Vengo poco últimamente, pero sigo vivo. Nos hicieron en la plaza Mayor de Madrid una caricatura. En cuanto encuentre el cable del móvil que lo conecta con el ordenador la subo. Yo creo que me ha captado. Soy yo. Y no exageró la nariz que tengo, lo que me sorprendió agradablemente. Puede ser que haya ensanchado la cara.
Tengo algunas cosas que contar. Otro día.
sábado, 26 de mayo de 2007
sábado, 12 de mayo de 2007
Mañana de prensa
Vuelvo de la calle, de hacer la compra en el Dia, tengo una calculadora en el subconsciente, clavo la misma cantidad cada vez. Quizá sea que siempre compro las mismas cosas aunque las ordenemos distinto en la caja. Antes estuve tomando un café en la terraza del Latino. Leyendo prensa y mirando desde lejos los carteles electorales de los tres partidos más importantes que concurren a las elecciones municipales y autonómicas.
El PSOE concurre con un "Haremos más" que deja la impresión de que 4 años no bastaron para hacer todo lo que querían hacer aunque estén en la dinámica generadora de bienestar que es ya imparable o acaso sea una promesa por si flotara en el aire que no hicieron suficiente en la oportunidad que se acaba. Algo así como que esta vez nos irá mejor seguro. Hay que volver a intentarlo. La fe es una fuente inagotable.
El PP acude a los votantes resaltando la palabra confianza, la ponen más grande en los rótulos, aunque el lema completo sea "Confianza en el futuro". Significa que son de naturaleza optimista y tienen confianza en el futuro. La mirada hacia delante que han de suponer todas las elecciones. Una superación del presente para llegar a un futuro mejor. Supongo que subliminalmente también vienen a reconocer que si no hubo confianza en el pasado, al menos en el más reciente, podrá haberla en el futuro, de su mano. Este caso es paradigmático, viene siendo habitual que en política se acuse a la otra parte de la falta que nos acusa. Si dicen de un político que engañó a los ciudadanos entonces la defensa no será demostrar que no se engañó, será decir que quien dice que engañó engaña a su vez. Ya hablé de eso alguna vez.
IU utiliza aquí "Gana Asturias". Es decir, votándoles gana Asturias. Pero lo mejor de su cartel electoral no es el lema que al igual que los otros es absolutamente prescindible e intercambiable, lo mejor es que en la foto el candidato autonómico y el local, cada uno en su postura sostienen una manzana. Y el que concurre en las municipales sostiene con una mano, y con la otra, quizá porque los expertos en imagen quieren mostrar las dos, al no saber donde ponerla termina asiéndola a la muñeca de la que tiene la manzana como si fuera sostén de aquella. Aunque el peso de una manzana no parece que necesitara de tanto, así que termina siendo una foto un poco extraña y extravagante, como Izquierda Unida, supongo.
Nos queda mucho mensaje electoral por delante. Yo particularmente estoy más interesado en que resuelvan por fin la huelga de transporte. El viernes próximo marcho a Madrid de fin de semana, es un día marcado en rojo en el calendario; me hace una ilusión bárbara.
El PSOE concurre con un "Haremos más" que deja la impresión de que 4 años no bastaron para hacer todo lo que querían hacer aunque estén en la dinámica generadora de bienestar que es ya imparable o acaso sea una promesa por si flotara en el aire que no hicieron suficiente en la oportunidad que se acaba. Algo así como que esta vez nos irá mejor seguro. Hay que volver a intentarlo. La fe es una fuente inagotable.
El PP acude a los votantes resaltando la palabra confianza, la ponen más grande en los rótulos, aunque el lema completo sea "Confianza en el futuro". Significa que son de naturaleza optimista y tienen confianza en el futuro. La mirada hacia delante que han de suponer todas las elecciones. Una superación del presente para llegar a un futuro mejor. Supongo que subliminalmente también vienen a reconocer que si no hubo confianza en el pasado, al menos en el más reciente, podrá haberla en el futuro, de su mano. Este caso es paradigmático, viene siendo habitual que en política se acuse a la otra parte de la falta que nos acusa. Si dicen de un político que engañó a los ciudadanos entonces la defensa no será demostrar que no se engañó, será decir que quien dice que engañó engaña a su vez. Ya hablé de eso alguna vez.
