No me digas mentira.
La paga - Juanes
Pues no sé que contar. La verdad es que me he vuelto monotemático. O por decir mejor bitemático. O bien me sale hablar de Nadal o de los sinvergüenzas que medran agarrados como parásitos al Estado de las cosas, esto es, sobre nuestros políticos.
¿Conté ya lo de Pepiño Blanco diciendo que lo de las autovías tenía que acabar? ¡Qué tenía que acabarse la cultura del todo gratis! Jajaja. Con que facilidad se enervan mis más bajos instintos.
¿Hábrase visto mayor desfachatez? Un pueblo más civilizado que el nuestro y más sensato tenía que prenderlo para meterlo en la misma hoguera que a Laporta pues son más o menos la misma mierda.
Tengo días en que las noticias del telediario se me amontonan y cada una nueva mejora a la anterior y se me van sumando como un montonera. La verdad es que no faltan ocasiones en que me iría a vivir a Andorra con los ojos cerrados, solamente por perder de vista a esta gentuza, pagar allí los impuestos igual que hacía, muñequera tricolor en ristre, Arantxa Sánchez. Siendo un país tan pequeño los desatinos y corrupciones han de ser por fuerza de un grado menor.
El hombre es un ser terrible. Mira las noticias, todas y sentirás un terror absoluto. Capaz de ocuparlo todo.
Siento decir que tal vez me estoy volviendo un radical de mi pensamiento. O tal vez lo fui siempre y antes lo sabía disimular mejor. Ya solamente atiendo a dos bandos, amigos y enemigos.
Nadal está entre los buenos, y se está quedando solo.
Esta mañana veo el vídeo Soldier of Love de Sade. Se está haciendo mayor su belleza. De hecho sigue conservando atractivo pero solamente en aquella escenas que la sacan de lejos, en sombras, de perfil o de espaldas.
El tiempo es muy malo. Tiene prisa.
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