lunes, 30 de junio de 2008

El equipo

La excusa más cobarde es culpar al destino.

Amores imposibles - Ismael Serrano



Coincido un momento con Su y le digo que me vengo para escribir un párrafo. Me dice que "buena inspiración", pero dejemos eso para el día en que tenga que escribir una novela, que para escribir impresiones y describir las torceduras de la vida no requiero de nada más que unos minutos y una pantalla en blanco como esta.

Barruntaba la posibilidad de escribir sobre la selección, pero la verdad es que me da mucha pereza entrar en pormenores. Y soy realmente injusto, porque mis pensamientos acerca de la selección de fútbol son de una elocuencia sin igual, y de un rigor táctico que ni el sabio de Hortaleza, ni cien que supieran tanto como él. Y la verdad es que en casi todas las esferas de la vida soy apenas un aprendiz, aunque peine canas ya, que las peino, pero en lo que se refiere al análisis de los grupos humanos, especialmente los deportivos y acerca del fútbol de competición en particular, debo ser uno de los más atinados, por mi don para la observación minuciosa, sobretodo.

Es por ello, por mi pereza en entrar al detalle y por mi egoísmo de no querer compartir mi sapiencia, que dejaré aquí apenas un retazo.

Selección de jugones. STOP
Torres es un fardo que se mueve torpemente. STOP
La historia se entiende por como acaba. STOP.
Con esos mimbres yo también hago un cesto. STOP.

Ahora las gentes se rasgan la roja porque Aragonés se va tras el dinero turco, porque no tuvo otra opción dice, con lo patán que es y ha sido siempre. Claro que debe ser condición sine quanon para ejercer de seleccionador porque esta Eurocopa me ha servido para descubrir que Camacho es aún más patán, y de una inteligencia corta como eran los pases de Albelda cuando jugaba.

Yo creo que es porque las personas tienden a juntarse con sus iguales, o al menos con aquellos con los que comparten rasgos. Así no es raro habida cuenta de cómo es el presidente de la federación de fútbol.

Cualquiera podría ponerme a caer de un burro o decir que no tengo ni idea, pero renuncio a la tarea de procurar convencer a nadie. Dejaremos a esos cuantos pidiendo disculpas a Aragonés por no haberlo apoyado ciegamente en los tiempos tenebrosos en que perdíamos con Irlanda y demás selecciones mundiales. No sabíamos que en Aragonés habitaba un héroe, dispuesto a luchar sin gafas contra el temporal como un gigante de epopeya guiando el destino del mundo. Contra su menton como faro rompen las olas de todas las ingratitudes.

Sólo diré que mi alegría de ayer era sincera y casi emocionada. Por cuanto es un final feliz y difícil. Quien me conoce un poco sabe que nada me dañó más que los imposibles, los finales se dieran como se dieran me afectaron tanto tantas veces...

- Te perdí cuando subí a aquel coche. (Vanilla Sky)


Y no seré yo de aquellos que se envuelvan en banderas para salir a la calle, que yo siento España sin dolor, y me alegro de nuestros triunfos porque veo a los otros como si fueran mis hermanos, quizá ahora más que nunca porque se empezaron a mostrar como tales incluso, pero los nacionalismos exacerbados se me han perdido con los años. Son etiquetas que no necesito para seguir vivo.

Es por eso que cuando veo al señor Urkullu con ese mal talante porque le molesta que le pregunten por la selección española, me pregunto si con aquella mala cara no le dio por viajar por el mundo para descubrir que las fronteras son mentira. Que no hay más fronteras que las del idioma, cuando las hay, por desgracia.

Parece mentira, tan crecidito y tan inmerso en niñerías para jugar con el lehendakari. ¡Viajen ustedes por el mundo, hombres de dios! ¡Que perra han cogido con levantar muros! Preocúpense de lo importante y no acerca de discutir cuestiones semánticas. Que antiguos son, madre mía. A estas alturas con esas, en pleno siglo XXI.

Este es mi planeta, lo quiero conocer entero, palmo a palmo, y mis hermanos son los mejores jugando al fútbol. Ahí queda para el recuerdo una parte de un partido como si fuera una obra de arte digna de marco y museo. Son capaces de hacer fácil lo difícil. Aunque es solamente difícil para los otros.

Para el que no tiene talento.

Ellos lo tienen, por eso en vez de discutir chorradas nos hacen felices.

Yo creo que a partir de ahora podremos hacer cualquier cosa, todo lo que nos propongamos.

viernes, 27 de junio de 2008

El partido

Caminando por la calle yo te vi,
y un día me enamoré, de ti.


Duende del sur - Chambao



Me contaba un conocido que trabaja en el Registro de la Propiedad que lleva una semana infernal. Y decía que demasiadas cosas al tiempo, durante demasiado. Yo lo miré y le dije que en los peores momentos, en los momentos más duros debe recordar algo de gran importancia. Y que se da siempre.

- Andalucía te quiere.

Y él se echó a reír de buena gana.

Pues es verdad.


Ayer descubrimos que a la España futbolística le ha salido un nuevo amor. El de toda Europa que ha caído rendida a los pies de ese puñado de bajitos que le dan a la pelota el mejor trato posible. Jugando como los ángeles ayer rozamos un imposible, la perfección.

Cierto que el rival estaba desarbolado, que eran tiernos e incapaces de contener el huracán así fuera a patadas. Simplemente se quedaron ensimismados como cuando entra en la habitación el amor de tu vida. Quizá en el fondo no querían parar nada de lo que estaba pasando. Es tan hermosa la contemplación de volverse protagonista de algo grande aún cuando se es la parte perjudicada...

Es tan lindo mirar al amor y sentir que nos corresponde de algún modo. Ayer los rusos estaban cayendo en una derrota sin paliativos y sin embargo no podían hacer nada, simplemente mirar anonadados, porque en el fútbol es posible una suerte de arte si se da una conjunción única de factores. Tan raro como una lluvia de estrellas.

Ayer nos volvimos a enamorar. Todo parecía indicarlo, desde bien temprano. La mitad del país se asaba al sol estival y yo veía granizar trozos de hielo contra el balcón de la casa.

