Vengo aprisa y corriendo por pura vergüenza de lo abandonada que está la página (mi propia página personal e intransferible) de mis neuras. Y es que me cuesta horrores escribir últimamente, y más aun contar estas cosas mías que en realidad no le interesan a nadie y que vienen a demostrarme además, en las lecturas espaciadas en que regreso, que estoy como estaba la gallina de mi niñez, gallina Turulata (creo que se llamaba así), Anado turulato.
Y vengo con la prisa de contar que ya no tengo gafas ni lentillas (en puridad si, las gafas están en la mesilla de noche de mi padre, y mis lentillas en un rincón inútil de el armarito del baño, el que tiene reservado en parte mi neceser particular (e intransferible).
Me he operado la vista y he cambiado las dioptrías por la claridad de una visión sin defectos.
Por otro lado, te doy noticia lector, (que es lo mismo que darme una noticia a mi mismo que me releo de mucho en mucho, o más certeramente a ti Wanda, que eres de las pocas personas con tanta paciencia como para pasear por estos lares, tolerando mis excesos) que estoy estudiando como de niño, para convertirme en programador informático, más explicitamente:
Técnico superior en desarrollo de aplicaciones informáticas.
Veremos como sale.
Me voy, me voy a la cama. A descansar los ojos y planear un regreso.