IU utiliza aquí "Gana Asturias". Es decir, votándoles gana Asturias. Pero lo mejor de su cartel electoral no es el lema que al igual que los otros es absolutamente prescindible e intercambiable, lo mejor es que en la foto el candidato autonómico y el local, cada uno en su postura sostienen una manzana. Y el que concurre en las municipales sostiene con una mano, y con la otra, quizá porque los expertos en imagen quieren mostrar las dos, al no saber donde ponerla termina asiéndola a la muñeca de la que tiene la manzana como si fuera sostén de aquella. Aunque el peso de una manzana no parece que necesitara de tanto, así que termina siendo una foto un poco extraña y extravagante, como Izquierda Unida, supongo.
Nos queda mucho mensaje electoral por delante. Yo particularmente estoy más interesado en que resuelvan por fin la huelga de transporte. El viernes próximo marcho a Madrid de fin de semana, es un día marcado en rojo en el calendario; me hace una ilusión bárbara.
viernes, 11 de mayo de 2007
Nada por aquí...
Nada por allá... ¡Pero nada!
(Para dos semanas sin ir a la piscina)
Puede parecer que esta web no la habita nadie, pero me he tirado toda la semana sin nada que decir. Quizá mañana diga algo, estamos en campaña electoral o en precampaña, que es la misma cosa pero se hace antes. Una forma de saltarse los plazos de inicio sin que importe a nadie, a nadie le parece mal, a nadie bien, tampoco. Nunco hubo línea más fina, casi es invisible.
El caso es que parece que hemos entrado en el tiempo en que los políticos se acuerdan un poco de los ciudadanos. Se disfrazan con las frases de toda la vida, nos hablan del futuro, de la esperanza que es una flor que nunca se marchita. Y nos siguen pareciendo tan malos como lo fueron siempre (son igual de malos).
Yo nunca fuí de mitines ni de aglomeraciones, pero me vi en cierta ocasión con la oportunidad de oír, casualmente al candidato a alcalde por IU para la ciudad de Valencia. Ocurrió que daba el discurso en el jardín de Viveros y coincidió que yo andaba paseando con Sestea por allí. Pues bien, yo que quizá lo hubiese votado sin haberlo oído nunca, me encontré con que aquel hombre no creía ni una palabra de lo que decía. O tal vez yo no creía que él lo creyera. En definitiva dio igual, el mitin que tenía que haber servido para ganar mi voto logró perderlo.
Tantos buenos propósitos en los tiempos que corren, y tan seguidos ahora cuando antes no movieron un dedo por cumplirlos, hartan hasta al más paciente de los votantes. En realidad ocurre que sospechamos que los políticos no son humanos. Son otra cosa,
y no gustan.
(Para dos semanas sin ir a la piscina)
Puede parecer que esta web no la habita nadie, pero me he tirado toda la semana sin nada que decir. Quizá mañana diga algo, estamos en campaña electoral o en precampaña, que es la misma cosa pero se hace antes. Una forma de saltarse los plazos de inicio sin que importe a nadie, a nadie le parece mal, a nadie bien, tampoco. Nunco hubo línea más fina, casi es invisible.
El caso es que parece que hemos entrado en el tiempo en que los políticos se acuerdan un poco de los ciudadanos. Se disfrazan con las frases de toda la vida, nos hablan del futuro, de la esperanza que es una flor que nunca se marchita. Y nos siguen pareciendo tan malos como lo fueron siempre (son igual de malos).
Yo nunca fuí de mitines ni de aglomeraciones, pero me vi en cierta ocasión con la oportunidad de oír, casualmente al candidato a alcalde por IU para la ciudad de Valencia. Ocurrió que daba el discurso en el jardín de Viveros y coincidió que yo andaba paseando con Sestea por allí. Pues bien, yo que quizá lo hubiese votado sin haberlo oído nunca, me encontré con que aquel hombre no creía ni una palabra de lo que decía. O tal vez yo no creía que él lo creyera. En definitiva dio igual, el mitin que tenía que haber servido para ganar mi voto logró perderlo.