Vivimos un Julio temprano y loco. No hay más certeza que sentir el pecho palpitante,

seguimos vivos.

miércoles, 25 de junio de 2008

Haciendo tiempo

A esperar que suba la marea.

A la orilla de la chimenea - Joaquín Sabina



Vuelvo como ayer sin nada que contar. Me he paseado por los periódicos por ver si había algo que pudiera mencionar, algo que tuviera que ver con este tiempo que vivimos, este siglo XXI que vivo y digo.

Pero no me apetece hablar de las redes pedófilas que pueblan Internet compartiendo abusos a menores, eso más bien me da ganas de echar la pota y no parar.

Tampoco me apetece hablar de la red de narcotráfico que opera en los aeropuertos distrayendo maletas y traficando con personas.

¿Dónde se me han metido los políticos? ¿No podré hacer sangre hoy con ellos? ¡Quiero la calma chicha de un estanque donde se refleje el atardecer cotidiano!

Al fin los políticos como los entrenadores de fútbol están para saco de boxeo en que el ciudadano normal y corriente puede descargar sus propios dolores y frustraciones.

Pero hoy nada me inspira.

Sí contaré que contra pronostico y aunque no lo parezca los famosos 200 euros que son parte de un total de 400 que prometió el gobierno, han terminado apareciendo.

Van muy disfrazados en la nómina, pero están ahí.

Es truco de trilero.

Como en tantas cosas, son una distracción momentánea; los terminarán cobrando.

martes, 24 de junio de 2008

La dieta

Tiriti tran tran.

Caprichos de colores - Chambao



La verdad es que quería escribir y no sabía por donde empezar.

Me ocurre a veces, Cualquier otro lo dejaría pasar y esperaría inspiraciones mejores, pero yo no soy de esos. Yo me vengo dispuesto llenar espacio con lo que sea. Que las palabras las regalo, señores. Abro las manos y se me desparraman.

Así que como hoy me estoy encontrando mu fino, a pesar de haber comido tanto, contaré que esta dieta casual me está resultando en extremo beneficiosa, al menos para el ánimo.

He estado comiendo cuatro días puré de calabacines que me dejaron hecho porque saben que yo no soy de hacer más que abrir y cerrar la puerta del microondas, para lo que tengo una habilidad especial, todavía no me quedó a medio abrir ni a medio cerrar por error. Que siempre supe dar fuerza justa para que hiciera "click" en un sentido o en otro. Pena que nadie vaya a valorar lo bien que me aproximo hasta la puertecilla, con torería, como Tiger Woods lanzando directo al hoyo. Pero esas cosas no se valoran en los tiempos que corren. Llámame loco.

Tenía un pucherazo más grande que el de la operación Malaya, y me lo he ido comiendo plato a plato mientras mi figura se iba recobrando milagrosamente. Si no fuera porque sigo teniendo las piernas harto dobladas y temo que un día partan si salto, me sentiría grácil como uno de esas gacelas macho que brincan locas de pánico porque los hierbajos se movieron un poco y solo fue el aire. Cierto que ahora estoy con síndrome de abstinencia de pizza, pero me da la impresión de haber vuelto a ser un chavaluco. Que a la gente les parezco un muchacho, con la pila de años que llevo gastados.

Además para rematar ayer volví por la piscina. Podría repetir ahora, pero no se trata de que ni siquiera se me vea.

Además la piscina desarrolla los brazos como si levantaras mancuernas, y me temo que si sigo nadando pueda ocurrir que no me quepan en las camisas y en las chaquetas.

Llevo mucho gastado en ropa pa anda jugando.

lunes, 23 de junio de 2008

Profesionales

Abriendo bien los ojos, fiarme en los detalles.

Detalles - Chambao



Daría mi particular visión acerca del partido de ayer, pero como es casi seguro que por culpa de la miopía yo vi un partido distinto al que radiaron los comentaristas, a estas horas estoy convencido de dejarlo pasar con torería, lo mismo de José Tomás con todos los toros que se cruzan por su camino, a todos les tira al menos un pase bien "dao" de cerca y sin mover los piezucos, no como aquel gitano viejito que no se retiraba nunca por el valor de la "pela" y que toreaba con el mando a distancia y estirando los brazos lo mismo que el inspector Gadget. Claro que los entendidos afirmaban que un pase suyo valía más que cien de los de otros, simplemente porque el arte suele ser fugaz y raro. Y la espera siempre merece la pena.

Digo que no diré ni palabra del partido porque debe ser que no siento España tan hondamente como Camacho que hasta se le nubla la visión con penaltis que no son y repasa de jabón a nuestros acobardados muchachos porque todo lo hacen bien, porque son España con todos sus pueblos y particularidades, todo lo nuestro, faltaría más. El problema de sentir algo tan dentro y de manera tan acusada radica en que se nubla a la par que la visión el juicio, y no es raro que así se disculpe lo injustificable o no se vean los defectos por tener anulado el sentido crítico. Ocurre igual en el amor, pues probablemente esta forma de considerar lo patrio es amar también, y a mucha honra. Somos incapaces de encontrar el fallo al ser amado, porque descansa en las nubes y en la bruma, está siempre y es inolvidable.

Prefiero por tanto recordar con media sonrisa mis risas del sábado por la mañana, cuando tomando el café estuve a punto de caer de la silla de las carcajadas, quien lo diría, leyendo el periódico.

Es conocido que el alcalde de Estepona, éste del PSOE, era un mangante que como no estuvo en los tiempos en que González permitía que la gente metiera mano en los fondos reservados, que no eran reservados ni nada, estaban ahí para pagar sobresueldos e incentivos a gerifaltes e intermedios, como quiera que no tuvo esos aguinaldos bien merecidos, prefirió montar una caja "BE" por su cuenta. Que de seguro que hay escuchas bien claras en que afirma:

- Y eso por la caja BE. Bien "contabilizau".

