Subí por fin algunas fotos. Las del archiconocido grupo "Out", donde poso con mis amigos Fer y Jordi en los tiempos en que tarareando canciones de otros ni te hacías famoso ni te daban muchos premios, pero que servían para echarse unas risas. Nadie logró un gran éxito copiando lo que ya está inventado, nosotros éramos la prueba.
Jordi anda ahora intentando ser el principio de alguna cámara. Allá en el centro de un país que concede pocas oportunidades. Y eso, que el mismo país se partiría de risa a un gesto suyo. Cuántos ensayos he pasado, cuánto me he reído en la primicia de su talento cómico, cuando lo disfrutábamos unos pocos con motivos para llorar de risa; ya entonces se merecía una grabación constante en cada ensayo, y ahora pelea porque le den una oportunidad, entre casting y casting, a la risa.
También está Fermín, mi amigo de Derecho, empeñado en demostrar que sin vocación de abogado también se puede saber de leyes. En avances sin tiempo en una maratón con demasiados obstáculos, pero viendo ya el final tras larga marcha. Con el éxito a la vuelta de la esquina, ya huele la cena pagada de un compromiso que sabe a éxito.
Y ahí estoy yo, enredándome en palabras siempre que significan poco pero que aspiran a significar. Que quieren mejorarme cada día para contar cosas nuevas.