Tantos buenos propósitos en los tiempos que corren, y tan seguidos ahora cuando antes no movieron un dedo por cumplirlos, hartan hasta al más paciente de los votantes. En realidad ocurre que sospechamos que los políticos no son humanos. Son otra cosa,
y no gustan.
domingo, 6 de mayo de 2007
Bosco y los anuncios
Leía ayer a Bosco en su blog. Se quejaba por la cantidad y calidad de los anuncios con que interrumpen la programación, era una queja al viento, lavar los dientes tras ingerir arsénico prácticamente para nada. Pues escribir un blog de estos, el suyo o el mío, que no visita casi nadie es como tener una isla desierta en propiedad.
Escribe Bosco con gracia cuando quiere. Otras veces escribe con las palabras que ya no usa nadie, y que probablemente nadie usó antes de él, ni nadie usará. Aunque son palabras todas reales, como las cosas que cuenta, a veces del barrio y a veces de los anhelos, de los recuerdos de una vida bien vivida. Se hace difícil algunas veces, tiene que ir uno de la mano del diccionario o sobrentendiendo por el contexto para continuar, pero con carácter general los textos le quedan como composiciones musicales casi perfectas. Y al acabar su lectura, invade la mayoría de las veces la pena, porque queda flotando en el aire lo que contó y lo que no, la sensación de que en el silencio algo desparrama.
Contaba Bosco porque lo tiene medido, que los bloques de anuncios llevan no menos de cuarto de hora. Tiene toda la razón, a mí me ocurrió que olvidé lo que estaba viendo y me di de bruces a la vuelta diciéndome - ¡ah! era esto...
Otras veces me di por vencido y al ver un nuevo corte decidí que lo que faltara no merecía la espera. Así me ocurrió con algunas series de televisión, incapaz de absorber el ingenio de tanto creativo de publicidad preferí irme al sobre de la cama, encender el MP3 para oír música pensándome hasta quedar dormido.
Y que decir de la calidad de los anuncios. Si yo trabajara en eso de la publicidad, si gastara los millones que sé que gastan en hacer los mejores anuncios que diera de si el talento creativo, me esforzaría al menos porque no acompañaran mis prodigios de los abortos de la competencia o de los de cualquier otro anunciante. Alguno dirá, mejor que pongan uno de esos engendros antes que el tuyo pues si es bueno parecerá aún mejor en la comparación. Pero no es verdad, hace unos años tal vez sí. Ahora los pacientes consumidores tenemos nuestras listas negras. Si yo veo que en la interminable sucesión de consejos publicitarios inicia aquel de Aquarius, por ejemplo, que tiene cantando en inglés a Raphael, entonces cambio de canal sin rubor alguno, y me quedo en cualquier otro anclado hasta que sepa seguro, cierto, que no me lo encontraré corrido parte pero inacabado al volver. Pues es tal el temor a verlo y a escucharlo como a manejarme por una mansión habitada por fantasmas.
Y lo sentiré de veras si a la vuelta dejé de observar uno de esos raros, hallazgos televisivos, que iba pegado a la cola del que acabó. Porque perdieron un cliente potencial por culpa de quien los ordena para antena en esa franja horaria.
Con lo fácil que sería dejar todos los malos seguidos, si no trasladados a las 4 de la mañana al menos si con un cartelito que advirtiera lo que se avecina y por cuanto tiempo. Así podríamos cambiar a otro sitio, aprovechar para ir al baño, al frigo, o a decirle a quien queramos cuánto la queremos y por cuanto tiempo se lo vamos a decir.
Escribe Bosco con gracia cuando quiere. Otras veces escribe con las palabras que ya no usa nadie, y que probablemente nadie usó antes de él, ni nadie usará. Aunque son palabras todas reales, como las cosas que cuenta, a veces del barrio y a veces de los anhelos, de los recuerdos de una vida bien vivida. Se hace difícil algunas veces, tiene que ir uno de la mano del diccionario o sobrentendiendo por el contexto para continuar, pero con carácter general los textos le quedan como composiciones musicales casi perfectas. Y al acabar su lectura, invade la mayoría de las veces la pena, porque queda flotando en el aire lo que contó y lo que no, la sensación de que en el silencio algo desparrama.