Pues bien, este fulano, médico de profesión por más señas, está siendo juzgado como paso previo, aplicación de la ley mediante, a ser declarado culpabilísimo y digno de ingresar en nuestras cadena de prisiones, que sin ser una franquicia todas se parecen mucho unas a otras, presumo. No conozco ninguna aún de puertas adentro. Y lo que yo diga en este espacio importa tan poquito, y está tan amparado en la libertad de expresión que no merezco ser perseguido ni siquiera por las mozas, y bien que me pesa.

Por cierto, ¿por qué los expertos charlatanes deportivos hablan de un balón o una ocasión que lo dejó en franquicia? ¿acaso no saben que es en franquía? ¿Por qué ninguno aún lo dijo bien?

Olvidemos eso.


Decía que este fulano había montado un tinglado de corrupción embadurnando de tentaciones difíciles de rechazar a sus satélites, y el otro día se fue al juzgado con la barba de tres días y procurando la misma sonrisa que ponía cuando fue buscando novia al "Viva los novios" hace 14 años, cuando se tenía por alguien muy formal, algo rústico y honrado.

Pero lo bueno del asunto es que fue recibido por auténticos profesionales de la bronca, un número indeterminado, no precisa el periódico, que lo recibieron a gritos de "delincuente" y "chorizo", como debe ser.

Yo cuando veo estas cosas me doy cuenta de lo muy ociosa que está la gente, y lo muy aburrida, pero la verdad es que hasta a mí me parece un buen plan para una tarde desocupada. Ponerse ahí detrás de la valla metálica a cagarse en la madre del fulano, lo mismo que si hubieras ido al fútbol pero sin pasar por taquilla.

Aunque lo mejor de todo es que esta gente que se congrega para tan nobles menesteres, y tan entretenidos, como no saben muy bien quien es el malo, porque ahora los malos van con la cabeza muy alta, muy orgullosos de volver a salir en la tele, aunque sea por estas, y se las ingenian además para disimular las esposas poniendo un pañete en las muñecas, que salen rodeados de policía, que parece puesta ahí para proteger su celebridad, la gente se hace un lío mirando a los unos y los otros, y no aciertan a distinguir quien es el malo y quienes los buenos, si los hay. Así que hacen los que haríamos todos, que no es volverse a casa a encender la tele, evidentemente.

Se ponen a insultar a todo lo que se mueve y a todo el que pasa, y santas pascuas. Así un par de fiscales anti-corrupción de Málaga, que entraban al juzgado precisamente porque son los que saben como enchironar al pájaro fueron recibidos a gritos broncos:

- ¡Delincuentes!, ¡Chorizos!

Y yo cayendo de la risa de la silla.

En verdad esto es muy bueno. Si tu vas a un fiscal de estos en plena calle y logras acercarte tanto como para que te oiga gritar ¡chorizo! lo más probable es que termines limpiando las letrinas de Alcalá Meco, y eso si no te parte las piernas allí mismo el guardaespaldas. Sin embargo si lo haces de ese modo, amparado por la ignorante y festiva masa de gente desocupada, entonces la cosa es para troncharte.

¿Cómo sino ibas a poder cagarte en la madre de los fiscales y ellos entrando a toda prisa?

Es verdad que la gente es genial.

Yo creo que si hubieran sabido que aquellos eran los fiscales o los jueces no les habrían gritado nada de eso. Quizá sí:

- ¡Parásitos!, ¡Tortugas!

Y todo por esa mala prensa de los expedientes encima de las mesas.

Que mala es la tele. Hecha la fama...

domingo, 22 de junio de 2008

El fin de Mariano Aznar

Que tú eres un ser mágico, con tu mirada todo es mejor.

Duende del sur - Chambao



Ya sé que no parezco yo. ¿Cuánto tiempo sin meterme hasta la cintura en la arena política? ¡Con lo mucho que la aborrezco!

Pero ahora no me puedo quedar callado. En el congreso del Partido Popular celebrado en Valencia se ha producido un alumbramiento y una muerte, ha nacido Rajoy libre de las ataduras del pasado y ha muerto Mariano Aznar, que era la mezcla de lo malo de cada uno. ¡Así de malo era!

Además escribo tan poco últimamente que seré muy capaz de despeñarme en faltas de ortografía, más graves y vistosas que las que cometo habitualmente.

Así que ahí va un pájaro matado de dos tiros. Mi falta de práctica y mi personal repaso, responsable a la actualidad política, que no paleolítica aunque se trate del PP, que es un partido con el olor rancio de un cocodrilo muerto en la pechera. Aunque quizá no todo esté perdido, el fondo se mueve, algo está cambiando.

A Rajoy le falla la dicción, no la inteligencia. Y ha venido a darse cuenta, con cuatro años de retraso que si quiere ganar las elecciones va a tener que cambiar algo más que el lema de campaña. Hay cosas que no se arreglan desabrochando un par de botones más, ni siquiera si son de la americana de Rajoy. Jugó con las cartas que le habían dado, sin tocar una sola, sin añadirle a la receta nada de nada, y con esas se estrelló contra la realidad de un país que no es exactamente lo que quiere que sea Aznar. Que está cada vez más jovial y hermoso, con el pelo del bigote recién recortado, parece un juvenil de la tuna, lástima que tenga boca para decir lo que dice, que es lo que quiere oír Doña Ana Botella y Esperanza Aguirre.

Que pintan poco por lo que se ve, y van a ir a menos.


Yo he reconocido ya que Rajoy me es simpático porque me parece campechano, con ese ojo a la birulé buscando el reloj mientras se perla la frente entera de sudores, con ese gracejo irónico que yo admiro tanto. Lo malo para Rajoy es que hasta ahora no había podido ser él mismo. Lo era, sí, pero solamente a medias.

Sólo en las distancias cortas, en medio de la foto del partido parecía un poco fuera de lugar. ¡Si el ni siquiera se recortaba la barba! Por mucho que hubiera sido él y no otro el de los hilillos de plastilina, hay que reconocer que de Miguel Angel Rodríguez a Rajoy hay una distancia sideral.

