martes, 26 de marzo de 2002

26/03/02 11:11

¡Vaya bochorno lo de Miss España!

Yo rara vez me arrimo por la tele sino es por el fútbol, opio del pueblo llano que necesita alegrías gratis, y tristezas pero de las de poca calidad, las que contrarían algo pero enseguida se pasan. Porque esa es la gran cualidad del fútbol, su mayor encanto, todo el mal de una derrota es relativo, no hay más que pensar en el próximo encuentro, eso cura de espantos, incluso si al Athletic le mete el Celta 1 a 6 en casa. De hecho, si nos detenemos un poco, nos daremos cuenta de que la vida en eso, debiera, querría poder, copiar al fútbol, para que hasta lo más funesto que nos pase sea tan fácil de superar como una derrota en casa que se pasa en cuanto pensamos en el partido que viene, en la vida, lo bonito que nos queda. Mucho por vivir.

¡Vaya bochorno lo de la Dávalos! Se consigue la corona de guapa de Alicante previo pago en cuenta de 4.5 millones de pesetas. He seguido con gran interés esta noticia pues este fraude, de algún modo me recordaba al de el gran Roldán en sus peripecias por países desconocidos, porque a ver cuantos conocían que había un país que se llamaba Laos. Bueno, mi profesor por aquel entonces de Derecho Internacional Público, Yago, fue expulsado de allí. A saber que fechorías tramaba, si eso lo llega a saber Roldán, seguro que se va a la conchinchina, donde no nos tengan ojeriza a los españoles.

¡Qué vergüenza lo de las mises!

¡Qué podredumbre en cinemascope!

domingo, 24 de marzo de 2002

24/03/02 0:54

De verdad pienso que si hubiera alguien pagado por escribir disparates a diario, 8 horas al día para contar barbaridades, estoy seguro de que no se le ocurrirían tantas como traen los periódicos.

Hace un tiempo, en 1999, cuando yo no había empezado a escribir esta especie de paranoico diario de actualidades variables, se cayó al mar un avión de una compañía aerea egipcia. Según las últimas investigaciones del efebeí, (de esos que salen en las películas con esos chalecos tan chulos que tienen en la espalda en letras grandes y amarillas FBI ) se trató de un suicidio del copiloto, y yo como los españoles tendemos a hacer chiste de casi cualquier cosa, me he dicho:

"Dadles a los pilotos de Iberia todo lo que pidan, en cada una de sus huelgas aprovechando las fiestas en las que más se les necesita, que vaya humorada, es llegar una fiesta y oye, piden un aumento de sueldo, pero mejor así, que pidan y que se les conceda, no vayan a lanzarse al océano o aún peor, busquen alguna torre alta para ejercer de flecha contra diana."

Yo no tengo nada en contra de que el egipcio aquel quisiera acabar con su vida, lo que me jode (hablando mal y pronto), es que quieran al hacerlo llevarse con ellos a un montón de inocentes que quisieran seguir con sus vidas, incluso si éstas fueran miserables.

Pero en este caso, la cuestión es peliaguda, al menos desde el prisma de la religión que me enseñaron. Parece ser que el tipo dijo algo como esto antes de quitar el piloto automático y lanzar hacia abajo el avión:

- He tomado la decisión. Pongo mi fe en tus manos.

Y alguien que entregara su vida con tanta devoción no debiera ser condenado al fuego de un infierno si existe, o al ostracismo de una habitación distinta a la de su dios. Da su vida por su fe, por la creencia ciega en su dios. No sé si en la esperanza de que algo les salve, o en el sacrificio de la propia vida como un ofrecimiento máximo a dios. En la religión que me enseñaron la fe salva.

Lo que ocurre, es que tan grande muestra de devoción no ha de tener recompensa; sería intolerable que se diera si el hijo de puta (mal y pronto), asesina a 217 pasajeros y al resto de la tripulación.

miércoles, 13 de marzo de 2002

13/03/02 13:57

Acabo de escribir un mensaje a los del FNAC de Madrid en la esperanza de que no sean tan cretinos como los de Valencia. Y la cosa es que yo quiero trabajar en Valencia, pero por favor no me hagan tratar con cobardes. Si no fuera porque me toca las pelotas repetirlo contaría la pseudo entrevista que tuve con una cobarde que no se atrevió a llamar y decir que habían preferido a algún otro. Bueno, en realidad sospecho que si llamó, pero en cuanto oyó mi voz al otro lado se lo debió hacer encima porque colgó.

viernes, 1 de marzo de 2002

1/03/02 16:08

Subí por fin algunas fotos. Las del archiconocido grupo "Out", donde poso con mis amigos Fer y Jordi en los tiempos en que tarareando canciones de otros ni te hacías famoso ni te daban muchos premios, pero que servían para echarse unas risas. Nadie logró un gran éxito copiando lo que ya está inventado, nosotros éramos la prueba.

Jordi anda ahora intentando ser el principio de alguna cámara. Allá en el centro de un país que concede pocas oportunidades. Y eso, que el mismo país se partiría de risa a un gesto suyo. Cuántos ensayos he pasado, cuánto me he reído en la primicia de su talento cómico, cuando lo disfrutábamos unos pocos con motivos para llorar de risa; ya entonces se merecía una grabación constante en cada ensayo, y ahora pelea porque le den una oportunidad, entre casting y casting, a la risa.

También está Fermín, mi amigo de Derecho, empeñado en demostrar que sin vocación de abogado también se puede saber de leyes. En avances sin tiempo en una maratón con demasiados obstáculos, pero viendo ya el final tras larga marcha. Con el éxito a la vuelta de la esquina, ya huele la cena pagada de un compromiso que sabe a éxito.

Y ahí estoy yo, enredándome en palabras siempre que significan poco pero que aspiran a significar. Que quieren mejorarme cada día para contar cosas nuevas.