Contaba Bosco porque lo tiene medido, que los bloques de anuncios llevan no menos de cuarto de hora. Tiene toda la razón, a mí me ocurrió que olvidé lo que estaba viendo y me di de bruces a la vuelta diciéndome - ¡ah! era esto...
Otras veces me di por vencido y al ver un nuevo corte decidí que lo que faltara no merecía la espera. Así me ocurrió con algunas series de televisión, incapaz de absorber el ingenio de tanto creativo de publicidad preferí irme al sobre de la cama, encender el MP3 para oír música pensándome hasta quedar dormido.
Y que decir de la calidad de los anuncios. Si yo trabajara en eso de la publicidad, si gastara los millones que sé que gastan en hacer los mejores anuncios que diera de si el talento creativo, me esforzaría al menos porque no acompañaran mis prodigios de los abortos de la competencia o de los de cualquier otro anunciante. Alguno dirá, mejor que pongan uno de esos engendros antes que el tuyo pues si es bueno parecerá aún mejor en la comparación. Pero no es verdad, hace unos años tal vez sí. Ahora los pacientes consumidores tenemos nuestras listas negras. Si yo veo que en la interminable sucesión de consejos publicitarios inicia aquel de Aquarius, por ejemplo, que tiene cantando en inglés a Raphael, entonces cambio de canal sin rubor alguno, y me quedo en cualquier otro anclado hasta que sepa seguro, cierto, que no me lo encontraré corrido parte pero inacabado al volver. Pues es tal el temor a verlo y a escucharlo como a manejarme por una mansión habitada por fantasmas.
Y lo sentiré de veras si a la vuelta dejé de observar uno de esos raros, hallazgos televisivos, que iba pegado a la cola del que acabó. Porque perdieron un cliente potencial por culpa de quien los ordena para antena en esa franja horaria.
Con lo fácil que sería dejar todos los malos seguidos, si no trasladados a las 4 de la mañana al menos si con un cartelito que advirtiera lo que se avecina y por cuanto tiempo. Así podríamos cambiar a otro sitio, aprovechar para ir al baño, al frigo, o a decirle a quien queramos cuánto la queremos y por cuanto tiempo se lo vamos a decir.
sábado, 5 de mayo de 2007
Batasunas
Las cosas no se ven como son. Las vemos como somos.
Hilario Ascasubi.
Ya me he pronunciado alguna vez en contra de la ilegalización de partidos políticos. Me parece una medida de otro tiempo y de otro sistema político. Porque en su esencia la idea de democracia casa bien poco con la dejar sin cartas a quien no piensa como nosotros. Más bien uno espera que sean los votantes los que den o quiten razones. Es mi forma de pensar, nada más. Lo que espero no sea interpretado por algún ágil mental como una concesión al terrorismo, a ETA, o a los asesinos de la naturaleza que sean, aquellos que prentenden convencernos a punta de pistola. Eso sería intolerable. Mi rechazo a ETA y a la tiranía que a supuesto para los vascos y por extensión para todos los españoles es tan firme como lo fue siempre, y en algún rincón de este espacio, disperso de años, ya quedó constancia. Y demostré tanta sensibilidad como el más sensible precisamente porque el azar me dispuso a nacer allí, hace bastantes años. Más o menos los que llevamos de democracia.
Sin embargo soy de los que piensa que ya teníamos un código penal bastante bien acabado para perseguir individualidades y no formas de pensar. Y que si un sujeto comete un delito; enaltecimiento de terrorismo por ejemplo, debe ser perseguido con todos los medios de los que dota un Estado de derecho. Y si son todos los amparados bajo unas siglas los que los cometen, todos tendrán que rendir cuentas ante la ley, pero como sujetos únicos, responsables de sus actos. Del mismo modo que el agrede a otro, roba o mata.
Decía Arouet Voltaire: "Lo que usted afirma me parece disparatado, pero defendería con mi vida su derecho a decirlo". Quizá ese es el germen de la democracia.