Venía heredando la comandilla diseñada por Jose Mari Aznar para si mismo y a su medida, esos Acebes y Zaplanas, de lámpara de rayos uva y que tenían la fea costumbre de mentir más que hablaban, ¡con lo mucho que hablaban! ¡que hasta sus gestos eran puro embuste! Con un solo problema en su sonrisa de hilo dental, que se hizo patente el día en que volvieron a perder las elecciones. La ciudadanía los tienen calados. Y no los soportarían de nuevo en el gobierno aunque para ello deba exiliarse la mayor parte de esta España que es votante y no indecisa, que dice por las esquinas que otra vez no, por favor. Con ellos no.

Probablemente tampoco le gustaban mucho a Rajoy, es por eso que los ha ido dejando en el camino. Pero entonces le faltaba el valor de arramblar con lo antiguo, tan antiguo como él, pero él al fin debe permanecer sobre todo si se quiere ser protagonista. Además un protagonista desconocido hasta este fin de semana, porque antes nunca fue Rajoy, fue simplemente Marino Aznar, nunca se mostró tal como es, en su propia salsa.

Rajoy siempre fue lo que quisieron que fuera, ahora va a empezar a ser lo que quiere ser. Nunca es tarde si la dicha es buena.


Pero ocurre que esta es la última oportunidad, no habrá más en el futuro incierto y ha decidido que debe haber un basta de ir de prestado, con las ropas de otro encima, y que si ha de morir habrá de ser a su manera, calzando sus propias botas.

Al fin tiene poco que perder cuando en la guerra civil sorda de un partido político con muchos gallos y gallinas todos quieren los galones y los mandos por su falta de liderazgo.

Por eso hace una limpia ejemplar de los fósiles que se esconden bajo las alfombras, encaja con sueldo de super estrella a Zaplana en Telefónica que nos resulta ahora mucho más cercana y simpática, y a Acebes lo ningunea durante una temporada hasta que decide coger las de Villadiego, contento y emocionado de su particular legado, que le hemos reconocido con nuestro voto en las últimas elecciones.

¿No querían liderazgo? Los liderazgos se fundamentan en la toma de decisiones a tiempo, quizá a Rajoy le ha llegado la hora.

Se vislumbra un futuro nuevo, quizá sea cierto que en esta España fraccionada en 46 millones de pedacitos únicos llegará el día en que las gentes no voten al PSOE para que el PP no alcance el poder.

Hoy estamos más cerca de que ocurra. No se trata de ser lo que quiere el adversario político, ni de ser la segunda marca de los que ahora gobiernan, se trata de parecerse más a lo que quieren la mayoría de los españoles con capacidad de voto.

Rajoy se ha dado cuenta y ha movido el aparato hasta donde le alcanza, sin embargo ya se escucha el ruido de sables. La vieja guardia lo llego a ser porque es pétrea de cobertura y de corazón, quieren contentarse con cuidar lo que tienen aunque con esas cuentas no vuelvan a gobernar nunca. Es una moneda al aire de dos caras. Rajoy lo sabe, le quiere un remedio de diálogo. ¿Lo comprenderán?


Tengo el pálpito de que tarde o temprano le prenderán fuego.

miércoles, 18 de junio de 2008

Nuevas oportunidades

Fundirme con el aire.

Detalles - Chambao



He vuelto a quedarme solo. Es terreno conocido. Estuve siempre así. Pero esta soledad no está desconsolada. Es solamente una despedida para salir a hacer un recado. Según sale ya está regresando. Irse es una forma de volver.

Un comienzo.

viernes, 13 de junio de 2008

La nota

URGENTE
Sestea ingresa en el Cuerpo Superior Jurídico de Secretarios Judiciales.

Un horizonte y un para siempre.

Corazones - Miguel Bosé y Ana Torroja


El país está al borde del colapso con las gentes aterradas por esa subida incesante del precio de los carburantes. Con Holanda dando repasos a diestro y siniestro en la Eurocopa. Con los niños enganchados al uso del móvil. Y Sestea, que vive una vida sin reflejo en los periódicos, ya sabe por fin que ha obtenido una de las plazas de la oposición que lleva preparando 4 años.

Hoy fue un día genial. Sin una sola pega.

martes, 10 de junio de 2008

El detalle

Pétalos de flor de hospital.

Lágrimas de plástico azul - Joaquín Sabina



Ha ganado la selección nacional así que ahora ya somos los mejores del mundo, que Europa se nos está quedando tan pequeña...

¡Con lo bueno que ha sido el invento éste del euro! ¡Nadie le encontró todavía ninguna ventaja pero nos llevará a todos juntos a la ruina!

La prensa se nos va a volver hiperbólica con nuestro vistoso juego del tiki, taka o tuya-mía, pero natural, meterles cuatro a los rusos y recibir a cambio solamente uno, el de su honor dañado es como para que los titulares no quepan en la primera plana. No quiero pensar como debe estar a estas horas Putin, con el semblante tan severo que tiene siempre, aún más serio, o Abramovich, que cree que lo puede comprar todo con dinero y se equivoca, las nubes ni se compran ni se venden.

He venido detectando con mi sagacidad habitual que dio de largo para encontrar el cubilete perdido del tambor de detergente, que los grandes entendidos de esto, que no son los futbolistas ni los entrenadores, sino los periodistas del corte de Manolo Lama, que yo creo que fue uno de los inventores del fútbol, sino del original, sí del moderno, el que se juega con un balón en vez de una muda rellena de calcetines, tienen un modo de hacernos ver lo mucho que entienden de fútbol y casi por simpatía de todo el deporte en general.

Yo me doy cuenta porque soy de los que camina por la calle con los ojos muy abiertos, aunque eso suponga que dé que hablar a mis vecinos, pero ya saben que es que estoy a ver si me entero de algo de lo que pasa, y de algo me voy enterando cuando pongo a discurrir la cabecica, que es rara vez.

