto en la que aparece posando sidra como quien sirviera cerveza. Botella y vaso casi se besan. Y sin embargo en su rostro aparece la sorpresa mayúscula de encontrar que algo cae dentro. A mí se me daba mejor, los más viejos del lugar y más experimentados andaban maravillados, deseando tan solo que pudiera levantar la vista del vaso para captar su estupefacción.

Pero me habría roto la concentración.


viernes, 26 de octubre de 2007

El converso

Que mi historia no traiga dolor.

Nada particular - Miguel Bosé y Juanes



Lo malo de este sitio es que lo escribe alguien que apenas tiene un trazo de las cosas que escribe. Nada más algo leído hace no sé cuanto en algún lado, unos segundos rescatados entre el cambio de canales del televisor. Y de ese par de detalles yo largo un párrafo entero y lo presento como si fuera una verdad absoluta.

Claro que quien me conoce un poco sabe que en verdad no creo que haya verdades de ese tipo. Apenas una y tiene que ver con la muerte. Lo demás son actos de fe. Creencias que mueven voluntades. Por esa razón yo no me tomo nada demasiado en serio. Que es una forma bastante aceptable de confrontar las cosas, y hasta un punto heroica. También porque he conocido la tristeza a veces, que es bucear a dos metros de la superficie en el mar abierto, en medio de la nada, sin ruido, sin aire y a oscuras.


Así hoy vengo dispuesto a hablar de Tony Blair que creo que se quiere pasar al catolicismo siguiendo los pasos de su esposa porque le queda amor, supongo, y porque esa fidelidad a sus creencias es poco a la lealtad absoluta profesada por ella, a lo largo de los años, pese a las muy discutibles decisiones políticas que ha ido tomando, con el colofón de la guerra de Irak obviamente, que algunos aquí en España dan por zanjado como tema de discusión sin querer oír hablar más, que bastante llevan oído. Claro que la guerra continúa, ya no hay dictador pero no deja de morir gente. Sin embargo eso no interesa, les harta ese tema recurrente, y se dicen que ya vuelven esos con el tema de la guerra. Pero es que la guerra continua porque es actualidad de barbarie y muerte.

Hace unos días me maravillaba con la noticia de la operación a un feto dentro del vientre de su madre. Le apartaron el cordón umbilical porque existía la posibilidad de que se le anudara al cuello y terminara asfixiándolo. Eso me dio por pensar en la paradoja de esta vida, cuando la ciencia y la tecnología dan para llegar hasta avances de este tipo por preservar la vida humana, esa vida, mientras otras vidas, a miles de kilómetros nos importan tan poco.

Nos hemos acostumbrado. La muerte en aquellos lugares se nos ha hecho tan cotidiana que a nadie le preocupa. Ni siquiera habrá manifestaciones de alegría si una vez el horror se acaba. Es una cicatriz que abre y apenas cicatriza, si lo hace con los años, abre en otro lado. Es la guerra, siempre hay una en alguna parte.

Blair quiere pasarse al catolicismo, pero en su tierra los británicos le recuerdan su legado en las esquinas, son los fanáticos anti-guerra. Los mismos o casi los mismos a los que se les expulsaba de los mitines del Partido Popular los días previos a la debacle electoral. Los días en que había quien se ofendía ante las pegatinas del NO A LA GUERRA, se sentían insultados de cruzarse con cualquiera que llevara en su pecho aquel lema. Porque mantener aquel pensamiento era ir reprochando por la vida y valía más de pensar así, que fuera de manera clandestina. Mostrarse de acuerdo era ser pancartista, y enfrentado a la idea obstinada de defender el santo y seña de los que se encontraban juntos como una gran familia. Y no hablo de los políticos, que tienen que defender a sus jefes porque les va el sueldo y el crédito en ello, hablo de la gente de la calle, los anónimos ciudadanos, a lo más militantes que por no encontrar razones al otro lado tragaban con cualquier decisión, fuera la que fuera, para hacerla buena.

Blair llega al catolicismo superado el poder, y su llegada se podría entender como la extrema unción sino en el crepúsculo de la vida, que aún le han de quedar muchos años, sí a esa parte de la vida oscura y anónima de quien ya no tomara decisiones más importantes que si acudir o no al cine o a la playa para un fin de semana. Es decir llega para abrazar la fe de su esposa con la finalidad última del creyente en la Iglesia si ésta puede perdonar los errores de la vida, fueran los que fueran, si hay arrepentimiento. Claro que a Tony Blair el arrepentimiento no le viene de las decisiones tomadas, quizá sí de las consecuencias de sus decisiones.