Hace unos días escuché en la televisión que se debía ilegalizar alguna agrupación de electores porque en su nombre constaba la palabra Batasuna que significa unidad es euskera. Llamándose igual tendrán que ser lo mismo, y si ilegalizamos aquellos habrá que ilegalizar también a estos. Hasta ese punto hemos llegado y a nadie le sorprende.
Es seguro que la ley de partidos no se habría dado sin el Partido Popular en el gobierno. Del mismo modo que hoy reina una confusión importante entre los poderes fácticos del estado, ejecutivo y judicial parecen mezclados e indisolubles. Instrumento el segundo del primero. Con unos tribunales que en sus instancias más altas parecen gobernados nada más que por las mayorías que escogieron a cada magistrado.
Por suerte todos aquellos que quieren levantar fronteras entre nosotros, que construyen muros para mirar su propio ombligo, están en una carrera contra el tiempo.
Avanzamos en un mundo en el que la globalización abrió puertas y ventanas. Los ciudadanos somos cada vez menos de un sitio y más de todas partes. Somos ciudadanos del mundo, y estamos cada vez más cerca unos de otros sin importar la distancia espacial. Pronto no habrá quién quiera un País Vasco apartado de todos. Quizá porque ese interés se habrá desvanecido al comprender que no hay vecinos. Que no hay un ellos y nosotros, que somos lo mismo si sabemos respetarnos.
Nos hablan de un futuro no muy lejano en que cada persona tendrá su alter ego en la Red, que será un inmenso prado verde en que cabremos todos.
Yo, aunque nunca fui el primero en nada ya estoy por aquí; y me voy a quedar.
Hilario Ascasubi.
Ya me he pronunciado alguna vez en contra de la ilegalización de partidos políticos. Me parece una medida de otro tiempo y de otro sistema político. Porque en su esencia la idea de democracia casa bien poco con la dejar sin cartas a quien no piensa como nosotros. Más bien uno espera que sean los votantes los que den o quiten razones. Es mi forma de pensar, nada más. Lo que espero no sea interpretado por algún ágil mental como una concesión al terrorismo, a ETA, o a los asesinos de la naturaleza que sean, aquellos que prentenden convencernos a punta de pistola. Eso sería intolerable. Mi rechazo a ETA y a la tiranía que a supuesto para los vascos y por extensión para todos los españoles es tan firme como lo fue siempre, y en algún rincón de este espacio, disperso de años, ya quedó constancia. Y demostré tanta sensibilidad como el más sensible precisamente porque el azar me dispuso a nacer allí, hace bastantes años. Más o menos los que llevamos de democracia.
Sin embargo soy de los que piensa que ya teníamos un código penal bastante bien acabado para perseguir individualidades y no formas de pensar. Y que si un sujeto comete un delito; enaltecimiento de terrorismo por ejemplo, debe ser perseguido con todos los medios de los que dota un Estado de derecho. Y si son todos los amparados bajo unas siglas los que los cometen, todos tendrán que rendir cuentas ante la ley, pero como sujetos únicos, responsables de sus actos. Del mismo modo que el agrede a otro, roba o mata.
Decía Arouet Voltaire: "Lo que usted afirma me parece disparatado, pero defendería con mi vida su derecho a decirlo". Quizá ese es el germen de la democracia.
Hace unos días escuché en la televisión que se debía ilegalizar alguna agrupación de electores porque en su nombre constaba la palabra Batasuna que significa unidad es euskera. Llamándose igual tendrán que ser lo mismo, y si ilegalizamos aquellos habrá que ilegalizar también a estos. Hasta ese punto hemos llegado y a nadie le sorprende.
Es seguro que la ley de partidos no se habría dado sin el Partido Popular en el gobierno. Del mismo modo que hoy reina una confusión importante entre los poderes fácticos del estado, ejecutivo y judicial parecen mezclados e indisolubles. Instrumento el segundo del primero. Con unos tribunales que en sus instancias más altas parecen gobernados nada más que por las mayorías que escogieron a cada magistrado.
Por suerte todos aquellos que quieren levantar fronteras entre nosotros, que construyen muros para mirar su propio ombligo, están en una carrera contra el tiempo.