Es comúnmente conocido que decir algo que es obvio no nos lleva a ningún lado, no va a granjearnos la admiración de nadie, así que si uno va invitado a comentar una retransmisión deportiva en calidad de experto no podrá hacer aportaciones del tipo, "Fulano le pasa a Mengano", eso por tanto queda para el que no es experto, con excepción de Lama que también lo es, para el comentarista raso que no tiene más labor que hablar tanto como pueda sin trabarse con las palabras y equivocando los nombres lo menos posible. Carreño hoy en Cuatro se ha pasado el partido llamando "Afinkev" a un tipo al que le escribieron por la espalda "Akinfeev", no me digas porqué ni porqué no. Es un misterio como el nombre de Prosinecki, que nunca supo nadie como se pronunciaba en voz alta, como el símbolo del que antes se llamaba Prince.

Pero decía que he descubierto que estos expertos han de destacar en medio de la medianía que suponen por norma general el resto de comentaristas con comentarios absolutamente sorprendentes para el ciudadano de a pie, que también ha visto el partido pero no muy bien, por lo que parece. Así un comentarista de estos puede alabar la labor del lateral izquierdo, como uno de los más brillantes del partido, y tú que lo estás viendo en casa te preguntas quién jugaba exactamente de lateral izquierdo porque jurarías que no le viste tocar bola. Pero son estas las cosas del fútbol, que quien menos lo parece resulta ser el mejor, al menos a los ojos de los expertos, que saben de fútbol para aburrir. Ellos detectan los detalles más nimios, aquellos que a los mortales nos pasan lamentablemente inadvertidos, es como si le descubrieran los átomos a la materia y los contaran.

- Pues para mí Capdevila ha sido el mejor.
- Sí, ha hecho un partido muy serio, muy trabajado.

Evidentemente estas eminencias no pueden resaltar a aquel que ha visto destacar todo el mundo, eso es demasiado fácil y diría muy poco de ellos. Deben resaltar la labor gris de algún otro, y como es de suponer tampoco cualquiera les vale, el crédito propio juega a la bolsa y unas veces sube y otras baja en función de lo que diga esta boquita, con efectos más perniciosos cuanto más se pronuncie. No pueden alabar el partido de un fulano que se hubiera metido dos goles en propia puerta, ¿dónde los dejaría tal cosa? sino el de aquel otro, que parecía siempre a punto de aparecer y no aparecía, que jugaba tan lindamente sin balón.

Quizá esta sea una de las enseñanzas que nos da el fútbol para la vida. Para poder progresar. No debemos quedarnos en lo superficial, en lo que verá todo el mundo. Vale más indagar un poco y llegar a conclusiones más vistosas y que sean lo suficientemente prometedoras como para que aún siendo discutibles nos consigan el beneficio de la duda, nuestro crédito juega a nuestro favor.

De este modo hacer un post, los he hecho, para hablar de la "Z" roja gigante de Zapatero, que usa para dar sus mitines es tirar mi prestigio, que yo también lo tengo y duerme conmigo todas las noches, por la ventana. Sin embargo si uno va a un mitin del PP y no menciona para nada al líder del partido, si lo hay, y sí deja caer, como quien no quiere la cosa:

- ¿Viste a Pío García Escudero? Que saber estar, que formal en su asiento, y aplaudiendo en el momento justo en que había que aplaudir...

Alguien añadirá:

- No sólo eso, él mismo era el que con sus aplausos iniciaba los aplausos de los demás.
- Ciertamente, era guía en la sombra, lo mismito que un director de orquesta.

Y el resto de contertulios no podrá menos que valorar muy positivamente nuestro gusto por los detalles y nuestro buen juicio de traerlos a colación precisamente ahora para ampliar el abanico vistoso de tantas opiniones juiciosas.

O hablar de Rajoy cuando gobernaba Aznar, que era alguien que sí, estaba rondando la cosa. La cosa es dirigir el foco al que menos pinte. Para que nuestra eficacia de observadores quede retratada. Para que en este nuevo mundo por descubrir seamos como Américo Vespucio que vio tierra y se puso a dar voces.

¡Alma de cántaro si ni siquiera acertabas! ¡Que no eran las Indias, no!


Abrir los ojos de los otros es una misión prodigiosa. Es dar con una aguja en un pajar. Es demostrar que somos capaces de llegar un poco más allá. Que en el gris somos capaces de ver tonalidades.

Nada se nos escapa.

domingo, 8 de junio de 2008

El paseíco

No sé que tengo que decir.

Mil calles llevan hacia ti - La Guardia



Pasando toda la semana con pequeñas cosas que contar y llego hoy sin nada que decir. Estrujo la calabaza para dar con aquello que me ocurrió y que solamente podía ocurrirme a mí, que resultaba hasta gracioso visto en la distancia y con el humor imprescindible para no irse dando cabezazos contra las paredes, pero ahora no me acuerdo, estoy tan perdido como cuando jugaba en mi niñez extraviada al juego de levantar fichas de animales para hacer parejas y es que siempre fue importante estar donde se debía estar, con la cabeza centradica, y no flotando en ensoñaciones con pocos visos de realidad; aunque hoy ésta es la de un amnésico que no sabría siquiera cómo explicar cuando perdió la memoria.

He seguido, obviamente, metiendo el hocico en los turbios asuntos que nos anuncian los periódicos para que los compremos. Seguimos con una justicia en horas bajas, con inocentes penando los delitos que cometieron otros porque la verdad no importa, importa la parálisis de las togas, que las cosas de palacio van despacio, cuando van, que suele ser muy raramente y por poco tiempo.

Los hombres siguen maltratando a las mujeres con las que se decidieron a pasar la vida entera, claro que no aclararon de qué modo. Y eso es algo que nunca entenderé, pues sería mucho más razonable buscar la felicidad con otras personas antes de vivir esa amargura del desamor cotidiano. Pero supongo que para comportarse de ese modo hay que tener una cierta predisposición, a mí me sigue sonando a antiguo, aunque no sea cierto y existan esos mismos energúmenos entre gente de mi edad o aún más jóvenes (que los hay).

