viernes, 26 de noviembre de 2010

Asesino en el asilo

Who is it?

Michael Jackson



Antes hablo, antes sale.

El tipo de la residencia Caritat. Que daba a los ancianos lejía para beber. Lo detienen por a lmuerte de una y él dice que mató a tres, pero no debe ser cierto porque han mandado desenterrar a ocho que murieron en sus turnos.

Es un caso terrorífico que da que pensar acerca del mundo en que vivimos. Un mundo que junta belleza y horror a partes iguales, a ratos dentro del mismo día.

Yo estoy descubriendo de nuevo Michael Jackson, van sacando nuevas canciones del cajón donde las dejó sin que le convencieran del todo. Pero una vez muerto esas canciones valen una fortuna, la que van a conseguir con el nuevo disco. Estoy viendo tenis, agradezco de veras que Teledeporte de tanto durante el año. Ahora veo a Rafa Nadal del que soy fan acérrimo, hasta el punto de que sus derrotas cambien mi humor, y me revuelvo pensando que es el primero del mundo sin saber sacar. Y me llevan los demonios contra su tío-entrenador que se faja la gorra de publi y no saca un momento para enseñarle a Rafa como se la echa Roddick, que no es más alto ni más bajo que él.

Hoy Rafa nos sorprendió a todos con una salida de tono para defender la repetición de un punto. No necesité de sus explicaciones posteriores. Sé lo suficiente para saber que tenía razón. Evidentemente él no arbitra, arbitran los jueces de línea y por encima de ellos el de silla. Sin embargo por encima de que se enfrentara al arbitro de tal modo me sorprendió lo rápido que aparcó la cólera para convertirla en furia a favor de resolver los puntos. Tiene 24 años y es más maduro que muchos mayores que él. ¡Qué fácil hubiera sido echarse la bolsa al hombro tras decir como dijo que no quería continuar! Probablemente al llegar a la ducha ya estaría arrepentido, pero volvió a darnos una lección a todos. Según lo dijo cogió la raqueta para barrer a Berdych como una fuerza desbocada de la naturaleza.

Tengo pocas certezas todavía. Una, en este mundo de belleza y horror Nadal está entre los buenos, aún.

De Michael Jackson quiero pensar igual. Aunque de él haya que hablar en pasado. Es libro cerrado con muchas páginas inexploradas. Artísticamente es culmen. La más alta cima.

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