Avanzamos en un mundo en el que la globalización abrió puertas y ventanas. Los ciudadanos somos cada vez menos de un sitio y más de todas partes. Somos ciudadanos del mundo, y estamos cada vez más cerca unos de otros sin importar la distancia espacial. Pronto no habrá quién quiera un País Vasco apartado de todos. Quizá porque ese interés se habrá desvanecido al comprender que no hay vecinos. Que no hay un ellos y nosotros, que somos lo mismo si sabemos respetarnos.
Nos hablan de un futuro no muy lejano en que cada persona tendrá su alter ego en la Red, que será un inmenso prado verde en que cabremos todos.
Yo, aunque nunca fui el primero en nada ya estoy por aquí; y me voy a quedar.
viernes, 4 de mayo de 2007
La forma de querer tú
La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
Pedro Salinas
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
Pedro Salinas
Humorista Aznar
Las vueltas que da la vida. Ocurren cosas inesperadas, podemos jurarlo. Resulta que Jose María Aznar, expresidente de gobierno, se emplea ahora como monologuista en reuniones del PP o de la fundación esa que preside con mano diestra, es decir, mano derecha.
Hay un video en la red en la que se le ve realmente en su salsa, con el peluco que gasta ahora que está desmelenado y sin apenas bigote, debe ser que ya no alterna tanto con Bush como antaño (siempre tendrás un bigote cerca). En el video en cuestión se le ve muy suelto, logrando de la afición entregada casi aplausos y vítores al decir que no quiere que le digan que no puede ir a más de tanta velocidad, lo que imagino que significa que las señales de tráfico son una mala idea, que mejor dejar que cada uno vaya a la velocidad que le pida el cuerpo o permita el vehículo. Tampoco quiere que le digan que no puede tomar hamburguesas de tanto, que es comida muy del país, ni no se qué del vino. Está visto que Aznar quiere hacer lo que le dé la gana sin cortapisas. Que quiere meterle un bolígrafo en el escote a una periodista, lo hace y santas pascuas. Él es así, la alegría de la huerta.
Termina diciendo que no le gusta el lema de la DGT "No podemos conducir por ti". Que siempre que lo ve piensa: ¿Quién te ha dicho que quiera que conduzcas por mí?
Fuera de que sea un lema algo sospechoso de tratarnos como a menores de edad, la verdad es que viene a incidir en que conducir bien o mal depende en exclusiva de cada conductor, que no vendrá nadie detrás a reparar los errores que podamos cometer. Sin embargo a Aznar no le gusta porque todo aquello le da la impresión de estar siendo hurtado en su libertad, o al menos eso se trasluce. No quiere ser guiado como un niño en dirección ninguna. Pero él dijo mirando fijamente a la cámara, si lo creen, creo, creeréis, ya huele a zafarrancho:
-Pueden creerme que hay armas de destrucción masiva.
Y esperaba que la gente le creyera, y esperaba que la gente lo apoyara.
Lo malo para él es que no ocurrió ni lo uno ni lo otro. No había más pruebas que su mirada ante la cámara, sus ojos fijos, su peinado cabello negro y su bigote. Era su palabra, y un hombre vale lo que valga aquella. En aquellos tiempos guiar y ser guiados estaba mejor visto. Por eso quizá ahora es, alma de cántaro entre conferencias, una bala perdida y rebelde.
Tal vez si entonces hubiéramos tenido un anuncio que dijera:
"No podemos gobernar por ti", hoy no contaríamos los muertos en Irak por miles; y lo peor es que pasados los años, unos cuantos ya, y no parece que estemos en el camino de la paz.
Esta visto que al trío calavera no se les sacaron los colores suficiente. Tienen la conciencia limpia como una patena.
Hay un video en la red en la que se le ve realmente en su salsa, con el peluco que gasta ahora que está desmelenado y sin apenas bigote, debe ser que ya no alterna tanto con Bush como antaño (siempre tendrás un bigote cerca). En el video en cuestión se le ve muy suelto, logrando de la afición entregada casi aplausos y vítores al decir que no quiere que le digan que no puede ir a más de tanta velocidad, lo que imagino que significa que las señales de tráfico son una mala idea, que mejor dejar que cada uno vaya a la velocidad que le pida el cuerpo o permita el vehículo. Tampoco quiere que le digan que no puede tomar hamburguesas de tanto, que es comida muy del país, ni no se qué del vino. Está visto que Aznar quiere hacer lo que le dé la gana sin cortapisas. Que quiere meterle un bolígrafo en el escote a una periodista, lo hace y santas pascuas. Él es así, la alegría de la huerta.