Ayer vi en la tele que en un pueblo han nombrado alcaldesa honoraria a la figura de la Virgen, una medida muy acertada si se tiene en cuenta que los concejales siempre podrán encaminar las quejas de los vecinos hacia las altas esferas, esto es a la parroquia directamente, que si tardan en asfaltar la calle no es cosa nuestra sino de la alcaldesa, a la que no le llegan las peticiones o anda ocupada en asuntos de mayor importancia.

A mí esta medida me parece bastante desacertada, quizá porque creo que las creencias de cada uno quedan para uno mismo, pero esto es lo que hay. ¿Cuánto decían que pesaba el alma? Después de todo la medida probablemente acerca la felicidad para unos cuantos, y eso es lo más importante. Y puede que hasta incentive el turismo.

Por otro lado y sin dejar de hablar de la realidad contaré que los progresos de Niko Bellic en Liberty City son notorios y empieza a ser conocido en los bajos fondos, donde parece moverse como pez en el agua, no he querido preguntarle por su pasado, pero intuyo que en la guerra hizo cosas de las que nadie se sentiría muy orgulloso.

Por supuesto sigo manteniendo que aún le iría mejor sino fuera yo el que está manejando los mandos al otro lado, pero es su sino, como el mío es ser tal como soy y nada más.

Contaré que en un tiroteo de impresión del que salió milagrosamente vivo, me dio la impresión de estar ante un mito casi, de puro indestructible, y hasta yo empezaba a admirarlo por su precisión pese a su gatillo fácil, aunque para eso ayudara que el punto de mira fuera automático y se posicionara directamente sobre el pecho de sus cuantiosos enemigos, descartando el paseo espacial por tierra de nadie. Así dar en la diana es bien sencillo, hasta yo acertaba. Pero lo malo ocurrió después, cuando más confiado estaba el hombre. En un accidente de tráfico que apenas fue nada. Salieron un par de paisanos de sus vehículos dispuestos a darle su merecido, desconocedores sin duda de la negra trayectoria del protagonista por la ciudad, pues de saberlo nadie estima su vida en tan poco. Pero ocurrió lo inesperado, el punto de vista de la cámara cambió y no había forma de hacerles frente, así que lo que no habían logrado un batallón de rusos armados hasta los dientes dentro de un almacén lo lograron dos paisanos a puñetazo limpio.

Niko Bellic al hospital ante mi estupor y yo con unas ganas de venganza tan terribles que aún me pregunto donde quedó la buena persona que yo era.

Antes, mucho antes.

martes, 3 de junio de 2008

¡Ay Asier!

Al oeste de la frontera.

Lágrimas de plástico azul - Joaquín Sabina



No diré que si hay niños por la zona deben dejar de leer, si es que saben, de mirar, que eso saben fijo porque aprendemos desde pequeñines sin que nadie nos lo premie más que con besos por ser tan ricos en vez de por mirar tan bien. Y claro luego la mayoría perdemos la vista contando dioptrías que es como el problema surgido hoy con mi frigorífico, que no cerraba el canalla, mira que saqué todas las botellajas y tetra briks (lo único que hay) y hasta piqué el hielo florecido en el congelador con una especie de cuchillo corto como abrecartas, pero ya digo, la pérdida de vista y mi frigorífico coinciden, ambos tienen difícil solución. Se trata de aceptar estoicamente lo inevitable y nada más. Lo digo porque viene ahora una imagen de esas de impacto, de las que dejan honda huella cuando no quedan como un recuerdo latente hasta el asalto cualquier noche del futuro, cuando uno cree que lo tiene todo hecho o casi todo bajo control en la vida, de repente aparece en mitad de la noche como una centella y te aferras a las sábanas pavoroso, porque en esta vida de contrastes grises el blanco y el negro van a veces uno junto al otro.

Y es que uno puede ser un boina verde que no se pierda un desfile militar en que lucir uniforme de gala, y sin embargo no estar preparado para afrontar las verdades cuando entran por los ojos. Como una infidelidad en vivo y en directo, por ejemplo.


Hablo de Asier del Horno, del que no se puede decir que no haya sudado la camiseta, a los hechos me remito. Aunque sea cierto que iba para figura mundial y se ha quedado por el camino. En alguna taberna de esta calle o de dos más abajo.

Y mira que era fácil para este muchacho haber ocupado la banda izquierda del combinado nacional, que el tal Capdevila subirá muy bien las bombonas de butano, bien aferradas al hombro, pero jugando al fútbol es malo redomado. Pero ocurre que a Asier le pierde la noche y le pierde la fiesta. Que hasta en el Athletic que le tenía devoción casi les ha venido sobrando, y lo devuelven al Valencia diciendo aquello de "pa ti pa siempre". Y antes que eso el Chelsea, que no es equipo al que le haya de faltar de nada ya lo había enfilado de regreso admitiendo tácitamente que en ficharlo se dio un error grave de apreciación, por supuesto sin consecuencias más allá de invitarlo a volverse allá donde el "musiqueo" tenga ese carácter latino que con los cubatas sube tan bien.



¡Ahí está mi chico! Prestándose amablemente a hacerse la foto con un par de fans a las que el fútbol les gusta tanto como el propio Asier. Solamente hay que ver la cara con la que miran la cámara que no saben si echarse a reír o a llorar, o las dos cosas alternativamente, que al bueno de Asier tanto le da lo uno como lo otro, yo creo que no se iba a enterar de nada, bastante tiene con mantenerse más o menos erguido para salir en la foto.

Si no fuera porque las niñas no parecen muy convencidas de haberlo pillado en un buen momento se diría que luego podrían haber discutido entre ellas por quien lo tuvo más cerca, aunque ya posando para la foto se imaginan que esta foto no será la que querían hacer circular entre el grupo de amigas del colegio.

Sus caras son un auténtico poema, sobre todo la que lo tiene prácticamente encima, se le ha congelado la sonrisa, supongo que porque es la que respira más nítidamente los aromas propios de un futbolista de élite en plena ebullición, no sé bien si de los repentinos sudores de beber varios centros seguidos jugando al duro o de haber arrojado por la boca lo que en otras ocasiones se da tras el paso por conductos de más recorrido. Quizá por eso la otra sonríe, porque los efluvios le llegan remotamente y encuentre en su posición una ventaja estratégica, o porque el fotógrafo espera que sonría, con esas pocas ganas que tiene de fijar la foto en el corcho del cuarto.

