Qué hace un genio en un cuartel.
Sin ti, sin mí - Ricardo Arjona
Dice Nadal que él hace ese golpe de revés cortado, que es eminentemente defensivo, porque algunos jugadores le dan muy duro a la bola y así él les puede romper el ritmo. Que cada uno lo que puede. Así que él hace eso.
Este tío es un crack. ¡Presentémoslo a presidente de la ONU o del Fondo Monetario Internacional! Nos irá mejor seguro.
Pues yo no vi el partido de la selección española, aunque leo que jugó como los ángeles, con sus pequeñitos y el tiki taka. Y no es que tuviera la agenda abarrotada, que faltando Sestea se me queda el tiempo colgado con libertad absoluta de consola, lo que ha sido aprovechado, y lo va a ser aún más, para poner el Metal Gear Solid 4. Llevo varios meses con ese juego en la estantería, y sin atreverme. Me lo dejó un amigo y quedó en suspenso porque no era capaz de aclararme con el mapeado superior, me ocurría lo mismo que en la vida real, no sé dónde está el norte, de donde vengo ni dónde voy. Así que como el comienzo te tiene cruzando pasillos estrechos bajo fuego enemigo, y nadie haría eso por voluntad propia, lo dejé en la estantería, donde no hiere a nadie.
Pero este fin de semana ha sido el de mi consagración en Oriente Medio. Con la de problemas que tienen allí y les ha ido a caer mi Old Snake, que se mueve ágil pese a tener las manos como un puñado de pasas. Y que les cayera yo fue aún mejor a que les arrojen un helicóptero con una esperanza y un Rajoy dentro. Que digo yo que si queremos salir de la crisis podíamos empezar por hacernos primordialmente exportadores, de políticos por ejemplo. Nosotros los crecemos en nuestros viveros de gente de talento y cuando ya están dulces los enviamos con las gafitas bien puestas, a un Pepiño Blanco por ejemplo. O enviamos a dos o tres como la Cospedal, esto es una Leire Pajin o la de la náriz de cocainómana, Soraya Saénz de Santamaría, que llamándose así me dirás tú para que querría ser nadie político. Lo malo de estas políticas de nuevo cuño es que uno no les reconoce más que una cierta belleza, para tenernos arrebatados ¿dónde están las políticas trufescas que no saben lo que es un bisturí ni encontraban maquillaje para contar la verdad? Son parte de la mitología, me parece. No las ha habido nunca. Pero no perdamos la esperanza, quizá no salga de ninguno de estos partidos "gobernantes", o quizá no vivamos tantos años como para conocerlas. Después de todo nadie tiene garantías plenas de pasar el invierno con esa gripe A galopante que ya nos anticipan para el 40% de los habitantes de este país. Al respecto hay algo curioso. Según pongas el televisor a una hora u otra recibes mensajes aparentemente contradictorios, pero solo en apariencia. Unas veces nos dicen que mata más la gripe habitual y buena amiga, y por otro nos llenan los locales públicos de dispensadores de jabón para lavarse las manos además de iniciar una campaña que asegura créditos sin límite en los bancos para los fabricantes de kleenex y de mascarillas de Michael Jackson. Unas veces parece que estamos ante una pandemia que debían citar en el apocalipsis y otras sale el médico de cabecera de alguien para contar que es peor la crisis de miedo que se puede desatar, que de hecho a mí se me ha desatado ya.
Porque ¿es o no cierto que alguno de los 24 muertos a estas horas no tenía males anteriores que lo tuvieran a punto de morir por otras causas? Al menos se me ocurren un par de casos. Entre ellos el de una nigeriana, que se dedicaba a complacer bajo precio y que yo imagino espigada y de músculo largo y tenso, como cuerda de guitarra.
¿Me quieren hacer creer que la gripe convencional mata más?
Lo dudo. Y mira que yo el invierno pasado pasé tres días malísimo. Con 39 de fiebre, claro que entonces no sabíamos que la gripe podía ser A, ni lo sabía ella tampoco. Y yo pasé tres días de cama, en vacaciones, yo soy así de certero, sin que cundieran las alarmas. Obviamente a mí no me ha de matar una gripe común. Y casi creo que una gripe común no mata a nadie nunca. Digan lo que digan los médicos más fotogénicos. Pues para que alguien muriera de gripe debía ser enfermo de muerte crónica por lo menos. Que le estuvieran fallando además una docena de cosas para que esta corriente de la ventana se le llevara el alma por los aires.
En fin, exportemos políticos y políticas para salir de esta crisis. Que es una crisis de manos llenas. Oiga que además van a poner los ordenadores en los colegios de la chavalería para que puedan navegar con el Google mientras el profe da la lección en el encerado que y no es encerado ni pizarra, ahora es una pantalla táctil de metro y medio por tres metros. ¿Y es un buen momento para esos dispendios? Pues parece ser que sí. Ahora que las cuentas del Estado pasan un buen momento, boyantes como están, gastemos en poner un ordenador por niño. Y que sean Apple que son más fashion, como nuestras políticas o nuestra Letizia, a las que uno no se imagina con un bolso de Tous falso.
Por supuesto yo no soy partidario de nada de esto. No tengo niños y francamente no veo la necesidad de gastar todo ese dinero en promesas electorales poco ajustadas al momento y al lugar. Claro que yo no soy el presidente del gobierno, y por más que quiera no puedo cambiarlo, para poner a Rafa Nadal. Creo que es una medida chorra que no habría de darse ni en los momentos de mayor pujanza económica, cuando las acciones del BBVA rondaban los 20 euros. O los pisos costaban 40 millones de pesetas. Que uno no sabía como iba a poder pagarlos, pero se metía en ello igualmente. Después de todo la vida es sueño, y los sueños hay que soñarlos para que existan, en la virtualidad de los "y si..." que miran solamente al futuro.
Yo los exportaba empezando por Zapatero y terminando por el último concejal del pueblo más perdido. Claro que puede que me quedara con Cospedal, quizá. Porque aunque esté en la antípodas de su pensamiento político-personal y humano me tiene seducido con ese rostro bello de vídeo-juego. Y en el amor basta con mirarse el fondo de los ojos para descubrir cuánto nos gusta el otro. Aunque luego descubramos que no se coincide más que en las ganas de pegar los morros. Y dicho esto reconoceré también que la ministra de defensa me está gustando más cada día, aunque no sepa a qué dedica el tiempo libre, que cantaba José Luis Perales, que en su caso debe ser todo el tiempo. Y también me gusta a mares la ministra de Sanidad. No me la creo nada, pero podría discutirle mi amor a la Cospedal, en función de quien se portara mejor conmigo.
A los demás, si hubiera que enviarlos a algún sitio a cambio de mejorar nuestra renta per cápita, yo los ponía en un Yak de esos del ejército y los dejaba caer en Oriente Medio, en el centro de esos países de guerra y mirar mal. Es lo que les está faltando.
Como a mi Old Snake, que está allí mismo aunque para poca política, mira que he tenido que correr, subir escaleras y hasta arrastrarme por oberturas mínimas done apenas me caben los músculos tensos de anciano en su apogeo de esteroides. Y todo persiguiendo a un fulano del que ya no recuerdo apenas nada y que es mi propio hermano.
En fin, se me fue la mano hablando de política. Es mi sino.
Otro día hablo de mí.
En el juego, quiero decir.
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