Aunque la Iglesia debía tener también reservado el derecho de admisión, porque es seguro que no debe estar ansiando el día en que Tony forme parte.

Que duro debe ser vivir sabiendo que tus decisiones políticas por acción u omisión, tus decisiones al fin, han causado 600.000 muertos. Son muchos muertos para una sola vida. Muchos para sentir que el respaldo de un puñado de conocidos lo hará más llevadero.

miércoles, 24 de octubre de 2007

El volante

Tanto correr para nada. Y me refiero a mí y no a Hamilton o a Alonso. Aunque a este pobre le dieron un coche el otro domingo que iba con diez caballos menos que el del compañero predestinado al triunfo en el mundial, y por lo que se vio, además debían estar aún cansados de quedar cuartos la víspera, porque el coche iba tan aprisa como yo cuando me pongo al trote unos minutos. Claro que yo siempre pienso que podría acelerar, pero nunca lo hago. Porque no tengo tanta prisa y porque en el fondo de mi alma sé que de haberme ejercitado tan poco se me ha terminado olvidando esprintar. Soy como un pura sangre con las cuatro patas de palo.

Alonso le metió todo el gas que pudo, pero para mí que los de McClaren debieron aflojarle alguna tuerca, o le pusieron los polvos blancos de Ferrari en el depósito para que aquello se gripara. Y debieron hacerlo tan a conciencia que por asegurar el éxito de la empresa decidieron hacerlo en los dos coches bajo el pretexto de que alguno tomará. y acertaron. Condujo uno de ellos. Veremos si repite el año que viene.

Claro que también puede ser que a Hamilton no le sabotearán el coche a conciencia, porque es el hijo negro que nunca tuvo Ron Dennis, y que todo se debiera a un sensor misterioso que decidió frenar el vehículo hasta casi hacer caravana. Que así tenía que conducir el chaval detrás del coche de seguridad, con esa parsimonia y no dando esos tirones y frenazos que hacen que los rivales inmediatos choquen entre ellos por temor a ser sancionados, descalificados o desprovistos de la super licencia por la FIA, que es una caseta de feria donde las sorpresas están colgando sobre las cabezas dentro de unos sobres con tanta publicidad que no entraría un sello. Ni falta que hace. Correos tiene bastante con intentar combatir por sus medios al universo de comunicación en tiempo real que ha supuesto Internet, como para meterse a pagar esas cifras mareantes que rentabiliza tan felizmente vestido de cowboy Emilio Botín.

Puede que el sensor fallará antes, y que hiciera que el chaval se saliera al perseguir a Alonso para rebasarle. Un sensor de esos lo mismo te deja el coche al ralentí que te atrofia la dirección. Son muy caprichosos porque son de alta tecnología. Ve tú a saber si no hizo que el coche de Hamilton se parara en la gravilla de China. Que las cosas que tienen que ver con dossieres tan grandes son muy dadas a ser sorpresivas a la vez que dadas a repetirse para ser de nuevo y con más razón sorprendentes. Parecía que lo teníamos pero no. El sensor ha vuelto a fallar. Por eso tienen los ordenadores intercomunicados para conocer los fallos al momento, por si hay que avisar a la grúa.

Dicen por otro lado que se le debieron llenar los pontones de basura, de césped o de ramas por salirse hacia la escapatoria. El metacrilato es un imán para la inmundicia que puebla a sus anchas los aledaños de los circuitos. Aquello allí dentro hizo de paño sobre estufa y se les fue calentando con aquello embozado que es raro que no se cocinara alguna cosa. Así que los refrigeradores naturales de aire o los tecnológicos no dieron abasto y cesaron en represalia quitándole toda la potencia al bólido.

Aunque también puede ser, como apuntan algunos, que no se trate de ningún sensor misterioso que falló una vez nada más secando el coche, que luego se recuperó al ciento por ciento. Y desde ahí hasta el final buscando el quinto puesto. Sino que puede ser que las manazas de Hamilton dejarán el carro exactamente igual que cuando enfila la calle de boxes. Es decir a 80 Km/h que es una velocidad excesiva para rodar en ciudad pero precaria para intentar ganar una carrera o un título mundial, por más fácil que se tenga.