Están ambas un pelín despagadas, porque el recuerdo de algo bonito e ilusionante se les ha visto contaminado por el alcohol que Asier a puesto a circular por el circuito de sus venas. Vamos que aún se preguntan qué coño hacen ellas allí plantadas si parecen a punto de despertarlo. Claro que ya es más impresión que lo que él recordará de ellas. Pues seguro que al día siguiente este muchacho no sabrá ni como fue la noche ni como terminó, y las crías serán un recuerdo borroso en el mejor de los casos.

Eso sí, luego al salir recordará haber conducido un Ferrari o un Porsche. El mismo que guarda en su interior el rancio respirar de una destilería y que amanece aparcado en el garaje.

Y yo llevando esta vida tan ordenada a la fuerza...

En mi próxima reencarnación me pido ser Asier Del Horno renovando contratos.

lunes, 2 de junio de 2008

Sabios que no saben nada

Con las ojeras que le sobran a tus ojos, corazón.

Lágrimas de plástico azul - Joaquín Sabina



Por descontado no estuve entre los que se asomaban a la tele para ver la procesión de las fuerzas armadas, ayer por Zaragoza. La verdad sea dicha, no sé siquiera si esto lo dieron por tele por completo o se bastaron con resumirlo en los telediarios, haciendo hincapié como no podía ser de otro modo, en la legión y en su cabra característica que resultó ser un carnero trotando alegremente junto a toda esa gente, dando brincos todos con su peculiar paso millitar, que demuestra la alegría flamenca marcial de ese puñado que son poco más o menos igual que la cabra, pero de uniforme. O al menos eso se contaba, que en la legión estaban todos locos o eran más simples que el mecanismo de un botijo, y que la legión era poco menos que el cajón de los desastres. No es raro que así de un vistazo la cámara nos muestre esos soldados pintorescos con patillas cubriendo el mentón como Curro Jiménez y bigotes inspirados en Dalí cuando estaba vivo.

Luego hay gente que se lleva las manos a la cabeza porque enviamos al Chikilicuatre a la Eurovisión. ¡Abran los ojos señores! Será que no corresponde a este país de cabras trotando junto a soldados, presidentes de gobierno haciendo campaña tras una "Zeta" mayúscula y de un rojo intenso, candidatos empeñados en introducir con calzador contratos de integración que nadie sabe de que tratan ni por qué o candidatos a la generalitat de Catalunya que dicen Aznar cuando quieren decir Rajoy, pero es que ellos son así, en consonancia al caos reinante y quijotes como lo es todo en este país de verbena y pandereta, de desaguisados múltiples que pronto se olvidan al son del próximo partido de la selección, que ilusiona los titulares del periódico en letra pequeña, porque hasta el negocio de vender humo se resiente en estos tiempos de crisis y retroceso.

Ocurre que yo me pregunto donde se mete toda esta gente que conforman los ejércitos en el día a día cotidiano, las jornadas en que no tienen desfile militar, y no hablo solamente de los legionarios, que supongo que conviene tenerlos casi amotinados, sino tantos que ayer vestían galas y caminaban con la cabeza bien alta, como corresponde a un militar del reino de España, con lo que hemos sido.

Hoy nos cuentan que enviamos a 100 de operación humanitaria, que es una muy buena idea, aunque luego no sabremos más de ellos, y terminaremos pensando que lo que hicieron fue cambiar el acuartelamiento nacional por uno en el Chad, de donde no saldrán para nada, comiendo tortillas y escribiendo mails para contar lo mucho que echan de menos la patria chica desde tan lejos.

Quizá nos llegue que a uno se le disparó el arma cuando la limpiaba, o que para un día que salen van y pisan una mina...

Sin embargo vaya porción más importante de nuestros impuestos paga a toda esta gente, que sí, les ves de vez en cuando intentando reclutar a más gente con autocares llenos de caretos sonrientes pese a ir de camuflaje, pero la verdad es que no sabemos nada más de ellos. Nos llegan noticias de una reyerta entre soldados rasos que han creado sus propios clanes latinos dentro del corazón del ejército español, y que están dispuestos a defender a sus propios paisanos así tengan que incendiar el cuartel entero.

Pero luego les perdemos la pista y no sabemos bien a qué se dedican exactamente. Tienen sus uniformes y sus carros blindados, que dicen que son de última generación aunque luego todos ellos tengan la pinta de no estar para muchas guerras y ser de la época en que el 600 campaba a sus anchas por las calles, pero ve tú a saber si contar la milonga no logra que cuadren las cuentas de los diferentes ministerios. Con traspasos de capitales para la compra de nuevo y sofisticado armamento que consiga justificar el derroche, con facturas con membrete que te hacen los amigos por los servicios prestados y para que vuelvas.

Claro que ahora tenemos de ministra de defensa a Carme Chacón, que lo primero que hizo fue viajar al extranjero con su barriga de super embarazada para pasar revista a las tropas, que se pusieron firmes como cuando los desfiles, pero sin moverse del sitio. Luego se cogió la baja por maternidad y ha tenido que dejar sus muchos quehaceres cotidianos, como el desfile de ayer, al que tuvo que acudir Rubalcaba, que lo mismo vale para un roto que para un descosido. Menudo punto se aplicó Zapatero con el alumbramiento de la idea, una ministra de defensa para el libro de los avances progresistas que hacen de este país un sitio mejor para vivir.

Yo la verdad es que deseo conocer la agenda de cualquier ministro, lo que hicieron hoy por ejemplo. Yo fui a la piscina. Lo cierto es que no acierto a adivinar que grandes tratos han cerrado a estas horas. No quiero ni pensar los mil asuntos pendientes de Carme Chacón para cuando vuelva convertida en madre. Seguro que ya debe estar barruntando nueva compra de armamento que nos consiga Perejil más rápido si es que alguien osa tomarlo de nuevo. O quizá esté negociando la no adhesión a ninguna guerra. Todo asuntos de Estado, vigilantes de nuestro confort y felicidad.