Termina diciendo que no le gusta el lema de la DGT "No podemos conducir por ti". Que siempre que lo ve piensa: ¿Quién te ha dicho que quiera que conduzcas por mí?
Fuera de que sea un lema algo sospechoso de tratarnos como a menores de edad, la verdad es que viene a incidir en que conducir bien o mal depende en exclusiva de cada conductor, que no vendrá nadie detrás a reparar los errores que podamos cometer. Sin embargo a Aznar no le gusta porque todo aquello le da la impresión de estar siendo hurtado en su libertad, o al menos eso se trasluce. No quiere ser guiado como un niño en dirección ninguna. Pero él dijo mirando fijamente a la cámara, si lo creen, creo, creeréis, ya huele a zafarrancho:
-Pueden creerme que hay armas de destrucción masiva.
Y esperaba que la gente le creyera, y esperaba que la gente lo apoyara.
Lo malo para él es que no ocurrió ni lo uno ni lo otro. No había más pruebas que su mirada ante la cámara, sus ojos fijos, su peinado cabello negro y su bigote. Era su palabra, y un hombre vale lo que valga aquella. En aquellos tiempos guiar y ser guiados estaba mejor visto. Por eso quizá ahora es, alma de cántaro entre conferencias, una bala perdida y rebelde.
Tal vez si entonces hubiéramos tenido un anuncio que dijera:
"No podemos gobernar por ti", hoy no contaríamos los muertos en Irak por miles; y lo peor es que pasados los años, unos cuantos ya, y no parece que estemos en el camino de la paz.
Esta visto que al trío calavera no se les sacaron los colores suficiente. Tienen la conciencia limpia como una patena.
jueves, 3 de mayo de 2007
Roturas
Ha pasado a la final de la UEFA el Sevilla en vez de Osasuna, y es para una mayoría entre la que me cuento una mala noticia. Como fue buena que cayera el Chelsea de Mourinho, pero así son las cosas, dos días buenos seguidos, son raros.
De que cayera el Chelsea nos alegramos porque no tragamos a Mourinho que es un entrenador que empezó siendo nada más un traductor (lo que es poca cosa en el mundo del fútbol y de importancia fuera de él). Nos puede su arrogancia que es además calculada, como su apariencia de vagabundo borrachín que encontrara entre los cubos de basura unos cuántos trajes de Armani.
Nos gustó porque puede ser que el fútbol, como el amor, no se compre con dinero. Con dinero se compra otra cosa, Abramovich a estas horas debe saberlo de sobra.
Sin embargo hoy llega el Sevilla y pasa, y se nos fastidia el día, con los bueno que estaba siendo, ya decían que hasta el rabo todo es toro. Y puede que aunque tarde el día se tuerza.
Por supuesto no fastidia por el bueno de Juande, que era un entrenador de esos que nunca llegaba al final de sus contratos, lo echaban antes. Era de esos de quita y pon, para emergencias si las hubiera o para crearlas sin falta que hacían, oiga. No era de los llorones como Lotina, aunque tenía desde antes de empezar el partido la cara del perdedor, como si anticipara en la expresión de su rostro el descalabro inminente. Quizá era un sexto sentido, una especie de premonición, pues tarde o temprano el equipo desmoronaba.
Juande en realidad tiene todas nuestras simpatías, y quizá más ahora que le vienen bien dadas y aspira a saltar el charquito por ver si le dan para entrenar al Chelsea (ya sin Mourinho). Es un entrenador ambicioso y por lo visto de los más fácil de acertar desde las gradas, vamos que como una diana que pudiera perder el conocimiento (el mucho o poco que tenga).
Si fastidia lo del Sevilla que cacarea, es por Del Nido, que es un abogado con pinta de mafioso, bastante bocazas y mete patas. A mí me da el pálpito de que este va a estar en el ajo de lo de la operación Malaya. No sé si subalterno, como la Pantoja, o como principalísima Roca. Pero lleva pinta de no ser del todo ajeno.