Todo puede ser. Yo creo que la clave está en el volante. Si yo lo condujera aún sería peor. Probablemente tocaría los botones, hay tantos, en la única combinación capaz de destruir el coche. Me saldría un mensaje por la radio advirtiendo aquello de que en 10 segundos aquel cacharro tan caro se autodestruirá. Y luego me preguntarían en la rueda de prensa, y yo diría que salí del coche como un Fórmula Uno, y los ingenieros dirían a los medios que nunca me advirtieron nada por la radio, que no fue una voz humana. Que fue el ordenador haciendo algo que no sabían que hacía. Bueno, todos no, Ron Dennis sí.

Él lo sabe todo (menos predecir el futuro).

Llegar a las manos

Primavera ven y curame el invierno.

Las nubes de tu pelo - Fito y los Fitipaldis



Vengo a la hora del fútbol que puedo ver, así que no me voy a quedar mucho. Aunque es fijo que algo me voy a perder. Repasar la actualidad aunque sea solamente un detalle me va a llevar más tiempo del que falta para el comienzo del partido. Sobre todo si sigo acumulando líneas sin contenido (como si las otras tuvieran mucho más).

No quiero dejar de mencionar al valiente que se lío a golpes con la chiquilla del tren de Barcelona. Valiente porque antes de emprender nada contra ella tomó buena nota de que pudiera hacerlo sin tener que salir corriendo. El vagón iba casi vacío, apenas había otra persona que se sentía tan poca cosa que hubiera podido precipitarse el vagón hacia un terraplén difícilmente se le adivinarían fuerzas para llegar hasta la puerta. Vamos que de tan enjuto los brazos le salían directamente del cuello, bastante esfuerzo habría sido llegar hasta sentarse, como para meterse donde no le llaman. Y el caso aquel, él lo tenía claro, le venía completamente grande. Esos skin-head tienen muy malas pulgas y aunque el cerebro les da para poco más que para un par de eslóganes son muy capaces de juntar sus bíceps para patear a quien les cuestione ideologías o se ponga por en medio. Todo lo que hizo fue mirar de un lado a otro como quien ve pasar los San Fermines, y por temor a una cogida le prestaba más atención al camino despejado, donde el peligro se intuye nada más. Es obvio que debió ponerse tenso como una cuerda de laúd, y el héroe que todos llevamos dentro debió gritarle que todo aquello era intolerable y que debía hacer algo. Pero le faltaron reflejos para mediar, le faltaron para levantarse al menos y acudir a otro vagón donde avisar a más viajeros o a la policía. Estaba paralizado como ella. Ella una ecuatoriana de 16 años. Él tan extranjero como ella, tan inmigrante y quizá por eso igualmente petrificado por el miedo.

Lo más curioso es que si yo me pongo en el pellejo de aquel me doy cuenta de que soy poco más o menos de la misma pasta, con tanta cobardía como para no hacer míos los problemas de los otros. O tal vez yo fuera capaz de interponerme aterrado. Quizá de ser yo el que estuviera allí sentado el fulano no habría osado agredir a la muchacha de aquel modo. Se sintió liberado por el desprecio a los que se sienten fuera de casa. No terminaron de entender que son ciudadanos de primera porque no se lo hicimos entender todavía. Gente que las raras veces que tiene voz se les ignora. Pero esta vez había un testigo más. Y su versión es irrefutable. Una cámara de vídeo grabando la escena entera.

Yo habría cambiado esa cámara por la humanidad de un conocido mío. Cubano por más señas. Mide más de dos metros de alto y tiene la corpulencia que para sí querría un buen poste bajo de la NBA. Es un fenómeno de la naturaleza, un prodigio que hace pequeño al gigante de "La milla verde". Imposible verlo por la calle sin quedárselo mirando. Si Leonel hubiera sido testigo, seguro que el chaval no se habría atrevido, se habría sentado como un alma de cántaro, acomplejado por ser tan poca cosa a la par que tonto, y no se le habría oído decir ni pío. Y si por entrar en el vagón en aquel momento coge la escena a medias yo estoy casi seguro que el fulano sale volando por la ventana o atravesando las puertas cerradas. Y que luego le busquen en grupito rapado, él los disolverá a guantazos. Casi seguro que al verlo comienzan a minimizar la afrenta diciendo que esas cosas le pasan por capullo. Y mientras los pies en polvorosa, no vayamos a despertar un huracán.

Porque Leonel tiene la fuerza que aquel chavalillo inmóvil oyendo música quería tener. Perdió la oportunidad de ser un héroe quizá por salvar la vida. Nos habría valido saber artes marciales. Sentirnos seguros de algo más que de hacer lo correcto defendiendo al débil.