Siempre será mejor que lo que hacía Aznar, ese fantoche de ideales trasnochados, que queriendo sacar a España del rincón de la historia donde estamos, donde merecemos estar, donde nos queremos quedar, secundó una guerra ilegal siguiendo los designios de un loco auténtico, de camisa de fuerza y sombrero de cow-boy, presidente del mundo hasta que el enemigo se hizo con bombas muy capaces de surcar los cielos de Norteamérica.

Respecto a este, ahora que ha abandonado el bigote, solamente espero que los muertos de su guerra se le aparezcan uno a uno en todos sus sueños.

Han convertido el mundo en una mierda.

domingo, 1 de junio de 2008

El viaje

Con voz de rayo de luna llena.

Por el bulevar de los sueños rotos - Joaquín Sabina



Puede parecer, es razonable, que estoy muy ocupado en los últimos tiempos. ¿Qué es esto de no escribir desde el jueves? ¡Con lo que yo he sido! Que venía casi a diario tuviera cosas que contar o no las tuviera, que esto otro se dio también, lastimosamente, muy a menudo.

La clave era plantar mis reales ante la hoja en blanco para empezar a sumergirme en mis propias neuras, que ya son terreno conocido de quienes han repetido la visita más de dos veces. Pero no soy por ello extraordinario, no. Todas las personas viven asediadas más o menos por las mismas ideas, del mismo modo que se vive rodeado de las mismas personas, más o menos. Que incluso desde el pasado las personas conforman la vida, aunque sea como un minúsculo archivador de la biblioteca universal de nuestro cerebro. Con todos los datos entremezclados, con todos los recuerdos, de los vivos y de los muertos, un caos al fin, como cualquier juzgado que se precie de serlo, porque de repente nos asalta un recuerdo como la prueba inesperada que faltaba y resuelve, aunque en nuestro caso es algo que creíamos olvidado (esto es, inexistente) y pensamos en lo intrincado de nuestro cerebro, como un laberinto de pasillos y rincones, y nos nace la idea de cubrir este objeto tan valioso con un sombrero por ejemplo, no nos vaya a caer una maceta encima, o peor aún, no nos la vayan a tirar, aunque luego al mirarnos el careto en el espejo nos decimos que quizá ya no aparentamos ser un veinteañero, ni cubrir la testa hace justicia a nuestra apariencia.

Pero la verdad es que no estoy tan ocupado como pudiera parecer. Ocurre que mi desembarco en Liberty City, bastante anodino por otra parte, despreocupado tras el paso por caja para abonar el capricho, ha sido bastante poco entusiasta. Vamos, que saber de mi torpeza a los mandos de Niko Bellic ha maniatado mi iniciativa de buscar para él una vida mejor. ¡Cómo llevarlo por esos mundos de Dios, más complejos y difíciles incluso que los cotidianos sabiendo a ciencia cierta que mi impericia no lo salvará!

Sin embargo este fin de semana de lluvias en que no se me ocurre nada más que hacer, después de que Ken Follet me expulsara de los libros a la fuerza, con su novela del tercer gemelo, y en espera de tiempos mejores, me he aferrado a la historia como un naúfrago a un bote hinchable pinchado, que algo hará a favor nuestro mientras flote, aunque sea pan para hoy y hambre para mañana. ¿Quién sabe lo que ocurrirá siquiera la próxima media hora?

Quizá por esta razón hacer planes futuros sea algo inútil, pero los hacemos porque hemos de tener la mirada puesta hacia delante para ver llegar lo que llega. Es por eso que estamos pensando hacer un viaje aprovechando nuestras vacaciones mutuas no sé si a Turquía en pago a sus puntitos extra al Chiki Chiki o a Egipto que me consta que nos habrían votado tanto o más que Andorra si les hubiesen dejado participar en ese euro concurso de canciones. Y eso que para que Egipto nos votara habría tenido que traicionar a sus vecinos y sin embargo amigos, puesto que está visto que la gente vota incluso sin haber oído la tonada, más inclinada por favorecer a los vecinos fronterizos o enigmáticamente hermanados como guiados por esa simpatía natural que surge entre dos personas nada más verse, que se miran pensando "no te fallaré". Yo no.

Ambos destinos son estupendos. No vamos a negarlo. Estambul y la Capadocia son dignos de verse, por no hablar del crucero por el Nilo en un barco que es como un transatlántico pero menudo, y que anda por el río como con reuma, como cuesta arriba, para que no me maree. O las pirámides, o el desierto, o el amanecer en globo aerostático y la tarde tomando infusiones en el interior de una cueva.

Estamos deshojando la margarita, y anticipando el viaje ya, mes y medio antes de que ocurra. Que es una forma de vivirlo, llenando el depósito de la ilusión, que va más caro a veces que el carburante.

Si por mi fuera volvería a la peseta. ¡Cuando una rubia fue mala! Veremos la fuerza del euro en nuestros bolsillos. Me cuentan que por El Cairo te acompañan policías o pseudo policías, como los de Coslada supongo, metralleta en ristre.

Temen que alguien nos quiera atentar en medio de la compra de souvenirs aunque lo puedan hacer igual con toda esa gente armada hasta los dientes. Pero al menos las armas puede que quiten las ganas y ¡alrededor nuestro quedan tan bien!

A mí la verdad es que me da igual. Puede que corriendo no vaya a llegar muy lejos, enseguida me canso, pero me echo al mar y nadando cubro cualquier distancia en un visto y no visto. Y por Sestea no nos vamos a preocupar a estas alturas, siempre salió airosa de todas las vicisitudes de la vida, y lo hizo casi sola. Además es muy pequeña, sería imposible que alguien la acertara con sus balas, por no hablar de que la guardaría en el bolsillo justo antes de lanzarme al agua. Y en el agua siempre tuve la velocidad de un escualo.

Tiburón dentro, pingüino fuera.