Espera en la final el Espanyol. Veremos que ocurre. Yo brindo porque si alguien se lesiona durante el partido, no nos digan aquello de que sospechan que sea una rotura fibrilar, sino un mucho más humorístico:
-Me temo que sea una rotura piernil. Lo que será admitido como cierto por toda la concurrencia, sin excepciones.
Y si no se quieren dar datos tan concretos de anatomía, un acertadísimo:
-Para mí que va a ser una rotura humana (para que especificar más). Ni una objeción al respecto.
Lo que ocurre es que los locutores del fútbol actual no tienen sentido del humor, con la falta que hace. Sus roturas fibrilares nos aburren por extendidas. Nadie ingenia, tiene todos el mismo humor que tendrá Del Nido si un día le toca cantar que se le enamora el alma tras los barrotes de Alcalá Meco, entonces el juez o la jueza, que van siendo mayoría, le dirá socarrón o firmemente socarrona que mejor empiece con esa otra que decía:
"Hoy quiero confesar..."
De que cayera el Chelsea nos alegramos porque no tragamos a Mourinho que es un entrenador que empezó siendo nada más un traductor (lo que es poca cosa en el mundo del fútbol y de importancia fuera de él). Nos puede su arrogancia que es además calculada, como su apariencia de vagabundo borrachín que encontrara entre los cubos de basura unos cuántos trajes de Armani.
Nos gustó porque puede ser que el fútbol, como el amor, no se compre con dinero. Con dinero se compra otra cosa, Abramovich a estas horas debe saberlo de sobra.
Sin embargo hoy llega el Sevilla y pasa, y se nos fastidia el día, con los bueno que estaba siendo, ya decían que hasta el rabo todo es toro. Y puede que aunque tarde el día se tuerza.
Por supuesto no fastidia por el bueno de Juande, que era un entrenador de esos que nunca llegaba al final de sus contratos, lo echaban antes. Era de esos de quita y pon, para emergencias si las hubiera o para crearlas sin falta que hacían, oiga. No era de los llorones como Lotina, aunque tenía desde antes de empezar el partido la cara del perdedor, como si anticipara en la expresión de su rostro el descalabro inminente. Quizá era un sexto sentido, una especie de premonición, pues tarde o temprano el equipo desmoronaba.
Juande en realidad tiene todas nuestras simpatías, y quizá más ahora que le vienen bien dadas y aspira a saltar el charquito por ver si le dan para entrenar al Chelsea (ya sin Mourinho). Es un entrenador ambicioso y por lo visto de los más fácil de acertar desde las gradas, vamos que como una diana que pudiera perder el conocimiento (el mucho o poco que tenga).
Si fastidia lo del Sevilla que cacarea, es por Del Nido, que es un abogado con pinta de mafioso, bastante bocazas y mete patas. A mí me da el pálpito de que este va a estar en el ajo de lo de la operación Malaya. No sé si subalterno, como la Pantoja, o como principalísima Roca. Pero lleva pinta de no ser del todo ajeno.
Espera en la final el Espanyol. Veremos que ocurre. Yo brindo porque si alguien se lesiona durante el partido, no nos digan aquello de que sospechan que sea una rotura fibrilar, sino un mucho más humorístico:
-Me temo que sea una rotura piernil. Lo que será admitido como cierto por toda la concurrencia, sin excepciones.
Y si no se quieren dar datos tan concretos de anatomía, un acertadísimo:
-Para mí que va a ser una rotura humana (para que especificar más). Ni una objeción al respecto.
Lo que ocurre es que los locutores del fútbol actual no tienen sentido del humor, con la falta que hace. Sus roturas fibrilares nos aburren por extendidas. Nadie ingenia, tiene todos el mismo humor que tendrá Del Nido si un día le toca cantar que se le enamora el alma tras los barrotes de Alcalá Meco, entonces el juez o la jueza, que van siendo mayoría, le dirá socarrón o firmemente socarrona que mejor empiece con esa otra que decía:
"Hoy quiero confesar..."
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